Eren acariciaba su vientre de 3 meses, había sabido cuanto tenía de gestación gracias a una ancianita que Hanji había llevado.

Pensaba en como sería ese pequeño ser que crecía poco a poco, pensó en el color de su cabello, de sus ojos, lo suave que sería su piel, pero algo llego a su mente.

¿A quién se parecería?

¿Sería idéntica a Levi o parecida a...?

Esperaba con todo su corazón que su bebé se pareciera a Levi, se imaginaba a un pequeño idéntico al azabache, a los dos paseando en caballo y a Levi desviviendose por su hijo.

Claro eso jamás lo vería, sabía que el azabache no lo quería volver a ver ni muerto.

🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀

Alba rodaba los ojos por quinta vez, Petra era una dictadora,  desde que regreso a vivir a la hacienda la mujer se sentía la dueña y señora de todo y todos.

Petra: Eso sigue sucio niña.

Alba: Pues la mancha no sale señora, ya intente todo.

Petra: Pues intenta más.

Se preguntarán ¿qué pensaba Levi de todo esto? Pues, a él no le importaba otra cosa que no fuera ver las fotos de su boda con Eren en compañía de una botella de tequila o mezcal, ignoraba el comportamiento de Petra para con sus empleados, lo único que quería en esos momentos era estar con el castaño.

Petra: Amor, la comida está lista.

Levi: No me digas así, y no tengo hambre.

Petra: Vamos come algo, yo me encargué de el menú.

Levi: No gracias.

Petra: Bien come cuando quieras.

Un suspiro fue la única respuesta que la chica obtuvo de el azabache.

🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀

Por la noche y en compañía de su caballo Levi visitó el lago al que llevo a Eren, con el sonido de los animales nocturnos cerró los ojos, cuando los abrió vio lo que a su parecer era la mejor de las ilusiones.

Al otro lado del río estaba el castaño, tan hermoso como siempre.

Pero así como esa ilusión llego se fue.