Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 6: Un grito en la Oscuridad

"Grito"

A la mañana siguiente, Draco se despertó con los leves sonidos de las olas golpeando las rocas que rodeaban la prisión. Supuso que, para la altura a la que se encontraban, quizá la marea había subido un poco y eso provocaba que las olas furiosas se estamparan contra las paredes de la prisión. Agradecía que estuvieran en abril y no en pleno invierno, pues hacia frio. Si estuviera en diciembre se aseguraba así mismo que moriría congelado en aquel lugar.

Como en días anteriores desde que se encontraba encerrado en esa celda, sus pensamientos viajaban a aquel día en que perdió sus padres. Estaba muy consiente en que se estaba torturando a sí mismo, pero alguien podría culparle por eso. Encerrado con una Granger dormida aún lado de él, no tenía muchas opciones por hacer. Al menos ya no se derrumbaba como antes lo hacía. Ahora, tramaba, planificaba en silencio sus próximos movimientos, como la serpiente que era. Sabía que sus amigos tenían un plan para sacarlos a él y a Granger.

No sabía cual era el plan que tenían en mente Theo y Blaise, pero al menos ya no estaría encerrado en aquel maloliente lugar. Tenía que salir con bien para matar a ese maldito hombre lobo, Greyback pagaría con creces el asesinato a su madre. No le importaba que sucediera después, no le importaba si volvía a ésta prisión. Su venganza a partir de ese fatídico día sería su prioridad; la guerra y lo demás quedaría en segundo plano, <<un paso a la vez>>, se dijo.

Se dio cuenta que, entre sus divagaciones y planes mentales, había estado acariciando el cabello de la castaña de manera inconsciente. Esto provocó que se asustara, retirando la mano como si le quemara, de aquel no tan sedoso y sucio cabello.

Hermione despertó abriendo de apoco sus grandes ojos ambarinos, un destello de amarillo rodeaba el café que predominaba en su iris. Él nunca se había dado cuenta del color en los ojos de ella, un color no tan común, Draco sabía que los suyos tampoco lo eran, sin embargo, había encontrado más similitudes entre ellos, en aquellos pequeños momentos que habían compartido juntos.

Su padre siempre le dijo que los nacidos de muggles tenían suciedad en su sangre, de ahí ese maldito nombre que se le daba y con el cual acosaba a aquella chica desde los doce años. Pero estando en su mansión y el día que la torturaron, se dio cuenta que en realidad compartían el mismo color de sangre.

Le habían dicho desde pequeños que los sangre sucia eran idiotas, pero Hermione Granger le demostró que era la chica más inteligente de su generación, incluso él se la pasaba leyendo y estudiando para igualarla en algunas asignaturas compitiendo cada año el primer lugar, confirmándole que ella tenía una mente prodigiosa, quizá más que la suya.

Su padre aseguraba que eran malformaciones en su mundo, bueno desde los catorce años, precisamente en el baile del torneo de los tres magos; él se dio cuenta que ella estaba tan completa, no le faltaba nada ni le sobraba nada, todo lo tenía colocado tan correctamente en su lugar. Fue en ese momento donde se preguntó si su padre había sido honesto con él. Draco sabía que había creído todo lo que su padre le había dicho, solo para impulsar su odio hacia quienes no eran como ellos. Pero lo que no le contó era como ese odio podía acabar literalmente con su especie, matándose los unos a los otros. El sonido de la voz de la castaña lo saco de sus pensamientos.

-Hola- le dijo ella levantándose de la cama, mientas él estaba sentado aun lado de ella. Draco dio un asentamiento correspondiendo el saludo.

No tenían mucho que hacer o hablar en ese lugar y eso les desesperaba a ambos, sin embargo, Hermione fue la primera en dirigirse a él -Creo que debemos hacer un plan para salir.

-Ya escuchaste a Blaise, ellos ya tienen un plan y nos sacaran de aquí.

-Pero cuando- refutó la chica. -Qué pasa si no funciona, debemos de tener un plan b, en caso de que las cosas no salgan como se planearon.

-Siempre haces muchos planes. Preguntó alzando una ceja.

-Bueno ciertamente si- respondió ella mientras rascaba su barbilla pensativamente.

-¿Y te funcionan?

-Bueno no, por eso siempre tengo un plan b y un plan c, a veces un plan d- Hermione alzó su cabeza con suficiencia, y dio una pequeña sonrisa arrogante.

El rubio bufó y se levantó para retirar un poco la sabana entre los barrotes de la ventana, deteniéndose un minuto para ver los rayos del sol reflejarse en basto mar.

Unos pasos hicieron que Draco se alejara de la ventana, colocando de nuevo la sábana en los barrotes a modo de protección como la última vez, se levantó de la cama y comenzó a acercarse de manera cautelosa hacia las rejas.

Un mortífago un poco más bajo que su amigo Blaise, se colocó en la entrada, este sujeto traía consigo lo que parecía una bandeja con pan y agua (como la que les había llevado su amigo el día anterior)

El mago también traía una máscara que lo caracterizaba como mortífago, pero a diferencia de Blaise, esta persona no traía puesta la capucha, lo que le hacia notar su cabello castaño. Draco entrecerró los ojos, queriendo reconocer al mago que con su varita abría la puerta de la celda.

-Theo eres tú- preguntó con un susurro.

El mago no respondió, solo colocó su mano, refrenando al rubio para que parara de hablar, no era seguro en ese lugar. Rápidamente el mortífago retiro su mascará dejando ver su rostro, sus ojos azules le confirmaron a Draco que, estaba en lo correcto al reconocer a su amigo.

Theo cerro la reja después de colocar la bandeja sobre la cama y como lo había hecho Blaise anteriormente, realizó un encantamiento sobre los alimentos, transformándolos en un desayuno completo. A Hermione se le hizo agua la boca cuando vio 2 vasos de jugo de calabaza frescos, 2 platos con wafles, un plato basto con frutas de temporada y 2 tazas de café. Antes de lanzarse a comer, Hermione se acercó cautelosamente al mago castaño.

-Nott ¿sabes si Harry y Ron están bien?

-Lo están, creemos- añadió el castaño, -no saben que estás aquí, sólo Lupin y Kingsley de la Orden. Nos permitieron formar parte si te sacábamos sana y salva de este lugar, y eso haremos. Prepárense, en dos días saldrán de este cuchitril-. Respondió el mago haciendo un gesto de asco al ver el estado de la celda. -Draco, en dos días te enviaremos una nota, tendrán que seguir el plan al pie de la letra.

El rubio asintió en comprensión, ante lo dicho por su amigo.

-No puedo quedarme, o nos descubrirán, esperen la nota que se les enviará con el plan, se le colocará un hechizo para que, una vez que la lean se autodestruya. Aprovecharemos que ese día los mortífagos estarán de cacería en una colonia muggle-. Hermione se estremeció al escuchar esto último, Theo prosiguió -La Orden ya conoce la ubicación y estarán ahí para actuar. Amigo- dijo observando a Draco a los ojos. Parecía como si se estuvieran comunicando con la mirada. -Cuídate, te veo pronto.

-Gracias, Theo, por todo-. Expresó Draco y vio como su amigo se retiraba con un asentimiento hacia ambos chicos.

Después de desayunar, ambos se quedaron un momento en silencio, sabían que debían trabajar juntos y formar equipo si querían salir vivos de ese lugar, seguir el plan. No sabían de que se trataba, pero sabían que tenían que hacer las cosas bien, evitar discutir y confiar el uno en el otro. Estaban tan inmersos en su mente cada uno, que no se dieron cuenta del tiempo que había pasado, mucho menos escucharon los pasos acercándose a su celda.

-Hola gatita ¿me extrañaste?- Greyback soltó de repente haciendo que Hermione se tensara por completo. Draco se levantó de un salto. -Ah ha-. Yo que tu no haría ningún movimiento pequeño Malfoy, el que tiene la varita y los colmillos soy yo-. Dijo el hombre lobo apuntando al rubio con la varita en su pálido cuello, y dándole una sonrisa aterradora. Levantó a Hermione jalándola del cabello con una mano, mientras con la otra seguía apuntando al rubio, quien solo miro a los ojos a la chica que testaba totalmente horrorizada. La sacó de la celda mientras volvía a cerrarla.

-Por favor no-. Escuchó Draco a Hermione suplicar, él se sintió muy mal en ese momento, Granger no suplicaba, ella siempre peleaba. -Por favor, por favor, no- Volvió a escuchar a lo lejos.

-¡Noo!- Ante el grito desgarrador de la chica y Draco se tiró de rodillas al suelo, rememorando lo que padeció su madre en las manos de ese maldito y sintiéndose terriblemente aterrado por lo que pudiese sucederle a aquella chica de ojos color ambarinos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro