---Ishi---

Extraño tanto a Kyo.

Desde que nos vino a dejar no ha vuelto.

En verdad lo hecho mucho de menos.

Incluso la pequeña me patea.

También lo extraña.

Pero yo mucho más.

Estoy tan acostumbrado a su presencia.

A sus brazos.

A dormir pegado a su pecho.

Sentir sus labios en mi frente.

Acaricie mi vientre y sonreí.

Todo es tan lindo.

Kyo es tan perfecto, mi pareja.

Y Akihiko, se tomó bien las cosas.

Me menda mensajes para saber cómo está nuestra bebé.

Aún me cuesta trabajo aceptar lo que pasa.

Estoy en un mundo sobrenatural.

Dónde existen vampiros y hombres lobo.

Realmente.

Es muy impresionante.

Y me agrada.

Aunque a Hiroki aún se le complica.

Pero no puede negar que es genial.

Incluso él se enamoró de un vampiro.

Y no de cualquiera.

Sino del Conde Nowaki.

Hacen linda pareja.

Camine hacía la ventana y cuando estaba a punto de cerrarla vi a chico rubio sentado en la rama del árbol.

Él me miró fijamente.

-¿Q-Quién eres? –murmure.
-...

Simplemente me mira

Sus ojos se volvieron rojos y di un paso atrás.

Él salto del árbol a la ventana y empecé a retroceder.

-He seguido tu aroma hasta aquí.
-...
-Desde Japón.
-¿Qué?
-TU aroma me es muy delicioso, no puedo creer que me hayas olvidado.

Lo mire fijamente.

-A-Aidou. –murmure.
-Hola Ishi-kun.

No puede ser....

Él era...

Era mí... mi niñero.

Jamás pensé que...

Siento mis lágrimas caer.

Siempre me cuido.

Me protegió de todo.

Pero...

Él...

¿Un vampiro?

-Por fin podré transformarte como quería.
-¿Eh?
-Eres mío. –sonrió.

---Vald---

Me sentí morir.

Cuando vi a Akihiko ser rodeado por esos lobos.

Sentí que estaba a punto de colapsar.

Tanto Zen como otro lobo del pueblo fueron en su ayuda.

También Genji, que me dijo que iría a ayudar a su hermano, y que me quedara en la cabaña.

Lleve a Akihiko a otra aldea.

No sería bien visto que yo me fuera con la manada de lobos sin alguien que conozca.

Respire profundamente y encontré una cabaña.

Entramos y cuando estaba a punto de reclamarle él me beso.

Me quede en shock.

No podía creerlo.

Al principio trate de empujarlo pero...

No podía hacerlo.

Ya no.

Quería este contacto.

Deseaba besarlo.

Lentamente coloque mis brazos alrededor de su cuello.

Él coloco sus brazos en mi cintura.

Me aferré a su cuello y profundizamos el beso.

Algo dentro de mí se aferra a la idea de apartarme.

Que esto está mal.

No debo hacerlo.

Aunque quiero.

Él tiene a su pareja.

Él solo...

Solo está agradecido.

No debo de ilusionarme.

Quiero apartarlo pero...

Ya no quiero.

Nos separamos cuando él empezaba se quedó sin oxígeno.

-Me gustas. –me miro.
-A-Akihiko.
-Vald, te amo.

Me quede sin palabras.

Su mirada parece sincera.

Esa sonrisa tierna.

Yo...

-Lo siento tanto.
-M-Mientes –murmure.
-No lo hago.
-...
-Vald, mírame.
-N-No.
-Mírame.

Lentamente lo mire.

-Te amo...
-T-Tú tienes...
-Estoy soltero...
-¿Qué?
-Solo te quiero a ti Vald.

Mi corazón empieza a latir desenfrenadamente.

No puedo creerlo.

Maldición.

Yo...

-¿Me amas? -pregunto.

Mordí mi labio y lo mire.

-T-Te amo.

---Kaoru----

¿Qué acaba de pasar?

Esto tiene que ser un sueño.

Un loco y lúcido sueño.

Maldición.

Me moje la cara esperando despejar mis ideas.

Esto no ocurrió.

¿O sí?

Joder.

Estoy enloqueciendo.

Los vampiros no existen.

Maldita sea.

Camine a mi cama y suspire.

Esto no puede ser.

Espero mañana todo cambie.

Todo vuelva a la normalidad.

Cuando despierte esto será un divertido recuerdo.

De un sueño extraño.

Me quede dormido y al despertar todo estaba iluminado.

Los rayos del sol iluminaban mi habitación.

Me levante con pereza.

Siento como si me hubieran quitado energías.

Supongo que no dormí bien.

Creo que debo arreglarme.

Quiero pasar por mi amado.

Llevarlo a algún lugar.

Cada día que pasa.

Me enamoro más de él.

Tan perfecto.

Y solo mío.

Me coloque uno de mis trajes favoritos y pase al centro comercial

Quiero darle un regalo.

Aunque no sé qué debo darle.

¿Un reloj?

¿Un anillo?

¿Rosas?

Maldición.

Tengo que conocerlo más.

Quiero llenarlo de detalles.

Mimarlo.

Ryu es tan lindo.

Decidí comprar unas rosas.

Creo que es lo más adecuado por el momento.

Necesito ir con calma.

Que cada acción se de cuenta que voy enserio con él.

Al llegar al hotel lo vi saliendo del lugar y lo tome de la cintura.

-Waaa.
-Soy yo.
-Baka, me espantaste.
-Lo siento, no era mi intención.
-Discúlpame a mí, estoy un poco nervioso.
-¿Ocurrió algo?
-Nada, solo, -murmuro- una pesadilla.

Tome su mentón y lo bese.

-Ryu.
-¿Huh?
-Sé que sonará algo repentino pero, ¿Por qué no te mudas conmigo?
-¿EH?

---Nowaki---

Maldita sea.

Mi padre no se ve que se vaya a ir.

Odio eso.

Estar tanto lejos de mi castaño.

De mi amado.

Maldita sea.

Esto es molesto.

Apenas tengo a mi amado.

Y por culpa de mi padre tengo que alejarme.

JODER.

No lo soporto.

Tengo que estar al lado de mi castaño.

Sé que Lestat quiere aprovechar cualquier momento para hacerle daño.

Y no lo voy a permitir.

Hiro-san es mío.

Y debo protegerlo.

Maldita sea.

Tengo que hacer que mi padre se largue.

Estaba a punto de tomar el auto pero decidí mejor irme desplazando por los árboles.

Es más rápido y ligero.

Además...

Odio manejar.

Kyo y yo no dirigimos hasta la mansión.

Al llegar pude ver a Lestat tirado en el piso limpiándose la sangré de la comisura de sus labios.

Se ve tan molesto.

Seguramente Yukio defendió a mi amado.

Me apresure a llegar a la terraza y vi a mi amado de rodillas.

Yukio lo miraba con asombro.

-H-Hiroki. –murmuro Yukio
-N-No te acerques. –susurro mi amado.

Corrí a su lado y abrace a mi castaño.

-Yo... ¿Nowaki? –me miro.
-Aquí estoy mi amor.
-Y-Yo...
-¿Qué ocurrió?
-Los dejaré solos. –comento Yukio.

En cuanto Salió tome el mentón de mi amado y lo obligue a mirarme.

-¿Qué ocurre?
-E-Esto es muy extraño.
-¿De qué hablas?
-G-Golpee a Lestat.

Me alarme y tome su mano.

-¿En dónde te lastimaste? ¿Te duele algo?

Él negó con la cabeza.

Empecé a preocuparme.

Lo tome de los hombros con mucho cuidado.

-Mi amor.
-N-Nowaki, yo tengo fuerza, es que...
-Tranquilo amor, respira profundamente.

Él me hizo caso.

Me empezó a contar lo que ocurrió.

Estoy que no me la creó.

Esto suena como si de una broma se tratará.

Pero Yukio entro cuando Hiroki lo llamo y confirmo su historia.

Me quede sorprendido y recordé a Lestat.

-Nowaki, no lo entiendo, ¿Qué me pasa?
-Mi amor, calma.

Él no puede ser un vampiro, jamás le he dado mi sangre.

No hay alguna especie que pueda dejar un golpe así.

Un momento.

Sí la hay.

Solo los hombres lobo.

No...

Esto debe tener otra explicación.

Hiro-san no despende ese aroma.

Él...

Bese sus labios y junte nuestras frentes.

Él se calmó y me miro.

-Te amo mi amor, encontraremos las respuestas.
-No lo entiendo Nowaki.
-...
-Me asusta, tengo miedo.
-No temas amor mío, aquí estoy contigo.

No quiero tener que aceptarlo pero.

Debo llevar a mi amado con la mano derecha de mi padre

Él es un científico.

Creo que nos puede ayudar.

Maldición.

No quería llevarlo de nuevo, y no es como si él pueda venir.

Joder.

-Hiro-san, quiero que vengas conmigo, -comente- pero no te alejes de mí.
-¿Nowaki?
-Vamos a averiguar que está pasando.
-Lo siento.
-Mi amor, no hiciste nada malo, tranquilo.

---Miyagi---

Mi lindo Shinobu-chin me llevo al bosque.

Creo que me ayudará a cazar un oso.

Me siento divertido de solo pensarlo.

No me imagino a mi amado alimentándose de uno.

Me da gracia pensarlo.

En verdad lo más hermoso.

Quiero besarlo.

Sé que nos la pasamos juntos toda una semana.

No creí que mi niño fuera tan lujurioso.

Tan pasional.

Y no me creí capaz de guardar tanto libido.

En verdad lo necesitaba.

Esperarlo tanto tiempo.

Y ahora lo tengo en mis brazos.

Sentimos lo mismo.

Nos amamos

¿Qué más puedo desear?

Lo abrace de la cintura y bese su cuello.

-M-Miyagi.
-Lo siento no pude evitarlo.
-B-Baka.
-Amor.
-Pervertido.
-Me encantas.
-Mira tenemos suerte. –sonrió.

A lo lejos había un oso.

Era café y se veía herido, una herida muy profunda.

Así que nos acercamos.

-Muerde la yugular, y cuando sientas que el corazón deja de latir apártate o te podrás enfermar.
-¿Puedo enfermarme?
-Sí tontito.
-Oh, interesante.
-Tengo mucho que contarte.
-Y yo estaré muy feliz de escucharte.

Me dio un beso casto y caminamos hacía el oso.

Al llegar a su lado él se abalanzo sobre el oso y lo mordió.

Yo me acerque y recordé cuando mordí a Shinobu.

Así que lo hice.

Empecé a alimentarme del oso.

Es un sabor...

Extraño.

Si he de elegir.

Prefiero alimentarme de Shinobu.

Tomar su sangre.

Pero...

Tampoco quiero lastimarlo.

Es mucha energía.

Sentí como el corazón del oso dejaba de latir y me aparte.

Escuche bufar a Shinobu.

-¿Ocurre algo mi amor?
-Sí, -sonrió- verás un vampiro lujurioso me dejo agotado, y un oso ya no me es suficiente.
-Y lo que falto. –suspire.
-¡¡Miyagi!!
-Iré a buscar otro.

Le di un beso apasionado y me levante.

Todo sea por mi amado.

Tal vez un ¿puma?

---Yokozawa---

Sé que fue una estúpida idea.

O algo apresurado.

Pero nos quedamos sin opciones.

Si seguimos ahí.

Estoy seguro que pase lo que pase...

Perderé a Zen.

Y no quiero perderlo.

Lo amo.

Estoy enamorado de un perro pulguiento.

Pero...

Es mío.

Si no hubiera sido tan tsundere.

Si tan siquiera hubiera aceptado lo que siento.

Tal vez...

Esto no pasaría.

No podría en riesgo a Zen.

El lazo no se hubiera formado.

Esto apesta.

Llegamos de nuevo al lugar.

Me baje del lomo de Zen y se destransformaron.

Tanto Zen como su hermano se colocaron delante de mí.

Solo espero que no se les bote la canica.

Y no empiecen de impulsivos.

Porque será más difícil.

Caminamos hasta la cabaña y Zen pateo la puerta tumbándola.

-¡¡Zen!! –lo regañe.
-Lo siento.
-Tss, lobo malo.
-Takafumi, no me trates como si fuera un perro.
-Lo siento, costumbre. –reí.
-Te castigaré cuando volvamos a casa.
-No empiecen con sus cosas. –suspiro Genji.
-Veo que han vuelto.
-Atsushi. –susurre.
-Hola amor.
-Hijo de...
-Supongo que vienen para que rompa el lazo ¿no?
-...
-LO haré, pero con una condición.

Tanto Zen como Genji le gruñeron.

Él me miro y sonrió.

Algo me dice que esto no terminará nada bien.

---Yukio---

Pude ver a Aidou salir de la habitación de Ishi con un golpe en su mejilla.

Cuando me asome a la habitación Kyo abrazaba con amor a Ishi.

Al menos todos están bien.

Aún sigo impactado por lo que vi.

Ningún humano tiene la fuerza suficiente para lastimar a un vampiro.

A menos que sea con esas armas especiales o...

Sea de nuestra especie o de la enemiga.

Esto realmente es confuso.

Espero que no sea nada malo.

Le prometí a Nowaki que los acompañaría.

Tengo asuntos pendientes con el rey de los vampiros.

Además Nowaki necesita que alguien cuide de Hiroki por si las dudas.

Porque presiento que algo malo va a ocurrir.