
Capítulo 3: Cenizas del pasado
〔𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐈𝐈𝐈: 𝐂𝐄𝐍𝐈𝐙𝐀𝐒 𝐃𝐄𝐋 𝐏𝐀𝐒𝐀𝐃𝐎〕
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¿Realmente era yo el problema?
Muy en el fondo sabía que no, aunque me sentía culpable por haberle dado tanta confianza. Era doloroso tener que enfrentarme a la realidad, pero Jean nunca me amó, solo me utilizó para olvidarse de Mikasa.
Sabía que Mikasa era superior a mí en muchos sentidos, sin embargo, siempre la vi como una compañera más, no como mi oponente.
Diariamente luchaba contra mis propios pensamientos para tratar de convencerme de que todo era parte de mi imaginación. Cuando la pelinegra estaba cerca, el cambiaba por completo; era cortante y distante, así aquella paranoia o celos como el solía decir, no era más que una excusa para ocultar sus verdaderos sentimientos hacia la pelinegra, ya que sus acciones hablaban por si solas.
|FLASHBACK|
Era una fría tarde de otoño. Algunos habían decidido quedarse en sus dormitorios a descansar, pero nosotros teníamos planificado ir a una cantina para festejar el ascenso de Armin.
Días antes Sasha dejó una carta en la alcoba de cada uno para invitarnos a la pequeña celebración.
Ese día salí un poco tarde ya que me distraje limpiando el establo. Estaba algo preocupada ya que creí que todos estaban en el sitio de encuentro esperando por mí, pero para mi sorpresa el único presente era Jean.
Justo en ese momento entendí que, por más que pasen los años seguirán siendo impuntuales.
—No me digas, ¿también creíste que llegarías tarde? —esbozó una gentil y dulce sonrisa.
—De hecho, si —solté una leve carcajada al recordar cómo me resbalé por salir apresurada—. Salí con tanta prisa que olvidé mi abrigo, ¿puedes creerlo?
—Oh, bueno... —se quitó su abrigo y me lo ofreció— En ese caso deberías tomar el mío.
Inmediatamente mis mejillas se ruborizaron. Habían pasado un par de segundos y seguía sin poder asimilar aquellas palabras.
—¿Q-Qué? —parpadeé un par de veces aun sin poder creerlo— ¿Hablas en serio?
Jean río con ternura antes de responder.
—Claro que sí, podrías resfriarte —colocó su abrigo sobre mis hombros y colocó aquel molesto mechón que obstruía mi vista detrás mi oreja—. Te queda muy bien, a pesar de que no sea de tu talla.
Ambos reímos ante aquel comentario.
Deseaba congelar aquel momento para toda la eternidad. Por un momento sentí que la risa había opacado toda la tristeza que había en mí.
Una fría ventisca apreció de repente, haciendo que Jean metiera las manos en los bolsillos de su pantalón para contrarrestar el frío, dirigió su mirada hacia el horizonte regalándome una perfecta vista de su perfil.
¿Cómo podía mantener la cordura con aquel hombre frente a mí?
Desde que me uní a la Legión, el castaño se robó toda mi atención. No sabía si era por su determinación, su físico, su inteligencia o audacia, pero me traía a sus pies.
Nunca tomé la iniciativa de acercarme a él ya que sentía que era inalcanzable, pero ahora que estábamos los dos a solas no hallaba las palabras correctas para iniciar una conversación de forma natural.
—Tierra a Faith —escuché a mis espaldas la voz de Connie.
Me tomó de los hombros y me sacudió para que volviera la realidad.
—Hay mejores lugares para reflexionar sobre tu vida, ¿no crees? —bromeó.
—Oh... E-Eh, tienes razón —titubeé.
Connie y Sasha sabían que ocultábamos algo, ambos intercambiaron miradas para luego soltar una sonora carcajada.
—¿Qué les causa tanta gracia? —interrumpió con Jean con seriedad.
—Nada, nada... —aseguró Connie mientras le daba un codazo a Jean y le guiñaba el ojo.
Jean negó como si el chico no tuviese remedio.
Nos quedamos charlando un rato más, hasta que finalmente Armin llegó. Le impresionó vernos a todos reunidos. Él creía que nos habíamos olvidado de su ascenso, pero lo que no sabía es que íbamos en camino a festejarlo.
[...]
Aquella noche se podría decir que fue mágica. Armin esperaba que la celebración fuera un algo tranquila, sin embargo, Sasha y Connie se aseguraron de que aquella velada fuera inolvidable para el rubio.
Entre anécdotas y carcajadas, Armin confesó que nunca había probado una gota de alcohol en su vida. Automáticamente Sasha intercambio mirada con Connie, tomaron al rubio de los brazos y lo arrastraron hasta la barra para enseñarle lo que era un buen trago.
Jean, aun no muy convencido tomó el vaso de Armin con la intención de inspeccionarlo y se dio cuenta que el chico no mentía. Su vaso contenía solamente agua.
Creí que el castaño se reuniría con sus amigos en la barra, pero prefirió quedarse conmigo charlando.
Sentía que podría escuchar sus anécdotas durante horas sin aburrirme. El tiempo pasó volando y cuando menos me lo esperé, había llegado la hora de marcharnos.
Estaban demasiado ebrios y temíamos que acabaran con el establecimiento.
Connie tomó abrazó a Armin por la izquierda, mientras que Sasha lo tomó por la derecha. Caminaban por las calles balbuceando y riendo de cualquier tontería que se les cruzara por la cabeza.
Camine tras de ellos junto con Jean quien me había tomado de la mano al salir del bar. Sentía que estaba en un sueño, pero las constantes caricias que el contrario le daba al dorso de mi mano me aseguraban que estaba completamente despierta.
Sentía que nada podía arruinar la noche hasta que Mikasa se apareció. Al ver a Armin en aquel estado, frunció su ceño y como si la situación no pudiese tornarse más extraña e incómoda, Jean soltó rápidamente mi mano.
— ¡Mikasa! —exclama Armin soltándose del agarre de ambos para ir hacia donde estaba la pelinegra— ¿Dónde estabas? De seguro estabas lavando esa apestosa bufanda. No te preocupes, no te perdiste de nada nuevo, la noche estuvo aburrida.
—Ya veo... —responde la pelinegra tratando de asimilar lo que ocurría.
Se me hizo extraña la manera en la que Jean actuó al ver a Mikasa, sin embargo, no me preocupé, después de todo eran solamente amigos.
|FIN DEL FLASHBACK|
Una vez que volví a la realidad, supe que no tenía tiempo que perder. Hoy sería mi primera guardia y Hange contaba conmigo así que no podía defraudarla.
Me dirigí hacia el almacén de suministros y tomé un par de cosas para curar las heridas de Eren. Una cosa que me había llamado la atención de la reunión es que Hange alegó a favor del prisionero para seguir estudiando sus poderes de titán. Sentía que era simplemente una estrategia de la castaña para alargar su tiempo de vida, ya que era imposible que un humano pudiera convertirse en titán.
— ¿Para quién es eso? —la voz del capitán a mis espaldas hizo que me sobresaltara.
—Oh... ¿Esto? Es para curar las heridas del prisionero, capitán.
El pelinegro entrecerró los ojos y frunció el ceño.
—¿Ayudando al enemigo, Faith? Esa escoria no merece ni un vaso de agua.
—Con todo respeto, él también es un ser humano y merece ser tratado como tal —alegué.
—Tsk, como sea, no lo necesitarás.
Salió del almacén dejándome con aquella interrogante en la mente. ¿Por qué Eren no necesitaría el vendaje?
[...]
Me aseguré de tener lo necesario antes de irme al establo. Cuando coloqué un pie fuera del almacén, sentí como mi rodilla se acalambró. Me quedé un rato estática esperando que aquella contracción muscular cesara.
Aun no lograba asimilar aquella falla en mi rodilla, y lo que más me preocupaba de todo era que aquellos molestos calambres aparecieran en el momento más inoportuno.
Me reincorporé al cabo de unos segundos y continué con mi camino.
|𝙴𝚁𝙴𝙽|
Mire mi reflejo en el espejo completamente perdido en mis pensamientos. Aquella madrugada se me hizo imposible conciliar el sueño ya que aquella joven recluta había tomado el control de mi mente.
—Señor... —la voz de Floch me sacó de mis pensamientos.
—Espero traigas buenas noticias.
—La fecha de su juicio fue cambiada —manifestó con algo de temor—. En ocho semanas se dictará su sentencia.
Ocho semanas.
Ocho malditas semanas más encerrado en esta pocilga.
Tenía la capacidad de escapar por mi propia cuenta, pero si me dejaba guiar por mis impulsos probablemente acabaría muerto.
—¿Hay algo más que deba saber?
—Faith decidió continuar con el cargo.
Aquella información me dejó atónito ya que había subestimado a la chica. Mi plan inicial consistía en deshacerme de ella para llamar la atención de los altos mandos, de esta forma adelantarían mi juicio y así podría llevar a cabo mi venganza.
—¿Quieres que me deshaga de ella?
Negué.
No la consideraba como un obstáculo, al contrario, si lograba ganarme su confianza probablemente podría usarla a mi favor.
Los de la Legión de Reconocimiento no tenía nada que envidiarle a la Policía Militar ya que ambas ramas eran igual de orgullosas. Enviaban al eslabón más débil para no perder a los pocos soldados fuertes que tenían; probablemente les llenaban la cabeza de halagos como una especie de efecto placebo antes de enviarlos al matadero.
Era sencillo hacerle creer a la población que eran unos héroes, cuando la realidad era distinta. Y yo personalmente me encargaría de acabar con ellos uno a uno.
—¿Cómo conseguiremos lo que nos falta? —pregunta Floch después que repasamos el plan.
—Yo me encargaré —aseguré.
El pelirrojo solía engañar a los guardias de la entrada con el pretexto de que lo había enviado Hange para interrogarme. Él sabía que Ruscetti vendría el día de hoy por lo que bajó mi comida para no levantar sospechas.
En el momento que aquella antigua puerta de metal rechinó anunciando la llegada de Ruscetti, Floch se metió nuevamente en su papel.
—Aquí está tu cena, Jaeger —deslizó la bandeja por la pequeña apertura, permitiendo que la comida pasara sin necesidad de estropearse.
|𝙵𝙰𝙸𝚃𝙷|
Nunca creí encontrarme a Floch en este sitio.
Tenía entendido que Eren no tenía permitidas las visitas, pero al ver que solo bajó para traerle la comida, me tranquilicé.
—Suerte en tu primer día, Ruscetti —hizo énfasis en mi apellido junto con una lúgubre sonrisa.
Caminé hacia la celda en donde se encontraba Eren con la misma mirada profunda de siempre.
—Creí que no volvería a verte —bromeó.
—Supongo que si quieres deshacerte de mí entonces tendrás que esforzarte un poco más para la próxima, ¿no crees?
Una maliciosa sonrisa se asomó en su rostro haciendo que mi piel se erizara. Y justo en ese momento me di cuenta que prácticamente le había dado permiso de asesinarme cuando él quisiera.
—¿Podrías extender tus manos fuera de los barrotes? —saqué las esposas de mi bolsillo.
No podía arriesgarme ya que no confiaba en él.
—¿Por qué? —enarcó una ceja.
—Necesito curar tus heridas —manifesté con serenidad.
Realmente no esperaba que colaborara conmigo, pero segundos más tarde sacó sus manos entre los barrotes permitiéndome inmovilizarlo para luego comenzar con el chequeo.
Inspeccioné cada parte de su cuerpo en busca de hematomas, sin embargo, no encontré nada a excepción de una pequeña laceración en su pómulo.
—Impresionante, tratas de curar a quien te dejó inconsciente la última vez.
—¿No has oído hablar de la bondad? —cuestioné mientras limpiaba la herida.
—¿Bondad? —soltó una carcajada— ¿Le hablas de bondad a alguien a alguien que está encerrado en un lugar tan repugnante como este?
—Nunca es tarde para cambiar —me encogí de hombros.
No respondió.
Cuando terminé de colocar el apósito, nuestras miradas se cruzaron e inmediatamente llegaron a mi mente escenas retrospectivas de la pesadilla que tuve al quedar inconsciente. Tenía la vaga creencia de que no era más que una simple coincidencia, pero sentía que de alguna u otra forma las cosas estaban enlazadas, solamente tenía que arreglar las piezas del rompecabezas ya que la curiosidad me carcomía segundo a segundo.
—¿Cuál es la razón por la que estás aquí? —pregunté después de un rato.
Eren apartó la mirada de su comida para luego observarme con una maliciosa sonrisa.
—He hecho cosas malas —confesó casi en susurro como si de un secreto se tratara.
—¿Tan malas como para merecer estar aislado?
—Lo suficiente como para que reclamen el final de mis días.
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¡Holaaaaa! ¿Cómo están? ¿Comieron? ¿Qué tal les ha ido? ¿Tomaron agüita?
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Envíen la solicitud sin vergüenza, prometo aceptarlos a todos.
Estoy muy agradecida con @JBleau1 quien me ayudó con este capítulo. Por cierto deberían pasarse por su perfil ya que tiene historias muy buenas.
Quería aclarar también que Faith no tiene mucho conocimiento sobre los titanes, es por eso que no sabe la capacidad de regeneración de Eren.
Gracias por votar y comentar, siempre ando leyendo sus comentarios. uwu
Espero les haya gustado el capítulo, los amo mucho. ♡♡
➥ 𝐆𝐀𝐋𝐄𝐑𝐈́𝐀:
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