"Decoración".

Los cuatro llegaron a un callejón oscuro, Draco estaba seguro que era Londres Muggle, ya que se encontraba transitado por demasiados vehículos y había un ruido excesivo en la zona.

-Es por aquí-, lidereo Theo el camino seguido de Blaise.

-¿Esto es Grimmauld Place?- preguntó la chica con entusiasmo, finalmente iba a ver a sus amigos.

Theo saco su varita y susurró unas palabras anotadas en un pedazo de pergamino.

-Yo no veo nada-. Comentó Draco notando el espacio vacío entre las casas 11 y 13 respectivamente.

-Es porque esta bajo el encantamiento Fidelius- explicó Hermione -la casa es invisible para todos aquellos que no sean bienvenidos.

En ese momento la casa tomó forma frente a los ojos de aquellos jóvenes. Comenzó a levantarse desde el suelo y fue creciendo hasta aparecer la puerta y ventanas.

La puerta se abrió y en cuanto los cuatro pisaron la entrada de la casa, sintieron algo extraño, Draco se paralizó al ver la forma del ex director de Hogwarts levantarse y lanzarse contra ellos. Hermione al ver lo que sucedió comenzó a gritar -Nosotros no matamos a Dumbledore, nosotros no matamos a Dumbledore.

La figura del ex director se aproximó hasta chocar su cuerpo contra el de Draco y se disolvió en forma de polvo. El rubio sintió como su corazón casi se paralizaba ahí mismo, calló de rodillas al suelo y comenzó a respirar agitadamente. Le vino a la mente el momento cuando se encontraba apuntándole a su director con la varita, como no pudo hacerlo, como su padrino terminó el trabajo por él.

Seguía en shock y estaba seguro de que se encontraba bajo un encantamiento pues tampoco podía hablar, lo único que podía hacer era tomar, entre sus manos su propia garganta e intentar respirar. Algo que de por si se le estaba complicando.

Del pasillo salió la señora Weasly, corriendo apresuradamente susurrando un hechizo a los cuatro chicos.

-Oh por Merlín, lo siento mucho, se supone que debíamos retirar ese horrible hechizo que colocó Moody, pero con tanto ajetreo en esta casa lo hemos olvidado. Hermione cariño- La señora se acercó a la chica abrazándola con fuerza- Me alegro de que estés con vida, estás bien, te veo muy delgada mi niña, necesitas alimentarte cuanto antes.

Hermione se retiro de a poco de los brazos de la señora a quien adoraba como una segunda madre.

-Gracias señora Weasly, estoy mucho mejor ahora que estamos aquí- Volteo a ver a Draco y habló dirigiéndose al rubio. -Estás bien- preguntó agachándose, tratando de ayudarle a levantarse.

El rubio asintió, pero rechazó la ayuda que le brindaba la castaña. Aún sentía los arrítmicos latidos de su corazón desembocados. Se levantó de a poco, sólo para ser apresado por aquella señora regordeta.

-Supe lo que les sucedió a tus padres- le dijo la señora Weasly mientras abrazaba con aún mas fuerza posible al rubio que comenzaba a asfixiarse en el pecho de aquella mujer. -Y quiero decirte que, aunque nuestras familias nunca se hayan llevado bien, lo siento mucho, lo que pasó fue una atrocidad, nadie debería de pasar por lo que tú has pasado, por lo que tu familia pasó.

Draco se separó sintiéndose demasiado incómodo y patético, nunca nadie lo había abrazado de esa manera, los abrazos de su madre eran cortos, propios de una familia que había sido formada para no demostrar afecto, mucho menos en público. El carraspeó un poco asintiendo con la cabeza gacha, susurrando un gracias, mientras sus amigos eran espectadores de tal acto.

-Bueno pasen chicos, deben estar hambrientos, en unos momentos llegará Remus, quiere hablar con ustedes- dijo dirigiéndose a Blaise y a Theodore.

Mientras caminaban por el estrecho pasillo de la casa, Draco se acercó a la castaña comentándole por lo bajo -¿éste es el hogar ancestral de la familia Black verdad?- preguntó haciendo un gesto ante la decoración que dejaba mucho que desear de aquel lugar. Las paredes estaban roídas y algo mohosas en las esquinas, el lugar olía a humedad; al pasar por la sala, Draco observó con atención como los muebles estilo victoriano se veían notablemente desgastados y sucios. Se notaba que el abandono imperaba en aquella casa.

-Así es, este era el hogar de Sirus Black, después de morir se la heredó a Harry y ahora él es el propietario de ésta casa- Explicó la castaña mientras abría la puerta que conducía a la cocina.

La cocina mostraba un gran movimiento de sartenes, palas agitando su contenido en ollas, platos y cubiertos lavándose solos, era un completo caos para aquellos jóvenes magos sangre pura, que nunca habían pisado una cocina integral en su vida, estaban anonadados viendo todo aquello. Para ellos, era normal sentarse en el comedor de su casa y que la comida apareciera con un pop frente a sus narices.

Hermione, quien estaba un poco mas acostumbrada al estilo de vida de la familia Weasly, tomó una silla del pequeño comedor y se sentó, al hacer esto, los tres chicos imitaron sus movimientos y rápidamente fueron atendidos por Molly Weasly sirviendo comida como para atender a un batallón. Sus platos estaban repletos de Puré de papa, acompañados con verduras y carne Wellington. Después comieron tarta de zanahoria, la especialidad de Molly.

Draco no recordaba comer tanto desde su quinto año en Hogwarts, antes de que regresara a casa, antes de ser reclutado, de que todo se fuera a la mierda. Pronto sintió el cansancio después de haber comido tanto, su cuerpo le exigía descanso, pero ciertamente no sabía lo que le esperaba en aquel lugar y debía estar atento a cualquier circunstancia.

Pronto, se escucho el sonido del floo en la sala y movimientos acercándose a la cocina. La señora Weasly limpio sus manos con el delantal que llevaba puesto y se dirigió hacia la salida para encontrarse con el visitante, mientas los chicos aguardaban.

-Estamos en la cocina Remus, pasa-. Escucharon los gritos de la señora Weasly.

-Gracias Molly, Hermione- dijo en cuanto entró al lugar, dirigiéndose a la castaña- cómo estás, nos tenías preocupados a todos, en especial a Harry y a Ron.

-Hola Remus, estoy...- Hermione tragó saliva, miró hacia sus manos en su regazo, para después dar una mirada hacia Draco, estoy mucho mejor ahora que me encuentro a salvo y con ustedes.

Remus Lupin asintió en comprensión y dirigió su mirada hacia los Slytherins. -Han cumplido con el trato, a partir de ahora pertenecen a la Orden del Fénix.

N/A Mil disculpas de antemano, estoy algo retrasada con el reto, a estas alturas debería estar escribiendo el capitulo 14, le faltan horas a mis días para que me alcance el tiempo. Sepan que en cuanto escribo un capítulo lo subo, tengo un bosquejo de hacia donde quiero llevar la historia, pero no por completo, todo va saliendo de mi mente en los pocos minutos que estoy frente a la pantalla. Por lo que sigo agradeciendo que sigan aquí. Saludos!!