XXXI
Eren terminaba de cambiar a su pequeña cuando Hanji entró por la puerta con su pequeño en brazos.
Hanji: ¡ESTA HERMOSA!
Eren: No grites los asustas.
Hanji: Ya, ya, déjame ver bien a esa niña.
Eren: Si, sólo no grites.
Hanji: ¡Ay!
Eren: ¿Qué? ¿tiene algo?
Hanji: Es idéntica a Levi.
Eren: Hanji.
Hanji: ¿Y cómo van?
Eren: Vamos.
Hanji: Eren, ¿aun lo quieres?
Eren: Lo amo, siento que es injusto estar así.
Hanji: ¿Es eso o lo de la chica?
Eren: En parte es eso, el, Hanji jamás me revolque con ese idiota, y ahí va Levi, a meterse en las faldas de esa, se que hice mal en irme, pero jamás lo engañe de esa manera.
Hanji: ¿Eren, ya se lo dijiste?
Eren: No, le dije que me iría y pidió que nos diéramos otra oportunidad, le dije que si pero.
Hanji: Pero, Eren tienen que hablar, arreglar las cosas, no sólo ustedes van a sufrir.
Eren: Ya lo se, Hanji estoy tan agotado, todo esto me supera.
Hanji: Eren, si después de hablar las cosas no van mejor, ya verán la forma de solucionarlo, pero recuerda a Yul, ella es quien más importa ahora.
Eren: Lo se.
Hanji: Bueno, que te parece si sacamos a los niños al jardín, ¿Ya te puedes mover mejor?
Eren: Si Hanji, ya no duele tanto.
Los dos castaños se encaminaron hasta el jardín, el tiempo que estuvieron ahí lo aprovecharon para hablar, cuando Levi apareció frente a ellos Hanji se ofreció a cuidar a la bebé mientras ellos hablaban.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro