Especial [BeastxWirt] Three
(Narro io)
Con miedo cruzó el pórtico, puede que antes se aterraba por el simple hecho de la casa, pero algo mas lo impulsaba para entrar; su hermanito.
Había un gran silenció en toda la sala y por si fuera poco, aún había rastros de su presencia de hace rato: Los vidrios rotos del vaso que el utilizó para defenderse.
—¡G-Greg... ¿Estás aquí?!— Gritó cuando llegó hasta la cocina.
No hubo respuesta, eso sólo lo asustó mas, ¿Y si Jason se había atrevido a dañarlo?.
Se escuchó como es que algo se había caído en el segundo piso, Wirt tomó todo el aire que sus pulmones podían tener y subió lo mas rápido que pudo al segundo piso.
—¿Greg?— Volvió a preguntar estando arriba.
Se escuchó el rechinido de una puerta que estaba detrás de él, se giró y vio como es que esta daba a un cuarto.
Con miedo camino hasta hacia el, movió la puerta un poco encontrándose a su hermano prestando atención por como lo encontró...
—¿Q-Qué estás haciendo Greg?— El pequeño estaba sentado en un sillón frente a una gran pantalla con un control de videojuegos en mano y auriculares.
Se acercó y lo tocó del hombro para que así le mirase.
—¡Wirt!— Se quitó los audífonos. —¿Qué haces aquí?— Preguntó de una manera demasiado tierna e inocente.
El mayor no se resistió mas y lo abrazo, había estado muy preocupado por él y enterarse que se encontraba en zona enemiga le aterraba, y... ¿Dónde estaba Jason?.
Tras unos segundos se separó del pequeño quien lo miró con duda.
—¿Hice algo malo?— Preguntó.
Wirt negó con la cabeza. —¿Q-Qué estabas haciendo?— Trataba de sonar relajado para calmar al menor.
—Oh...— Señaló la pantalla. —Estaba jugando Fornite junto a tu amigo...— Apuntó detrás de Wirt, quien con algo de miedo volteó.
Jason tenía la mejilla con banditas, no se miraba tan mal a como creyó Wirt que lo había dejado, su rostro demostraba odio, el mayor de los Cone se puso de pie tratando de proteger a Greg quien no entendía nada.
—Pero miren quien volvió... Parece que te arrepentiste de lo de hace rato y viniste por más... — Cerró la puerta y empezó a caminar lentamente hasta los hermanos.
El menor de los dos jaló de la manga al otro. —Wirt, ¿Qué sucede?— Tenía el ceño levemente fruncido.
—Yo respondo eso amigo...— Dijo el castaño con una sonrisa. —Tu hermano y yo estábamos jugando, pero por accidente me lastime y se fue... Pero... Ahora podemos continuar...—
¿Hasta donde puede llegar la obsesión de una persona por otra?, la pregunta fue fugaz para Wirt quien por miedo se quedaba quieto.
—Creo que es mejor irnos...— Dijo Greg mientras tomaba la mano de su hermano.
—No lo creo amigo... Puedes irte tú, pero Cone se queda...— Sentenció.
—Es mi hermano y no lo dejaré.— A pesar de tener 11 años y siempre ser alguien feliz, el pequeño castaño también podía llegar a asustar si así lo quería.
—E-Esto es entre nosotros Jason, d-deja ir a mi hermano...— El pelinegro que hasta entonces se mantenía al margen habló, la idea no le agradó al pequeño quien iba a responder pero no alcanzó debido a que el otro lo tomo de la muñeca y lo jalo hacía la puerta sacándolo así de la habitación. —S-Si hago lo que quieras... ¿M-Me dejarás en paz?— Preguntó después de que de quedaron solos.
—Lo prometo...— Una sonrisa lasciva se dibujo en su rostro. Greg gritaba desde afuera del cuarto, pero su hermano pensaba que era mejor que eso se terminara de una vez.
Jason se acercó de manera lenta a su víctima, con la simple mirada se lo comía, pero el menor ya estaba arto.
Lo empujó al suelo con él encima, dejando besos por todos lados de su cuerpo, "Repugnante" era la palabra mas recurrente en la mente del chico, sentía las manos frías del contrario.
Evitaba mirarlo, sus ojos estaban fuertemente cerrados.
¿Sabían que la mente del ser humano puede hacer cosas increíbles?, verán... Wirt empezó a alejarse de todo a su alrededor, encerrándose en un lugar donde nada malo le pasase; dejo de sentir, escuchar, ver...
(...)
¿Cuánto tiempo habrá pasado desde que hizo eso?, no lo sé, pudieron haber sido minutos u horas.
Abrió los ojos, aún estaba en la habitación de aquel que abuso de él, pero... ¿Y Jason?, tenía miedo, escuchaba una respiración agitada junto a lloriqueos, giró la cabeza hacía el lugar de donde venían los sonidos.
Un bulto grande estaba a su lado mientras que su torso se sentía húmedo, toco el lugar para después darse cuenta de que era sangre.
Se levantó rápido del piso y miró aquel bulto que resulto ser el cuerpo inerte de Jason.
"Shock"... Esa era la reacción de Wirt, creo que sabemos quien era quien lloraba.
Greg estaba sentado en el piso con las manos tratando de cubrirle los ojos, lentamente su hermano se acercó y lo abrazo, acto que el menor no negó escondiendo su rostro en el pecho del mayor.
El pelinegro trataba de calmarlo mientras miraba toda la escena, podía ver un bat aún lado y la puerta destrozada, el pequeño lo había salvado...
—L-Lo maté...— Susurró.
—Greg...— Le tomó el rostro acurrucandolo entre sus manos. —E-Escucha... Esto no fue tu culpa, s-saldremos de esto... ¿Entiendes?— Preguntó.
El menor lo miro con sus grandes ojos chocolate, que ahora por llorar estaban colorados.
Lo volvió a abrazar, pero, nada es perfecto.
Un fuerte estruendo se escuchó de abajo, Wirt se levantó dejando solo al otro junto al cadáver. Camino lento hasta llegar a las escaleras, podía escuchar comunicadores, lo primero que pensó "La policía", salió de su escondite alegré de que ellos llegaran.
—¡ALTO AHÍ!— Gritó un oficial en cuanto lo vio, la sangre que tenia en su uniforme no le ayudaba a los balbuceos que salían de su boca. —¡DE RODILLAS CON LAS MANOS EN LA NUCA, AHORA!— Le ordenó.
Sin remedio alguno, obedeció, aquel que le había gritado fue quien se acerco y esposo.
Otro fue al segundo piso... Wirt forcejeo tratando de explicar lo sucedido, pero le ignoraron, intento zafarse de aquel que lo tenía agarrado, después de un rato, el policía que subió venia con Greg esposado hablando por su intercomunicador.
—Residencia Funderbucker, tenemos un cuerpo, posiblemente es del dueño junto a dos sospechosos...— Dijo uno de ellos.
(...)
—¿Y bien?... ¿Algo que decir antes de iniciar?— Preguntó el juez Valentino antes de comenzar.
Ambos hermanos estaban en el juicio para presentar su sentencia, el mayor temblaba por como pudiera terminar, sus padres no podían estar junto a ellos debido a la gravedad del asunto.
Pequeñas lágrimas surcaron las mejillas del castaño mientras que el mayor se contenía.
—¿Hump?...— El juez de tez clara se quito los lentes que utilizaba para poder ver a los niños. Dio un largo suspiro. —Sinceramente creo que no tuvieron la culpa de lo sucedido...— Una chispa de esperanza se encendió en el corazón de los hermanos. —Pero, por los cargos y lo sucedido no creo que ambos puedan salir limpios.—
Su abogado movía papeles en busca de alguno que le pudiera ayudar, sinceramente los Cone no eran una familia de dinero, por lo que conseguir a alguien de confianza o bueno no era factible.
—¿H-Hay algo que p-podamos hacer?— Preguntó temeroso el mayor.
—La verdad, solo uno de ustedes podría salir limpio.— Agarró los papeles donde estaban el testimonio de ambos. —Según aquí... El joven Funderbucker quiso abusar del joven Cone Wirt.— Miró por encima de los papeles clavando sus ojos oscuros en el mayor quien asintió dando a entender el que continuara. —Pero no aclara como es que fue asesinado el antes mencionado.— Volvió a dejar aquellas hojas a su lado.
Denotaba cansancio, aquel que pertenecía a fiscalía no había llegado por lo que en sala solo estaban ellos tres, el abogado y un guardia de seguridad que se estaba quedando dormido.
—¿Qué quieren hacer?— Preguntó después de un rato de silencio. Ambos hermanos le miraron con duda. —Lo que quiero decir es; Se que ustedes no son malos chicos, lo que hicieron fue por protegerse el uno al otro, pero, si dejo esto en manos de la investigación tardaría meses en hacerse y la familia de la víctima es poderosa por lo que no importa que hagan saldrán lastimados.— Explicó de manera simple. El corazón de ambos latía frenético. —En cambio, si uno de ustedes se entrega su condena se acortara y sera juzgado como menor y los entregare a una penitenciaria justa. Y eso me reduciría el papeleo.— Agregó.
—Yo lo asesine.— Habló rápido Wirt, Greg que hasta hace poco digería la información le miro desde la silla.
—¡Perfecto!— Gritó Robbie al levantarse.
—¡Espera no!— El pequeño miró al juez quien se levantaba de su silla. —¡Yo lo hice!—
—No importa quien lo haya hecho, ya uno se declaró y no tengo que hacer mucho, cumpliré mi palabra, tú saldrás libre y Wirt no pasara mucho encerrado.— Dijo antes de salir.
—¡Pinche gobierno puto!— Alegó el menor con lágrimas en los ojos mientras miraba la puerta por donde salió el juez.
Wirt rió por lo bajo. —Te extrañare hermanito...— Lo abrazo, pero el pequeño se separó de él con furia.
—¡¿PORQUE LO HICISTE!?— Le gritó. Wirt le miro con duda, le iba a explicar cuando otra vez se vio interrumpido por el otro. —¡YO TUVE LA CULPA... TÚ TIENES UN FUTURO POR DELANTE... Y LO HECHASTE A PERDER POR MÍ!...— Greg se sentía culpable por lo que le acaba de hacer a su hermano. Pero el pelinegro solo tenía una sonrisa tenue en el rostro, se agachó a su altura y le limpio una lágrima que apenas bajaba por sus mejilla.
—Estaré bien... Ya escuchaste al juez, me ayudara para que nada malo me pase...— Le dijo aún feliz.
—¿L-Lo prometes?— Preguntó ya un poco calmado.
—Lo prometo.—
(...)
Había pasado alrededor de un mes desde que Wirt llegó a una penitenciaria para menores, condenado a pasar tres años en esta (Uno y medio si se comportaba) y durante ese tiempo no había podido ver a su hermano, según por lo que escuchó por un "Amigo", su familia se había mudado dejándolo sólo ya que su padrastro no quería que "Su hijo se pudriera como el otro", y si se preguntan de que amigo me refiero, era conocido como Beast.
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