❝ Han escogido al prometido del heredero al trono, te han escogido a ti SeokJin.❞

Esas palabras
no salían de mi mente,
desde hace semanas la misma frase rondaba por mi cabeza,
seguía sin creerlo.
Era imposible que alguien como yo fuece el prometido de aquel príncipe.
—«No es verdad, es una broma de muy mal gusto»—
pensaba yo,
¿cómo un plebeyo que pertenece a la clase Efernal pudo ser escogido como el prometido de alguien tan poderoso?.

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PRÍNCIPE EFERNAL
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Jugué con mis manos con nerviosismo, estaba aterrado, los caballos hacían que el carruaje fuece más rápido de lo normal, faltaban pocos minutos para que llegáramos a aquel imperio, trage saliva cuando el carruaje se detuvo, el guardia que me había llevado me hizo señas para que saliera. Cosa que hice rápidamente, no quería hacerlo enojar, se notaba a kilómetros que yo no le agradaba.

—Camina rápido “Efernal” ——hice oídos sordos ante el obvio insulto. Decidí no decir nada y solo seguirlo dentro del castillo. Los sirvientes y nobles con los que me tope me veían con cara de asco y repulsión, no era ninguna novedad que los de mi clase no eran bien vistos.— Camina rápido. —me empujó haciendo que me tropezara con mis propios pies, si tan solo no tuviera estas cadenas en mi manos hubiese usado mis poderes para quemarle la cara a ese idiota.
Mis ropas estaban sucias y llenas de cenizas como de costumbre, eran muy viejas que la verdad diría que era mi mejor atuendo, no pude evitar soltar un suspiro y bajar la mirada a mis pies, incluso estaba descalso. En definitiva yo no tengo nada que hacer en un lugar así. Las puertas del salón principal donde se encontraba el rey se abrieron de par en par dejándonos pasar.— Cuidado con hablar, o te cortaré la cabeza. —Segui sin decir nada, la verdad, no quería gastar mis pocas energías con ese sujeto. Me hizo detenerme al frente del trono, el guardia golpeó mis piernas haciendo que callera de rodillas, el dolor fue casi nulo, después de todo también estaba acostumbrado a ese tipo de tratos, no me digne a levantar la cabeza sabía que el rey me veia y eso solo provocaba que tuviese miedo.— Mi majestad, aquí está el individuo que me pidió traer, tal y como usted dijo este Efernal posee la habilidad del fuego y viento.

—Retirate. —vi levemente al guardia y en como se tenzo ante la imponente voz del rey.— Pero antes...

—¿Mi rey?. —lo escuché preguntar. Abrí mis ojos aterrado ante lo que había visto.

—Nunca más volverás a blasfemar de este chico.  —me quedé estático en mi lugar, el rey le había arrancado la lengua a ese tipo sin necesidad de levantarse de su trono. Cerre mis ojos aguantando las ganas de llorar, me aterraba tener que estar frente a un ser tan poderoso. Vi como se llevaron al guardia lejos de mis precencia casi moribundo por la sangre que derramo.— Entonces. —mi piel se erizo.— ¿Eres el Efernal con poderes elementales?. —tuve que levantar mi mirada para enfrentar al rey. Él se veía tranquilo con una media sonrisa adornando su rostro lleno de arrugas.— Habla hijo que no te haré daño. —Yo asentí un poco sin levantarme del suelo.

—Sí majestad... —hable bajo pero él me escucho.

—Te busque por muchos años, ¿Sabes?. Pensé que solo eran rumores de que un Efernal poseía tales habilidades.

—Yo... —la verdad ni siquiera yo puedo responder eso.

—¿Cuál es tu nombre?.

—SeokJin. —dije firme, mi nombre era lo único que tenía y de lo cual estaba orgulloso.

—Muy bien SeokJin, ¿Sabes por qué estás aquí?. —volvi a asentir.— Y dime, ¿Estas de acuerdo?. —«No», pensé, pero vamos si me negaba de seguro me mandarían a decapitar por haber desobedecido al Rey de Belion. Trague saliva, me incline hacia el frente con mis ojos casi al punto del llanto.

—Usted ya lo decidió, no puedo hacer nada contra eso. —dije con la voz tímida, tenía temor de su repuesta pero a cambio solo escuché una risa de su parte.

—Valiente. —lo escuché susurrar.— SeokJin, un Efernal con dotes únicos. —dijo para después levantarse de su trono y caminar hacia mi, sentía que moriría de seguro lo había insultado de alguna manera  y ahora pagaría las consecuencias de mis actos, cerré mis ojos por inercia al sentir como toco uno de mis hombros.— Levántate, el futuro esposo de mi hijo no puede inclinarse ante nadie. —¿Acababa de oír bien? ¿No moriría?.—Quita esa cara de espanto por favor. —rió un poco mientras me quitaba las cadenas de las manos.— HoSeok, ven por favor. —llamo a uno de los mayordomos.

—¿Qué se lo ofrece su majestad?. —dijo el con educación.

—Por favor lleva a SeokJin a sus aposentos, vistelo decente para la cena. —hablo el rey muy tranquilo.— Espero sea de tu agrado vivir aquí, porque de ahora en adelante sera tu hogar, después de todo tu prometido se volverá Rey algun día. —bromeo un poco y eso solo me causo miedo.

—Enseguida mi señor. —dijo con una reverencia, yo seguía ahí parado sin saber que decirle.— Principe SeokJin, es un gusto, yo seré su mayordomo real desde hoy, espero sea de su agrado. —¿Príncipe? ¿Yo? Hace unos minutos era solo un humilde campesino que intentaba llevar un pan a la mesa de su hogar.

—Avisale a mi hijo de la cena, debe estar presente cuando de la noticia de SeokJin.

—Sí mi señor, le avisaré al Principe NamJoon. —al solo escuchar su nombre me causo curiosidad.— Por favor, sigame príncipe Efernal.

—Ve hijo. —me dijo el rey con una sonrisa.— Y HoSeok, no lo llames príncipe Efernal, no aún. —le advirtió al mayordomo el cual asintió sin decir nada. Todo esto es una locura, parece un mal sueño, yo un príncipe, comprometido, con el hijo del rey. Era una buena broma. Incluso me han llamado príncipe Efernal, aunque no mentire me gusta ese título, no lo quiero. No soy un príncipe, solo un un plebeyo que no sabe cómo terminó siendo el prometido del heredero al trono del reino de Belion.

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BIENVENIDOS A PRINCIPE EFERNAL |NAMJIN|