---Eitan---

Mire de nuevo la foto de mi amado castaño.

Aborde el primer avión a Transilvania.

Sé que mi castaño esta en ese lugar.

Y no permitiré que lo alejen de mi lado.

Desde un principio así se estableció.

Es para mí.

Kamijou Hiroki.

Es tan hermoso.

¿Cómo no enamorarse de él?

Lo conservaron bien para mí.

Tan hermoso y sexy.

Quiero hacerlo mío.

Por fin lo tendré frente a mí.

Como debió ser.

Debí quedarme con él cuando tuve la oportunidad.

Un amante hecho a mi medida.

Desde pequeño pude enseñarle muchas cosas.

A amarme.

Ser su primero en todo.

Maldición.

Eso me pasa por idiota.

No debí confiarme pero...

En fin.

Pronto estará en mis brazos.

Iré por él.

Y lo traeré a su lugar de origen.

Será la madre de mis cachorros.

Su sangre con la mía.

Es una perfecta combinación.

Mis hijos serán perfectos.

Con él como su mamá.

Hiroki pronto estás en mis brazos.

Dónde realmente perteneces.

No tienes por qué huir.

Debemos estar juntos.

Más le vale a ese chupa sangre que no lo toque.

Porque lo descuartizaré.

Acabaré con él.

Maldito.

No lo permitiré.

Antes...

Lo mato.

Hiroki me pertenece desde pequeño.

No se lo daré a nadie más.

-Pronto aterrizaremos.
-Gracias Banshee.
-Para servirle.

Pronto.

De nuevo lo tendré frente a mí.

Hace años solo lo vi pequeño.

Pero ahora.

Se ha transformado en un hombre muy sexy y lindo.

Que solo me pertenece a mí.

Es momento de dejar las cartas sobre la mesa.

De llevarlo de nuevo a su hogar.

Dónde pertenece.

---Ryu----


No puede ser.

¿Quién es este tipo?

No quiero quedarme aquí.

Por favor...

Sálvenme.

Ese tipo comenzó a acariciar mi miembro.

Maldito infeliz.

No quiero esto.

Intente apartarlo pero...

No me deja.

No quiero.

Lo odio.

No puedo hablar.

Me ha tapado la boca.

-Sabes delicioso. –comento.

No por favor.

-TE DIJE QUE NO ATACARAS A LOS HUMANOS.

Siento como apartan a ese tipo de encima y me senté en la cama, alejándome.

Recargue mi cuerpo en la cabecera de la cama.

-Déjame hacerlo mío, me pertenece.
-Haji, no es tuyo.
-DESDE QUE LO VI ME PERTENECE.

Una voz femenina se escuchó a lo lejos.

La luz de luna ilumino el rostro de ese hombre y me aterre al ver sus colmillos.

Esto debe ser una broma.

Tiene que serlo.

Él...

¿Es un vampiro?

No esto tiene que ser una broma.

No puede ser cierto.

No lo es.

-Lamento la actitud de este idiota, -la voz femenina se escuchaba más cerca- pero olvida lo que viste ¿Sí?
-ES MÍO ZAFIRO.
-Todo a su tiempo querido Haji.

Ella colocó una de sus manos en mis ojos.

-A partir de este momento solo pensaras que fue un horrible sueño.

No podía hablar.

No quería hacerlo.

Tengo miedo.

-Buenas noches.

De un momento a otro todo se hizo oscuro.

Siento como mi corazón se acelera.

Tengo mucho miedo.

La temperatura bajo de golpe.

De un momento abrí los ojos y ya había amanecido.

La luz entraba por mi ventana.

Mi cabeza duele mucho.

No sé lo que ocurrió.

Siento como si hubiera despertado de un largo sueño.

¿Qué ocurrió?

No lo sé.

Supongo que...

Debo de haber tenido una pesadilla.

Me levante de la cama y mire a mi alrededor.

Pude ver ropa tirada.

¿Cuándo fue que la saque?

---Akihiko----

Ya han pasado dos días.

No puedo quedarme con los brazos cruzados.

Quedarme sin hacer nada.

Tengo que...

Buscarlo.

Siento algo muy fuerte por Vald.

Y sé que si lo pienso con mucha determinación.

Este sentimiento es amor.

Simplemente eso.

Lo amo.

Estoy profundamente enamorado de Vald.

Como no me di cuenta antes.

Pude haber prevenido estas situaciones.

No lo hubiera lastimado.

¿Por qué no fui honesto con lo que sentí?

Maldición.

Debo buscarlo.

Tengo que hacerlo.

Empecé a caminar por los alrededores.

Tengo que encontrarlo.

Debo hacerlo.

Tengo que disculparme.

Y decirle cuanto lo quiero.

Empecé a caminar por el bosque.

Por dónde lo vi por última vez.

Tendré que encontrarlo.

O a alguien que lo haya visto.

Camine adentrándome al bosque.

Siento como si me siguieran y me observaran.

Pero no debe ser nada.

Me interesa encontrarlo.

Escuche un gruñido y voltee atrás.

Pude ver como dos lobos enormes de color negro salían de unos arbustos.

No puede ser cierto.

Ahora entiendo las advertencias de las personas del pueblo.

Joder...

¿Qué haré?

Esos lobos gruñeron y se acercaron a mí.

No tengo salvación.

Van a matarme.

Empecé a retroceder lentamente.

Pero esos lobos me lo impidieron.

Maldición.

Dos lobos de color café corrieron hacía ellos y los aventaron.

-¡¡¡Akihiko!!!
-¿V-Vald?

Mi amado apareció detrás de esos lobos y sujeto mi mano.

-Esto no es seguro.
-...
-Vamos.

Empezamos a correr, o mejor dicho él empezó a jalarme.

Llegamos a una especie de aldea y entramos a una cabaña.

-Aquí estarás a salvo. –suspiro.

Lo tome del brazo y lo voltee.

-¿Qué hacías en...

No lo deje terminar ya que lo tome de la cintura y lo besé.

Él se sorprendió pero lentamente correspondió a mi beso.

---Hiroki---

Ha pasado una semana.


Una semana desde que vivimos en la casa de Yukio.

Un vampiro pelirrojo que se alimenta de sangre de animales y de algunas bolsas de sangre que compra del hospital.

No le gusta mucho la sangre de humanos.

Es una gran persona.

Su mansión es muy cómoda.

Y las personas que trabajan aquí están al pendiente de nosotros.

Y más con Ishi.

Que espera un bebé.

Lo consienten mucho.

Y yo me incluyo.

Aunque extraño mucho a Nowaki.

Lo amo.

Me enamoré de él.

De un vampiro.

De solo recordar lo que es me causa una sensación extraña.

A pesar de todo lo extraño.

Me ha enviado mensajes y me ha llamado.

Pero no es lo mismo.

Quisiera verlo.

Y estoy seguro que mi primo se muere de ganas por ver a Kyo.

Incluso entre sueños lo llama.

Al menos estamos en un lugar seguro.

Empecé a caminar por la sala a media noche.

No puedo dormir.

Tengo un gran presentimiento.

Como si todo fuera a cambiar.

Aunque...

Desde que he tenido esos sueños.

Con ese hombre.

Tengo la necesidad de verlo.

Como si me llamara.

¿Qué está mal conmigo?

-¿Hiroki?
-Yukio. –murmure.
-¿No puedes dormir?
-No. –suspire.
-¿Quieres una taza de té?
-Sí.
-Vamos a la terraza, pero abrígate un poco porque la brisa es muy fresca.
-Gracias.

Regrese a mi habitación y me coloque un abrigo que Nowaki me había regalado.

Camine a la terraza y Yukio me esperaba sentado.

Me senté a su lado y me dio una taza.

-Huele bien. –comente.
-Es de cerezo, mi favorito. –sonrió.

Nos quedamos mirando el pequeño jardín que tenía.

-Los humanos son criaturas muy interesantes. –comento.
-¿Huh?

Lo mire fijamente.

-Sabes, los envidio, -sus ojos se volvieron cristalinos- mucho.
-¿Por qué?
-Y-Yo también me enamore de un humano. –comento.
-Yukio.
-Pero él, -suspiro- en cuanto se enteró de mi naturaleza intentó acabar conmigo.
-¿Qué?
-Dijo que no estaría a lado de un asesino, como los que acabaron con su familia, que prefería morir a seguir conmigo.
-Yukio...
-Los vampiros también tienen sentimientos. –me miro.
-Lo siento tanto.
-No te preocupes, estaré bien, -sonrió- eso quedó en el pasado.
-...
-A pesar de lo que pasó, se que todos los humanos no son iguales y que algunos nos protegen y forman amistades con nosotros.
-Tú eres un amigo Yukio, así que no dudes en pedirme algo si lo necesitas.
-Gracias Hiroki.
-Vaya, pero que tenemos aquí.
-L-Lestat. –murmure.
-Seguí tu aroma, -suspiro- que tenemos aquí...

Yukio se colocó frente a mí.

-No eres bienvenido en este lugar Lestat. –comento.

Parece que se conocen.

-Sigues molesto porque me comí a tus gatas, -rio- que resentido.
-LÁRGATE.
-Acéptenlo, están solos y a mi merced.

No aguante más y me acerque a él dándole un golpe en la mejilla.

Aunque me sorprendió lo que ocurrió.

El golpe lo tumbo de la azotea enviándolo hasta el árbol.

Yukio me miro sorprendido.

-Eso fue, -murmuro- ¿De dónde sacaste tanta fuerza?
-N-No lo sé. –lo mire.

No lo entiendo.

Se supone que él es un vampiro y tiene mucha fuerza, entonces...

¿Cómo es que lo golpee tan fuerte?

---Shinobu---

Esta semana fue tan...

Lujuriosa.

Nunca me había pasado esto.

Bueno, no es como si lo buscará.

Pero en toda una semana.

Me la pase encerrado con Miyagi.

Haciendo el amor.

Si no fuera porque tenemos que alimentarnos...

Nos quedaríamos aun encerrados.

Miyagi se aferró a mi cintura.

-Vamos Miyagi.
-Shinobu, hueles tan bien.
-Necesitamos ir a alimentarnos.
-Toma toda mi sangre.
-No seas baka, ya ha pasado mucho tiempo, y no siempre podemos alimentarnos el uno del otro, habrá un momento en que estaremos débiles.
-Lo siento.

Le di un beso y me metí al baño.

Al terminar me puse ropa cómoda y luego Miyagi entró mientras lo esperaba en la ventana.

Salió con su típico traje negro.

-¿Nos vamos? –pregunte.
-Claro.
-Es mejor salir por la ventana, para que no nos descubran.
-Yo siempre te seguiré Shinobu-chin.

Me tomo de la cintura y me beso.

-Quien diría que eres un pervertido.
-Tengo algunos secretitos ocultos.
-Más te vale que no me salgas casado y con 3 hijos.
-Pues solo estoy comprometido.
-...
-Con un vampirito tan lindo y sexy.
-M-Miyagi.
-Solo contigo quiero tener hijos.
-Baka, es mejor irnos.

Saltamos desde la ventana al patio y caminamos al bosque.

-Creo que olí unos osos por el norte. –comente.
-No puedo oler.
-Tu sentido olfativo ser va a ir acostumbrando.
-¿Enserio?
-Esto es nuevo para ti Miyagi, ya que no me permitiste llevarte a conocer más las cosas.
-Lo siento, quería hacerte mío por completo.

---Kyo---

Nowaki se la ha pasado encerrado en la oficina.

Tal parece que está discutiendo algunos asuntos con su padre.

Algo no me agrada.

Es como si no viniera precisamente para dar buenas noticias.

¿Qué está pasando?

¿Por qué ha vuelto?

Esto no me agrada.

Quisiera ir con Ishi.

Me hace falta.

Mi lindo niño.

-Kyo.
-¿Qué pasa Nowaki?
-Tal parece que el tratado de paz con los hombres lobo está a punto de acabar.
-¿Qué? –me sorprendí.
-Mi padre me ha mostrado los papeles.
-Entonces tenemos que ir de nuevo con ellos.
-No es fácil Kyo.
-¿Por qué?
-Los hombres lobo parecen odiarnos.
-¿Huh?
-No sé qué ocurrió.

Esto no puede pasar.

Si ese tratado no existe.

Una guerra comenzará.

Una por el poder.

En dónde solo uno será el vencedor.

A menos que...

Se haga un sacrificio.

Un tratado.

Debemos hablar con el licántropo superior.

Tenemos que volver a realizar el tratado.

La última vez que se hizo no pidieron nada, solo no acercarnos a ciertos lugares pero...

¿Qué van a pedir ahora?

-¿Kyo?
-¿Qué más dijo el señor?
-Mi padre dijo que tal vez ese hombre lobo venga.
-Al menos tenemos oportunidad.
-¿Lo crees así?
-Es lo mejor que tenemos.
-Tienes razón Kyo, -suspiro- pero ahora vamos a verlos.
-Me leíste la mente.
-Y eso que no lo hice a propósito.
-Sí claro.

---Zen---

Me siento molesto.

Enojado.

Pero...

Debo pensar en alternativas.

Pero volver con ese idiota.

Con ese estúpido que quiso quitarme a mi amado.

Maldición.

No tengo otra opción.

Si nos quedamos aquí esperando a que la luna roja aparezca.

Mi amado no podrá contra ellos.

Espera a nuestros cachorros.

Y por lo consiguiente también sentirá la fatiga.

La falta de poder.

Es un suicidio mandarlo.

Entonces iremos.

Pero lo protegeré.

Aunque antes de ir tuvimos que enfrentar a unos lobos esteparios.

Iré acompañado de mi hermano, tal parece que el vampiro que lo acompaña se quedará.

Lo veo un poco deprimido, creo que está sufriendo por amor.

Espero encuentre a la persona indicada.

Al salir del pueblo me transforme y le pedí a mi Yokozawa que se subiera en mi lomo.

Empezamos a correr rumbo a la cabaña.

Solo espero que ese tipo aun este ahí.

Y también espero poder mantenerme tranquilo.

Porque soy capaz de matarlo.

Por lo que hizo.

Al menos tengo a mi hermano para detenerme.

-Tranquilo lobito, -dijo mi amado- solo te amo a ti.