Capítulo 12
(Narro io).
La cena fue tranquila, Wirt no se encontraba, seguramente fue a hacía su cuarto ya que aún no tenía ganas de ver a sus amigos, en especial al Cipher.
—Y así fue como me di cuenta de que las sandías no crecen en árboles...— Dijo Finn con cierta desilusión mirando a la ventana.
—Claro.— Marco tenía los ojos entrecerrados en señal de "Really?", pero ignoró al rubio. —Hey Will...— Le hablo al menor. —¿No te encontraste al Gnomo en la enfermería?, no lo he visto en todo el día...— La tristeza era algo visible en el rostro del moreno.
—E-Este...— "¿Lo niego?... Es que si les digo que lo vi seguramente me preguntarán que le paso y creo que a Wirt no le gustará que ellos se enterasen de lo sucedido, pero si les digo que no, estarán preocupados toda la noche... ¿Puedo fingir mi muerte?...", la mente del peli-azul era un caos, así que opto por la respuesta más lógica. —H-Hoy me encontré con un oficial b-bastante agradable...— Pico un pedazo de tomate que estaba en su plato. —Me dijo que se llama Stan...— Respondió tranquilo.
Creyó que ese comentario seria suficiente para calmar los ánimos en la mesa, cosa que logró.
—¡Oh claro!... Lo recuerdo...— Dijo Dipper tras un chasquido de dedos. —Me lo encontré cuando llegue, es un señor bastante agradable. ¿No?— Una sonrisa notoria apareció en su rostro.
—¿Hablan del viejito canoso?— Preguntó curioso Finn. Todos asintieron. —Ah, yo también lo conozco, aveces hablo con él... Lastima que pertenece al piso A.— Dijo un tanto desanimado.
—Supongo que todos sabemos quien es.— Interrumpió Marco. —Es una pena que no este con nosotros todo el tiempo.— Su mirada estaba perdida en el plato que tenía enfrente, ya ni siquiera lo picaba para probar bocado.
Todos tenían cara de tristeza, "¿Porqué lo conocen y hablan así de él?" se preguntó Will.
No perdió el tiempo, estaba consiente de que esa cárcel tenía muchos secretos y seguramente él los descubriría todos.
—¿P-Porqué hablan así de el señor Stan?— Interrogó a los chicos de la mesa.
Dipper le miro a los ojos, revisó a todos lados asegurándose que los chicos de su alrededor estuvieran en sus asuntos.
—No tenemos idea, pero tal parece que es él único que le hace frente al Jefe Gleeful...— Dijo acercándose mas al centro de la mesa para que así solos ellos escucharan.
Otra nueva duda estaba pasando por la mete del peli-azul, suponía que ahora podría encarar personalmente al castaño, ya que Gleeful... Lo visitaba de noche.
(En otra parte).
Mientras que los reclusos cenaban, en el pequeño cuarto de cámaras del complejo, estaba Beast acompañado de su amigo Gleeful.
—No sé para que vine contigo... Tengo cosas mas importantes que hacer...— Dijo exasperado el peliblanco mientras tecleaba unas cosas, tratando de buscar algo.
—Si tener que preparar el sótano para violar a un chico de 16 años es algo muy importante... Dejame decirte que si no me ayudas, ni siquiera podrás volver a verlo.— Amenazó seriamente el castaño, quien con sus ojos fulminaba al más alto.
Aunque a regañadientes, el otro solo callo... No quería problemas y menos ahora que su "Relación" iba de maravilla.
Pasaron alrededor de 5 minutos cuando (Al parecer), aquel "Hacker" improvisado encontró algo.
—Mira... Este es Stan.— Señalo al monitor, el otro observaba recargado en la silla donde se encontraba el mayor de ambos. —Parece que con él lleva a tu "Niño"...— Dijo con una sonrisa pícara.
—Beast... ¿Quieres que meta a Tom a tu cuarto en la noche?— Parece que esa era una amenaza, pero más bien era una promesa.
El otro continuó moviendo las cámaras siguiendo así al oficial junto al menor.
—Tal parece que lo lleva a la sala de visitas... ¿Tiene familia?— Preguntó al voltear a ver a su jefe quien ahora estaba de pie detrás.
—Si, dos hermanos... Pero según los registros...— Empezó a mover unos papeles que tenía en una tabla. —Nadie con el apellido Cipher vino hoy...— Levantó la vista de aquel objeto para clavarlos en los de su amigo. —Pon la cámara de la sala de visitas...—
Beast obedeció, enfocó el lugar y... Digamos que al castaño no le agrado para nada que Will tuviera la visita de una chica.
—¿Qué hora tiene?— Preguntó.
—Las 13:10...— Dijo algo dudoso.
—Se llama Mabel Pines...— "¿Mabel?...", se preguntó Gleeful... —Dice que salio a las 18:57...— "5 horas con mi Will?... ¿Que demonios quería?".
—¿Qué?— Interrogó el peliblanco tras ver como su jefe se ponía de un color rojizo muy intenso, se notaba a leguas que eso era debido a la furia contenida.
Para tranquilizarse, agachó la cabeza con los ojos cerrados... Aunque su respiración era pesada, trataba de calmarla, aunque con cada exhalación era algo muy imposible.
Tras varios segundos así, miró con una tenue sonrisa a su amigo.
—Tengo un plan.— Beast pudo notar una especie de aura extraña en el ambiente, pero decidió ignorarla.
(...)
—Good Night.— Dijo Finn para irse con Marco a su habitación, el otro solo se despidió con la mano, estaba realmente cansado, se notaba.
—Hasta luego Will...— Se despidió Dipper tras acompañar al mencionado a su habitación e irse. Paso por el lado de la puerta de Wirt, pero no se atrevió a tocar la puerta.
El menor entró a su cuarto, la obscuridad de esta le recibió con los abrazos abiertos.
Se dejó caer a la cama, lo único que tenía en mente era poder descansar, los días anteriores habían sido un gran desastre.
(...)
Las horas pasaban y el peli-azul estaba acostado ya en el quinto mundo.
Pero, un fuerte ruido lo había hecho exaltarse.
Había terminado sentado en la cama mirando hacía la puerta, una silueta se podía distinguir de esta, pero debido a que anteriormente estaba dormido, su vista no era buena en ese momento.
—Levantate.— Una voz fría se escuchó, a pesar de que medio mundo estuviera descansando, aquel sujeto no se atrevió a hablar bajo, si no todo lo contrario, tratando de que todos los chicos de la cárcel lo escucharan (O eso supongo).
Will con miedo obedeció la orden, tras estar a un lado del sujeto, noto que era nada más y nada menos que: Beast.
Una sonrisa de satisfacción apareció en su rostro.
—Creo que al final si me vengaré por lo de la tarde.— Dijo tras acercarse al chico quien ya temblaba.
"Oh dios..."
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