—¡Vamos, Jinnie!

—Espera, Hyung, solo un poco más...

—¡Pero ya quiero ir a jugar!—Realizando un pequeño puchero.

—¡Hyung, mis muñecas tienes que estar muy lindas para cuando venga su Príncipe!

—Ah...—Refuño y se tiro sobre la cama de su Hermano Menor, mientras este se encontraba en el suelo peinando a sus preciados juguetes.—Oye, Jinnie, tengo una pregunta para ti...—Se sentó sobre la cama, para poder ver a su Hermano.

—¿Si, Hyung?

—¿Por que todos los años que te he visto peinando a tus muñecas nunca has actuado como Príncipe para rescatarlas?

—Es que yo no las voy a salvar, Hyung, sino un Príncipe...

—Y ¿Cuándo llegará ese Príncipe?

—Cuando sea su tiempo.—Alzó sus pequeños hombros junto con una sonrisa inocente.

—Esperemos que no tarden demasiado, o sino nuestros Padres se enteraran de que tienes muñecas y te las quitaran y entonces los enamorados nunca se podrán encontrar...

—¡Hyung no digas eso en voz alta!—Se levantó rápidamente, para taparle la boca.—Recuerda que es un secreto el que tenga muñecas...

—Ja, ja, lo sé, Jinnie, tranquilo, yo nunca revelare tu secreto...—Haciendo una seña en sus labios, significando que guardaría el secreto.—Además no creo que nuestros Padres te las quiten, tu eres el consentido y no te haría nada que te hiciera llorar.

—No digas esas cosas Hyung, nuestros Padres no tienen consentidos, nos quieren muchísimo.—Dirigiendose hasta él para abrazarlo.

—Ja, ja, si, como digas, Jinnie...—Alejandolo un poco, ya que siempre los abrazos de su Hermano eran muy empalagosos.—¿¡Entonces ya podemos ir al jardín a jugar!?

—Ja, ja, ¡si, Hyung, vayamos!—Guardo las muñecas en un pequeño baúl que tenía bajo la cama, donde habían estado resguardadas desde que tenía cinco años de edad; Su Abuela dijo que aquellas muñecas había pertenecido a todas las Mujeres de la Dinastía Kim, desde ella, hasta la actual reina, (su madre), es por eso que como había tenido Dos Varones no le dio las tradicionales muñecas a ningúno, pero la Abuela decidió darle aquellas muñecas a Jin, pues entre ellos dos, Jin era el más delicado y paciente.

Ambos corrían por los pasillos del gran castillo, como los dos buenos Hermanos que eran. Debido a que sus Padres eran los Reyes no tenían tanto tiempo para convivir con ellos, pero realmente no hacía falta, ya que se tenían el uno al otro, para jugar, reír y llorar.

El propósito de ambos era que pese lo que pase seguirían juntos hasta el final, pero ¿Cuál sería el propósito que quiere el destino para ambos?

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⚠ Advertencia ⚠

*Todo lo que suceda en esta historia es mera ficción, sacada de mi inquieta imaginación. (◕ᴗ◕✿)

*Puede llegar a contener lenguaje explícito, escenas de violencia tanto físicas como psicológicas, se recomienda su discreción.

*Cabe aclarar que no se busca sexualizar a ningún idol ni manchar su imagen.

*Puede que haya faltas de ortografía debido a mi poca experiencia de escritora, se pide comprensión.

*Hay algunas cosas que puede que no lleguen concuerdar debido a mi falta de información, tales como cosas de historia, ciencia, matemáticas, etcétera...

*Quedan prohibidas las adaptaciones sin mi consentimiento.

*Quedan prohibido el robo de la idea principal.

*Se prohíbe subir mi obra sin consentimiento en otras plataformas ajenas a Wattpad. Y si es así, que sea con los créditos correspondientes.

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¡Espero que disfruten la historia! No olviden comentar y dejar sus votitos.
(◠‿・)—☆

-KimDa✨🌸