(Narro io)
Era la reunión anual con la familia Pines, todos juntos celebraban 4 cumpleaños.

Así es, los gemelos no eran cosa de extrañar con ellos, de hecho, los patriarcas de esta familia habían sido hermanos mellizos, pero por desgracia, ya habían muerto desde hace mucho.

Tyrone y Shelly eran hermanos, cada uno con un par de mellizos: Masón y Mab eran hijos del primero mientras Dipper y Mabel del siguiente, curiosamente ambos nacieron en agosto por lo que sus cumpleaños se festejaban juntos.

Todos habían crecido unidos, y su apreció era mutuo pero sus personalidades eran muy diferentes.

—¡Kiubo puercas ya llegó su lodo!— Gritó Mab al entrar a la casa de sus primos favoritos.

—¡Te he dicho que hables como una dama!— Volvió a gritar Masón al darle un sape.

La otra solo lo miro con odio. —Pero ya tengo 17 y tú no me mandas...— Le dijo antes de salir corriendo al cuarto de Mabel.

El mayor ya se había rendido con aquella que decía ser su melliza, la quería pero a veces podría llegar a ser bastante infantil.

—Oh... Veo que ya llegaron.— Masón se giró para encontrarse con Dipper quien llevaba un vaso de leche en la mano y un pan en la otra.

—Y tu apenas desayunas... Que suertudo.— Respondió al abrazarlo.

—¿No has comido aún?— Pregunto Dipper mientras lo llevaba a la cocina para que pudiera comer algo.

—Mab me levantó muy temprano y no pude si quiera prepararme un maldito sándwich ya que me jalaba a la puerta.— Se acostó en la mesa, las ojeras que siempre tenía nunca se habían visto tan mal como ese día.

—Ten.— Le había servido un plato se cereal, el otro levantó la cabeza y al ver su regalo miro a su primo.

—Dios te bendiga hijo...— Acarició su mejilla como si de un pordiosero se tratase, las bromas entre ellos eran comunes, por lo que ya a todos les daba igual las sonoras carcajadas que soltaban.

(...)
Los dos platicaban de lo bien que les había ido últimamente en sus escuelas, no eran chicos sociables pero su inteligencia si llega a ser de gran envidia entre los demás.

A parte, Masón era alguien hábil en los combates cuerpo a cuerpo y su cara de chico rudo le había hecho ganarse un puesto entre los "Populares", cosa con la que Dipper nunca habría soñado, pero le alegraba el hecho de que su primo fuera alguien sobresaliente.

—Enserio Dip, si quieres que te enseñe a defenderte sólo dímelo...— Habló Masón mientras tocaba su hombro. El otro sonrió de lado, pero antes de siquiera responder, se vio interrumpido.

—¿Qué hay de nuevo viejo?— Esa era Mabel, su voz era un poco mas aguda que la de su prima quien por alguna razón no estaba a su lado. Para los chicos esto fue extraño y al preguntarle a la castaña que sucedía, ella volvió a subir las escaleras.

Las pisadas del segundo piso asustaron a los otros quienes por un momento pensaron que ya se habían matado o algo así.

—¡Vamos Mab, es nuestro cumpleaños!— Dijo Mabel mientras arrastraba a la otra.

—¡Pero no me gusta esto!— Dijo la contraria.

—¿Qué les pasa a ustedes dos?— Preguntó Masón quien ya se había parado de la silla para ir a ver que era lo que estaban haciéndose.

Tomó de la muñeca a Mab quien al bajar por completo dejo ver su nueva ropa: Un vestido rojo con vuelo y aunque su cabello seguía atado en una cola eso no la hacía ver menos linda.

Tanto Dipper como el otro se quedaron con la boca abierta, nunca antes la habían visto así, y parecía que le quedaba perfecto ese tipo de ropa, cabe resaltar que sus mejillas estaban pintadas de un notorio color carmesí.

Dipper abrió la boca, pero ninguna palabra salió de esta.
Masón estaba más impresionado con los ojos abiertos mientras que Mabel solo daba brinquitos en su lugar.

—¿Qué os parece caballeros?— Preguntó esta última.

Apenas la otra iba a pedir silencio cuando los otros hablaron.
—L-Linda...— Dijeron al unísono.

(...)
Después de una hora se decidió que usara lo que quisiera, pero Mabel no se rendiría tan fácil.

Masón y Dipper fueron a cambiarse, era algo lógico que en la casa de este hubiera ropa de su primo.

Las pláticas casuales entre ellos llegaron a un punto que para Masón era algo complicado.
—¿Ya le dijiste a tu padre sobre... Phill?— Preguntó el castaño.

El otro se tenso, no había pensado en eso en toda la mañana.
Llevada saliendo con el pelirrojo desde hacía dos meses, pero la diferencia de edad no lo convencía en reverarselo a su familia, hasta ahora solo su hermana y primos lo sabían, ¿Pero cuál era la mejor manera de confesarlo?

—P-Pues... H-Había estado pensando y... Digamos que lo mejor que puedo hacer es... P-Presentárselo...— Dijo un poco apenado mientras se ponía los pantalones.

—Oh genial... ¿Para cuándo?—

—Hoy e-en la fiesta...— Respondió tratándose evitar la mirada del castaño quien estaba sin camisa.

Por un momento se había olvidado de lo que decía por ver un pequeño chupete en la espalda de Masón, pero la ignoró para volver al tema.
—Hoy... ¿En nuestra fiesta?—

Se quedo en silencio tratando de procesar lo que le habían dicho, sus ojos estaban entrecerrados y buscaba las palabras correctas que decir.
—Genial...— Fue lo único que dijo, su primo sabía que esa era una noticia importante y que Dipper no sabría como expresar sus emociones por lo que lo dejo pasar.

(...)
Salieron de la habitación cada uno con su traje, debo mencionar que su parecido era increíble, parecían hijos del mismo padre, se podría decir que solo tenían ligeras diferencias físicas tales como la marca de nacimiento de Masón, Dipper no la tenía y si no fuera por ella seguramente los confundirían.

—Fiu, fiu...— Dijo Mabel al ver a los chicos. Ella no se quedaba atrás, también era muy hermosa al igual a Mab, si no fuera porque esta última usa pantalones todo el día y casi siempre se ensucia por jugar, se podría decir que son reflejos.

Mab había caído en las redes de la castaña quien la convenció de usar ese dichoso vestido, ahora las dos vestían un vestido rojo y rosa.

(...)
Fueron hasta la casa heredada por sus tíos abuelos quienes tenían una cabaña en el bosque.

Ahí iba a ser su fiesta familia; al aire libre como a los 4 les gustaba.
En el sitio había muchos amigos y otros que nunca habían visto en su vida, seguramente eran mas bien habitantes del pueblo.

—¡Feliz cumpleaños!— Gritaron todos al verlos.
Muchas personas se acercaron a abrazarlos, pero Masón los alejaba con la mirada, odiaba el contacto físico pero eso no evito que su padre lo estrujara entre sus brazos.

Así continuaron hasta la noche donde los ánimos iban en aumento conforme las horas avanzaban.

Eran cerca de las 6 cuando Mabel llegó con sus padres a presentarles a su novio.

Mab, Dipper y Masón estaban cerca y se tensaron al escuchar dicha palabra.

—Papá, mamá... El es Gideon...— Un chico albino, alto y de buen porte estaba rojo hasta las orejas al momento de extender la mano para saludar al señor.

Shelly simplemente miro la mano, tenía la vista sería pero la dejo de lado cuando extendió sus manos para abrazar al nuevo integrante de la familia.

Masón se acercó a su primo. —¿Lo conoces?— Pregunto mientras miraba la extraña escena de su tío.

Dipper suspiró. —Cuando éramos niños ese estaba interesado en Mabel, pero ella nunca se fijo en él ya que era un cruel y maldito chico... Además de que estaba mas gordito antes, pero parece que cambio con el tiempo.—

Hasta ahora Mabel ya había presentado a su pareja, solo faltaba que el otro lo hiciera, pero eso llevaría un poco de tiempo.

(...)
Eran las 7 y Masón se comía las uñas, estaba muy nervioso de la llegada de Phill, no se separaba de Dipper ni un momento, quería que su primo fuera el primero en conocerlo.

—¿Te calmas?— Preguntó el castaño al retirar las garras de su primo que se encajaron en su brazo.

—L-Lo siento...— Dijo este, el castaño jamas había visto a su primo así, de hecho el siempre parecía estar sereno ante la situación.
"¿Por qué las personas cambian con la persona que aman?" se pregunto el castaño al tratar de consolar al contrario.

Se levantó de la silla para poder ir por un poco de soda.
La mesa de bebidas estaba un poco lejos, pero pensó que Masón estaría bien si lo dejaba por un momento.

Sintió que alguien lo miraba desde lejos, pero al girarse no encontró a nadie.

Volvió a lo que estaba haciendo pero una persona le hablaba.
—Veo que eres muy lindo chico...— Le dijeron al oído, trató de ver quien era pero se había paralizado, digo, nunca antes le habían hablado así, ¿Cómo iba a saber que hacer?.

—¡¿QUÉ HACES ESTÚPIDA?!— Otra voz seguida de un golpe hueco se escuchó.

El miedo de Dipper se había esfumado, y al girarse se dio cuenta de que un alto pelirrojo vestido con una chaqueta de cuero, camisa roja y pantalones negros había golpeado a otra persona.

Se había quedado sin habla, aquel era todo un personaje, "¿Será acaso un modelo?" se preguntó el menor.

—Lamento que el idiota de mi hermano te haya molestado...— Dijo aquel pelirrojo mientras extendía la mano. —Soy Phill Cipher y este...— Pateó al sujeto del piso. —Es Bill, mi hermano menor.—

Con algo de miedo le saludo. —Espera... ¿Eres el novio de Masón?— Abrió los ojos de la impresión, no esperaba que fuera tan atractivo y alto a decir verdad.

El otro asintió. —¿Me harías el favor de llevarme con él?— Dijo con cierto tono de suplica.

—Amm, ¿tu hermano estará bien?—  Bill seguía tirado en el suelo, parecía desmayado.

—Si, no te preocupes, se levantara después de un rato.—

Con algo de duda lo llevo hasta su primo, pero la frase dicha por Bill lo mantenía nervioso...
"¡¿Por qué dijo eso?!

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When se te ocurre juntar tus shipps y fandoms favoritos en un capítulo XD.

(¡Relleno a lo full!)

Bye.