X

El miedo me acongoja.

Las sombras que me acechan

rodean mi esperanza

y me empujan a gritar...

Dioooossss... qué cruel la soledad.

Diossss... qué atroz la incertidumbre,

qué sádica nostalgia me invade al delirar.

Gemidos me arrebatan la paz de este silencio,

quejidos que destruyen mi ya escaso sosiego.

Dios mío no hay lamento que me traiga la calma

y acuno mi penuria.

Y temo...

Temo ese momento en que se abra la puerta.

Temo ese instante en que ya no pueda más.

Temo que al derrumbarme se pierda mi cordura,

pierda mi entereza,

pierda mi humanidad.

Y en este justo instante mi mente me sorprende,

mi mente que divaga me lleva a recordar,

y temo recordarte mi amor porque el recuerdo

me lleva a añorarte

y me lleva a sentir odio

porque ya no te tengo

y odio el pasado,

y odio este final.