(Narro io)
—¡S-Señor S-Stan!— El peli-azul estaba sorprendido de encontrarse a aquel sujeto que había conocido como un oficial ahora sentado en una silla de un lugar bastante gastado.

Una carcajada se escuchó del anciano haciendo dudar de su comentario al menor.
—Dios hijo... ¿Enserio estoy tan feo?— Preguntó con una sonrisa en su rostro.
Mientras que Will se preguntaba a que se refería, aquel que se parecía bastante a el Stan que conocía empezó a buscar algo en su bolsillo del abrigo. Sacando así unos lentes viejos.
Se los puso y volvió a mirar al chico.
—Es un placer...— Extendió la mano mientras se ponía de pie. —Soy Ford, hermano gemelo del Stan que anda por ahí...—

—Que esta aquí de hecho...— Una voz se escucho detrás de la puerta, era obvio de quien era.
Al entrar se quedo estático al ver que Will estaba presente, no esperaba verlo ahí y menos después de lo de anoche.
—O-Oh... Ya conociste a mi hermano...— Dijo tratando de ocultar su impresión.

El menor asintió. —M-Me trajo aquí D-Dipper...— Respondió.

—¿Cuál Dipper?—

—Yo señor...— Habló el castaño desde una de las camillas.
Stan dejó escapar un suspiro, por un momento pensó en que Gleeful lo había llevado.

—Bueno... Veo que estamos casi todos reunidos.— Ford se acercó a su hermano abrazándolo. —Tanto tiempo... Me habías abandonado.— Dijo con una sonrisa.

—Te había dicho que te fueras al consultorio del primer piso, este esta en desuso y por lo visto, el Jefe lo mandara destruir...— "Jefe..." lo único que el peli-azul logro entender.

—Si tan solo tú no hubieras dejado de ser el manda más de aquí, seguramente me dejarían conservar este lugar...— Respondió el otro. —Además, todo afuera es un desmadre y odio tener que hacer esfuerzo.— Se dejó caer en el sillón, una estela de humo salió de este.

—¿Y bien?, ¿Cómo va el plan hijo?— Preguntó Stan mientras se acercaba al castaño quien termino ya se había acostado en la camilla.

—Ya logré que uno saliera, seguramente ya no lo veremos en una semana.— Su voz tenía un tono de orgullo por si mismo.

—¡Genial, dame su nombre para buscarlo después!— Aunque el no fuera la mente maestra de esta operación, estaba feliz de saber que el régimen de su sobrino estaba en declive.

—¡Esta detrás de ti genio!— Habló Ford mientras sacaba una caja de cigarrillos de su bolsa, pero una mirada de reproche de Dipper lo hizo guardarlos.

"No puede ser..." pensó el anciano, había dudado de que el peli-azul fuera el primero en retirarse, pero lo dicho de su hermano le confirmaba las sospechas. Se giró para quedar frente a frente al muchacho.
—Tú eres aquel que iniciará todo...— Dijo con una tenue sonrisa.

(Narra Will)
Mi estómago estaba revuelto y empezaba a sudar frío, ya había tres personas que confiaban en mí y yo ni siquiera tenía el valor para decirles la verdad, mi lengua estaba pegada a mi boca y los dientes se me clavaban, necesitaba tomar valor y tenía que ser ahora o nunca.

(Narra Stan)
Si este chico esta relacionado con Dipper de alguna manera, puede que su retirada sea un obstáculo.

Conociendo a mi sobrino, nada lo detendría para volverlo a tener, inclusive puede atentar contra la vida del él o cualquier otro, y no estoy dispuesto a perder un familiar de nuevo.

(Narro io Bv)
Las emociones se revolvían en aquel pequeño cuarto, primero el silencio fue algo que tensó el ambiente, después el olor del sudor de Will y para colmó, aunque Ford se parará en la ventana, el humo de cigarrillo calaba en los pulmones de los menores, pero para ser sinceros, al viejo le importaba una mierda.

—C-Chicos...— Habló el peli-azul con unas cuantas lágrimas en sus mejillas. Todos clavaron sus ojos en él, "Lo que faltaba: Ser el centro de atención". —Y-Yo no... A-Acepté la p-propuesta de B-B-Bill...— A duras penas se le entendió, pero fue suficiente para que Dipper enfureciera.

Se levantó de su asiento con un brinco. —¿QUÉ?— Gritó estando frente a él.

Puede que Will se encogiera por el miedo, pero nunca antes se había visto la diferencia de tamaño entre ellos dos.

El pequeño de los Cipher cerró los ojos con fuerza, lo último que quería el castaño era infundir miedo ante sus amigos.

Se alejo mientras daba vueltas por la habitación.
—Ok... Esto e-esta bien, no sucede nada. Se suponía que después de que salieras Bill buscaría a los abogados de los demás informándoles como sacarlos y así retirarlos de aquí.— Hablaba para si mismo. —Pero... ¡Ahora ya no sabemos que hacer por esto, rompe con la línea total del plan!— Era la primera vez que veían al chico en cólera.

Stan se le acercó tomándolo de los hombro obligándolo así a verlo. —¡Calmate chico!— Dijo mientras lo movía un poco. —Es mejor así.— Dijo con calma.

—¿Cómo puede decir eso?— El menor estaba al borde de las lágrimas, había estado planeando esto durante mucho para que fallara al último minuto.

El anciano se ergio acercándose al peli-azul quien estaba pegado en la pared.
—Sé que tienes algo que ver con Gleeful...—

"Oh d-dios..."

(Con Gleeful)
El castaño había estado revisando papeles en su oficina por varias horas, la vista empezaba a dolerle y no había comido en un rato.

Se recargó en el respaldo de la silla, sus ojos se dirigieron a la ventana, el sol estaba en su máximo esplendor y recuerdos de la noche anterior empezaron a andar por su mente.

Recordaba los gemidos que salían de él peli-azul, el como su cuerpo se estremecía con su tacto, como lo hacía llorar por su culpa...

"Lágrimas..." por alguna razón, le dolía el hecho de pensar que había hecho sufrir al chico.
Antes se satisfacía de causar dolor para todos aquellos inferiores, pero... No con Will.

Le gustaba verlo reír por él, que se sonrojara por su culpa y que inconscientemente fuera la causa de su alegría.

Alguien tocó la puerta del despacho, el castaño no pudo siquiera decir "Pasé" cuando la puerta se estaba abriendo.
—Gleeful, necesito que firmes esto...— Dijo Beast mientras le extendía unos papeles.

La mirada de furia del contrario fue suficiente para hacer entender al peliblanco que había interrumpido un momento privado. Palideció al ver la cara de reproche del menor. —L-Lo siento, v-vuelvo luego...— Daba pasos hacía atrás, pero Gleeful lo detuvo.

—Justamente esperaba hablar contigo...— Se levantó de su lugar y camino hasta el oficial, quien aunque fuera mas alto solo lo miraba con miedo. Cerró la puerta tras el mayor. —Beast, ¿Cuánto tiempo tenemos de conocernos?— Se sentó en el borde del escritorio.

La pregunta tomó por sorpresa al peliblanco quien se relajó un poco para poder pensar. —Como... 4 años.— Dijo tras unos segundos.

—¿Eres mi amigo?— Era común en el jefe ser directo con las preguntas, cosa con la que el mayor ya estaba acostumbrado.

—Si a la persona que te cubre, sigue tus planes, te ayuda en lo que necesites y que sabe tus secretos no es un amigo, entonces no.— Sonrió de manera tranquila mientras tomaba asiento. —¿Por que pregunta señor Gleeful?— Se retiró el gorro de oficial, dando a entender que todo estaba bien.

Suspiro pesadamente para después volver a su lugar. —Eh estado pensando unas cosas...—

—¿Y no te dolió?— Interrumpió el contrario con una sonrisa, hubiera sido común que su jefe lo matara con la mirada, pero su amigo solo rió por lo bajo.

—Lo que quiero decir es...— Silencio, aquel chico no sabía como poder expresar lo que sentía. El hecho de abrirse a alguien era confuso.

Bajo la cabeza para poder recargarse en sus brazos. Era la primera vez que Beast lo miraba así, "Igual que un niño pequeño" pensó.

Se acercó a él. —¿Tiene algo que ver con el Cipher?— Preguntó mientras el también se recargaba en el escritorio mirando al castaño que solo asintió sin levantar la cabeza. —Sientes algo por él, ¿Cierto?—

—Y no se como expresarlo...— ¿Por qué aquel sujeto que infundía miedo y terror ante todos se comportaba así?, ¿Enserio aquel mocoso lo había cambiado?. —Necesito que me ayudes a darle un regalo a... W-Will...— Habían sido muy pocas veces que el jefe lo llamaba por su nombre, que incluso a él le pareció extraño, pero agradable.

Beast se quedo en silencio tratando de procesar la información. Pero el ver los grandes ojos azules de su amigo lo conmovieron, le hicieron recordar cuando apenas había llegado al complejo y era un joven inexperto pero curioso, tal vez en ese entonces el no haya actuado como ese día, pero sus ojos tenían el mismo brillo que antes.

Sonrió tiernamente, se inclinó para poder ver de frente al castaño, mientras le revolvió el cabello. —Haré que el muchacho se enamore de ti.—

El otro sonrió y susurró un "Gracias"

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•3•/ Hi

Como han estado mushashos 737, yo medio bien XD

Bueno, a lo que te truje chencha -3-

Solo quería agradecerles por el apoyo a esta historia y comentarles que:

¡Llegamos mas allá de los 1k de washados!

Muchas gracias bbys

T3T/

Bye.