LXII
Habian pasado varios meses, el olor a tierra mojada debido a las lluvias lo hacían suspirar, paseaba sus manos por su ahora abultado vientre.
Podia escuchar a su madre cantar para sus hijos, no podia dejar de pensar en cuando la pobre mujer que le trajo al mundo recuperaría los recuerdos de quien era.
Eren: Tranquilo, papá vendrá pronto, hay que seguir preparando la fiesta de tu hermana.
Con dificultad se puso de pie, bajo las escaleras de forma lenta sonriendo al ver a sus hijos jugar con Carla.
Carla: Hola Eren.
Eren: Hola ¿se divierten?
Carla: Si, ¿quieres algo de comer o esperaras a Levi?
Eren: Esperemos, por ahora sólo quiero escucharte cantar.
La castaña mayor asintió, la suave y dulce melodía que salio de sus labios hicieron a Eren cerrar sus ojos, miles de recursos de su niñez llegaron a el haciéndolo llorar.
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