---Akihiko---

No pude aguantar más.

Necesitaba hablar con él.

Preguntarle directamente.

Eso me dijo ese hombre.

***Flash-back***

Antes de verlo subir a un auto, se giró sobre sus talones y me miro.

-Sí dudas de mi palabra, -sonrió- pregúntale directamente que siente por ti.
-¿Cómo?
-Sí él te llega a decir que no, entonces realmente yo quedaré como un mentiroso, que mis palabras son basura.
-...
-Pero si él te dice que sí, entonces tendré razón, -dijo seriamente- y mi amado Vald solo te busca para que seas uno de sus amantes.
-Eso no...
-Vald es mi prometido, y ponto se casará conmigo, así que aléjate antes de que caigas ante él.
-...
-No permitiré que haya otro amante.

Se metió en su auto y se marchó.

***Fin del flash-back***

Por eso no pude dudar más.

Le llame a su celular y le comente que quería verlo.

Que necesitábamos vernos.

No puedo controlar mi tono de voz.

De decirle lo que en verdad quería.

Realmente.

¿Es verdad lo que me dijo?

Me siento nervioso.

No quiero pensar mal de Vlad.

Pero no lo conozco por completo.

No sé quién es.

Esto me tiene muy confundido.

Después de unos minutos después de la hora acordada lo vi acercarse, le di la última calada a mi cigarrillo.

-Usami. –murmuro.
-Has tardado. –suspire.

Él me miro sorprendido, cosa que hacía que tuviera muchas sensaciones.

-En fin, seré directo, -suspire y lo mire- ¿te gusto?
-¿Eh?
-No me gusta repetir las cosas, -comente- ¿Te gusto?

Él se sonrojo y bajo la mirada.

Siento como mi corazón se acelera.

Pero...

No puedo yo...

-Sí.
-¡Qué!
-U-Usami Akihiko, -me miro- me gustas, estoy enamorado de ti.

Me sorprendí ante su confesión.

Sus labios se ven tan tentadores pero...

A mi mente llegaron las palabras de ese hombre.

-Akihiko yo...
-Lo mejor es que te alejes de mí.
-¿Eh?
-No quiero relacionarme con alguien como tú.
-¿De qué hablas?
-Como he dicho, lo mejor es no volver a frecuentarnos, yo solo amo a mi prometido.
-...
-Porque él acepto casarse conmigo y ambos nos ama..

No pude terminar mi oración porque se fue corriendo.

¿Por qué me siento así? A pesar de todo lo que ese hombre me dijo... me siento culpable.

---Shinobu---

Después de descansar un poco nos levantamos y caminamos hacía el castillo.

Estábamos tomados de la mano.

Miyagi me da tanta seguridad.

Me hace sentirme amado.

Protegido.

Jamás pensé que él quisiera ser convertido.

Él quiere estar conmigo.

Por toda la eternidad.

Lo miro de reojo y él tiene una sonrisa.

Me siento feliz de tenerlo a mi lado.

Realmente.

Creo que me he enamorado.

Y a él no le importa mi pasado.

Podemos iniciar.

Podré sentirme tranquilo.

Por primera vez...

Siento que puedo ser libre.

Me detuve y Miyagi me miro.

-¿Qué pasa amor?

Me aventé a sus brazos y rodee con mis piernas su cintura.

Se tambaleo un poco y me sujeto con fuerza.

-Te quiero. –lo mire.
-Y yo te amo.

Me beso apasionadamente y me aferre a su cuello.

Tengo miedo a mostrar mis verdaderos sentimientos.

Mi verdadera personalidad.

Pero no puedo más.

Miyagi hace que quiera mostrarle todas mis caras.

Todo de mí.

-Me encanta un Shinobu tan cariñoso.
-M-Miyagi
-¿Sí amor?
-Mímame. –murmure avergonzado.

Recargue mi cabeza en su cuello.

Nos besamos de nuevo y me baje de sus brazos.

-Quiero probar el chocolate con bombones. –comente cuando llegamos.
-En ese caso, -beso mi mano- te prepararé el mejor.
-Gracias.

Me beso apasionadamente y camine a mi habitación.

Al entrar sentí como me tomaban de mis muñecas y me estampaban en la pared.

-M-Maldición- -chasquee la lengua.
-Hueles mucho a ese asqueroso humano.
-S-Shido.
-Cuantas veces tengo que repetirte que eres mío.
-S-Suéltame.

Me tomo del mentón y lo alzo un poco mirando mi cuello.

-Ah, -sonrió- aun esta esta dulce marca, la marca que te hice cuando te transforme en uno de mis sirvientes, se ve tan apetecible.
-JODETE. –le escupí.
-Prefiero joderte a ti.

Con una de sus manos sujeto mis muñecas por encima de mi cabeza.

-Tan hermoso, Shinobu-chin, solo te deseo a ti, no a nadie más.

Coloco su rodilla entre mis piernas y se acercó a mí.

-¿Quieres que te muestre a quien le debes tu fidelidad?

---Nowaki---

¿Cómo puedo decirle lo que soy?

¿Cómo podré decirle mi naturaleza?

Todo me tiene muy confundido.

Si tan siquiera Hiro-san fuera un poco más abierto de mente.

Que me dejará explicarle lo que soy.

Tal vez todo sería mejor.

Al llegar a la habitación lo coloque en la cama.

-Nowaki.
-¿Sí? –lo mire.
-N-Nada. –desvió la mirada.

Reí y me recosté a su lado.

-¿Q-Qué haces? –se sonrojo cuando lo abrace.
-Acepto dormir contigo. –bese su mejilla.
-B-Baka.

Lo abracé y él se dio la vuelta para mirarme de frente.

Me encanta.

Hiro-san es perfecto.

Tan hermoso.

Amo su lado tsundere.

Estoy completamente enamorado.

Tanto que...

No quiero dejarlo.

Quién lo diría.

Un humano hace que quiera doblegarme ante él.

Cumplir cada una de sus peticiones.

Volverme lo que él quiera.

Ser su esclavo de ser preciso.

Solo quiero estar con él.

Él se acurruco en mi pecho y yo lo abrace.

Sentir su calor.

Escuchar los latidos de su corazón.

Hiro-san realmente me hace sentirme vivo.

Sentirme feliz.

Hiro-san.

No sabes lo bien que me has hecho.

Y me siento culpable.

Tan culpable de que al principio quería utilizarte.

Quería lastimarte, como si fueras mi mascota.

-Lo siento. –murmure removiendo unos mechones de cabello de su frente.

Estoy arrepentido.

Yo...

En verdad lo lamento.

Quién lo diría.

Una vez juro que no me iba a enamorar, que esas cosas eran una mierda...

Y ahora...

Estoy más enamorado que nunca.

Ni con Arashi me sentí así.

Hiro-san es alguien especial.

Tanto.

Que no quiero dejarlo solo.

Apartarlo de mi lado.

Quiero abrazarlo fuertemente.

Aferrarme a él.

Ser su soporte.

Ser su todo.

Bese su frente con amor.

-Hiro-san te amo, estoy enamorado de todo tu ser, así que no me dejes.

Me quedé así con el hasta la madrugada dónde escuche unos ruidos en el balcón.

Me levante con cuidado y salí.

-Pensé que estaba solo.
-¿Qué haces aquí Lestat?
-Vine a hacer una visita nocturna.
-Maldito. –gruñí.
-Ese chico sexy, Arashi, me ha contado su historia.
-...
-¿Por qué no vuelves con él?
-...
-Se nota que te ama.
-¿Por qué no te metes en tus asuntos?
-Hagamos algo, ¿vale? –sonrió- Quédate con ese chico que desprende sensualidad y yo me quedo con Hiroki, la perfección andante.

No aguante más y lo sujete del cuello de su camisa estrellándolo en la pared.

-MALDITO IDIOTA, -gruñí- NO TE ATREVAS A PONER UN DEDO ENCIMA A HIROKI PORQUE JURO QUE TE MATARE, TE HARÉ AÑICOS, POR MI FOLLATE A ARASHI, ESE IDIOTA NO ME INTERESA.

Rechine mis dientes.

Mis colmillos aparecieron, y mis ojos se volvieron más rojas.

-NI TU NI NADIE TOCARA A MI HIROKI, ESO TENLO POR SEGURO.
-P-Pero que... -trato de apartarme.
-MALDITA ESCORIA, ACABARE CON CADA UNO DE USTEDES, EN ESPECIAL TÚ Y ESA PUTA DE ARASHI, NADIE ME VA A SEPARAR DE ÉL.

Con fuerza lo aventé hasta el patio trasero donde se estrelló contra un pilar de mármol.

Entre a la habitación y vi a mi amado dormir.

Respire profundamente y me recosté a su lado.

-No permitiré que te hagan daño amor.
-N-Nowaki. –suspiro dormido.

Sonreí al escucharlo y lo abrace.

-Te amo...

---Yokozawa----

No quería formar ese lazo.

No quiero hacerlo.

Mis hijos son de Zen.

A pesar de querer que él esté bien...

No quiero esto.

Él merece estar con sus cachorros.

De un momento a otro sentí muy pesado mi cuerpo y perdí las fuerzas.

Todo se volvió oscuro.

En lo profundo de mi mente.

Escuche algunas voces.

Una de ellas era de Atsushi y la otra de...

¿Zen?

Siento mis lágrimas caer.

Zen, mi amor.

Por favor...

Llévame contigo.

Lo siento tanto.

Discúlpame.

No quise lastimarte.

Pero...

Abrí lentamente mis ojos y lo primero que vi fueron esas hermosas orbes de las cuales me enamore.

-¿Z-Zen?
-¡¡Takafumi!!

Mis lágrimas vuelven a caer.

-Lo siento, -solloce- yo no quería, lo juro yo...
-Shh, todo estará bien.
-Lo siento, perdóname.

Me di cuenta que estábamos en otra casa.

-Tranquilo Takafumi.
-Te amo. –solloce.
-¿Qué? –me miro sorprendido.
-Te amo Zen, te amo tanto, quiero estar contigo.

Lo mire fijamente y sus lágrimas comenzaron a caer.

Acaricie su mejilla.

-Por fin lo aceptas. –susurro.
-Lo siento tanto, yo...
-No digas nada más mi amor, solo dime cuánto me amas.
-Tanto, tanto.

Él me tomo del mentón y me beso.

Me aferre a él con fuerza.

-No quería yo...
-ESE INFELIZ.
-Yo no quería el lazo, porque son tuyos.
-LO sé.
-Zen, -solloce- tendremos tres bebés.

Él beso mi mano y sonrió.

-Nuestros cachorros, estoy feliz.
-Lo siento.
-Tranquilo, haré hasta lo imposible para que mis cachorros me acepten.
-No Zen, yo tengo que hacerlo, fue mi culpa y...
-En ese caso lo haremos juntos, -coloco su cabeza en mi vientre-quiero protegerlos.

Me siento como un idiota.

Si no me hubiera ido.

Si tan solo le hubiera dicho desde el principio que lo amo...

En ese caso yo...

-No llores amor, -beso mis mejillas- no te dejare, te castigaré adecuadamente cuando tengas a nuestros cachorros, haremos el amor como dos conejos, o mejor dicho hasta dejarte preñado nuevamente.

---Kyo---

Me siento completo.

Feliz.

Ishi por fin me lo dijo.

Me ama.

Realmente me ama.

Lo protegeré.

A él y a la pequeña.

Mi familia.

Mi nueva familia.

Lo abrace de la cintura.

-¿Kyo?
-Ishi, quiero mostrarte algo.
-¿Huh?
-¿Aceptarías ir conmigo al pueblo?
-Pero fuimos ayer.

Sonreí y bese su frente.

-Hablo de otro pueblo, es un poco lejano.
-...
-Es muy rico en gastronomía, cultura e historias.
-Me encantaría.
-Me alegro.
-Pero debo hablar primero con Hiro-chan para que no se preocupe.
-Lo entiendo.

Nos quedamos en la terraza.

Él estaba sentado entre mis piernas.

Coloque mi mentón en su hombro.

Es tan hermoso.

Me siento completo a su lado.

-Aquí estas.

De nuevo la bruja de Katy viene a interrumpir mi momento tan pacífico.

Siento a Ishi tensarse.

-Solo te amo a ti. –susurre en su oído.
-Y yo a ti.

Bese su mejilla y voltee a verla.

-¿Qué quieres bruja?
-Quiero hablar contigo.

La mire mejor y tenía solo un baby doll puesto.

Solté una carcajada.

-Pensé que el tiempo te quitaría lo ofrecida y puta pero veo que me equivoque.
-¿CÓMO MIERDA ME LLAMASTE?
-Por cómo te mereces.
-ERES UN...

Mi amado volteo y se sonrojo de ver a esa estúpida casi desnuda.

-No le prestes atención amor, -sonreí- yo solo te amo a ti.
-L-Lo sé.
-KYO. –grito la mujer.
-Ishi.
-¿Huh?
-¿Me das un beso?

Mi amado se sonrojo y asintió.

Ishi coloco sus labios en los míos y me aferre más a él.

-ERES UN MALDITO...
-Te amo Ishi. –comente sin darle importancia a esa mujer.

Él se acurruco en mi pecho.

Esa mujer se marchó.

Ahora más que nunca debo de llevármelo lejos.

Esa mujer puede lastimarlo.

---Kaoru---

¿Dónde está?

¿Por qué Ryu no aparece?

En este tiempo he ido a buscarlo a su trabajo.

Maldición.

¿Qué es este sentimiento?

¿Por qué mi pecho duele tanto?

¿Por qué me siento ansioso?

Necesito verlo.

A pesar de que fui yo quien se alejó.

Quien no quiso verlo.

Esto no puede ser cierto.

¿Dónde está?

No sé ni dónde vive.

Y sí...

¿Ese hombre se lo llevo?

Joder.

¿Dónde debo buscarlo?

Me siento desesperado.

Tan ansioso.

Debo de encontrarlo.

Yo...

Camine hacía mi casa pero...

Me detuve de golpe al ver a Ryu saliendo de un hotel con un hombre.

No es su exnovio.

Es otra persona.

Siento algo en mi pecho.

Algo extraño.

No me gusta eso.

Verlo con otro hombre y sonriendo.

Cuando...

Esas sonrisas me las dedicaba a mí.

Cuando...

Esos sonrojos aparecían cuando estaba a su lado.

¿Qué está pasando?

¿Por qué?

Esto no...

-Ryu... -murmure.

---Externo---

Un hombre se levantaba de su tan largo sueño.

Un hombre que se veía ya mayor, y con algunas arrugas en la cara.

Al menos habían pasado un siglo desde que empezó a dormir.

-Bienvenido amo. –comento una vampiresa.

-Linsy.
-¿Sí amo?
-¿Dónde está mi hijo?
-Está en la propiedad de Transilvania.
-Ya veo.
-¿Qué pasa Conde Alucard?
-Creo que es momento de ir a visitarlo.
-¿Quiere que preparé todo?
-Sí, y por favor, tráeme a mi alimento.

Después de unos minutos varias personas se encontraban en una sala.

Solo vasto un par de minutos para que todos cayeran muertos y ese hombre parecía ser otro, ya que su piel había rejuvenecido, y su cabello recupero su color oscuro, relamió sus labios y sonrió.

-Nowaki, querido hijo, pronto nos veremos.

Se colocó su ropa y sonrió.