Cerré mi ojos en lo que esperaba que el mareo pasará, suspiré y exhalé todo el aire que pude. Al mismo tiempo acariciaba mi vientre redondo, del tamaño de una sandía gigante, hice un puchero al sentir la patadita de mi bebé.— Eres inquieto. —susurre con cariño, algo me decía que sería niño, aunque NamJoon decía que sería niña.— Estamos a nada de llegar a donde tu papá dijo que nos llevaría. —cuando estaba solo solía hablarle a mi bebé, contarle historias o cantarle alguna melodía de cuna, me gustaba tener esa intimidad solo para mí, aunque también NamJoon le hablaba pero el lo hacía durante las noches en lo que yo dormía, se quejaba con mi bebecito diciéndole que yo era un cascarrabias pero que aún así me quería. Qué papá tan honesto le conseguí a mi hijo.

—¡Cariño, quiero que te sujetes de la puerta, vamos a subir una colina y no quiero que te lastimes! —dijo NamJoon muy alto.

—¡Está bien! —le contesté.

Estamos a nada de llegar a la montaña sagrada, por lo que sabía habíamos tomado una ruta más corta y fácil, así nos ahorraríamos tiempo suficiente, eso me sonaba bien. Después de todo no quiera que NamJoon me llevará por la ruta que llevaba al camino viejo del reino de SoulCorld, por nada quería
pasar por ahí.

El carruaje empezó a moverse brusco, por eso mismo me sujete lo mejor que pude del marco de la puerta, abrace protectoramente mi vientre, no quería que se lastimara mi bebé. Cerré de nuevo mis ojos, sentía el mareo y náuseas nuevamente y unas inmensas ganas de hacer pipí, apreté lo mejor que pude mis piernas, tenía que aguantarme— ¡Nam, no quiero apúrarte pero estoy a nada de orinarme!  —chille horrorizado, sin embargo a mi esposo le causo gracia, que tipo tan molesto.

—¡Aguanta cariño, ya miro la entrada de la casa!. —solo recé por qué fuera cierto.

Bien, SeokJin es momento de pensar en cosas que te entretengan, un paisaje, con hermosos girasoles adornandolo, animalitos por ahí, aves cantando..., a mi bebé en brazos de NamJoon riendo tiernamente por ser alzado en el aire, su hermoso rostro decorado de ese carmesí en sus mejillas rechonchas, sus manitas intentando alcanzarme mientras yo le doy un beso en su frente.

Sentia las lágrimas resbalar por mi rostro al solo imaginarme a mi bebé, a ese bebé que espero con gran alegría.— Vamos a estar bien, lo prometo. —el carruaje se detuvo, se escuchaba una cascada a lo lejos, y había un poco más de frío en esa zona, escuche a NamJoon bajarse de la parte de enfrente, espere ansioso por qué abriera la puerta, al hacerlo, me sostuve de su mano, le di un beso en la mejilla— Un baño, necesito un baño. —rogue con insistencia, mi rubio rió pero al mismo tiempo me tomo de la mano guiandome al interior de una casa vieja, algo rústica, parecía que nadie había vivido en ella en bastante tiempo.
Mi rubio abrió la puerta de esa misma casa, habían muebles tapados con sábanas y el polvo rodeaba todo el lugar, no le preste atención, yo solo quería ir y hacer mis necesidades.

—Acá hay un baño, úsalo cari... —le cerré la puerta en la cara a mi rubio.

—¡Lo siento pero ya no aguanto! —grite.

—De acuerdo, empezaré a bajar las cosas entonces. —no le respondí, solo hice lo mío con mucha concentración, me sentí más aliviado después de un rato.

Cuando hice mis necesidades básicas, salí del baño con una sonrisa de alivio, y solo ahí, pude observar la casa, era vieja, con una extraña construcción de dos niveles, las escaleras estaban en la parte derecha de la pared, había una cocina pequeña, una sala igual de pequeña, con curiosidad y cuidado subí los escalones, notando que habían tres habitaciones, una era el baño, la otra la habitación principal y de último un estudio pequeño.

En el pasillo del corredor habían dos grandes ventanas, que me daban una vista hermosa del paisaje de la montaña, a lo lejos había un río, el patio era extenso y las flores eran en gran parte giralores. Era hermoso.

—¿Te gusta?. —me di la vuelta, NamJoon cargaba las maletas, me sonrió aún cuando se notaba cansado.

—El lugar es lindo, solo necesita una limpieza. —hable calmado.

—Lo sé, limpiare después, por el momento quiero descargar todo lo que trajiste. —rode los ojos divertido— Viviremos aquí cinco meses, así que vete acostumbrando cariño.

—¿Cinco meses?.

—Sí, cinco meses SeokJin.

—Es bastante tiempo.

—De echo es muy poco tiempo, ya que estuvimos casi cuatro meses viajando para llegar aquí, pasaremos después cinco meses de descanso disfrutándolo al máximo —recalco—, y los otros tres meses los usarémos para el viaje de regreso a Belion.

—Otros tres meses de viaje. —hice un puchero negándome a viajar así de largo otra vez— ¿Pueden ser dos?.—NamJoon lo pensó, para después negar.

—No, serán tres, recuerda que esta vez no regresaremos solo tú y yo, esta vez llevaremos a nuestro hijo con nosotros. —mis mejillas ardieron, mi corazón se aceleró. Mire mi barriga crecida, sorbi de mi nariz al recordar que ahora éramos tres—. Por eso, serán tres meses de viaje, según se un bebé tiene que tener muchos cuidados.

—De acuerdo esposo mío, se hará como tú digas. —sonrei genuino.

NamJoon también sonrió, estaba orgulloso de al fin haber ganado en una discusión, solo por esta vez lo dejaría ser. Qué disfrute de su triunfo, ya que tristemente no obtendrá nada más que besos de mi parte.

—Seguire entrando las cosas, tu mientras tanto puedes conocer mejor la casa.

—¿Donde estan las cosas de limpieza? Te ayudaré a ordenar un poco.

—¿Seguro cariño? Ya estás a solo una semana de... dar a luz, no deberías de hacer tanto esfuerzo.

—Estaremos bien, no movere nada pesado, solo limpiare el polvo. ¿Sí?.

El suspiro— Bien, pero no se te ocurra hacer algo más pesado que eso. Seguiré entrando las cosas. —el me advirtió con esa expresión de “te estaré vigilando”, reí por su comportamiento conmigo, últimamente andaba muy mandon, mucho más que yo.

—¡Oh! Aquí están. —tome la escoba y una cubeta para empezar a limpiar, mire por la ventana a mi esposo, el estaba muy concentrado en cargar los montones de objetos que usaríamos para el bebé. Hice una mueca de disgusto al notar todo el polvo que había en todas partes— Bueno, no me queda de otra más que usar mi elemento viento. —susurre desmedido. Había recuperado un poco mis poderes, el fuego era el que más usaba, al igual que el viento, el rayo y el sonido casi no los usaba, era en ocasiones que de verdad los necesitaba.
Agite mis manos para destenzar mi cuerpo, hice unas especies de sentadillas si es que se podían hacer sentadillas en mi estado.— Aquí vamos. —empece a mover mi mano con parsimonia, agitandola lentamente hasta sentir el viento formarse en mis manos, una bola grande fue lo que obtuve como resultado, con mi otra mano hice que el viento abriera la ventana, aguante la respiración por unos segundos en los cuales tire la bola de aire en el centro de la casa.

El viento se mezcló con el polvo, toda la casa parecía haber recibido a un tornado en su interior, rápidamente extendí mis manos al frente deteniendo los movimientos del aire, forme de nuevo la bola, la guíe hasta la ventana donde la dejé salir, el viento dejo de soplar y solo el polvo cayó sobre el suelo, como un manto oscuro. Hacer solo eso me dejó casi sin energías.

—Eso fue sorprendente. —hablo NamJoon desde la puerta, en sus manos tenía las últimas maletas, me sonrió genuino— Pero peligroso, aún no superó que me hayas ocultado que tus elementos habían regresado. —me encogi en mi lugar, el tenía la razón, le había ocultado eso por un par de días.

—Mirale el lado bueno, te ahorre trabajo.

NamJoon negó— Eso me toca a mí, tú deberías de estar durmiendo o comiendo. Tal vez tejiendo. —comento divertido.— De igual manera, muchas gracias cariño.

—Me das un besito en agradecimiento. —me acerque de a poco hasta donde el estaba, NamJoon sonrió coqueto, lo abrace por la nuca hasta tenerlo pegado a mi, mi vientre topó con su cintura cosa que nos hizo reír, había ya una gran diferencia de tamaño.— Besito, NamNam~

—Bien. —hablo bajo, me dio un pequeño beso, fruncí el ceño, yo quería un beso de verdad. El volvió a darme un beso mezquino, y luego otro y otro, hasta que yo le mordí el labio por jugar así conmigo— Que grosero eres con tu futuro rey.

—Si bueno, y tú muy grosero con tu futuro rey también. —sonreimos, últimamente quería estar pegado a él como chicle, no entendía la razón, solo me sentía cómodo con el a mi lado.— Prepararé la cena, también arreglaré la habitación, tú puedes hacer el resto. —susurre cerca de sus labios, sin pedir permiso lo bese como se debía, un movimiento lento pero agradable donde nuestros labios se fusionaban como uno solo, su lengua jugueteaba con la mía de manera lasciva, los chasquidos y mordidas no hicieron falta, al igual que un gemido ahogado de mi parte al sentir que el beso se volvía más posesivo, no me fijé en que momento NamJoon me tenía arrinconado en la pared, sosteniendome con cuidado, sus labios ya no estaban en mi boca, se paseaban libremente sobre mi cuello y hombros descubiertos, sus piernas estaban entrelazadas con las mías, solo pude cerrar los ojos, disfrutando de cada beso húmedo y embestida simulada que NamJoon me daba. Se separó de mi cuando los minutos pasaron, sus labios estaban tan rojos que me daban ganas de comermelo.

—Te quiero. —susurro el con la mirada puesta en mis labios, deje de respirar correctamente al escucharlo, NamJoon se alejó un poco, tenía el rostro sonrojado por haber dicho eso.
No supe expresar lo que sentí, era la segunda vez que me decía eso, pero esta vez sonaba más real, más honesta y sincera.

—Tambien yo NamJoon. —conteste, apreté mis manos entre su ropa, era tan vergonzoso decirnos palabras como esas, era cierto éramos esposos, pero nosotros no nos conocíamos para nada cuando nos casamos.

Poco a poco hemos avanzado con nuestra relación, aunque siempre tenemos diferencias, nos ayuda mucho que sepamos cómo resolverlos. NamJoon se volvió una parte vital de mi vida.

Escondi mi rostro entre su pecho, me sentía tan cálido estando así junto a él, NamJoon me abrazó por la cintura, acarició la misma como siempre lo hacía.

—Quisiera haberte conocido mucho antes. —confeso el con total honestidad— Conocer al SeokJin que gobernaba Efernal, el temido líder del que todo Belion hablaba, mi SeokJin.

—Tambien me hubiese encantado conocerte antes. —hable apaciguado ya que mi rostro estaba escondido en su pecho— Al famoso Príncipe Kim NamJoon, aquel que demostraba valentía y enfrentaba a todos los que querían dañar al reino.

—¿No te parece curioso? —pregunto distraído— Yo en verdad que quería conocer al líder de Efernal, tenía mucha curiosidad de hacerlo.

—Y yo tenía mucha curiosidad de conocer al príncipe heredero. —le seguí.

—Te confieso que hubo una vez que fue tanta mi curiosidad que subí a mi caballo y cabalgue hasta la entrada del distrito, pero nunca me atreví a pasar más allá de la puerta, sentía nervios y algo de vergüenza. —me sorprendí mucho al escucharlo decir eso, jamás pensé que él había hecho algo como eso con tal de conocerme— Y mira nada más lo que hizo el destino. Me unió al famoso líder de Efernal, al que yo tanto admiraba. —beso mi mejilla con cariño, me avergonze más sin poder evitarlo me pegue más a él— No te alejes nunca de mi cariño.

—No creo poder separarme de ti Nam, ahora tú y yo estamos unidos por el lazo del destino y por este pequeño que está a nada de nacer. —le sonreí, él hizo lo mismo.

—Te quiero SeokJin. —volvio a decir.

Yo no te quiero NamJoon.

Yo te amo.

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Este Fanfic antes era leído por casi quinientas personitas hermosas... Ahora sólo queda la mitad de toda esa bella gente. 😔 Se que es mi culpa por no actualizar seguido como al principio.

Pero a esas bellas personas que aún  leen Príncipe Efernal y cualquier otro Fanfic mío, solo les digo, GRACIAS DE TODO CORAZÓN. 😭

PD. Ya no terminaré mis notas con “One Fuera” 😅 siento que sonaba muy tonto así que ahora seré más profesional, ya que estoy cumpliendo
tres maravillosos años en San Wattpad.
Así que las notas se terminaran con mi nombre de perfil junto con el emoji que me representa en los juegos de roll. 🤠

🍁Wuan Quidox.