---Eitan---

Por fin...

Mi dulce castaño.


Mi adorable niño.

Está frente a mí.

Su aroma es esquicito.

Su sangre me llama.

Y sé que la mía también a él.

Somos el uno para el otro.

¿Qué más se puede pedir?

Mi hermoso hibrido.

Tan perfecto.

La misma esencia de hace años.

Es hora de volver.

De darle su inmortalidad.

Como un lobo.

Un licántropo.

Es hora de despertar esa parte de él.

Mi lindo castaño.

Esa mirada.

Esos ojos.

Tan atrayentes.

Ese lindo sonrojo.

Creo que no le soy tan indiferente.

Somos compatibles.

Mi cuerpo y el suyo.

No aguanto más.

Quiero hacerlo mío.

Mostrarle cuanto lo he esperado.

Solo para mí.

-Hiroki...

Cuando estaba a punto de llegar a su lado ese maldito peliazul lo colocó detrás de él.

-¿QUÉ MIERDA INTENTAS? –gruñó.
-¡¡Aun no acabo contigo Nowaki!! –exclamo Alucard.

Hiroki solo me mira...

Asustado...

Parece un niño perdido.

Tal vez deba ir con él lentamente.

Es solo mío.

Me volví a transformar en lobo.

"Sí quieres saber más de tu origen, te espero cerca de la cascada, SOLO"

Él me miro impresionado.

"No faltes, te necesito y me necesitas..."

Lo vi asentir y sonreí.

La sangre llama.

Él no puede negarse.

Ya que me pertenece.

Y este maldito peliazul...

Acabaré con él.

Así que...

Prepararé todo para mi hermoso castaño.

Para volver a mi hogar.

No sin antes...

Matar a Alucard.

O al menos...

Herirlos de muerte.

Salí por la ventana y sonreí.

---Ryu---

La proposición de Kaoru es muy tentadora.

Yo...

¿Vivir con él?

Esto...

¿Es un sueño?

Lo siento tan apresurado.


Pero...

Me agrada.

Estar a su lado.

Bueno una cosa es vivir con él en otra habitación que es lo más probable...

Y otra es dormir a su lado.

Compartir la misma cama.

Acurrucarme en su pecho.

¡Pienso demasiado!

Aggg...

Estoy esperando mucho.

Joder.

-¿Ryu?
-Lo siento Kaoru me quede pensando.
-Ven vamos a comer en lo que piensas mi propuesta.
-Hai. –me sonroje.

Me tomo de la mano y caminamos a un restaurante familiar.

Me siento feliz cuando estoy a su lado.

De saber que no le soy indiferente.

Que soy su pareja.

Aunque...

Aún tengo miedo.

Miedo de perderlo.

Que tal vez no soy suficiente para él.

No quiero perderlo.

En verdad...

¿Soy bueno para él?

A pesar que se me declaro.

Que me dijo lo que sentía.

Yo...

Estoy nervioso.

Pero...

Dure lo que tenga que durar.

Sea lo que sea que pase.

Yo tomaré la mano de Kaoru.

Y me aferrare a él.

Quiero hacerlo feliz.

Que me mire a mí.

Voy a hacer hasta lo imposible para enamorarlo.

Para que solo se fije en mí.

Lo amo.

Y eso es lo que cuenta.

-Acepto.
-¿Huh? –me miro.
-V-Viviré contigo.
-¿Lo dices enserio?
-H-Hai.

Él me tomo del mentón y sonrió.

-Te protegeré siempre Ryu.
-L-Lo sé Kaoru, te amo.
-Y yo a ti...

Me esforzaré para ser el indicado...

---Yokozawa---

Zen se ve muy decidido.

Nunca lo vi tan molesto.

Genji se transformó en lobo y me hizo subir a su lomo.

Me aterre de dejar solo a Zen.

Pero Genji dijo que confiara en su hermano.

Lo sé.

Pero...

No quiero que le pase nada.

Pero confiaré en él.

Es fuerte.

Llegamos a una cabaña a mitad de camino.

Me senté en una caja de madera.

Genji de destranformo y se colocó su ropa.

-Prepararé la mezcla aunque...
-¿Aunque? –pregunte.
-Lo diré cuando llegue mi hermano
-¿Eh?
-Ya lo verás.
-...
-Solo diré que él tendrá una gran recompensa.
-No entiendo.
-Descansa un poco.

Me levante y mire por la ventana.

Todo esto no hubiera ocurrido si yo...

Si no fuera tan confiado.

Si hubiera sido más honesto.

Soy un idiota.

Lo siento tanto.

Cerré los ojos y suspire.


Me siento tan tranquilo.

Aunque aún falta mucho por delante.

Mi padre y el idiota de Yasuda.

Supongo que debo enfocarme en mi presente.

Y estar lejos...

"Yokozawa..."

-¿Z-Zen?

"TAKAFUMI"

De un momento a otro la puerta se abrió y Zen entró desnudo.

Cuando estaba a punto de reclamarle acerca de su desnudez él me abrazo fuertemente.

-No me gusta estar lejos de ti, -tomo mi mentón- te amo.
-...
-Por favor dímelo amor, dime que me amas.
-T-Te amo. –susurre.
-Eres hermoso, MÍO, MÍO.
-Oh, oh creo que un lobito ha entrado en celo. –rio Genji.
-¿Eh?

Zen me miraba con ojos llenos de lujuria y empezaba a jadear.

-Bueno es algo positivo, ya que deben beber este menjurje y... cof cof, tener sexo.
-¿Qué?
-Es necesario, -comento Genji- ya que es una relación más directa.
-Osito, podemos hacer un vínculo, que felicidad.
-...

Esto no es cierto ¿verdad?

Genji me dio los frascos y sonrió.

-Volveré a la tribu, debo ver cómo sigue Vald, nos vemos y suerte, -suspiro- Zen por favor no lo dejes invalido.

Maldición... pero es bueno ¿no? ¿Cuánto dura un celo de lobos?

---Nowaki---

Odio cuando miran de esa forma a mi amado Hiroki.


Ese hombre que llego me está tocando las pelotas.

Me esta fastidiando.

En verdad es molesto.

Joder...

Cuando el lobo se marchó aferre a Hiro-san más a mí.

Lo lleve a otro lado dejando a mi padre hablando solo.

No pienso estar a su lado.

Pero está como...

¿Ido?

-Hiro-san.

Él solo miraba por dónde se había ido ese estúpido lobo.

Me molesta tanto.

Hiro-san solo debe verme a mí.

-¡Hiro-san!
-¿Eh?

Trate de contener mi enojo.

En este momento tengo un maldito tic en el ojo.

Joder...

Maldita sea.

-¿Nowaki?
-¿Te gusto?
-¿Eh?
-Ese infeliz.
-Nowaki, ¿de qué hablas?
-DE ESE PERRO PULGOSO.
-...

Él empezó a reírse y fruncí el ceño.

-¿Qué es tan gracioso?
-Es que te vez algo gracioso.
-¡¡¡¡ESTOY CELOSO!!!!

Él acaricio mi mejilla.

-Nowaki eres un baka.

Lo abrace con posesividad.

-Eres mío Kamijou Hiroki.

Lo sé.

Soy celoso, posesivo y pervertido.

Pero...

¿Y qué?

Así le gusto.

Así le agrado y eso no cambiara nada.

-No entiendo porque actúas de esta manera.
-Porque ese maldito lobo idiota te miraba con deseo.
-Estás loco.
-Es la verdad.
-...

Respire profundamente.

Por un momento olvide porque estamos aquí.

Aunque ese hombre no se encuentra.

Joder.

Mi padre lo mando a una misión.

¿No puedo ir otro día?

Solo hemos venido en balde.

Pero si no lo vemos...

-Hiro-san.
-¿HUh?
-Tal vez deberíamos quedarnos aquí, hasta que él llegue.
-...
-Descuida, te protegeré.
-Lo sé, pero si tu padre vuelve a decir algo lo mandaré al diablo.

Reí y bese su mejilla.

-Prácticamente estamos más cerca del diablo.
-¿Eh?
-Solo bromeo.
-Idiota.
-No te enojes.
-...
-Quiero probar algo.
-¿Qué?
-No pienses en cosas pervertidas, -susurre- aunque no me importaría.
-¡Nowaki!
-Lo siento, -reí- solo pensaba en tu fuerza.
-...
-Pégame.
-¿Eh?
-Hazlo.
-No sabía que tuvieras esos fetiches, en verdad eres un masoquista.
-NO lo decía en ese plan. –bufe.
-¿Qué se siente? –rio.
-Ya entendí.

Cuando menos me lo esperaba él me dio un golpe en la mejilla que me hizo retroceder unos pasos.

-¡¡¡¡LO SIENTO!!!! –exclamo y me abrazo.

Si que es fuerte.

Demasiado para mi gusto.

¿Qué es lo que está pasando?

Sea lo que sea lo voy a descubrir y a protegerlo.

---Yukio---

No puede ser cierto.


Él...

La criatura que más ha odiado

Y se ha convertido en uno.

Esto no es posible.

Debe ser una alucinación.

Yo...

Él me mira fijamente.

Veo tristeza en sus ojos.

Cansancio.

Nunca lo vi de esa forma.

Y es algo doloroso.

Pero...

No debo sentirme así.

De un movimiento salí hacía el exterior.

No quiero verlo.

Además no tengo a quien proteger hoy.

Así que está bien.

-¡¡Yukio!!
-Tss. –chasquee la lengua.

Apresure mi paso siendo seguido por él.

-¡NO ME SIGAS!
-Quiero hablar contigo.
-Pero yo no.
-Por favor.
-QUE NO.

Él tomo mi brazo y me giro.

-Yukio.
-¿Vienes a terminar tu trabajo?
-...
-MÁTAME, HAZLO.
-Yo...

Tome sus manos y las puse en mi cuello.

-Anda.
-Yukio.

De un momento a otro él estaba en el piso.

Alguien me sujeto de la cintura y me aparto de su lado.

-NO ENTIENDES. NO LO TOQUES.

Voltee atrás y mi mirada se encontró con la de un licántropo peliazul.

-¿Estás bien?
-S-Sí.

Siento como si una corriente eléctrica me invadiera.

Sus ojos son tan lindos.

Él acaricia mi mejilla y me sonrió.

-Me alegro que estés mejor.
-...

Luka se levantó y estaba dispuesto a acercarse.

-Sujétate. –comento este licántropo.
-¿Eh?
-Por cierto, mi nombre es Genji, un placer en conocerte bonito.

Este hombre se transformó en lobo y me hizo subir a su lomo.

Luka estaba a punto de apartarme pero Genji fue más rápido.

Empezó a correr mientras me aferraba a él.

-Y-Yo soy Yukio.

No entiendo porque me presento.

Solo sentí la necesidad de que supiera mi nombre

¿Soy yo o ese lobo está sonriendo?

---Vald---

Akihiko me mira sorprendido.

Sé que lo dije de golpe.

Pero no me quedaba de otra.

No me permitió decírselo con calma.

Pero si vamos a intentar algo.

Debo ser sincero con él.

Tengo que decirle todo.

No quiero que haya secretos entre nosotros.

Él sonríe y suelta una risita.

-¿Usami?
-Esa es una buena broma, si no querías que te besara y mostrara mi amor, lo hubieras dicho de frente.
-Espera...
-Supongo que me lo merezco.
-DEMONIOS USAMI ¿PUEDES CALLARTE POR UN MOMENTO? –grite exasperado.

Él simplemente me miro y suspire.

-Soy un vampiro de sangre pura, soy de los pocos sangre pura que hay.
-...

Saque mis colmillos y lo mire.

-E-Eso...

Comencé a explicarle acerca de las jerarquías de los vampiros.

Realmente no sé cómo describir su rostro.

Mantiene el semblante serio.

Lo sabía.

Siempre lo supe.

Incluso le explique quienes eran otros vampiros.

Que no todos somos malos.

Él se tapó la boca y se levantó.

-Ahora entiendo.
-¿Huh?
-Ustedes nos engañaron.
-¿Qué?
-Manipulaste mis sentimientos y mi mente.
-Eso no... -trate de defenderme.
-Entonces Ishi también fue engañado por sus sucios trucos.
-Akihiko estás malinterpretando todo.
-Y yo pensé que esto era... ¿amor?

Siento un dolor agudo en mi pecho.

-Tendré que rescatar a Ishi y llevármelo lejos, para protegerlo junto con nuestro bebé. –salió de la cabaña.

Que idiota fui al pensar que en verdad me amaba y me iba a aceptar...

---Miyagi---

Ese maldito.

Desde el inicio jure exterminarlo.

Y es lo que haré.

Nadie se mete con mi niño.

Me acerque a ese idiota y lo golpee con todas mis fuerzas.

-NO PERMITIRÉ QUE VUELVAS A TOCAR A MI SHINOBU, MÁS TE VALE ALEJARTE DE ÉL, -lo volví a golpear- PORQUE SI TE VEO CERCA JUR QUE ACABARÉ CON TU EXISTENCIA.

Ese idiota se empezó a reír.

-Shinobu, ¿Por qué no tranquilizas a tu perro?
-INFELIZ.
-Mi amor, -sonrió- sabes que con solo tronar mis dedos te vuelves sumiso ante mí, ¿recuerdas?
-NO.

Lo avente hasta la montaña.

Abrace a mi amado y se aferró a mí.

-No volveré con él, no puedo hacerlo...