(Narra Will)
Casi me di un facepalm al escuchar eso, había olvidado a lo que venía solo por oír a los oficiales.

Asentí tímidamente para después acercarme hasta la cama donde seguramente estaba Dipper.

Stan se paró a un lado de mi, supongo que para apoyarme o algo así.

Me acerqué con miedo, no se que le habrá pasado para terminar ahí, pero ya tenía un mal presentimiento.

(Narro io)
El peli-azul calló de rodillas al ver a su mejor amigo envuelto en vendajes del rostro y con uno que otro moretón en este.

Sus manos y brazos no se quedaban atrás, sin duda alguna parecía una momia con todo aquello encima.

Sus ojos contaban con un notorio color morado además de que había rasguños visibles al igual.

El menor parecía estar dormido, estaba conectado a una maquina para respirar ya que en sus condiciones parecía imposible.

Will no parecía poder decir alguna palabra, sin duda alguna el shock de ver al castaño en tales condiciones era simplemente impactante.

No hubo lágrimas o lloriqueos después de eso, solo un silencio abrumador para todos.

Stan le acercó una silla a el chico ya que no podía quedarse todo el tiempo en el suelo.

Segundos después entraron Ford y Beast, cada uno revisando las extremidades del crió.

—... ¿Quién hizo esto?— Preguntó Cipher sin siquiera despegar la vista del castaño, cabe mencionar que ambos se sorprendieron de que no haya tartamudeado al hablar.

—Fuimos nosotros niño: Tom, Gleeful y yo.— Dijo sin rodeos el peliblanco.

—¿Qué tanto le hicieron para que acabase así?— Ninguna lágrima fue derramaba por el menor, quien seguía demostrando paz, sin embargo por dentro estaba destrozado.

Un suspiró pesado de parte de Lucitor se dejó escuchar al entrar al a la habitación.
—Primero era un juego, pero cuando el Jefe no tuvo respuestas, empezó a subir la intensidad. Casi lo mata.— Aclaró al final, sin embargo, había dejado una nuevo duda.

—¿Qué quieres decir con "No obtuvo respuestas"?— Recalcó las comillas con su voz. —¿Por qué demonios hicieron esto?—

Ambos oficiales se miraron, pero Beast fue quien vio al menor.
—El sospecha lo que están tramando, al ver que Pines estaba tan involucrado contigo y sus tíos lo tomo a él para saberlo todo.— Con pesar dirigió la vista al castaño. —Sinceramente nunca había visto a alguien soportar tanto como este chico. No dijo nada y siempre estuvo en la demencia solo para protegerte... Protegerlos a todos.— Agregó.

Algo se rompió dentro del peli-azul quien ya no podía seguir escuchando aquello.

Miró con odio a todos los presentes solo para respirar y volver a ver a su amigo.

—Traigan a los demás, expliquenles el plan y después quiero hablar personalmente con Bill, le informare de esto y el me dirá lo que llevá adelantado.— Se levantó de su asiento para caminar decidido a la puerta.

—¿A dónde vas?— Preguntó Beast al verlo.

Will no se digno siquiera a voltear, los miró sobre los hombros con el entrecejo fruncido.
—Soy el único que puede hacerle frente a Gleeful, tendrá que darme respuestas si a caso el esta dispuesto a hacer lo mismo que ustedes.—

Salió de la habitación sin explicar nada más dejando a todos confundidos.

(Narra Will)
¡¿Hacer todo esto por mi?!, Como demonios puede dormir por las noches... Sabía que no era perfecto ni mucho menos bueno, pero esto sobrepasa los límites, esta enfermo... Ahora lo notó.

(...)
Sinceramente todas las palabras que tenía planeado decirle las olvide al estar frente a la puerta de su oficina, mi estómago se revolvió al pensar que el estaría detrás de ella haciendo sabe que cosa.

Baje la vista, tenía que prepararme, no quería caer bajo sus trampas de nuevo, ya no quiero ser ese idiota llorón que conoce, seré lo que siempre debí hacer sido... Un hombre.

Antes de siquiera tocar la puerta, esta se abrió dejándome tener ahora a Gleeful ante mis ojos.

Cerré los puños, realmente sentí odió al verlo.

El castaño miro a ambos lados como buscando a alguien, pero solo éramos nosotros dos.
—¿Qué haces aquí?— Preguntó con su rostro serio.
Supongo que el sabía la respuesta a esa pregunta, pero aún así le gustaba verme sufrir al no poder hablar.

No pedí permiso y entré, no quería pelear en el pasillo ya que eso solo atraería multitud.

Gleeful cerro la puerta detrás de mi, no parecía molesto o confundido.
Giré para tenerlo cara a cara, sus grandes orbes celestes me ponían nervioso, ya había visto las dos caras de la moneda: Por un lado estaba el chico tierno que se preocupaba por mi y que lo demostraba, pero por otro lado teníamos a un castaño sádico y que no le importaba a quien lastimara para obtener lo que quería.

—... ¿Ya viste lo que le hice a Pines?— Preguntó con sorna, abrí los ojos al escucharlo, ¿Acaso tenía el descaro de decírmelo en la cara?.

—¡¿P-Por qué demonios lo hiciste?! — Pregunte tratando de calmarme, no quería mostrarme débil ante él... Todo menos eso.

—¿Por qué?— Dijo con ironía. —¿Qué no es obvio?— Se acercó a mi. —Se que me están ocultando algo...— Me tomó de la muñeca por sorpresa. —¡¿Crees que soy idiota?!— Me hizo caminar hacía atrás con el empujandome.

Tope con su escritorio, esto me hizo recordar el día que llegue aquí... Donde el casi se aprovecha de mi...
—¡¡M-Me l-lastimas!!— Dije en voz fuerte tratando de zafarme de su agarré.

Una risa socarrona fue su respuesta.
—¿Acaso no venías como hombre a enfrentarme?— Mordió mi oreja, ¿Pero que mierda le pasa?. —Admitelo Cipher, no tienes el valor para siquiera deshacerte de mi... Sabes que me deseas, dime el plan que tu amiguito tenía y olvidemos todo esto...— Su voz tenía un tono bastante extraño, se pegaba a mi y su olor inundaba mi nariz... Ese maldito sabía como tenerme en la palma de su mano.

Besaba mi cuello mientras metía una de sus manos a mi camisa, yo apretaba el borde del escritorio mientras me mordía el labio, no mentiré... Me excitaba cada roce o toque que me daba...

Sin embargo...
—No.—  Dije sin titubear, el paró y clavó su ojos en los míos. —Sabes que este es tu fin, no dejaré atrás a los únicos chicos que me han apoyado...— Seguía sin demostrar una emoción alguna por lo que continúe. —¿Tu qué tienes?— Pregunté con ironía. —Tus compañeros te han abandonado ya que sus corazones tienen dueño... Tu familia te ha dado la espalda por lo que has hecho... No tienes a nadie y te asusta.— Se separó y empezó a dar vueltas por la oficia.

—¡¿Tu que sabes de mi?!— Gritó al verme. —¡Si bien te conté mi pasado eso no hace que me conozcas lo suficiente!—

—¡Te equívocas!— Le interrumpí al ponerme firme ante él. —¡Me llevo tiempo, pero se lo suficiente... No por lo que me has contado si no por lo que has hecho!— Camine hasta el tomándolo de la camisa inclinándolo frente a mi. —Sin mi no tienes nada... Y sin embargo, ¿Crees que después de lo que has hecho me quedare contigo?—

Las palabras salían solas de mi boca, no esperaba que creyera eso que le dije, sin embargo, por primera vez vi una reacción diferente a la sería de siempre.

Sonreí, ahora lo tenía donde lo quería, sentí una gran satisfacción, por esta vez se podría decir que tenía el control.

—... ¿Eso crees?— Preguntó mientras volvía a erguirse. —Tienes razón Will, sin ti estoy solo en este mundo de mierda... Pero tu también, ¿No lo crees?— Me quedé pasmado al escucharlo, ¿Qué quiere decir ahora?. —Tienes a tus hermanos, a tus amigos que hiciste aquí... Pero, ¿Por cuánto tiempo hee?— Frunci el ceño, no lo entiendo. —Mis amigos me abandonaron, mi familia lo hizo, ¿Qué te hizo pensar que no lo harán contigo?—

—¡Yo no soy tú!— Grité.

—Y sin embargo te enamoraste de alguien como yo, ¿Eso no nos hace iguales?—

Silencio... Me había dejado sin palabras...

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Soy una incumplida de primera... Olvide corregir la ortografía... Pero bueno...

Bye.