Capítulo 20: "En mis zapatos"
"Zapatos"
Había momentos, en los que Hermione se encontraba lo suficientemente lúcida, como la tarde anterior, cuando recibió aquel dulce beso por parte de Draco, y aunque se sentía agotada, una parte de ella se sentía feliz, sabía que estaban en guerra, sabía que Harry estaba luchando por su vida, como todas las personas que se oponían a Voldemort en tiempos de oscuridad. Sin embargo, tenía aquella luz de esperanza donde la orden ganaría la batalla y una nueva era de paz llegaría al mundo mágico, donde ella, después de tanto sufrimiento lograría ser feliz
Los cuidados que le estaba dando aquel rubio la desestabilizaban, tenía la certeza de que no eran amigos, entonces ¿qué eran? Había recibido un beso de él sin protestar, fue corto, pero aún así le había gustado. No sabía que estaba sucediendo con ella. Se suponía que hacía sólo un par de meses estaba enamorada de uno de sus mejores amigos y ahora... ahora su corazón latía desbocado por la persona que jugó el papel de su enemigo en la escuela y por un tiempo en esta guerra, quien permitió el acceso a mortífagos la noche que asesinaron a Dumbledore.
Hermione daba vueltas en la cama mientras aquellos pensamientos la inundaban, No debería sentir lo que estaba sintiendo, este no era el plan. El plan era ganar la guerra, hacerse novia de Ron, formar una familia de pelirrojos, quizá un niño y una niña. Trabajar para el Ministerio, en el control y regularización de criaturas mágicas. Noches de viernes conviviendo con Ginny y Harry, domingos en familia con los Weasly. Ese era el plan que tenía en mente desde su sexto año, antes de que Ron eligiera a Lavander y, aun así, tenía la esperanza de que su amigo se fijara en ella.
Ahora las cosas habían tomado otro rumbo, Harry y Ron seguían desaparecidos en aquella misión buscando Horrocruxes. Ella había sido torturada por Bellatrix, encerrada en Azkaban, casi mancillada por Greyback y había conocido otra parte de Draco Malfoy que jamás se imaginó conocer desde que compartieron celda. Había resultado herida por una mordedura de un vampiro que estaba obsesionado con ella y sufría los efectos del veneno.
Hermione suspiró quedando boca arriba en su cama. No quería cerrar los ojos, cada que lo hacía sentía el llamado de aquel ser. Tenia la firme convicción de que, si cerraba los ojos su cerebro se desconectaría de ella, que perdería el poco control que tenía sobre su cuerpo. Pero se sentía tan agotada últimamente que solo dormir calmaría ese cansancio.
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El sonido de unos pasos atravesando el pasillo despertaron a Draco, era de madrugada y le extrañó escucharlos, pues sabía que Granger estaba convaleciente en cama y en esos momentos Grimmauld place estaba desolado, sólo ellos dos habitaban aquella casa en esos momentos.
Se levantó con premura de la cama y se colocó los zapatos, ni siquiera tuvo tiempo de ponerse calcetines, con la prisa que llevaba, solamente atinó a recoger su varita saliendo a trompicones de la habitación, tropezando con la alfombra, sintiéndose algo adormilado.
Bajó las escaleras, dándose cuenta que Hermione estaba tratando de abrir la puerta de la casa, había protecciones que no la dejaban y la chica se encontraba sin su propia varita. Pues Theo había sugerido despojarla en el estado en el que se encontraba, de esta manera mantendrían alejado a aquel vampiro.
-Granger qué haces- preguntó el chico terminando de bajar las escaleras con la varita en alto.
-Necesito salir de aquí- respondió la castaña intentando jalar el picaporte de la puerta- sus rasgos lucían cada vez más perfilados y su piel de porcelana más pálida. Parecía un fantasma andante con esa bata color blanco y su cabello desordenado. -Tienes que ayudarme a salir de aquí, me está llamando y está enojado.
-Me importa un carajo su estado de ánimo, no saldrás Granger- dijo con determinación.
-Saldré con o sin tu ayuda-, siguió intentando abrir la puerta, pero al no lograrlo se apresuró hacia la sala, asomándose por el ventanal que daba hacia la oscura calle.
Draco se acercó siguiendo los pasos de la chica y pudo observar cómo detrás de un árbol se encontraba observando aquel ser de oscuridad. Estaba viendo la casa fijamente, algo que a Draco le provocó un escalofrío, sabía que estaban bajo el encantamiento Fidelius y que nadie más podría ver la casa, pero no estaba completamente seguro si aquel sujeto podría visualizarla o presentir que ahí se ocultaba la chica. Debían tomar otro tipo de medidas de ahora en adelante, pensó.
Notó como Hermione hacia señas a la ventana, tratando de que aquel vampiro la viera sin conseguir nada para alivio del rubio y observó con espanto como la chica levantó una silla con la intención de romper el vidrio para salir de ahí. Trató de detenerla, pero no dejaba de moverse y le propinó un golpe en su abdomen que le hizo perder la respiración por unos segundos.
Antes de que la castaña le diera con la silla a la ventana, Draco levantó su varita susurrando un Petrificus totalus, observó cómo los ojos de la chica se movían con desesperación en dirección hacia la ubicación del vampiro, que no lograba verlos. Era tanta la exasperación del rubio que opto por lanzar un Desmayus a la castaña, se percató después de esto, que al pasar un par de segundos el vampiro se había marchado de aquel lugar, como si hubiera dejado de percibir la presencia de la chica.
Minutos después, se la llevó flotando hacia su dormitorio y la acomodó en su cama, arropándola con varias cobijas pues su piel se sentía helada. Tendría que hablar seriamente con sus amigos e involucrar a Remus y a su prima, esto comenzaba a resultar peligroso. Además, no sabía cuánto tiempo tenía hasta la luna llena y no podía quedarse en aquel lugar si llegaba su transformación. Se sentía agotado mentalmente, aún así velo toda la noche el sueño de ella.
N/A ...y sigo con los malos títulos, estoy pensando en eliminarlos porque comienzan a darme dolor de cabeza. 🙈
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