---Alucard---

Así que...

Se están revelando en mi contra...


Que mal...

No deberían hacerlo.

Es momento de poner un alto.

Que sepan que yo soy el que manda.


El que tiene el poder.

Que deben obedecerme.

Soy su amo.

Debo de educarlos.

Que recuerden...

Que es su amo y señor.

Quien es el que gobierna.

Maldita sea.

Debo de enseñarles quien manda.

Joder.

-Amo.
-Nerón, ¿Cómo va todo?
-Su hijo está en el calabozo.
-Perfecto.
-...
-¿Qué pasa?
-Mi prometido.
-Oh, cierto, que descuidado soy.
-¿Lo busco?
-No, siento su energía cerca.

Él sonrió.

-Eres uno de mis mejores hombres y te mereces lo mejor.
-Espero que no me vuelva a rechazar.
-Yokozawa te pertenece, aunque se niegue no puede huir.
-Gracias amo.
-Tranquilo Nerón te hice una promesa y la cumpliré.

Él hizo una reverencia.

-Mi hijo Yokozawa será solo para ti.
-Iré a ver a Nowaki.
-Si es necesario inyéctalo de nuevo.
-Así será.

Se marchó y me levante.

Mis hijos son unos idiotas.

Realmente...

No debí dormirme.

No aún.

Se hicieron más...

Humanos.

Empezando por Yokozawa.

Mi hijo más raro.

Él...

Siempre apoyando a los humanos.

En verdad...

Estoy avergonzado de ellos.

Pero...

Les ayudaré.

A que sean los vampiros que deberían de ser.

Hora de hacer limpieza en este lugar.

Y tomar a ese castaño como mi pareja.

---Yukio---

Siento mis piernas entumecidas.

Nos dimos un baño y me coloque una cobija en lo que Genji conseguía algo de ropa.

No entiendo como...

¿Cómo me entregue a él?

Aunque...

A pesar de ser alguien desconocido.

No me arrepiento de nada.

Mi cuerpo se siente tan cansado.

Pero me encanta.

Él...

Fue tan lindo.

Tan tierno y cariñoso.

Tan paciente.

Una sensación inigualable.

Acaricie mi vientre y suspire.

Será que...

No, no debo pensar en eso.

Pero...

Casi tres días haciéndolo sin descanso.

Además que se ha corrido varias veces en mi interior.

Mis mejillas arden de solo recordarlo.

A pesar de ser un vampiro, seguramente estoy sonrojado.

Camine hasta la ventana y me senté.

Genji...

En estos pocos días me ha hecho olvidar todo.

De Luka...

Creo que...

Estoy enamorado de Genji.

Después de todo...

Quiero estar a su lado.

-Eres hermoso.

Voltee atrás y sonreí.

-Tardaste un poco. –comente.

Él se acercó a mí y me abrazó de la cintura.

-Me encanta como mi aroma se mezcla con el tuyo.

Recargue mi cabeza en su hombro.

Él empieza a acariciar mi vientre.

-Me muero de ganas por tener varios cachorros contigo.
-Tomemos un baño. –lo mire.
-Claro.

Me cargo y nos dimos un baño entre besos y caricias.

Al salir caminamos por el bosque.

Le dije que debía volver a mi hogar para cuidar a los humanos.

Él acepto ayudarme a cuidarlos.

Me tomo del mentón y me beso.

-Ahora eres mío Yukio.
-S-Sí.
-Aunque debo preguntarlo apropiadamente, -tomo mi mano y la beso- Higurashi Yukio, ¿aceptarías ser mi pareja por toda la eternidad?

Lo mire y sonreí.

-Eso no se pregunta, -comente- claro que quiero ser tuyo.
-Aunque ya lo eres desde que te vi por primera vez.
-Y tú eres mío, lobito bonito.

Estaba a punto de besarme pero alguien nos separó.

-¡NO LO TOQUES! –gruño.
-L-Luka. –murmure.
-PARA TU INFORMACIÓN, -rugió Genji tomando mi cintura- YUKIO ES MI PAREJA, FUTURA MADRE DE MIS CACHORROS.

---Vald---

Cadis me tomo de la cintura.

Siento temor.

Los altos mandos son muy...

Impredecibles.

Aunque...

Mierda.

Lo había olvidado.

Joder...

Yo escapé de aquí con mi hermano Shinobu.

Teníamos que irnos.

Me enfrente a ellos.

Los insulte y luego...

Seguramente...

-¿Vald?
-Cadis, ellos me va a encerrar.
-Tranquilo amor.
-No lo entiendes, yo...

Él me tomo del mentón y me beso.

-Tengo mucho poder, -susurro- y al aceptar ser mi esposo nadie te hará daño, ni a ti ni a tu hermano.
-C-Cadis.
-Te protegeré.

Entrelazamos nuestros dedos y caminamos hacía ellos.

-Así que te atreves a aparecerte. –comento uno de ellos.
-Le pido de la manera más atenta que se dirija con respeto a mi prometido. –gruñó Cadis con sus ojos rojos.
-¿Prometido? –se sorprendió.
-Sí, Takanashi Vald será mi esposo.

Los tres hombres se miraban entre sí.

-Entonces no hay nada que hacer.
-Se le iba a dictar una sentencia.
-A MI PROMETIDO NADIE SE LE ACERCA NI LO AMENAZA.
-Lo entendemos alteza, -comentaron- ya que usted es hijo de los más altos mandos, la mano derecha de nuestro líder Alucard.
-Más les vale

Los tres se marcharon y suspire.

-Tranquilo Vald, mientras estés conmigo, nada te pasara.

Yo no...

Ya no hay nada que pueda hacer.


Si quiero mi seguridad y la de mi hermano.

Debo seguir adelante con el plan.

Casándome con Cadis.

Tal vez con el tiempo logre quererlo.

Pero ¿cuánto tiempo?

No debí enamorarme de Akihiko.

Siento que cada día lo amo más.

Soy el culpable de todo.

Debí sincerarme.

Decirle lo que era.

Yo...

Realmente duele.

Quién lo diría.

Pero...

Solo me queda olvidarlo.

Esperando que él sea feliz.

Aunque yo...

Me esté muriendo de amor por él.

-Cadis, empecemos con los preparativos, -me miro con un brillo en los ojos- es hora de que nuestro compromiso sea oficial.

---Yokozawa---

Tengo un mal presentimiento...

Pero debo ser fuerte.

No quiero que mi padre le haga algo a Zen.

No me lo perdonaría.

Es lo que menos deseo.

Respire profundamente.

Este lobo insistió en acompañarme.

Tan siquiera a la entrada del castillo.

Tiene tomada mi mano.

Puedo ver una cola moviéndose de un lado a otro.

Parece un perro fiel.

En verdad...

Me agrada.

Estoy en enamorado de este costal de pulgas.

Él me miro y sonreí.

-Oh osito, en verdad haces que te quiera hacer mío.
-B-Baka. –me sonroje.

Me tomo del mentón y me beso.

-Soy tan feliz.
-Zen...
-Gracias Yokozawa, -me miro- gracias por amarme tanto.
-...
-Y entregarme un regalo, no, tres regalos hermosos.

Se hincó y descubrió mi vientre.

-Z-Zen.
-Solo un momento.

Él beso mi vientre y su mirada se iluminó.

-Hola pequeños, soy yo, su papi, y estoy feliz de que me reconozcan, saben, los amo mucho, como amo a su mami, así que no sean traviesos.
-E-Eres un baka.

Se levantó y seguimos caminando.

Al llegar al catillo lo bese.

-No tardo, solo tomaré los libros y volveré.
-SI tardas más de quince minutos entrare por ti.
-Lo entiendo.

Me beso y nos separamos.

Entre al castillo y me dirigí a la biblioteca.

Empecé a buscar los libros que podrían ayudarme.

Los metí en una mochila que me dio Zen.

Estos libros me servirán.

Aunque también debería llevar algo de medicina tradicional.

Por si mi lobito se enferma o algo.

Busque libros de hombres lobo.

Tal vez me ayuden para proteger a mi amado.

-¡Apesta a perro mojado!

Voltee lentamente atrás un poco asustado.

-P-Padre. –murmure.
-Hola Takafumi.

Siento como el frio me recorre la espalda, al igual siento como mis pequeños comienzan a patear.

-Te vez diferente.
-...
-Me alegra de que llegaras, debemos estar en familia.
-¿Qué?
-Ahora Nerón. –sonrió y sentí un piquete en mi cuello.

Mis fuerzas se me van, solo veo a mi padre cruzar los brazos con un semblante de superioridad.

-Z-Zen. –murmure.

---Hiroki---

Mi pecho duele tanto.

¿Por qué paso esto?

¿En verdad Nowaki me amo?

¿Qué sentía por mí?

Yo no sé.

Realmente me siento confundido.

Yo...

No lo comprendo.

Acaso solo ¿fui un juego?

¿No soy suficiente para él?

Maldición.

¿Por qué no ha venido conmigo?

¿Por qué no me busca?

Acaso...

No...

Hiroki, no te atormentes más.

Por algo no está aquí.

Él no me ama.

Solo fui un juego.

Solo fui de una noche.

Solo una aventura.

Algo insignificante.

Debí saberlo...

Debí pensarlo.

Rompí un corazón por pensar que era amor.

Lastime a Kaoru...

Por pensar en un amor que no era mutuo.

Nowaki...

Acaso...

Ese arrepentimiento ¿era mentira?

No vendrás por mí ¿verdad?

Eitan me abrazo.

Y no puedo hacer nada más.

Me aferré a él.

No tengo nada.

No tengo a nadie.

Ishi ya tiene a su pareja.

Y pronto tendrá un bebé.

Deje libre a Kaoru, y espero sea feliz.

Así que yo...

-E-Estoy solo. –susurre.
-No lo estás.

Mire a Eitan.

-...
-Hiroki, estoy contigo, no te dejaré solo, no ahora que estas a mi lado, no puedo dejarte solo, porque te amo, quiero cuidarte.
-E-Eitan.
-Déjame borrar lo que hizo ese maldito vampiro, curar cada una de tus heridas.
-Yo...
-Ven conmigo.

¿Ir con él?

Eso...

No lo conozco.

Solo lo he visto en mis sueños.

No sé si es de confiar.

Pero él me ha demostrado muchas cosas.

Mientras que Nowaki...

Solo me ha mentido.

Y no vino por mí...

Yo...

Eitan estiro su mano y la mire.

Es lo único que me queda.

Respire profundamente y tome su mano.

-No te arrepentirás.

Él me abrazo y me aferré a él.

Beso mi frente y levantó mi mentón.

-No llores más Hiroki, no me gusta verte así.

No sé porque aún tengo la esperanza de que él venga.

De que me explique las cosas pero...

No...

Él no vendrá.

Ya no...

-Vamos al aeropuerto, nos iremos lejos.
-¿Huh?
-A París.

Un lugar hermoso.

Siempre he querido ir a ese lugar.

-S-Sí.

Nos subimos a un auto que nos llevó al aeropuerto.

Aunque en todo momento miraba por la ventana.

Rogando poder ver a Nowaki.

Pero nunca llego.

-Vamos...

Subimos al avión y él me beso.

-Volveremos a casa amor mío.
-S-Sí, lejos de todo.

---Ishi---

Abrí los ojos y mire a Kyo.

Él acariciaba mi cabello.

En cuanto me vio sonrió.

-Buenos días amor.
-B-Buenos días. –me sonroje.
-Estás hermoso.
-B-Baka.

Él me tomo del mentón y me beso.

-Te amo Ishi, tanto.
-No más que yo Kyo.

Me acurruco en sus brazos y suspiro.

-Ishi.
-¿Sí?
-Realmente tú...
-¿Qué pasa?
-¿Quieres ser una criatura como yo?
-Kyo...
-Sabes que...
-Quiero ser igual a ti Kyo, amarte eternamente.
-Ishi.
-Por favor Kyo, conviérteme en un vampiro cuando mi pequeña nazca.

Él sonrió y me beso.

-Lo haré.
-¿Enserio?
-Sí mi amor.

Lo abrace y beso mi frente.

-Sinceramente es lo que deseo, pero no quería poner mis deseos sobre los tuyos.
-Kyo...
-Te amo tanto mi niño.
-Y yo a ti.

Me beso tiernamente.

Siento un pequeño movimiento en mi vientre.

Kyo coloco su mano y sonrió.

-¿Qué pasa?
-Dice que te ama.

Siento mis lágrimas caer.

-Ama que hablemos de ella.
-Kyo, gracias.

Me acurruque mejor en sus brazos y cerré los ojos.

-Kyo.
-¿Huh?
-Casémonos lo más pronto posible.
-Si por mí fuera sería mañana. –suspiro.

---Kaoru---

Por fin pude deshacerme de todo mi trabajo.

Fue una larga jornada.

Pero ha valido la pena.

Ahora debo buscar a mi amado.

A mi lindo Ryu.

Camine a la florería y compre el mejor ramo.

Camine hacía su trabajo.

Lo amo.

Quiero hacerlo feliz.

Me detuve en seco y gruñí.

Vi a un tipo muy cerca de mi amado.

No lo permitiré.

Estaba a punto de besarlo pero corrí y lo empuje.

-¿Qué mierda crees que haces?

Ese tipo me miro y gruñó.

-¿Estás bien Ryu? –pregunte.
-S-Sí.
-Lamento haber tardado.
-N-No pasa nada

Mire al tipo y ya no estaba.

-¿Ah?

Ese tipo.

Juro que lo matare.

¿Cómo se atreve?

-Kaoru.

Mi amado me sonrió tiernamente.

Lo abrace y suspire.

-Algún día le daré su merecido.
-Ya no importa, -me abrazo- estás aquí.
-Te amo Ryu, y sentí tanto coraje de verlos juntos.
-¿Estabas celoso?
-Como un loco.
-Baka.
-Tengo que defender lo que me pertenece.
-G-Gracias.
-No tienes que agradecer amor.

Lo bese y sonrió.

-Te apetece comer un poco de ramen.
-Delicioso. –me miro.
-Vamos amor mío.
-Te amo Kaoru.
-No más que yo pequeño.

---Miyagi---

Maldición.

Me siento como León enjaulado.

Joder...

Esto es...

Vi entrar a mi Shinobu y sonreí.


De un momento a otro lo abrace.

-Waaa.
-Shinobu-chin.
-Mi amor, estoy bien.
-¿Seguro?
-Sí.
-Maldición, Shinobu, no vuelvas a hacer lo mismo.
-No es nada.
-¿Seguro?
-Sí.
-Te amo.
-Miyagi.
-¿Sí?
-Vámonos.
-Shinobu.
-Vamos a Escocia, ahí tengo una propiedad, vámonos lejos.
-Sí Shinobu-chin.

Él me abrazo y me aferré a su cintura.

-Te amo pequeño terrorista.
-No más que yo pedófilo. –rio.
-Ey tu eres más viejo que yo.