Eren: ¿De qué quieres hablar?

Levi: De nosotros.

Eren: Levi, si tu quieres separarte yo firmare los papeles sin protesta alguna, yo quiero que seas feliz.

Levi: Eren, dame una explicación.

Eren: Hace meses, cuando me fui, yo... el me encontró, me dijo que tu le dijiste que me dejará, que, sólo jugabas conmigo, que te casaste sólo por quien es mi padre.

Levi: ¿Le cresiste?

Eren: S-si, y no sabes cuanto me arrepiento.

Levi: ¿Ese bebé es mío?

Eren: No lo se, una semana después de que me fui el...

Levi: ¿Abuso de ti?

Eren: Si, es un ser horrible.

Levi: Eren tu, ¿regresarías conmigo?

Eren: ¿Qué?

Levi: No me importa lo que pasó, yo te amo, no importa que tanto quiera dejar de hacerlo, no puedo, no importa cuantas botellas beba, cuantos ojos vea, sólo te quiero a ti.

Eren: Levi, no puedo, te hice mal.

Levi: No importa, te amo.

Eren: ¿Y el bebé?

Levi: Lo amaré tanto como te amo a ti.

Eren: Yo, ¡DEBERÍAS ODIARME! ¡DIME QUE ME ODIAS!

Levi: No, esas palabras jamás las escucharas salir de mis labios.

Eren: Levi.

Levi: Eren por favor.

Eren: Si, pero si no funciona por que en el fondo me detestas te dejaré libre.

Levi: Y yo a ti.

Eren: Perdón.

Levi: Basta, ven aquí.

Eren se acercó a la camilla, estando así junto al azabache se acomodó para abrazarlo, Levi acaricio sus cabellos y su vientre del que la pequeña apenas si se movió.