---Ryu---

Me está besando...

Kaoru me está besando.

Me siento confundido.

Pero la sensación es agradable.

Sus labios son tan...

Buenos.


Quiero seguir probando un poco más.

Esta sensación de protección y cuidado.

Lentamente abrí mi boca y pude sentir la lengua de Kaoru entrelazándose con la mía.

Un beso profundo.

Lleno de sentimientos.

Porque eso me está transmitiendo.

También siente algo por mí.

Kaoru...

Nos separamos por falta de oxígeno.

Él acaricio mi mejilla y sonrió.

-¿Cómo te sientes?
-Mejor, gracias. –susurre.
-¿Quién era ese tipo?
-M-Mi ex.
-Maldito infeliz.
-Ya no quiero pensar en eso. –susurre.
-Lo siento.
-No es nada, solo que, él es muy agresivo, quería que volviera con él a la fuerza.
-Ese idiota.
-...
-Creo que lo mejor es que te quedes en otro lado.
-...
-No confió en que no te buscará.
-No tengo donde ir Kaoru, así qué...
-Te quedarás en mi casa.
-¿Eh? Pero Hiroki...
-Tengo un departamento que compartimos y como no está me quedo en mi casa, tiene muchas habitaciones.
-N-No quiero abusar de su bondad.
-No es ningún abuso Ryu, quiero ayudarte.
-G-Gracias.
-¿Pasamos por tus cosas?
-H-Hai. –me sonroje.

Esa bondad de Kaoru.

Hace que cada día me enamore más de él.

Aunque me gustaría hablar sobre el beso que nos dimos.

Pero no quiero arruinarlo.

Poco a poco.

Quiero que Kaoru se enamore de mí.

Que vea a la persona que lo ama.

Que tenga los mismos sentimientos que yo por él.

Es lo que más deseo.

Le di mi dirección a Kaoru.

Al menos no parece serio o enojado.

¿Habrá disfrutado el beso?

Quisiera besarlo de nuevo.

Pero tendré que esperar.

Lo siento Hiroki pero amo a Kaoru y te lo voy a quitar.

Si yo fuera tú jamás lo dejaría solo.

Así que daré lo mejor de mí.

---Vald---

Me siento tan sorprendido de la actitud de Akihiko.

Parecía tan molesto.

Dijo que luego nos veríamos.

Se metió a su auto.

Suspire pesadamente y tome un taxi.

No entiendo porque su actitud.

Tal vez hice algo que se molestara.

O Cadis fue pesado con él.

Creo que todo lo que había avanzado con Akihiko ahora se echó por la borda.

Akihiko, lo siento.

Supongo que debo conformarme con tu amistad.

Al menos si eso puedo obtener.

Apague mi celular y lo guarde.

Pude darme cuenta como el taxista me miraba con un poco de miedo.

-¿Pasa algo? –pregunte.

Él solo negó con la cabeza y siguió manejando.

Muchos humanos pueden detectarnos.

Saber quiénes somos.

Pero son muy pocos.

Tal vez este hombre lo esté pensando.

Pero no me importa.

No es como si me fuera a echar agua bendita y me desvanezca.

O me entierre una estaca en el corazón.

No puedo morir.

Soy inmortal.

Aunque solo hay una forma de matarnos.

Pero eso no lo sé.

Jamás me lo contaron.

Que difícil.

Al llegar a mi casa me deje caer en el sofá.

-Así que te mandaron a volar.
-...
-Vald, deberías aceptar tu destino.
-Vete Cadis, estoy cansado.
-Ese mortal no te conviene, deberías saberlo.
-Por favor.
-Serás mi esposo Vald, ya deberías saberlo.
-Cadis no siento nada por ti.
-Eso no decías antes.
-Antes estaba enamorado de ti, ahora no.
-Podemos revivir ese amor.
-...
-¿En verdad sientes algo por ese idiota?
-No le llames así a Akihiko.
-Ese mortal morirá en unos años, ¿Qué le ves? ¿Piensas convertirlo?
-No...
-Entonces.
-Vete ya.
-No me iré porque eres mío y hare lo que sea para que te des cuenta que soy el indicado para ti.
-Cadis.

De un momento a otro se colocó encima de mí en el sofá y beso mi cuello.

-¿Q-Qué haces?
-Lo sabes perfectamente. –susurro en mi oído- Si tomo tu sangre y te doy de la mía formaremos ese lazo de eternidad.
-S-Suéltame Cadis.
-Esperaré a que aceptes mí propuesta por ti mismo, tengo muchos años para esperar.

Me tomo del mentón y me beso.

---Nowaki---

Me siento tan molesto.

Ese Lestat siempre está con mi Hiroki.

Acaso...

¿No entiende que es mío?

Quiero matarlo.

Desaparecerlo.

INFELIZ.

En cuanto Hiroki duerma me encargaré de él.

No voy a permitir que se le vuelva a acercar.

Siento tanto enojo.

Tanta molestia.

Hiroki me miraba con sorpresa y nerviosismo.

Tome su mano y lo mire.

-Quisiera hablar contigo.
-Y-Yo creo que no es el momento. –susurro.
-Tenemos que aclarar las cosas.
-Nowaki no....
-Te amo Hiroki, y quiero que solo seas mío.

No entiendo porque esas palabras salieron de mi boca.

Siento algo cálido en mi pecho.

Incluso los latidos aumentaron.

¿Qué es esto?

No...

No puedo sentir nada.

Esto no debe ser posible.

Jure no enamorarme.

Que el amor no entraría a mi corazón.

Pero...

Sin poder evitarlo abrace a Hiroki a mi pecho mientras él se aferraba a mí.

Maldición.

Es tan cálido.

No quiero alejarlo de mi lado.

Quiero que sea solo mío.

¿Por qué?

Este mortal me vuelve tan débil.

¿Qué eres Hiroki?

¿Por qué rayos hacer que me sienta tan mal?

Haces que tenga remordimientos.

Culpas.

TANTAS EMOCIONES HUMANAS.

Odio esto.

Bese la cabeza de Hiroki.

Me estás volviendo loco.

¿Qué tienes?

¿Por qué inundas mi pensamiento?

Hiroki...

Eres como mi droga.

Mi alimento.

Mi fruto prohibido.

Soy dependiente a ti.

A tu deliciosa sangre.

Eres mi presa.

Aunque...

Ahora eres algo más.

No puedo...

No puedo dejarte ir.

Ya no.

Me separe de él y lo mire a los ojos.

Sus mejillas se sonrojaron y bese su frente.

-Quédate conmigo.
-N-Nowaki.
-Te amo, te amo.

Coloque mis labios en los suyos.

No sé porque pero...

No pude sacar mi poder de seducción.

No quiero.

Hiroki es muy importante.

Ya no puedo con esto.

Me estoy haciendo tan débil.

¿Qué es lo que tienes Hiroki?

¿Por qué me estás cambiando?

Malditos sentimientos.

Maldito corazón.

Se supone que es más frío que el hielo.

Impenetrable.

Entonces...

¿Por qué lo siento cálido?

Metí mi lengua en su boca y saboree lentamente lo que me ofrecía.

Tal delicioso y dulce.

Él colocó sus manos en mis hombros y lo pegué más a mí.

No puedo dejarlo ir.

Ya no más.

Este chico está cambiando todo mi mundo.

Mi eternidad.

Simplemente para mí.

Es lo que más deseo.

---Shinobu---

Miyagi es tan guapo.

Y está muy fuerte.

Cuando lo mire realmente sus abdominales son tan perfectos y bien trabajados.

Realmente es un humano interesante.

Y...

Sus besos.

Realmente es delicioso.

Será que...

¿Es por probar su sangre?

No lo sé.

Siento las manos de Miyagi en mi cintura y sin poder evitarlo rodee su cintura con mis piernas para sujetarme de él.

El beso se volvió más pasional, más exigente.

Es tan...

De un momento a otro recuerdo que él es un humano y me separo de él.

Él jadeo un poco para recuperar el aliento.

-Lo siento. –comente.
-No es nada, me agrada.
-...

Si fuera un humano seguramente me hubiera sonrojado.

Miyagi es un hombre de esos que no hay.

Caballeroso, respetuoso y amoroso.

Como los hombres de antes.

Realmente es perfecto.

Yo...

No sé qué decirle.

Me gusta.

Pero yo...

Soy la peor criatura.

Tuve un pasado terrible.

Si no fuera por Yokozawa yo seguiría igual.

Como una ramera.

Un prostituto.

Desde hace varias décadas sigo recordando lo sucio que soy.

Cuando me vendía por unas cuantas monedas.

No puedo...

Yo...

-¡¡Shinobu!!

Lo mire y él acaricio mis mejillas.

-¿Estás bien?
-...
-¿Por qué lloras?

¿Llorar?

¿Los vampiros podemos hacerlo?

Me limpie las mejillas y sentí mis lágrimas,

No puedo creerlo.

-No es nada. –susurre.
-No me gusta que estés así. –me miro.
-L-Lo siento, yo no soy bueno para ti yo...
-Te amo y no me importa lo que digan los demás, lo que seas tú, lo que sea yo, ni el pasado, solo me importas tú, Shinobu, la persona que eres ahora.
-M-Miyagi.
-Permíteme enamorarte.
-...
-Dame esa oportunidad.
-Y-Yo...

Me siento tan alagado, aunque no sé que hacer...

---Yokozawa---

Maldito Zen.

-Déjame ir. –masculle.
-No hasta que aceptes lo que sientes.
-Entonces tendrás que esperar sentado.
-¿Por qué no eres sincero?
-¿Por qué no te callas?

Él suspiro profundamente y lo vi recoger varias cosas.

¿Qué diablos voy a hacer?

No quiero estar aquí.

Caeré ante él.

Ante sus palabras.

Besos, caricias.

No puedo hacerlo.

Lo amo.

Pero no podemos.

-Idiota. –murmure.
-¿Quieres que encuentre a alguien más?

Lo mire y siento una presión en mi pecho.

-S-Sí. –mentí.
-Cómo quieras. –gruñó- No eres apto para mí, al fin y al cabo solo me voy a cerciorar que no estés en cinta y cuando vea que no, te dejaré.
-...
-Yokozawa yo... -suavizo su semblante.

Se escucharon unos golpecitos a la puerta y él abrió.

-¡¡¡¡ZEN!!!!
-S-Sakura. –murmuro.

Una mujer muy linda saltó a sus brazos y Zen lo abrazo.

Mire en otra dirección y ella entro junto con un hombre.

El pelinegro me miro y sonrió a medias.

-Atsushi. –comento Zen- Muchos años sin verte.
-Lo sé. –suspiro- ¿Quién es él?
-Mi mascota.

Al escuchar esas palabras de Zen mordí mi labio y cerré los ojos.

-Zen debo decirte algo, -comento la mujer- vamos afuera.
-Sí, por favor no lo desates.

Ambos salieron y trate de tranquilizarme.

-¿Por qué estás aquí?
-...
-No te hare nada, prometo hablar con Zen para que te deje ir.
-¿Por qué lo haces?
-¿No me recuerdas?

A mi mente vino una imagen dónde estaba en una cama descansando puesto un clan de lobos me ataco y ese hombre me cuido un tiempo.

-A-Atsushi.

Él se acercó a mí y me abrazo.

---Kyo---

Ishi es un chico tan tierno, lindo.

Realmente ese hombre es muy afortunado.

Como desearía ser yo él que sea el causante de sus expresiones tan hermosas.

-M-Me gustas.
-¿Huh? –lo mire.
-N-Nada, olvida lo que dije.

Me encantaría preguntarle y asegurarme que escuche bien, pero no quiero arruinar el momento, prefiero esperar.

Coloque mi mano en su vientre y sonreí.

¿Así qué tú también me quieres pequeña?

Al menos es un avance.