Eren esperaba con impaciencia a su novio.

Al cabo de 2 horas recibió un mensaje, su pareja anunciaba que no iría, se excusó con decir que su hija había enfermado de nuevo, resignado el castaño salió de aquella cafetería para regresar a su casa.

Cuando se vio en la comodidad de su casa, su madre lo recibió con un jalón de oido.

Carla: Tenías que estar aquí hace dos horas.

Eren: Lo olvide.

Carla: Ayúdame a servir la comida.

A regañadientes los castaños entraron a la cocina, desde ahí se escuchaba una conversación sobre medicina.

Carla: Anda ve y lleva la sopa.

Eren: Si mamá.

Eren se dirigió a la mesa donde su padre y otra persona seguían con su plática.

Grisha: Hijo ven un momento.

Eren: Dime padre.

Grisha: Quiero presentarte a Levi Ackerman, el es neurocirujano, estará trabajando un tiempo en el hospital.

Eren: Un gusto doctor Ackerman.

Grisha: Levi el es mi hijo Eren, de quien recién te contaba.

Levi: Es un placer conocer a tan lindo ser.

Eren: Gracias por el alago, si me disculpan iré a la cocina con mamá, aún faltan cosas.

La comida paso tan lento para el castaño, que cuando terminaron ni siquiera escucho lo que le decían.

Grisha: ¡Eren!

Eren: Perdón, ¿Qué decías?

Grisha: Que en unos días es el aniversario de el hospital, me gustaría que acompañaras a Levi en la gala.

Eren: ¿Qué dice doctor, vamos juntos?

Levi: Me encantaría.
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Eren seguía sin saber de su "novio", resignado siguió arreglandose para la dichosa gala.

El lugar donde el evento se llevaría a cabo era lindo, no lo negaba, tampoco negaba que Levi pudiera lucir tan guapo con aquel traje azul marino.

Tampoco que ese momento no disfrutaba sentir como el azabache lo abrazaba al bailar.
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Un mes había pasado desde que se conocieron, Levi siempre mandaba un ramo de girasoles dirigidos al castaño, al igual que pequeños regalos.

Como muestra de agradecimiento, una buena tarde el castaño se encontraba buscando un regalo para Levi, una corbata color vino llamo su atención al igual que el traje con el que hacía juego.

Cuando salía de la tienda se sorprendió al ver a su pareja junto a su esposa, la que por cierto mostraba un abultado vientre.

Con lágrimas en los ojos salió corriendo de aquel lugar, al ir corriendo choco contra alguien, cuando vio a Levi no dudo ni un segundo en abrazarlo.

Levi: Calma, estoy aquí, todo está bien.

Eren: No me dejes.

Levi: Calma.

El castaño se mantenía en silencio, abrazando a Levi y pensando en que jamás amaría a otra persona.