(Narró io)
—¡Ya es hora chicos!— Una voz gruesa hizo que el peli-azul despertara de aquel bello sueño que había tenido.

La luz del cuarto le había lastimado los ojos, por lo que trató de cubrirse con sus manos mientras se sentaba en la cama... Grave error.

Una fuerte punzada lo obligó a soltar un quejido mientras imágenes de la noche anterior llegaban a su mente.

Revisó a su alrededor, todo estaba en orden y "Limpio" sin embargo, el hecho de no tener al castaño a su lado lo había desanimado un poco.

Suspiró antes de intentar levantarse e intentar caminar, pero al quitar la sudadera encima suyo, escucho como es que algo metálico caía al piso.

Miro como es que aquel collar que uso Gleeful estaba en uno de los bolsillos de este.

Le miró y una sonrisa se grabó en su rostro...

Se lo puso, pero al tratar de buscar aquel regalo de Phill y no encontrarlo lo asustó.

—¿Que...?— Se preguntó con el ceño fruncido mientras trataba de verlo en el suelo.

En los bolsillos de la sudadera tampoco estaba.

"¿Lo habrá tomado?" se preguntó mientras tocaba el collar del mayor.

Antes de sacar alguna otra conclusión, tocaron la puerta abriéndola al instante.

—¿Cipher Will?— Preguntó un oficial extraño para el menor.
Este asintió mientras lo miraba con duda.
—Te buscan. En la oficina principal.— "Es el despacho del Jefe".

(...)
Will se levanto e intento cambiarse lo mejor que pudo (Le dolía el culo :v)
Fue custodiado por el mismo uniformado que lo había llamado, pero solo lo guió hasta las puertas de la oficina, ya que se quedo de pie como esperando que el mismo fuera que la abriera.

"Deja Vú" pensó el chico.

Con una ligera sonrisa abrió la puerta, tenía la esperanza de encontrarse a Gleeful sentado en su silla; Su rostro serio, portando su ropa de trabajo y a lo mejor con papeles en manos.

Pero aquel pensamiento se esfumó cuando un sujeto de cabellera rubia le daba la espalda a la puerta.

—¡¿B-Bill?!— Preguntó en un reflejo.

El mencionado se giro para estar de frente.
Su rostro afligido le preocupó al menor quien se quedo inmóvil observándolo.

El mayor se le acercó abrazándolo.

Así fue como el silencio reino entre ambos; Por una parte Will no sabia la razón por la que su hermano estaba ahí y Bill sólo quería confirmar que ese era el mismo chico que dejo ahí hace ya meses.

—T-Te extrañe...— Soltó el rubio haciendo que el pequeño volviera a a la realidad.

Con duda, Will pasó sus brazos por la espalda del otro completando así el gesto.

Después de unos minutos, se separó.
—B-Bill... ¿Qué haces aquí?— Preguntó mientras observaba al rubio.

El otro le miró confundido.
—Me llamaste ayer diciendo que Dipper estaba herido, además de que ya esta todo el plan hecho.—
El peli-azul recordó de golpe todo lo sucedido ayer, un leve sonrojo apareció en su rostro, "¿Cómo pode olvidar algo tan importante?"

—¿Has visto a Dipper?— Preguntó con sorpresa, hace rato que ni el sabía como estaba su amigo.

El rubio negó. —Cite a todos los abogados para que vivieran hoy, lo harán, pero...— Tomó la mano del pequeño. —Quiero que me acompañes a ver a Pino...—

Dejando de lado aquel apodo que escucho, creyó que ese era el momento indicado para que ambos fueran a ver al pobre castaño.

(...)
Bill tenía un gafete de visitante, por lo que no le costo mucho aventurarse por los remotos pasillos de la penitenciaría.

Por su parte Will pensó que no sería importante el faltar a clases, así que sólo acompaño a su hermano hasta la enfermería.

El camino hasta dicho lugar estuvo silencioso, además de que la cabeza de ambos estaba en otro lugar.

"No he visto a Gleeful en todo el día... Me preguntó donde esta..." era la pregunta recurrente del menor.

(...)
—¿Estarás bien?— Preguntó el peli-azul mientras sostenía la perilla de la puerta.

Con algo de duda, el mayor asintió tomando del hombro a su hermano.

Will abrió la puerta, esperaba encontrarse todo vacío y en silencio, sin embargo, lo que pasaba dentro era algo totalmente diferente.

—¡Te dije que me soltarás!— Gritó Marco mientras era abrazado por la espalda del pelirrosa.

—¡Pero quien sabe hasta cuando te vuelva a ver!— Renegó el oficial mientras lo apegaba más a él.

—¿Podrían comportarse ustedes dos?, ¡Recuerden que tenenos un paciente, idiotas!— Ahora quien hablaba era Beast que salía de las cortinas que separaban la camilla del castaño.

—Y tu tampoco deberías gritar.— Comentó Cone mientras seguía al peliblanco con una bandeja con comida.

—¿Se puede saber que sucede aquí?— Preguntó Will desconcertado por toda aquella escena tan extraña.
Los cuatro lo miraron confundidos, sorprendidos y alegres, un mar de emociones era notable en sus rostros.
Pero Marco y Wirt se acercaron corriendo hasta él para abrazarlo, este correspondió el gesto con una sonrisa.
Tras un par de minutos se separaron.
—¿No deberían estar en clases?— Preguntó el menor.

Los mayores compartieron una mirada cómplice.
—E-Este pues...— Tartamudeó Diaz.

—No les di la clase ya que esta podría ser la última vez que los vea.— Una voz proveniente de la camilla de al lado se hizo presente.

De ahí salio Marshall quien tenía cierto desánimo.

—Además de que le dije que queríamos estar con Dipper...— Agregó Finn saliendo del mismo lugar.

—¿D-Dipper?— Preguntó Bill quien hasta ese entonces había pasado desapercibido.

Tanto Beast, Tom y el profesor se quedaron callados al verlo, a juzgar por su parecido al peli-azul sabían que se debía ser su hermano "El abogado".

Por lo tanto, suponían que debía buscar a Gleeful, sin embargo, el hecho de que preguntará por el paciente los había desconcertado.

Marshall miro a los oficiales.
—¿Y este qué?— Preguntó con cierto tono de desagrado señalando al rubio.

El peliblanco giro los ojos por su imprudencia (Y Tom le dio un zape :v)
—¿Quieres ver al joven Pines?— Preguntó mientras se acercaba.
Los ojos de Bill brillaron al escuchar ese nombre, por lo que Beast dedujo de lo que se trataba.
Lo llevó hasta la cortina, dejando a todos en silencio.

—Creo que será mejor que salgamos...— Dijo Will mientras se apartaba de la salida e invitada a los demás a seguirle.

Así fue como el Cipher quedó de frente a las cortinas del menor, toda la habitación estaba vacía y su corazón palpitaba a mil.

Miró a la puerta, encontrándose con su hermano quien le sonreía e invitaba a que entrara, si bien el peli-azul no sabía como estaba su amigo, pensaba que el hecho de ver al rubio le alegría de sobremanera.

(Narra Dipper)
Había estado durmiendo sabe cuanto tiempo, el cuerpo me duele a horrores y tengo en mente todo lo sucedido aquel día en el sótano.

Tengo la necesidad de abrir los ojos, pero... Mis párpados se sienten tan pesados, además de que me duele la luz que llega a rozar con ellos.

Oigo a lo lejos lloriqueos, no se a que se debe, pero... De alguna manera me duele, ¿Será Mabel?
—D-Despierta...— Escuche como es que alguien me llamaba.

Con pesar abrí los ojos.

Lo primero que vi fue el techo de una habitación, además de que delgadas cortinas colgaban del techo por tubos, supongo que son cortinas de la enfermería.

Me gire para ver quien era aquella persona que lloraba, por suerte no era mi hermana, pero igual me dolió el hecho de ver una cabellera rubia recargada en la camilla llorando.

No mentiré, me era difícil mover la cabeza, pero tenía que tocarlo... Saber que estaba ahí.

Levante mi mano para acercarla hasta él, la puse encima de su cabeza, y sonreí...

Bill me miro, tenía los ojos rojos y su rostro denotaba tristeza, quise hablar pero la garganta me quemaba, supongo que gritar por mucho tiempo me daño las cuerdas vocales... Que gracioso, ¿No?

—P-Pino...— Me llamó mientras tomaba mi mano y la besaba, de alguna manera extrañaba que me llamara por ese apodo. —L-Lamento haber t-tardado...— Su voz quebrada me llamo la atención. —Si h-hubiera actuado m-mas rápido, t-tu no estarías así...—

¿Cómo podía decirle que no era su culpa?, ¿Qué debía hacer para que no se sintiera de esa manera?

Safe mi mano de su agarre obligándolo a verme.

Moví mis labios tratando de que entendiera lo que decía:

"Te amo..."