---Zen---

Mi amado osito está paseando de un lado a otro.

Parece que le agrado la idea de vivir juntos.

Me alegra haberlo marcado como mi pareja.

Ahora nadie podrá quitármelo.

Solo es mío.

Aunque...

Me pregunto si su especie puede tener crías.

Porque me muero por tener una camada de por lo menos 4 o 5 crías.

-¿Qué tanto me vez saco de pulgas?
-Nada. –sonreí.
-Idiota. –se encerró en el baño.
-Amor, vamos a dormir.
-Lárgate de mi habitación.
-Ya te dije que debemos dormir en la misma.
-No veo la razón.
-Eres mi pareja, somos uno.
-Me violaste.
-Eso no parecía cuando gemías y pedías más.
-Idiota.
-Yo también te amo.

Me quede recostado en mi cama y sonreí.

Realmente estoy enamorado de mi osito.

Ese vampirito me trae loco.

Muchos de mi especie dijeron que era algo absurdo.

Que debía desistir a esa idea.

Pero mis sentimientos eran más grandes.

Lo amo.

Estoy realmente enamorado.

No me importan las especies.

Solo lo quiero a él.

Mi osito salió del baño, tenía ropa ligera y olía a orquídeas, ese olor me encanta.

-Te hice un espació. –palmee la cama.
-No me dormiré a lado de un perro pulguiento.
-Ok, me daré un baño.
-No me refería a eso pero bueno.
-¿Quieres tener otra ronda conmigo?
-Eres un pervertido de lo peor.

Tome su mentón y le di un beso casto.

Él se recostó en la cama y sonreí.

"Siempre pensé que los vampiros dormían en ataúdes".

Creo que me quede con las ideas antiguas.

Me di un baño y al salir me di cuenta que mi vampirillo estaba ya dormido.

Me seque y me metí a la cama desnudo, abrace a mi amado.

Él se acurruco en mi pecho.

-Tu piel es fría, y me encanta. –bese su frente.

Cerré los ojos y lo abrace más.

Realmente este vampirito es mi vida entera.

Y ahora que tenemos este vínculo.

Jamás lo dejaré ir.

Y no dejaré que nadie le ponga un dedo encima.

Lo protegeré con mi vida.

Daré lo mejor de mí.

Tal vez nuestras especies se nieguen a lo nuestro pero....

Yo luchare por ambos.

Por nosotros...

Y nuestras posibles camadas...

---Ishi---

Después del sueño que tuve, me siento tan avergonzado.

No sé si podré ver la cara de Kyo.

Esto es tan...

Extraño.

Ese sueño donde le pedí que me besara.

Que se quedará conmigo.

¿Por qué lo hice?

Acaricio mi vientre y trato de darme un poco de fuerza.

Debo estar un poco cansado.

Más tarde le hablare a Akihiko.

Debo mencionarle esta noticia.

O...

Esperar a que venga.

Sí...

Se lo diré de frente.

Que tendremos un bebé.

Una niña...

¿Niña?

¿Por qué lo pienso así?

¿Será niña?

Después de que nos vinieran a buscar, Hiroki y yo bajamos a la sala principal.

Aunque, es mi percepción o...

¿Hay pocas personas?

Pensé que habían más personas.

Tengo entendido que todos los invitados iban a quedarse.

Mmm ¿Se habrán ido?

Bajamos y en la sala estaba Nowaki platicando con Ryu, un pelirrojo y un chico rubio.

-Buenos días. –saludo Hiroki.
-Buenos días. –saludaron los presentes.

Yo me quede detrás de Hiroki sin decir nada.

-Por favor pasen, ya el desayuno está listo. –comento Nowaki.

Caminamos hacía la mesa y nos sentamos un poco alejados.

Nos colocaron nuestros platos y comenzamos a comer.

Ellos seguían platicando mientras Hiroki y yo comíamos tranquilos.

-Ishi.
-¿Huh?
-¿Ya hablaste con Akihiko?
-¿De?
-Lo del bebé.
-Oh.
-No me digas ¿Qué se te olvido?
-No es eso, -comente- solo que quiero decírselo de frente.
-Que bien. –sonrió- Quiero conocerlo.
-E-Espero se parezca a él.
-No, pobre de mí sobrinito.
-¡Hiroki!
-Jejeje, es broma, -sonrió- solo quiero que se parezca a ti.

Después de desayunar Hiroki dijo que iría al pueblo a comprarme algunas cosas, aunque insistí en acompañarlo dijo que necesitaba descanso.

Así que me encerré en la biblioteca.

Me coloque mis audífonos y me puse a leer un poco.

Encontré muchos libros de mitos.

Fantasmas, hombres lobo, brujas y vampiros.

Aunque estos últimos son los que hay más

Se rumorea que en este lugar puede haber vampiros.

Sinceramente soy de mente abierta y creo en la posibilidad de que existan.

-Ishi. –me quito los audífonos y lo miro.
-K-Kyo...
-¿Podemos hablar un momento?

---Miyagi---

Mis amos están en el comedor.

Aunque el amo Yokozawa mando por su desayuno.

Shinobu pidió que le llevaran su desayuno, no tenía ganas de quedarse con los demás.

Así que me apunte para llevárselo.

Cuando terminaron de prepararlo, lo tome y lo lleve hasta su habitación.

Me sorprende que ellos como vampiros puedan comer alimentos de humanos.

Es algo impresionante.

Realmente los vampiros son tan fascinantes.

Yo por Shinobu sería capaz de ser uno.

Quiero ser uno.

Para vivir con él siempre.

Protegerlo.

Amarlo...

Que dependa de mí.

Ser fuerte para cuidarlo adecuadamente.

Quiero ser un vampiro.

Alguien digno de él.

Toque la puerta antes de entrar.

-Adelante.

Sonreí y abrí la puerta.

-Traje su desayuno.

Él me miro y desvió la mirada.

-Déjalo en la mesita.
-Claro.

Aún recuerdo el beso que me dio.

Tal vez se siente avergonzado.

Por eso no me quiere ver a los ojos.

Deje la charola y lo mire.

-Gracias.
-No tienes que agradecer Shinobu.

Se veía más tranquilo.

Sin olvidar que tiene más color.

Realmente está muy lindo.

-M-Me preguntaba si podría invitarte a salir. –pregunte.
-Claro. –comento.
-¿Enserio?
-Sí.
-En ese caso yo...
-Vamos.
-¿No vas a comer?
-Todo es superficial.
-Pero...
-Prometo que si tengo hambre me regreso.
-Bien.

Baje las escaleras y les comente a mis amos que saldría.

Espere a Shinobu en la puerta y después de unos minutos salió.

-¿Nos vamos?
-Hai.

Tomo mi brazo y lo dirigí hasta el auto.

-Que tal sí...
-¿Qué pasa?
-¿Unas carreras de caballos?
-Me parece bien. –sonreí.

---Hiroki---

No sé con qué cara veo a Nowaki.

Después de todo lo que paso...

Estoy pensando seriamente en seguir en este lugar.

Creo que lo mejor es marcharnos.

No entiendo porque seguimos aquí.

Maldición.

¿Qué tengo que hacer?

Me siento tan confundido.

No quiero sentirme así.

Es tan raro.

¿Qué puedo hacer?

Mi pareja es Kaoru.

Pero...

Nowaki es...

Tan diferente.

Tan....

Sus ojos son hipnotizantes.

Me gustan.

No entiendo.

Decidí ir al pueblo a despejarme y comprar algunas cosas.

Camine por las calles, todo estaba solitario.

E sentí tan tranquilo.

Un poco de paz en mi vida.

Quisiera saber lo que haré.

No entiendo mucho.

Esto me trae loco.

-Hola Hiroki.
-L-Lestat.
-No pensé encontrarte aquí.
-Solo vine por algunas cosas.
-Entonces permíteme acompañarte.
-Claro.

Caminamos y compre algunas cosas que insistió para cargarlo.

En todo el recorrido me platicaba acerca del castillo.

Los mitos más conocidos del pueblo.

Él me mira fijamente y no siento nada.

Ayer se me hacía atractivo en cierta forma.

Pero...

Tal vez sea porque estaba cansado.

Sigo mirando hacía delante y él toma mi brazo.

-Es que te ibas a tropezar.
-Gracias.

Nuestros rostros están muy cerca y él lentamente se inclina hacia mí.

Desvió mi mirada y me adelanto.

-¿Por qué no funciona? –murmuro.
-¿Cómo? –pregunte.
-Nada.

Llegamos al castillo y vi a Nowaki platicar con una chica.

En cuanto me vio me dedico una sonrisa.

Lestat me dio las bolsas y subí las escaleras.

Entre a la habitación de Ishi pero no estaba.

Así que me fui a mi habitación y mi celular comenzó a sonar.

-¿Sí?
-Hola amor.
-Kaoru. –susurre.
-¿Cómo has estado?
-Bien.
-Hiroki, te extraño tanto.
-Y yo a ti.
-Pronto nos veremos.
-Lo sé Kaoru.
-¿Pasa algo?
-¿Huh?
-Te siento muy pensativo.
-No es nada, solo estoy un poco cansado.
-Duerme un poco amor.
-Lo haré.
-Sabes que te amo.
-Lo sé Kaoru.
-Descansa, te mando un gran beso.

¿Por qué mi corazón no late como antes?

---Vald---

Yo soy un vampiro de sangre pura.

Soy de los pocos que quedan.

A veces no me gusta mi naturaleza.

Vivir para siempre es...

Algo tan malo.

Ver morir a tus seres queridos.

Ver cosas que no puedes detener.

Enamorarte de un mortal y...

Que muera por el tiempo.

Me siento tan raro.

Pero aun así...

Me gusta conocer gente.

Ser buena con ellos.

Y así olvido mi naturaleza.

Si sigo en Japón es por una razón.

Me enamore de nuevo.

Es la segunda persona de la cual me he enamorado.

Usami Akihiko.

Me enamore de él cuando leí su primer libro.

Cada letra, cada palabra, cada estrofa.

Tan perfecto.

Un hombre increíble.

Apenas pude hablarle.

Y es que fue por coincidencia.

Nosotros los vampiros tenemos muchas habilidades y poderes.

Pero no los utilizo.

Prefiero ser como un humano cualquiera.

Después de intercambiar unas palabras con Akihiko y que firmara mi libro regrese al departamento que tenía.

Incluso tengo su número y él tiene el mío.

Es algo bueno pero...

-Te vez muy feliz.
-Cadis. –murmure.
-¿Paso algo bueno?
-¿Qué haces aquí?
-Tengo que ver a mi prometido.
-Ya te dije que no me casaré contigo.
-Lo harás, y será por las buenas.
-Idiota. –bufe.

Al principio Cadis Etrama Di Raizel era un hombre ejemplar, siempre al pendiente de cualquier persona pero de un tiempo a la fecha se volvió más frívolo, como si los demás vampiros le hubieran lavado el cerebro.