Bien, recapitulemos.

Había pasado 1 año, la princesa tenía a sus pies al emperador. Pero el príncipe seguía ignorandola como si no existiera.

Así que busco otra manera de reunirse con su hermano.

Y el emperador decidió cumplirle su capricho.

El príncipe heredero había entrenado arduamente y ahora podía controlar su magia. Sus dos maestros estaban orgullosos de él.

Por medio del capitán de los Behüter logró hacer una prueba para que se enliste al escuadrón Behüter. Tendría que esperar unos meses para ser entrenado y cuando el escuadrón se vaya al continente maldito los nuevos reclutas irían con ellos.

Se encontró con el capitán gracias a que lo estuvo buscando por un tiempo y al presentarse ante él. El capitán vio algo de magia del continente maldito en él, así que decidió tomarle una prueba y que luego se enliste.

Claro que todo eso lo mantenía oculto del emperador y de las demás personas, cuando llegará el momento el mismísimo capitán lo iría a buscar y se lo llevaría.

Además, Aegon dudaba mucho que claude se opusiera a que se vaya.

-...eres extraño.

Miro de reojo con desinterés al azabache oji rubi.

El príncipe había ido a visitarlo, los dos estaban en el living tomando algo de té o comiendo galletas.

No se preocupaban por el frío ya que Aegon al usar las catacumbas de la mansión como lugar de entrenamiento dejo fluir algo de su poder. Formando una fuente de mana bajo la mansión y ese mana se canalizaba en las paredes dándole un ambiente cálido al interior de la mansión.

-nunca te has mirado a un espejo? -se burló volviendo a mirar a través de la ventana el cielo.

A pesar de ser un día frío el sol brillaba en lo alto.

Lucas chasqueo la lengua pero lo miro por unos segundos.

Ya tenía 8 años, ese niño crecía rápido y sus poderes también. Era una persona curiosa y única, de eso no tenía dudas. A pesar de su personalidad fría Lucas admitía que le agarró algo de cariño al menor, por algún motivo sentía que algo los unía.

Pero no sabía qué.

-tienes una hermana y un padre, no eres como otros niños que tratarían de llamar a toda costa su atención...o mejor dicho, no te comportas como un niño normal.

Aegon suspiro y lo miro aburrido.

-tú tampoco fuiste un niño normal, Lucas, parece que tenemos algo en común -se volvió a burlar.

El mago solo se resignó a saber más sobre lo que pasaba por la cabeza de su pupilo. Su pupilo, quién pensaría que llegaría el momento en que él tuviera un pupilo.

-...en unos meses me iré del imperio, me unire al escuadrón Behüter.

El mayor abrio sus ojos en shock y casi dejo caer el libro de sus manos.

Ese escuadrón existía desde antes de que él naciera.
Hace siglos cuando una catástrofe ocurrió en el continente maldito los pocos sobrevivientes se instalaron en Obelia y sus descendientes al demostrar que tenían magia del continente maldito eran aceptados para ser parte del escuadrón Behüter.
El propósito principal del escuadrón era recuperar su continente que era liderado por las bestias oscuras.

Aunque ese propósito era un secreto para los de obelia, incluido el emperador.

El emperador y los habitantes de obelia, creían que el escuadrón Behüter se formó para ir a luchar contra las bestias oscuras del continente maldito e impedir que dichas bestias quieran llegar a obelia.

Se podría considerar una traición a obelia el propósito principal de los Behüter pero a ellos no les importaba.
Ellos querían recuperar su territorio, ese territorio que les fue arrebatado.

Lucas sabía el secreto de los Behüter ya que el mago de la torre, quien lo cuidó desde niño, formó parte de dicho escuadrón en su juventud hasta que decidió ser un mago y formar parte de la torre.

-p-pero tú no...tú cómo es posible que seas descendiente de un Behüter?.

El azabache reaccionó y lo miro atento.

Si le confirmó que se iría del imperio quería decir que habían comprobado que él tenía magia del continente maldito. Pero cómo?, por lo que sabía, los del continente maldito no se relacionaban con la realeza o la nobleza.
Se unían solamente con los plebeyos, ya que si se relacionaban con ellos sus hijos nacerian con la magia del continente maldito.
Pero si se relacionaban con alguien de la realeza o la nobleza eso sería un impedimento y sus hijos podrían nacer con magia solamente blanca o nacer sin magia.
Y los sobrevivientes del continente maldito o los Behüter, como fueron nombrados, no deseaban que eso sucediera.
Ellos querían mantener vivo y puro el mana de su territorio natal.

Lucas sabía que el emperador era poderoso y portaba mucho poder. Portaba una gran cantidad de magia blanca. Cómo fue que ese poder no fue un impedimento para que Aegon heredará el mana de los Behüter?.

-...cuando nací confirmaron que había heredado la magia del emperador pero al descubrir mi poder cuando era niño y empezar con mis viajes, logré despertar el mana de los Behüter dejando en el olvido el mana de la realeza, jamás lo usé y jamás me intereso usarlo, por eso decidí dárselo a alguien que sí lo necesitará.

Se encogió de hombros sin darle interés y el mayor bufo al ver su desinterés.

Ahora lo entendía, por eso Aegon le pidió que sea su maestro y le dio a entender que él necesitaría su ayuda. El príncipe decidió darle todo el poder que heredó de claude ya que no lo necesitaba porque portaba el mana de los Behüter.

-no sé quién de mis ancestros fue un Behüter como para que yo heredará su poder, así que eso no te lo puedo responder.

El azabache miro al suelo pensativo sin darse cuenta que el menor le había mentido sin remordimiento alguno.

Aegon sabía a la perfección por qué portaba mana de los Behüter pero aún no era el momento de decirlo.

Ya que Lucas estaba relacionado con los Behüter.

.

.

.

.

-qué cosa?.

El pelirrojo se estremeció ante la voz fría y oscura del menor.

Las sirvientas solo mantuvieron sus ojos en otro lugar sintiendo el ambiente tenso y gélido que se había formado gracias a lo que dijo el caballero.

Cuando Aegon estaba cenando, una de las sirvientas le aviso que fuera del palacio estaba el duque Loebein esperándolo para darle un aviso del emperador.

-e-el emperador y la princesa lo esperan mañana en la tarde para tomar el té.

Volvió a repetir aún haciendo una reverencia evitando mirar los brillantes ojos del príncipe.

Sus ojos brillaban con fuerza, parecían los ojos de un dragón. Un dragón que en cualquier momento lo haría cenizas.

-"así que esa mocosa le pidió al emperador que me llamará, que malcriada se ha vuelto" -estrechó sus ojos y lo miro con frialdad -...bien.

Felix sonrió alegré y lo miro entusiasmado pero sonrió nervioso al ver la neutralidad en el rostro del príncipe. Y el odio en la mirada de todas las mujeres presentes que lo miraban como si fuera un intruso y la persona más abominable del mundo.

-no te confundas Felix, esos dos no me interesan en lo más mínimo.

Sin más que decir le dio la espalda y camino hacia el interior de su palacio seguido de sus sirvientas.

El pelirrojo suspiro con tristeza y miro al cielo nocturno.

Quién iba a pensar que ese pequeño bebé que llegó para iluminar la vida de los tres rubios que se odiaban a muerte ahora era un niño frío y carente de emociones.

Pero...todo eso fue producido por su amigo. Por claude.

Cometió el mismo error que Eibom. Hizo que su misma historia se repitiera. Pero en su pequeño hijo.

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