Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

|Capitulum XVlll|

—En unas horas estará todo listo y podremos seguir con nuestro viaje. Así que levántate de la cama que debes tomar un baño y comer bien. —me levante con mucha pereza viendo que NamJoon ya estaba vestido con las ropas de viaje, sonreía tenuemente— ¿Te ayudo a dar un baño?.

—No, lo haré yo solo, quiero privacidad.   —el dijo algo que no logré entender muy bien, pero el sabía muy bien que ese “ayudarme a dar un baño” se refería a otra cosa, estaba conociendo muy bien al caliente de Kim NamJoon.
El baño fue cómodo, el agua tibia recorría mi cuerpo relajándome, estaba secándome cuando me vi al espejo, mi cuerpo había cambiado mucho, tenía el cuerpo hinchado, mi estómago creció un poco más, pronto parecería que tenía una sandía en el estómago, pero valía la pena, las náuseas, mareos, antojos, cambios de humor, todo valía la pena por mi hijo, el cual crecía en mi vientre, aún no lo conocía pero ya lo amaba.— Debo escoger un nombre para ti mi precioso ángel. —estuve un buen rato en el baño, vistiéndome de nuevo con las ropas oscuras, agradecía que fueran grandes, eso me mantendría cómodo. Cuando salí de la habitación del baño, nunca me espere toparme con el Rey JaeBum sentado en la orilla de la cama, rápidamente me puse alerta, ¿Qué carajos hacia el en mi habitación?. — Majestad. —sone rudo, el lo supo y por eso se levanto tomando una distancia prudente.

—Lamento haber entrado sin permiso a sus aposentos príncipe SeokJin, pero toque la puerta y nadie en abrió así que decidí esperar a que terminará de alistarse para su viaje. —dijo con educación, yo solo me mantuve serio sin bajar la guardia, el Rey se acercó a la puerta, la abrió para después decirme:— Por favor, acompáñame a un lugar, quiero mostrarte algo antes de que te vayas. —lo pensé por varios segundos, no estaba muy seguro de hacerlo, pero bueno.

—¿A dónde quiere que lo acompañe majestad? —le pregunté, el parecía cansado, con ojeras en los ojos se le notaba nervioso.— Si entro a mis aposentos debe ser algo muy importante. —murmure a su lado, los guardias hicieron una gran reverencia ante su rey, miraba a mís lados, parecía que me guiaba a un salón privado, solo me mantuve al tanto del camino por si me tocaba huir. El rey de Ensand no pronunció ninguna palabra en todo el camino, hasta que nos detuvimos en la entrada del salón que ya había mencionado.

—Adelante. —me dio paso, juntos entramos al salón, y lo único que pude hacer, fue quedarme helado en mi sitio, mis ojos se movieron por todo el salón, observando cada objeto en y cada parte de él, mire de lado al rey JaeBum.— Todo esto que estás viendo aquí, son lo único que quedó del reino SoulCorld. —me dijo con tristeza, me mordí la lengua para no decir nada al respecto— Hace veintiún años que fue destruido, o mejor dicho, el propio reino lo destruyó. —Empece a caminar por los alrededores, viendo los objetos, algunos estaban en mal estado, eran algunos libros, cuadros hasta llegar a un juego de coronas, un cetro y la capa real. Unos cuantos muebles, al igual que cajones que parecían tener documentos.— Como sabes, Eternal se conforma de siete reinos, pero desde la caída de SoulCorld...

—Solo quedan seis. —termine lo que iba a decir— SoulCorld representaba el pecado de la soberbia, Belion representa la lujuria, Ensand la avaricia, Segran la pereza, Afindenlian la envidia, ForCrem la gula y por último el reino más antiguo Infraterra que representa la ira. —El rey me seguío hasta estar al lado mío, los dos teníamos la atención puesta en un mapa de casi más de nueve mil años, pertenecía a la antigua civilización que habito el planeta— Es sorprendente que solo haya sobrevivido una pequeña parte que deja ver este mapa, el tercio de todo el planeta desapareció, deberíamos hacer otro mapa de Eternal. —comente sin ánimos.

—Pareces saber mucho sobre la historia del nuevo mundo. Ya no muchos saben eso.

—Tengo que, de echo todos deberíamos saberlo. Porque tarde o temprano volveremos a estar en peligro de extinción si seguimos los pasos de los humanos. —hice una pausa mientras miraba un diminuto cofre en la repisa más alta del salón— ¿Por que me está mostrando todo esto, rey JaeBum?. —el rió en bajo, parecía analizar bien lo que me iba a decir.

—Tus ojos —empezo diciendo—, son idénticos a los de mi hermana. —cerre los ojos, intentando no ponerme nervioso, lo supe desde un principio, cuando lo vi se me hizo conocido pero no lograba recordar donde lo había visto.— Hace veintiún años que no te veo, Jin. —me miro, y yo lo mire.

—Mi nombre es SeokJin. —le dije con calma, no estaba molesto con el, porque a quien quería engañar, lo que sucedió hace dos décadas no fue su culpa.

—No supe nada de lo que ocurrió hasta unas semanas después —explico—, llevé a un ejército que yo mismo comande para buscar sobrevivientes. Pero no hubo nadie, a excepción de unos cuentos campesinos que dijeron que el hijo de los reyes estaba con vida pero... —me reí con mucha gracia por lo que escuche, vaya.

—Malditos hijos de perra. —exprese con irá— Campesinos, si claro.

—¿De que estás hablando?.

—Esos no eran campesinos, esos a los que usted vio ese día Rey JaeBum, no eran campesinos. Eran los tipos que causaron la destrucción de todo SoulCorld. —tal como pensé, él no lo sabía, se hizo hacia atrás, la noticia lo tomo por sorpresa así como a mí me tomo su noticia, me mire las manos con sumo interés— También fueron los que casi me decapitan, pero hui antes de que lo lograrán. —El rey JaeBum intentaba decir algo, sus ojos demostraban el dolor que sentía al escuchar todo eso.

—Jin, yo no lo sabía.

—SeokJin. —le corregí.— No me gusta ser llamado Jin. —la charla estaba siendo incomoda para ambos.— ¿Como supo que era yo? Si usted no me dice esto ahora, nunca me hubiese dado cuenta.

—Tus ojos, ya te lo dije son como los de mi hermana. Además, eres el único que puede usar el fuego como tú elemento, no ha nacido nadie más en doscientos años. Fue muy obvio, me sorprendió verte, no te reconocí al principio, pero lo hice. —sonrio un poco por lo dicho. ¿Así que el era el hermano de la mujer que me dio la vida?.

—¿Y ahora que va a hacer? ¿Se lo hará saber a los reinos? ¿Les dirá que el legítimo heredero de un reino destruido está con vida?. —el rey negó al instante.

—No, lo mejor es no decir nada. No creo que sea necesario, ya todos olvidaron el tema. —me decía con simpleza, opine lo mismo— A nadie le gustaría saber que el heredero de un reino tan cruel está con vida. —baje la mirada, era por eso mismo que odiaba recordar mi pasado de mierda.— Vive siendo el tu de ahora, el destino te dio una oportunidad más para salvarte de todo el infierno que viviste. Mi hermana y su esposo no fueron los mejores padres del mundo, pero te dieron la vida. Y una segunda oportunidad de vivir. —no le dije nada, porque hasta un punto era lo único que le agradecí a esos dos sujetos.— Esto quedará entre tu y yo... sobrino.

—Espero cumpla su palabra, tío. —le extendí la mano, sellando nuestro pacto de discreción, ninguno de los dos quería que se supiera esto. No dijimos nada más, los dos salimos de ese salón, no vi hacia atrás, no había nada ahí que me interesará. Caminamos de regreso por el pasillo, según entendía era hora del desayuno.

—¿Cómo fue que terminaste en Belion? —pregunto curioso, suspiré un poco, porque bueno, el rey JaeBum era amable, al igual que su hijo... ahora que lo pienso, Jackson es, ¿Mi primo?, Rayos. Y también me cae bien el rey JinYoung, es algo temperamental, mej.— Mejor explícame, ¿Como terminaste siendo esposo de Kim NamJoon?.

—Vera usted majestad, no tengo idea. —bromee de buen humor, él se rió a mi lado.

—Ya, hablando en serio, ¿Como llegaste hasta ahí? —las risas cesaron, ese tema era aún incómodo para mí. El rey pareció comprender— No es necesario que me lo cuentes, tranquilo, era simple curiosidad. Aunque, ¿NamJoon lo sabe?. —trage en seco ante esa pregunta.

—No. —respondi bajo, me iba a decir algo más pero mi esposo apareció.

—¡Santo cielo Kim SeokJin! —se notaba molesto, él se acercó hasta estar la lado mío, me tomo de los hombros con cuidado— ¿Donde estabas? Llevo más de dos horas buscándote, te busque hasta en el establo. —lo rodeé del cuello.

—Lo siento Kim, el rey me invitó a dar un paseo con el. —NamJoon me vio curioso— ¿Verdad rey JaeBum?.

—Así es, lamento haberte robado a tu esposo embarazado para dar un paseo, príncipe NamJoon. —el rey hizo una reverencia.— Solo quería conocer mejor al chico que logro ganarle a mi propio hijo. —NamJoon asintió mientras me pegaba hasta él, era muy posesivo.

—¿Estas molestó?. —le pregunté, mi rubio destenzo su cuerpo.

—No es eso SeokJin, es solo que no quiero que les pase nada. La última vez que te deje solo unas tipas casi te matan a ti y a nuestro hijo. —no discutí con el, tenía razón, debí decirle donde estaba. El rey supo que no debía estar ahí, se disculpó una segunda vez para después alejarse. Le vi de nuevo, era un buen rey, nada que ver con la basura de reyes que me tocó de padres. Wang JaeBum era y seguiría siendo un rey justo, también un buen sujeto que guardaría el secreto vergonzoso de nuestra jodida familia. NamJoon me dio un beso en la frente, sacándome de mis pensamientos, parpadee un poco cuando me beso en la mejilla también— ¿Está todo bien? Puedo sentir que estas un poco tenzo.

—Uh, no, no es eso, sabes que no me siento cómodo en este lugar. —persuadi rápidamente— También tengo hambre.

—Esta bien, tomaremos el desayuno y después partiremos, ya tienes cinco meses y medio de embarazo, tenemos al menos dos meses para llegar a las montañas sagradas, antes de que este pequeño nazca. —toco mi abultado vientre.

—Muy bien, entonces a comer y después partiremos.

[•••]

—Tendre que comprar un carruaje en poco tiempo. —dijo NamJoon.

—Uno muy grande donde podamos dormir cómodos, sin tener que hacer paradas. —propuse divertido. Hace unas horas que habíamos partido del castillo Ensand, la despedida fue incómoda con algunos de ellos, a excepción del rey, con el me lleve bastante bien. Jackson prefirió solo despedirse cordialmente mientras que su papá se disculpó al igual que lo hice yo, al fin y al cabo solo eran problemas tontos. Antes de partir el rey JaeBum me dijo que, tarde o temprano tendría que decirle todo a NamJoon, lo sabía, me daba miedo pero tendría que hacerlo.
Fue por eso que esa tarde, cuando los dos íbamos a caballo, tome lijeramente sus manos hasta entrelazarlas con las mías, NamJoon suspiro porque le gustaba mucho cuando hacia eso, mi lindo Nam, ¿Me seguirás tolerando si te digo todo?.

—¿En qué tanto piensa cariño?. —su voz me gustaba y más cuando solo yo la escuchaba, NamJoon, Kim NamJoon, mi esposo.

—Nam, Creo que estoy teniendo sentimientos fuertes por ti. —dije mientras me acostaba en su pecho.

—Bueno, creo que yo también. —confeso al igual, no nos dijimos nada por unos minutos. Tan solo decir eso era una gran confesión— Deberíamos conocernos más, así sabremos que sentimos el uno por el otro. —propuso inteligentemente.

—Eso está bien, me parece justo. —afirme, era lo mejor, apenas y teníamos ¿Qué? ¿Cinco meses y medio juntos?. Si, ese tiempo.— ¿Qué te parece si escogemos el nombre del bebé?.

—No había pensado en eso, está bien. ¿Qué nombres te gustan?. —lo pensé por un rato, hasta ahora nunca había pensado en el nombre de nuestro hijo, que hasta se me hacía difícil decidir.

—Sí es niña, puede llamarse igual que tu mamá.

—Rina, mi mamá se llamaba Rina y creo que sí nuestro bebé es niña le quedará hermoso el nombre. —no lo miraba pero sabía que estaba sonriendo.— ¿Y si es niño?.

—KyungSoo. —conteste— Siempre me ha gustado ese nombre y desde antes decidí que si algún día tenía un hijo varón se llamaría así, KyungSoo.

—Entonces si es niño así lo nombraremos. Vez, fue fácil, nos tomo menos de cinco minutos decidir el nombre del niño. —no podía estás más de acuerdo, eramos el equipo perfecto. Apoye mi rostro en su pecho, dormir un poco me haría bien después del peculiar día que tuve, estaba a nada de cerrar los ojos— ¿De que hablaron tú y el rey JaeBum?. —su pregunta me hizo tenzar el cuerpo— Solo quiero saber, ¿No te insulto ni nada, o sí?, ¿Intento propasarte contigo?

—Solo platicamos un poco sobre la historia del planeta, no me dijo nada de eso Nam, es un tipo amable. —no pareció estar convencido.

—Soy tu esposo, si algo o alguien te molesta dímelo. Confianza SeokJin, si no hay confianza en un matrimonio se derrumba. —inevitablemente lo abrace, no quería pensar en eso, solo estaba aterrado de que me rechazara.

—Ya te dije que no es nada de eso, confía en mí. —NamJoon gruño, lo estaba poniendo incómodo— Te diré todo de mi cuando me sienta cómodo, no me fuerces, me sentiré muy mal si lo haces.

—No lo haré cariño, solo te pido que confíes en mí.

—Confio en ti. —le dije honesto.

—Y yo en ti. Pero hay un límite. —rode los ojos.

—Admite que estábas celoso de que el rey me invitará a dar un paseo con el, no le des tantas vueltas al asunto. —Di un pequeño salto cuando NamJoon gruño, al mismo tiempo la tierra se levanto a nuestro alrededor, de verdad que estaba celoso que incluso uso sus poderes.— Vez, tengo razón. Y deja de hacer eso baboso que estoy embarazado de tu hijo.

—Es imposible hablar contigo, Kim SeokJin. —refunfuño como pequeño, reí bajo mientras le daba un beso en la barbilla.

—Ya mi esposo celoso, no tienes porqué enojarte. Después de todo, tú has sido el único hombre que me ha tenido en su cama. —NamJoon asintió con orgullo al escucharme decir tal confesión.

—Creeme, estoy muy orgulloso de saber que fui el primero y único que podrá tenerte en su cama, y sobre todo, el único que podrá verte desnudo. —me robo un beso grande, mis mejillas me ardían.

—Entonces deja de ser un celoso, los celos son un sentimiento muy feo y malo para la vida. Confía en mí, no tengo ojos para nadie más que no seas tú, tonto Kim.

—Entonces deja de ser tan jodidamente sexy, no soporto que otros te vean, me da mucha irá que te vean con morbo, eres mi esposo, y solo mio. —hice un puchero inevitable, al escucharlo hablar así, solo me daba mucha ternura, era tan lindo, porque sus mejillas se coloreaban cuando era romántico.
Sonreí, tenían a un hombre amble y amoroso a mi lado, y yo estaba siendo egoísta al no decirle nada de mi. Respire profundo, justo cuando dije:

—¿Te gustaría saber cómo me enteré que era tú prometido?. —los caballos se detuvieron al instante, mire cuando se bajó del caballo, solo pude seguir sus movimientos, en como amarró a los caballos a un árbol para después ayudarme a bajar, ¿Qué le sucedía?— ¿Nam...?. —el me callo con un sonidito, yo solo me crucé de brazos sin entender que le sucedía, lo vi buscar un tronco viejo el cual puso a unos pasos de mi, me ordenó que me sentará y pues lo hice sin comprender nada. Mi rubio se sentó frente a mi, estaba de cuclillas, tomo mis manos con sutileza, vi que sonreía.

—Ahora si, he esperado mucho tiempo para que me cuentes algunas de tus aventuras. Soy todo oídos cariño. —estuve a punto de darle un golpe fuerte, solo gruñi ante lo cómico que fue su reacción.

—Pasare por alto tu emoción y empezare a narrar, mi querido esposo.

—Entiendeme, estoy feliz de que tengas la confianza de contarme algo tan íntimo de ti. —Que lindo mi chico rubio.— Pero dejaré de interrumpirte, tengo mucha curiosidad de saber ¿Cómo te enteraste que serías mi esposo?.


Puse mis manos sobre mi vientre, solo recordar ese día me hizo reír un poco.— Todo empezó unos meses antes, por los distritos se escuchaba el rumor de que por órdenes del Rey SeHun se debía buscar a una persona que poseyera el elemento de fuego y viento. Fueron meses de búsqueda por todo el reino, yo escuché esos rumores, pero no le pase mucha importancia, mientras no llegarán al distrito Efernal no había problema alguno. —NamJoon estaba muy concentrado en escucharme, me sentí cómodo en seguir— Y como verás, tres semanas antes de que me enterará de la razón de la búsqueda, el ejército que buscaba a esa persona con dichos elementos, estaba a punto de entrar al distrito Efernal, todos estaban alarmados ya que no era como si estuviesen felices de ver a un montón de soldados caminar por las calles como si nada. Fue un día común, recuerdo que ya era de tarde cuando uno de mis subordinados me dijo que el ejército había llegado y estaba en la plaza.

—¿Subordinado? —pregunto curioso.

—Uh, si, veras, yo era el líder del distrito Efernal. —dije sin importancia, sonrei bien bonito cuando abrió la boquita de la sorpresa— Esa es otra historia para después, ahora déjame seguir. Bueno como iba diciendo, uno de mis subordinados...

—¿Eso quiere decir que controlabas el distrito?. —hice un puchero cuando me volvio a interrumpir— Ahora qué lo pienso... desde hace más de cinco años que no ha habido ningún problema con el distrito Efernal, no he escuchado rumores de nada ilícito, solo decían que nadie podía salir ni entrar sin el debido permiso del líder... —me mantuve con el mismo puchero, ¡No era justo! Yo quería contarle esa historia para después, y ahora el lo arruinó— ¿Tu restauraste el orden del distrito Efernal y lo mantuviste en secreto para el reino?. —estaba sorprendido, incluso jure ver admiración en sus palabras— Ni siquiera yo pude haber hecho eso.

—¡Shh, que te calles, déjame seguir hablando ya después te contaré eso! ¡Cállate, cállate que me desesperas!. —NamJoon levanto las manos en signo de rendición, por mi parte seguí narrando.

—¡Aj! Como decía, me enteré que estaban ya en Efernal, así que tuve que ir y hablar con los soldados, o ese era el plan. Pero, preferí mantenerme de incógnito entre todos los habitantes, solo observaba que le pedían a cada persona que mostrará sus elementos, no le vi nada malo a los procedimientos, ellos hicieron su trabajo sin ningún problema y nadie puso resistencia. Por dos o tres días ellos hicieron lo suyo hasta que no quedo ningún habitante sin registrar, excepto yo, porque a mí me buscaban. —reí divertido— Nadie me delató, ya que todos sabían que era yo, me relaje hasta el punto que el día que pensé que ya se habían ido, decidí regresar a mi trabajo, y ahí iba yo todo contento a punto de entrar a mi oficina cuando escuché, “¡Hey tu, el chico del traje negro!”, me quedé por un momento parado, volteé hacia atrás y vi ahí a diez guardias de la corte real, no sentí miedo pero si intriga. Me preguntaron si yo era quien controlaba el distrito, solo asentí, me pidieron mi nombre, estuve a nada de decirle uno falso, cuando sacó un informe detallado. —me acomode bien, ya que estaba a punto de llegar a la mejor parte— No les respondí a sus preguntas, ninguna de echo, fue en un corto instante cuando mucha gente se junto a ver el alboroto. Guardias me rodeaban porque yo no respondía ni hacia nada. El guardia que era el líder de escuadrón intento atacarme y no me quedó de otra que defenderme, pero fui inteligente y no use el fuego, use mis otros tres elementos para defenderme. Creo que unos treinta guardias me atacaron al mismo tiempo y a todos los venci, pero entre más me resistía más guardias aparecían para enfrentarme, mis elementos secundarios no eran mi fuerte. Recuerdo que tenia las de ganar, pero ellos habían tomado rehenes para que me rindiera, y lo tuve que hacer, era mi gente y no dejaría que los lastimaran. Escuché el grito de líder del ejército decir, “¡¿Cual es tu nombre maldito Efernal?!”, me habían puesto de rodillas frente a la plaza todos los soldados me rodeaban, yo solo dije SeokJin, me grito, “¡¿Cuales son tus elementos?!”, les mostre mis elementos rayo y sonido. El guardia me golpeó en el rostro ordenándome que mostrara mis otros dos elementos o sino empezaría a matar a los rehenes. Y no me quedo otra opción, lo hice, incinere mi cuerpo entero dejando que vieran mi elemento fuego, el aire se formó de sobremanera a mi alrededor, estaba furioso tanto que estuve tentado en asesinar a cada uno de esos guardias, vi la expresión de sus rostros, era de sorpresa absoluta, uno de ellos empezó a buscar algo de entre sus cosas, sus manos le temblaban tanto que dejó caer un pergamino que empezó a leer entre tartamudeos. Cuando quise levantarme me fue imposible porque me habían puesto unas cadenas que no me permitían usar mis elementos. Les grite toda clase de groserías, pero calle cuando el guardia dijo, “¡Por órdenes de nuestro Rey Kim SeHun, se ha dictado que sea quien sea el que porte el elemento fuego y viento como su habilidad sea llevado inmediatamente al castillo de Belion!” —me detuve un instante solo para darle un beso en los labios a NamJoon, mi rubio estaba callado tenía un semblante triste, casi apenado— Yo les pregunte, ¿Por qué querían a un Efernal en el palacio real?, El mismo guardia que me había esposado y golpeado respondió, “Por que fue la última voluntad de la reina fallecida, que el prometido del primogénito fuera alguien que controlará el elemento fuego al igual que viento, y tú, eres el único que lo controla en todo el planeta” dijo el guardia imponente, estaba tan sorprendido que la verdad no supe que decirle a lo último que ese guardia dijo,“Han escogido al prometido del heredero al trono, te han escogido a ti SeokJin” y luego, me subieron a un carruaje con las manos y pies esposados, mi ropa toda quemada, un golpe en la mejilla, vi por la ventana a mi pequeño pueblo, a aquellos por los cuales luche día y noche, lloraban y suplicaban que no me llevarán. —comente nostálgico— Dos días después —levante mi mano, dejando ver mi anillo de bodas que tenía el nombre de mi chico—, termine siendo tu esposo por todas las de la ley, y por la noche, hicimos a nuestro bebé. —le tome de las manos, NamJoon sonrió un poco y no entendí porque se veían algo triste.— ¿No te gustó lo que dije?.

—Tecnicamente fuiste obligado a contraer matrimonio conmigo. Tuviste que dejar toda tu vida atrás para solo ser mi esposo. Siento que soy el culpable de eso, debí negarme desde un principio, así estarías tu siendo libre y no casado a la fuerza. —lo detuve, detuve cada una de sus palabras al solo llevar sus manos a mi vientre. Comprendía esa manera de pensar, porque yo pensé igual por los primeros dos meses de nuestro matrimonio, pero ya no.

—No digas eso, no lo digas ni lo vuelvas a pensar. —le rete— Porque si el destino nos queria juntos de alguno y otra manera terminaríamos juntos. El pasado ya fue, es cierto fui obligado a ir al castillo, pero yo SeokJin, el chico que está frente a ti ahora, fue quien dijo sí acepto en el altar. —me abrazo con tanta fuerza, con tanta franqueza y amor que le devolví el gesto con las mismas energías.— Somos una familia ahora, y así será.

—Eres demasiodo bueno para mi cariño.

—Sí, lo sé, así que valorame. —rió por mi comentario, mientras tanto yo estaba satisfecho de al fin contarle algo sobre mi.

/

/

/

/

/

/

/

/

/

/

/

/

/

/

/

/

/

/

/

/

/

/

/
................................(1)....

Los capítulos se están haciendo más y más largos con el pasar del tiempo. A este paso tenemos aún mucho que contar. Vamos por el capítulo dieciocho, de treinta capitulos.

One.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro