Toda esa semana fue un infierno para Eren, la chica de la noche anterior no se había ido, odiaba verla al bajar, al pasar junto a Levi.

Para colmo ese día un dolor constante se hizo presente.

Eren: Sólo espera, aún no es tiempo.

Mike: Todo va bien, la princesa ya esta en posición, sólo es esperar.

Eren: ¿Dolerá?

Mike: No te mentire, hay partos que duelen, hay partos que no, la cesárea duele.

Eren: Que horror.

Mike: Y ¿estas sólo?

Eren: Si.

Mike: ¿Levi te dejo sólo?

Eren: Si, ¿te quedas a comer?

Mike: Si.

Eren: Gracias.

Mientras Eren esperaba el momento en que su hija decidiera llegar al mundo, Levi bebia su sexta botella de licor barato, en ningún momento la chica de la noche anterior se separó de el.

- Deja de tomar.

Levi: No.

- ¿Tanto mal te hace el?

Levi: Eso no te interesa.

- Tienes razón, ¿qué pasará con tu hija?

Levi: Si es mía se la quitaré, si esa niña no es nada mío, los hechare a la calle.

Hanji y Mike eran buena compañía, desde que la castaña diera a luz parecía que su energía y entusiasmo habían aumentado.

Hanji: Mike ¿que haces si te digo que tengo un +4?

Mike: Te mato.

Hanji: ¡Come tierra! ¡Uno!

Mike: ¡Loca!

Eren: Chicos no me hagan reír.

Hanji: Vamos Eren, no te tienes que amargar la vida.

Mike: Tiene razón.

Eren: Los voy a extrañar.

Hanji: ¿Te irás?

Eren: Si, buscare a mi hermano y viviré con el.

Mike: ¿Dejaras todo?

Eren: Si, iré a ver si ya esta la comida.

Eren se levantó con esfuerzo, cuando por fin estuvo de pie sintió que algo escurria por sus piernas.

Mike: Rompiste fuente.

Eren: Mierda.