(Narra Will)
En la oficina habían 3 abogados (Se podía saber por como hablaban y vestían) y el chico que fue juez en mi caso, pero ahora parecía defender a alguno de mis amigos, pero también habían 7 personas sin contar a Phill, por lo que debía suponer que ellos eran las familias de los demás:

Una pareja de adultos que se tenían tomados de las manos prestando atención a todo lo que se hablaba, sus rostro reflejaban preocupación y terror por lo que se decía.

A juzgar por su rasgos, ellos debían de ser los padres de Marco.

Por otro lado también había otra pareja de tomada de la mano mirando todo y sin decir nada, a comparación de los otros dos, ellos estaban tranquilos.

Por el cabello revuelto y facciones del hombre, ellos eran los padres de Dipper... Seguramente no saben por lo que pasa su hijo.

Pero, en una esquina de la habitación, estaba una mujer alta de cabello largo y negro, con ojeras marcadas y que estaba al lado del que fue Juez Roobie Valentino.

Podría decir que ella era la madre de Wirt, creo que su esposo debe de cuidar de su hermano después de todo.

Y para finalizar, habían dos chicas jóvenes a un lado del otro abogado hombre de la habitación.

Una con ropa gótica y la otra tenía el cabello de un rosa chicle, supongo que después de todo ellas deben de ser la familia de Finn.

Podía ver como es que cada uno de ellos se preocupaba por los chicos, como resistían las ganas de hablar ante las cosas que decían pero callaban por el bien de ellos.

Supongo que... Así es como se ve un padre de verdad... Me preguntó, ¿Los míos estarían igual que ellos?

A pesar de estar casi al frente de todos, ninguno me había notado... ¿Acaso soy invisible?, ¿Nadie me prestara atención jamás?... ¿Tengo siquiera a alguien a mi lado?

—¡¡WILL!!— Alguien me había llamado, pensé que sería Phill, pero al girar note que eran 3 personas quienes me hablaban.

Toda la habitación estaba en silencio, por lo que sus respiraciones aceleradas eran lo único que se escuchaba.

Los chicos se quedaron quietos unos minutos, para notar quienes estaban en el cuarto.

Sonrieron al ver a sus padres y familia, unos querían acercarse y abrazarlos, pero ahora solo me miraban a mi.

—Te estuvimos buscando...— Dijo Marco, le mire con duda. —Nos preocupamos cuando no te vimos fuera de la enfermería.— Al escuchar eso, mire a los que debían ser los padres de Dipper.

Ellos debían saber lo que le sucedida a su hijo, pero... ¿Cómo decirles?

Los demás miraron también a la pareja, supongo que dedujeron lo que les quería decir con los ojos.

Compartimos una mirada cómplice y nos acercamos.

Trague saliva, sentía la necesidad de ser yo el que les dijera todo.
—Dipper fue quien ideó el plan para sacarnos...— Dije tratando de ser lo mas sincero y certero posible. —Su hijo es un héroe...— Noté como es que el señor soltó un suspiro, supongo que sabía que diría después. —El esta en la enfermería...— Su esposa cerró los ojos y retuvo sus lágrimas, aunque algunas lograron escapar.

Me partía el corazón ver a una madre llorar, si bien yo no tuve una, eso no significa que no sienta empatía por ella.

Me acerqué y la tome de las manos, trate de que me mirará.
Ya veo de quien saco su color de ojos Dipper, me recuerda a él.

Con cuidado le quité la lágrima que empezaba a bajar por su mejilla, no quería decir nada ya que sabía que igual ella no podría hablar.

Por extraño que pareciera, esa mujer me sonrió, aún sus ojos brillaban por el agua en ellos.

Me tomó del rostro.
—E-Eres un b-buen chico...— Después de eso me abrazó.

Supongo que le recordé por un momento a su hijo, igual no me resiste al gesto.

Me separe de ella aún mirándola.
—Ellos...— Señale a mis amigos. —La llevaran a la enfermería.—

Wirt se acercó y tomo a la mujer de la mano siendo escoltada por Marco del otro lado y Finn los acompañó guiándolos.

Me quede de pie observando como se retiraban.

Mire después al padre de Dipper quien había observado todo en silencio, sabía que su esposa necesitaba ver a mi amigo, por lo que el se quedó a hablar por lo demás.

Como todos en la habitación se habían quedado en silencio mire a Stan quien fue el que había resistido todo solo.

Lo miré y después me dirigí a los demás.

Puede que un chico de 16 años se vea chistoso de tal forma, pero ya no era el chiquillo llorón que llego, ahora tenía una vista del mundo totalmente diferente.

Suspire.
—Se que quieren respuestas, pero Stan Gleeful no las tiene, a pesar de ser familia del Jefe de este lugar, su sobrino hacía cosas a sus espaldas y aprovechando el poder que tenía.— Los abogados se miraron a unos y otros.

Antes de seguir, me vi interrumpido por alguien mas.
—Claramente sus compañeros también serán castigados...— Ese era Bill quien apenas había entrado a la habitación. —Los juicios de los chicos serán reabiertos, se les compensará por los abusos y demás.— Camino a mi lado y me sonrió, emití su gesto. —Los chicos serán llevados a un lugar donde den sus declaraciones al igual que los oficiales.— Dijo tranquilo.

La madre de Marco sonrió y miro a su esposo.

Las chicas que eran familia de Finn dieron una especie de brinquito de alegría.

La mamá de Wirt fue quien derramó lágrimas de felicidad mientras era abrazada por Roobie quien también demostraba estar contento por el resultado.

Los abogados suspiraron aliviados, se que a pesar de ser solo su trabajo, ellos buscan el bien de los demás.

Me sentía extrañamente feliz por todo, me gustaba haber ayudado a familias, que personas inocentes fueran libres y todo eso... Pero aún así, ¿Por qué tenía que entregar a la persona que más amaba?

(Narro io)
La oficina ya estaba vacía.

Los chicos guardaban sus cosas mientras que sus padres llenaban unos papeles y los abogados llamaban a las oficinas informando de todo lo sucedido y lo que iba a pasar.

Will por su parte estaba revisando las gavetas del escritorio de Gleeful.

Stan le había dicho que su sobrino iba a ser investigado para conocer su paradero, así que seguramente se llevarían varias de las cosas de ese lugar así que no importaba que diera un vistazo.

Estaba cansado, sólo quería ir a casa y dormir, pero tenía que esperar a que le tomaran sus declaraciones y demás.

Aún así, estaba tranquilo dando vueltas en la silla del mayor.

Pero, mientras jugaba en dicho lugar pateo por accidente uno de los muebles tirándolo.

"¡Mierda!" pensó al momento de levantarse y recogerlo.

No era más que un archivero pequeño y viejo.

Por el golpe se abrió dejando la puerta entreabierta.

El peli-azul lo iba a dejar como estaba, pero el marco de una foto lo hizo dudar de esa idea.

Abrió por completo la puerta tomando aquel objeto.

Era la misma foto que había visto el menor el día que había estado con Gleeful; donde él estaba junto a su hermana después de un partido de fútbol.

Acercó una mano hasta la imagen de ella, sonrió tiernamente mientras la miraba.

—Cuidare de él...— Empezó a decir. —Se que te preocupabas por tu hermano y que lo amabas, el también sentía lo mismo por ti. Sufrió mucho debido a tu pérdida, pero ahora haré que nunca mas se sienta así.— El chico no odiaba a Mei ya que nunca la conoció, tampoco le tenía resentimiento ni nada, solo que hubiera deseado que ella viviera... Que al igual que Gleeful encontrara a su amor verdadero...

Suspiro pesadamente mientras dejaba de lado el cuadro, seguramente Stan o Ford se lo llevarían y lo tendrían de recuerdo.

Siguió revisando ese extraño archivero, a diferencia del escritorio del mayor, este tenía papeles personales.

También contaba con álbumes y cosas.

Pero, un extraño libro cayó al querer ver mas a fondo:

De pasta negra gruesa, sin nombre ni nada. Paso sus dedos por la portada para abrirlo. Notó como es que era mas bien un cuadernillo, donde la primera pagina estaba en blanco.

La segunda por lo menos ya tenía unas cuantas palabras, pero todo se resumía en: "No me gusta esta vida..."

La tercera también estaba escrita, pero al igual que la anterior estaba llena de malos comentarios.

Siguió así por la cuarta, quinta y sucesivamente...

"¿Por qué si tengo poder, me siento tan vacío?", "¿Alguna vez fui feliz?", "¿Por qué me siento así?"

Estas frases se repetían a lo largo del cuaderno, además de que algunas otras resaltaban por lo depresivas que eran.

Will estaba decido a dejar el libro, pero al llegar a la última página, encontró su nombre escrito como título, algo que carecían las otras.

"Había utilizado este cuaderno como salida, soy demasiado cobarde como para suicidarme, pero aún así, aquellos extraños pensamientos nunca salieron de mi mente...

Ante todos yo era el jefe, pero realmente no me lo creo... Me odio y odio mi vida... Siempre fue así; desde que nací he pensado que soy un error...

He perdido mucho a lo largo de los años, así que: ¿Para qué volver a amar?...

Trataba de ser fuerte ante los demás y nunca dejar ver mis verdaderas emociones...

Pero, ¿Cómo ese mocoso de Cipher me enganchó?...

No puedo ni creerlo...

Lo amo y lo aceptó, pero siento que si se queda a mi lado lo romperé como una pieza de cristal...

Es tan puro e inocente que terminaría manchándolo... Aún así, el es un rayo de luz para mi vida...

Lo amo demasiado, gracias a él he aprendido a dejar el pasado atrás y pensar en el futuro...

Esta es última vez que utilizaré este libro ya que ahora soy feliz..."

El menor cerro el libro, ya no tenía lágrimas ya que había llorado lo suficiente en el día.

Se giró a la ventana y observó como es que el sol se ocultaba en el horizonte.

Con pesar se levanto del suelo llevando consigo ese extraño libro, camino hasta la puerta cerrándola detrás suyo...

Estaba seguro que ahí terminaba una etapa confusa para él, y que sin embargo le había dado pasó a un sin fin de oportunidades.

"Esperaré... Lo prometo"