〔𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐗𝐈𝐕: 𝐎𝐉𝐎 𝐏𝐎𝐑 𝐎𝐉𝐎〕

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Capítulo dedicado a: fsmr_jpr y hela_kast que están de cumpleaños.

NOTA IMPORTANTE: Por favor leer el anuncio que se dejará al final del capítulo para que despues no los tome por sorpresa.

|𝙵𝙰𝙸𝚃𝙷|

Siento la boca reseca.

Siento pesadez en el cuerpo.

No sabía con exactitud cuanto tiempo había dormido. Estaba tan agotada que lo único que deseaba en aquel momento era seguir descansando, pero no podía darme aquel lujo teniendo en cuenta que tenía que continuar con mi última guardia.

La fatiga que había invadido mi cuerpo fue la responsable de que no pudiera abrir los ojos con tanta facilidad. Por instinto comencé a palmear la cama para ubicar a Eren, pero me llevé una gran sorpresa al darme cuenta que no estaba acostado junto a mí.

Mierda.

Abrí los ojos de golpe y no tardé en darme cuenta que mi mano izquierda se encontraba esposada contra los barrotes de la cama. Me dejé llevar por el desespero y comencé a tirar de las esposas con el objetivo de poder liberarme de ellas, sin embargo, lo único que logré fue lesionar mi muñeca.

Traté de buscar una alternativa para salir lo más pronto posible de aquí y después de un rato, me di cuenta que me encontraba en un callejón sin salida, así que no me quedó de otra más que aceptar las consecuencias de mis actos. Al fin y al cabo, gran parte de la culpa recaía en mí por haber sido tan ingenua con él.

Para combatir el frío que estaba sintiendo por la ausencia de ropa, me senté en una esquina de la cama y abracé mis piernas para luego desbordarme en llanto. Me sentía avergonzada, humillada y sobre todo utilizada. Sin contar que, los sucesos de anoche seguían presentes en mi mente como una especie de tortura por mi imprudencia.

[...]

Media hora después, la puerta de metal se abrió bruscamente provocando que me sobresaltara. Sabía que el escuadrón encargado de escoltar a Eren estaba aquí, por lo tanto, cualquier intento de escapar era una completa pérdida de tiempo.

En ese momento, me encontraba con la espalda recostada en la pared y la vista fija en la nada mientras las lágrimas caían por mis mejillas sin cesar. Aún no podía asimilar la forma tan cruel e inhumana en la que Eren me había abandonado, sin embargo, era algo de esperarse ya que él era un criminal.

—Esperen... —alcancé a escuchar la voz de Hange— Algo anda mal, Faith no está aquí y la celda está abierta.

—Eso explica porque todos los guardias de la prisión están muertos —comenta Levi.

—No tiene sentido, jamás vi su cadáver.

—Tampoco lo ibas a encontrar porque la mocosa está aquí —informó el azabache y segundos más tarde Hange se aproximó para corroborar lo que su compañero estaba diciendo.

—Ruscetti se encuentra en ropa interior, así que les agradeceré a todos los caballeros que aguarden afuera —su tono de voz cambió por completo. Ya no estaba preocupaba, ahora estaba apagada y supongo que muy decepcionada de la escena que había frente a sus ojos.

—Te lo dije —comentó Levi con irritación antes de salir de aquel sitio.

Hange hizo caso omiso a sus palabras y se adentró a la celda en completo silencio. Hurgó en su cabello hasta encontrar un pequeño broche de cabello el cual utilizó para liberarme de las esposas. En lo que yo sobaba mi muñeca lastimada, Hange se quitó la gabardina con la intención de colocarla sobre mis hombros para cubrir mi cuerpo.

—Esperaba más de ti, Faith —confesó y se sentó junto mí con la cabeza gacha—. Sé que cometí errores y actué bajo impulso en varias ocasiones, sin embargo, siempre te tuve presente en todo porque quería priorizar tu bienestar —hizo una pequeña pausa para sorber su nariz—. Eso sin contar todas las veces que metí las manos en el fuego por ti, pero no es cómo que pueda seguir haciéndolo, así que... —Hange se colocó de pie y se posicionó frente a mí con su semblante serio— Quedas arrestada por traicionar al cuerpo militar y por liberar a un prisionero sin orden judicial.

|***|

Hange tomó sutilmente a Ruscetti del brazo y la llevó a la superficie en dónde la esperaban un par de reclutas que tenían como encargo escoltarla al Tribunal Militar para que fuese juzgada lo más pronto posible. Antes de subirla al carruaje, la esposaron una vez más y le colocaron un saco en la cabeza.

Todos los presentes estaban centrados en las tareas que le habían sido asignadas ya que aquel sitio era un completo desastre. Pero Kirschtein no parecía estar muy interesado en supervisar a sus subordinados debido a que el arresto de Ruscetti se terminó robando toda su atención. Afortunadamente, la dirección a la que trasladarían a Faith era confidencial, sin embargo, el castaño no se detendría hasta conseguirla.

—Escuché que la llevarían al Cuartel General —reveló Floch quien se encontraba ajustando la montura de su caballo.

Kirschtein tardó un segundo en darse cuenta que había sido muy obvio. Para no levantar sospechas, fingió que le daba igual la situación y se fue disimuladamente hacia el otro establo para buscar su caballo, ya que el castaño quería hacerle una última visita a Faith.

Estaba demás decir que su orgullo estaba destrozado, y es que muy en el fondo él sabía que algo había ocurrido entre ellos dos.

[...]

Los nervios de Faith aumentaban conforme el carruaje avanzaba. En varias ocasiones trató de idear en un plan que la ayudara a salir de allí, sin embargo, el temor a ser atrapada la cohibía y atemorizaba. Como tenía las manos esposadas en su espalda, la joven de cabello negro captó —con ayuda de sus dedos— un pedazo de madera que sobresalía de la carroza, así que comenzó a tirar de el una y otra vez porque no sabía con exactitud si tendría que utilizarlo o no.

Poco después, el carruaje se detuvo. El soldado que estaba sentado frente a Faith se quedó esperando pacientemente a que el vehículo avanzara. Hasta que se desesperó un poco al ver que los minutos transcurrían y aún seguían varados ahí, así que se colocó de pie e inmediatamente salió para averiguar que estaba ocurriendo a fuera, sin embargo, aquel recluta no contaba con que estaba cayendo en la trampa de Floch para ser asesinado silenciosamente.

Una vez que se deshicieron de los cuerpos, los Jaegeristas tomaron el control del carruaje con la intención de dirigirlo a un nuevo destino dónde la castaña estaría a salvo. Cuando llegaron al cuartel que había sido tomado por los Jaegeristas, bajaron a la pelinegra del carruaje y la llevaron a una de las tantas oficinas en dónde sería liberada.

—Faith, estás fuera de peligro, ¿comprendes? —la castaña asintió con la cabeza mientras Louise se encargaba de quitarle las esposas— Eren me envió para ayudarte, así que necesito que colabores con nosotros, ¿está bien?

Agitó la cabeza en señal de afirmación e inmediatamente Floch le hizo una seña a su compañera para que ella le quitara el saco. Al estar completamente libre, sus instintos la cegaron por completo provocando que la joven atacara el rostro del pelirrojo con el pedazo de madera que previamente había arrancado del carruaje.

Rápidamente, la apartaron y le quitaron el pedazo de madera para evitar otro incidente. Floch estaba un poco disgustado con lo que había ocurrido segundos atrás, sin embargo, no podía hacer nada al respecto más que seguir las órdenes que Eren le había dejado. El pelirrojo detuvo el sangrado de su herida con la palma de su mano y se acercó lentamente hacia dónde se encontraba Faith.

—¿Puedes calmarte? Nosotros no te haremos daño —aseguró con sutileza mientras se colocaba de cuclillas frente a ella.

—¿Y por qué debería confiar en ti? —cuestionó la pelinegra.

—Eren me envió a buscarte.

—¿Eren? Eren me abandonó —aclaró la pelinegra con la voz entrecortada.

Quería gritar a los cuatro vientos el dolor que sentía en ese preciso instante, pero lo único que la detuvo fue la desconfianza ya que la joven llegó a la conclusión de que aquel espectáculo no era más que una trampa para que confesara todo. Sin embargo, aquella teoría comenzó a perder sentido cuando Floch le explicó a Ruscetti todo lo que necesitaba saber para entender el porqué Eren se había ido así más.

Floch fue muy cuidadoso con las cosas que le dijo a Faith ya que necesitaba convencerla de que el verdadero enemigo era la Legión de Reconocimiento. Sin embargo, la castaña guardaba cierto resentimiento hacia varios miembros de aquella división, por tanto, vio aquel ataque como una gran oportunidad para vengarse.

Poco después, el pelirrojo le facilitó un conjunto de ropa a Ruscetti. Ella muy agradecida, lo tomó y se encerró en una habitación para cambiarse. En todo ese tiempo, se preguntó a sí misma si estaba tomando la decisión correcta o no, pero estaba tan cegada por la ira que hizo a un lado sus sentimientos y decidió acabar con toda la carga que tenía encima de una vez por todas.

—Entonces, ¿qué harás? —cuestiona Floch.

—No pienso irme a ningún lado —Floch levantó la mirada y arqueó una ceja en señal de confusión—. Tengo asuntos pendientes y no pienso poner un pie fuera de Paradis sin antes resolverlos.

|𝙴𝚁𝙴𝙽|

No dejaba de pensar en ella.

Quería sacarla de mi mente pero remordimiento me estaba carcomiendo poco a poco. Tuve que enviar al pelirrojo a buscarla ya que Zeke me prohibió tener contacto con ella hasta terminar con el plan, sin embargo, yo no estaba dispuesto a quedarme de brazos cruzados porque sabía el destino que le deparaba y lo único que deseaba para ella era tranquilidad después de tanto tormento que yo mismo había provocado para beneficiarme.

—Señor, el objetivo se está acercando —anuncia uno de mis seguidores a mis espaldas y yo asiento con la cabeza en respuesta.

Había organizado un plan a espaldas de Zeke para tener una charla amena con el mismo imbécil que se encargó de hacerle la vida imposible a Faith y golpeó brutalmente a Armin. Sin embargo, tenía que traerlo hacia mí sin que él sospechara, así que Floch se encargó de idear una estrategia para enviarlo al Cuartel General —lugar que previamente había sido tomado por los Jaegeristas— y después de dos horas, Kirschtein llegó.

—Muchachos, a partir de ahora yo estoy a cargo de la prisionera —informó Kirschtein al ingresar repentinamente en la habitación en dónde me encontraba esperándolo. Al percatarse de mi presencia, abrió los ojos de par en par y se quedó estático aún sin poder asimilar lo que estaba ocurriendo.

—Está más que claro que ella no está aquí —comencé a caminar lentamente hacia dónde estaba Jean. A pesar de que no se le veía atemorizado, comenzó a retroceder poco a poco con intenciones de escapar, pero yo no estaba dispuesto a dejarlo ir, así que le hice una seña a Holger para que cerrara la puerta con llave.

Al ver que no tenía escapatoria, decidió abalanzarse sobre mí para golpearme. Sus acciones eran predecibles, por lo tanto, no tuve problema alguno al intentar esquivarlo. Aproveché que se encontraba de espaldas y lo estrellé contra la pared provocando que cayera al suelo.

Me coloqué de cuclillas frente a él y tomé del cabello para levantar su rostro ligeramente. Noté que estaba sangrando y que se encontraba un tanto desorientado, sin embargo, no estaba dispuesto a detenerme ya que necesitaba drenar toda la ira contenida.

—Ya no eres tan valiente, ¿verdad? —hablé entre dientes— Solo te aprovechaste de la vulnerabilidad de Faith y Armin para demostrar cuan imbécil puedes llegar a ser.

—¿Sabes algo? —esbozó una débil sonrisa— No me arrepiento de nada.

Aquellas palabras bastaron para que me hirviera la sangre por lo que me quedé estático en mi lugar, dándole oportunidad a Jean para que se reincorporara dispuesto a seguir peleando. Traté de estampar su cuerpo contra la pared una vez más, pero Kirschtein respondió con varios golpes consecutivos en mi abdomen.

Jean tuvo la ventaja durante un par de minutos. Él creía que tenía una victoria asegurada, por lo tanto, bajó la guardia sin saber que aprovecharía aquel momento de debilidad para acabar con él. Una ola de adrenalina invadió todo mi cuerpo en cuanto comencé a golpearlo, sabía perfectamente que su orgullo no le permitiría arrepentirse por todas las cosas que había hecho, pero al menos tuve la oportunidad de ajustar cuentas antes de llevar a cabo mi plan.

—Señor, lamento interrumpirlo, pero ya es hora... —intervino Holger a mis espaldas y me detengo por completo provocando que Kirschtein se desplomara en el suelo. Sabía que estaba contratiempo, pero no podía dejar al castaño libre, así que lo tomé de la camisa y lo arrastré hasta el calabozo subterráneo del Cuartel General en dónde se encontraba Mikasa junto a otros reclutas.

—¿Dónde están los demás? —pregunté con preocupación al ver que faltaba Connie y Armin.

—N-No los hemos encontrado, señor —informa el castaño—. Si quiere puedo enviar otro escuadrón para que los localicen más rápido.

—No —contesté—. No podemos seguir perdiendo el tiempo, así que vámonos.

—Eren... —me detuve y volteé ligeramente la cabeza para ver a Mikasa— No hay necesidad de hacer nada esto. Solo estás empeorando las cosas.

—Claro que la hay necesidad, Mikasa. Solo que tu no lo entiendes y por lo veo, jamás lo entenderás.

Sin nada más que agregar, salí del calabozo y me dirigí a la azotea de aquel edificio, en dónde disparé una bengala roja para anunciarle a Zeke que el show debía comenzar.

|𝙵𝙰𝙸𝚃𝙷|

Floch fue a curarse la herida en la sala de primeros auxilios y volvió media hora después anunciando que teníamos que abandonar el edificio lo más pronto posible.

—Maldita sea, Eren me va aniquilar si algo te llega a pasar —comentó el pelirrojo con angustia.

Desesperada por obtener respuestas, me acerqué a la ventana y observé a todos lados en busca de alguna posible amenaza. Pero, lo que realmente se robó mi atención no fue un soldado, sino una gran bestia marrón que se encontraba parado sobre la muralla María.

—Floch, ¿qué mierda es eso? —cuestioné aterrada.

—Te explicaré en el camino, tenemos que irnos.

El pelirrojo me tomó con fuerza del brazo para sacarme de la habitación y llevarme al establo. Al bajar por las escaleras, un ruido fuerte y ensordecedor provocó que todas las ventanas del edificio estallaran como si una bala las hubiese atravesado. Minutos después, llegamos a nuestro destino y Floch me entregó una mochila.

—Espero aún recuerdes como utilizar el equipo de maniobras porque lo vas a necesitar.

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POR FAVOR, NO OLVIDEN VOTAR EN LOS CAPÍTULOS<3

-O1 capítulos para el final de PRISONER

Buenas noches gente linda, espero que todos se encuentren bien y hayan tomado agüita.

¿Qué les pareció el capítulo? ¿Se esperaban que Faith se revelara así contra la Legión? ¿Disfrutaron la v3rguiza que Eren le dio a Jean? Quiero leer sus opiniones y/o teorías, así que dejenla en esta sección de comentarios.

El ANUNCIO es que antes de que se publique el capítulo 15 se subirá un apartado con varias cositas que quiero que tengan en cuenta antes de que se acabe el fanfic. Además, pronto empezaré las clases así que les pediré de antemano que tengan un poco de paciencia si me tardo en subir el P-15 y el Epílogo.

Instagram: @indrianyglazierfanfics

Les mando un fuerte abrazo, no olviden que los amo c:

➥ 𝐆𝐀𝐋𝐄𝐑𝐈́𝐀