|Capitulum XlX|
YoonGi.
—Ya vas a empezar con tus travesuras. —murmure de mala gana mientras caminaba por los pasillos del castillo, buscando a mi compañero de guardia y vida. Era casi imposible que lo encontrará porque sabía bien como esconderse de mí— JiMin, estamos de turno, deja esto para después. —no obtuve un respuesta al instante, eso solo me hizo chasquear la boca con molestia, siempre hacia lo mismo.— De acuerdo, sigue actuando como un niño, me voy a casa. —me di la vuelta, al instante escuché un quejido, y unos torpes pasitos hacia mi, mi cuerpo se detuvo cuando algo o mejor dicho alguien se puso frente a mi, el cuerpo de JiMin dejo de ser invisible, solo lo pude ver abrazándome muy fuerte mientras tenía un mohín en los labios.
—No seas así, juguemos un rato. —por más que me guste, hoy estaba cansado.
—No, vamos a casa nuestro turno ya termino.
—YoonGi, juega conmigo, estoy aburrido. —ignore sus quejas y lo jale conmigo a la salida, me empezó a dar leves golpecitos en el brazo en capricho— Eres tan mal compañero.
—¿Qué edad tienes? —le respondí, sus mejillas tomaron color, desde que lo conozco actúa así, y sé que lo amo, pero a veces me hace dudar sobre su madurez mental.
—Veinticuatro, y eso que, a caso no puedo pasar tiempo con mi esposo. —reclamo de nuevo.
—JiMin, mi cielo, podemos pasar ese tiempo de otra manera. No jugando a las escondidas. —el exclamó una grosería— ¿O no quieres?.
—Quiero estar contigo, pero no solo para tener sexo. Tonto.
—Me ofendes. —rió, al menos ya no estaba tan molestó— Anda vamos a casa y haremos lo que tú quieras ahí. —eso fue suficiente para convencerlo.
Su mano se entrelazó con la mía, ambos caminamos a la salida, hacia el distrito Grenix. Mientras JiMin iba sonríendole a todo lo que miraba yo solo me sumergí en mis recuerdos de infancia, aquella que me fue robada de una manera algo injusta. Aún puedo recordar con claridad como conocí a JiMin, en como ambos fuimos obligados a estar juntos.
Quince años atrás.
—¡TaeHyung, controla tu poder tonto! —NamJoon me jaló a su lado para no recibir el ataque de TaeHyung.
—¿Estás bien Min?. —solo pude asentir, la cabeza me daba vueltas de un lado a otro. Mire al frente, mis compañeros de clases peleaban entre ellos, me tocó hacer equipo con NamJoon, algunos no les gustaba hacer equipo con el.— ¡TaeHyung, ten cuidado a donde apuntas!. —reclamo el rubio príncipe.
—¡Lo siento, lo siento aún no pudo controlarlo! —TaeHyung tenía los ojos llorosos y yo solo reí con gracia al ver como perdía el control sobre su elemento, al final, él y HoSeok terminaron enredados entre flores de colores.— ¡Lo siento! —volvio a decir cuando el profesor se acercó a nuestro grupo. Me encogi de hombros, al igual que mis amigos.
—Kim TaeHyung, Kim NamJoon. —muy pocos sabían que TaeHyung y NamJoon eran primos, yo solo observé cómo el profesor le jalo de las orejas a TaeHyung quien inmediatamente se puso a llorar, NamJoon gruño cuando hizo lo mismo con el— Ustedes dos, deben cuidar de su compañero, no usarlo como escudo.
—Lo lamento, tendré más cuidado a la próxima. —murmuro el príncipe de mala gana. Preferí seguir en silencio cuando la vista del maestro cayó sobre mi y HoSeok.
—Jung HoSeok, sigue así, vas bien solo mantén el equilibrio sobre tus ojos, no te esfuerces demasíado, estás aprendiendo. —mi amigo asintió, el era igual de callado que yo, aunque se volvía todo un parlanchín cuando se juntaba con TaeHyung.— YoonGi. —me estremecí tanto cuando puso su mano en mi hombro, ni siquiera tuve el valor de verle a la cara— Ten más cuidado, tus habilidades son peculiares, necesitan de mucha fuerza mental para que funcionen bien. ¿Estas haciendo los ejercicios que te dejé?. —solo negué, la verdad no me había tomado el tiempo de prácticar mis poderes. Me dolía mucho la cabeza cuando lo hacía, incluso sangraba por la nariz o me desmayaba al intentar dominarlas.— Lo que pensé.
—Lo siento señor. —dije desganado.
—Esta bien es comprensible. Vayan y descansen, las clases terminaron.
—¡Si señor!. —me di la vuelta para ir con mis compañeros, pero de nuevo la voz del maestro me detuvo.
—YoonGi, sé que es difícil todo esto. Pero por favor, solo te pido pongas un poco más de tu parte, ¿Si hijo?. —baje la mirada.
—Sí papá. —el me revolvió los cabellos con cariño, cosa que me hizo sonreír un poco.
—Ve y diviértete un rato, llegaré tarde a casa, el rey ha pedido hablar conmigo.
—Esta bien. —mi padre era el comandante principal del reino, pero en su tiempo libre nos enseñaba a los hijos de la familia real a controlar sus poderes. Aunque era muy estricto.
—¡YoonGi apúrate, iremos con la reina, hizo galletitas!. —corri emocionado al solo escuchar que iríamos con la mamá de NamJoon, ella preparaba los mejores postres del reino. Los cuatro caminamos hacia la entrada principal, HoSeok y NamJoon iban golpeándose el uno con el otro, TaeHyung intentaba quitarse una flor que le creció en el dedo anular, yo solo bostezaba.— Vaya, que carruaje tan elegante. —dijo HoSeok.
Nos detuvimos cuando dos carruajes se detuvieron frente a la entrada principal, HoSeok por tener la habilidad de visión telescópica. Nos dijo de donde venían— El logo de ese carruaje es de Afindenlian. Creo, creo que es el rey de Afindenlian el que acaba de llegar.
—¿El rey de Afindenlian?. —preguntamos curiosos, un hombre alto y de porte elegante salió del carruaje, una dama igual de atractiva salió del mismo, y de último un niño de unos seis años salió, aunque parecía curioso porque— ¿Qué acaso el rey de Afindenlian no tiene dos hijos?.
Eso me llamó la atención, era cierto, ese rey tenía un hijo de nuestra edad, por lo que sabíamos era el heredero al trono— Sí, creo que es de la edad de TaeHyung. Qué raro. —aunque tampoco era de mi incumbencia la vida de otros. Solo seguimos nuestro camino, ignorando la precencia de ese rey, su mujer y su hijo. Aunque, fue algo que me hizo voltear y mirar al segundo carruaje, la cortina del mismo se movió, y... mire a un niño, un niño muy bonito con mirada triste, sus ojos eran algo grises, me detuve abrupto para ver mejor a aquel chico, pero solo fue cuestión de segundos, parpadee y cuando quice verlo de nuevo, ya no estaba, no había nadie en ese carruaje, eso fue lo que pensé.
—¡Andando YoonGi, no te quedes atrás!. —eso había sido demasiado raro, mi cuerpo se había paralizado al ver a aquel extraño.
[•••]
—Ya estoy en casa. —dije al pasar la puerta de la mansión de mi familia. Mi nana camino a mi, ella me había criado desde bebé, así que no era extraño para mí cuando me recibía con un beso en la mejilla y comida ya preparada.
—¿Como le fue hoy, mi lord?. —rode los ojos.
—No soy un lord, el lord es mi papá.
—Como usted diga Lord YoonGi. —era inútil discutir con ella.
—¿Y mi papá?. —pregunte cansado, aunque la comida me animo un poco. Vivía en una mansión antigua pero grande, solo era habitada por menos de diez personas, mi padre, los siete empleados y yo. Nueve personas viviendo en una gran mansión.
—El Lord Min aún no ha venido a casa mi niño, aviso que tardaría un poco más, ya que surgió un imprevisto en el reino que debía ser atendido de inmediato. —no pregunté más, de seguro tenía que ver con que el rey de Afindenlian estuviera aquí.— Min YoonGi, usa una cuchara para tomar el caldo, niño.
—Estoy en mi casa Noona. —reclame, pero ella me jaló de la oreja.
—Nada de que estoy en mi casa, los modales jovencito. ¿A caso así te comportas en precencia del rey y la reina cuando comen en la misma mesa?.
—Emg, si. —respondi con obviedad— A ellos no les molesta y todos lo saben.
—No me lleves la contraria jovencito. —me reto, solo frunci el ceño, es cierto que ella me había criado desde bebé pero a veces se tomaba muy en serio mi crianza.— En unos días cumplirás quince años, ya no puedes actuar como un niño.
—Soy un niño. —respondi.
—Olvidalo, estás en esa edad en la que crees que puedes contestarle a tus mayores. —de nuevo rode los ojos, mi nana era demasiado dramática.— Ve a cambiarte esa ropa toda sucia mejor, de seguro te quedaste con HoSeok a jugar en el centro. —no respondí nada, pero tenía razón, era una costumbre ir al centro del distrito y hacer de las nuestras.
Mejor le hice caso, o si no escucharía sus quejas todo el resto de la noche.— Muchas gracias por la comida. —me levante de mi asiento. Me dolía todo el cuerpo por el entrenamiento.— Hay mi cadera. —me queje, estaba exagerando pero que más da. Pase de largo por el pasillo hacia las escaleras, solo hice una expresión de fastidio al ver la pintura de mi madre en la subida de las gradas, no entendía por qué seguía ahi, ya lo hubieran quemado junto a todas sus cosas.— Ugh, desagradable.
—¡YoonGi, cuando termines a asearte bajas, te prepare tu merienda.
—Bueno. —que fastidio. Con pasos lentos entre a mi habitación, lo único que quería era tirarme a la cama y dormir plácido, pero como siempre tenía que haber algo que me interrumpiera.
Me metí a bañar, con la misma pereza de siempre, me puse la ropa de dormir igual de perezoso. Ya hasta me estaba quedando dormido.— Ya Noona, y mi merienda. —pregunte mientras bajaba las escaleras, al mismo tiempo, la puerta principal se abrió— Buenas noches papá. —el hizo un ademán con la mano, no le pase importancia y seguí mi camino a la cocina.
—Toma mi niño, come tranquilo. —el ruido de la puerta cerrarse fue lo que escuche— Muy buenas noches lord Min, ¿Quiere que le sirva ya la com...? —mi nana no termino a decir la pregunta, fue muy raro, ella nunca se quedaba callada— ¡¿Santo cielo y esta criatura?! —ella grito mientras corría hacia donde estaba mi papá. Por instinto volteé a verlos— ¡¿Por qué tiene estas cadenas que drenan sus poderes?!
—Basta Suran, no hagas un escándalo. —advirtio mi padre, pero yo solo podía ver a ese niño, el mismo niño de los ojos grises que vi en la mañana, tenía la mirada al suelo, mientras unas gruesas lágrimas resbalaban por su rostro, sus manos y tobillos de los pies estaban aprisionados por cadenas que evitaban que usará sus poderes. Usaba una capa negra que cubría su traje de la familia real a la que pertenecía.— Busca unas llaves para quitarle esto, ahora.
—¡Enseguida! —mi nana corrió a alguna parte de la casa, yo ni siquiera sabía qué hacer, estaba sentado en la mesa mirando la cara de molestia que tenía mi papá, apretaba sus manos evitando usar sus poderes, mientras el niño se hacía más pequeño en su sitio.— ¡Acá están las llaves!. —mi padre se apresuró a quitárselas, y cuando lo hizo un hilo de sangre resbaló por las manos del menor, ¿Cuánto tiempo estuvo encadenado para que su piel sangrara?. — Suran, cura sus heridas, y después preparale algo de comer y pídele a un sirviente que aliste una habitación.
—Como usted ordené Lord Min. —ella enseguida uso su habilidad de sanación, en las manos del niño, quien sólo hizo un diminuto puchero, mi papá desapareció por unos momentos, solo lo vi subir una cuantas maletas a alguna parte— ¿Te sientes mejor? —pregunto dulcemente mi nana al niño, quien solo asintió tímidamente— Ven, te daré algo de comer, debes tener hambre. —yo solo era un espectador de todo lo que sucedía, mi nana Suran me miro por unos momentos para después mirar al menor, y era que, yo no podía apartar mi vista de la del menor.— YoonGi, sigue comiendo y después te lavas los dientes y a la cama. —no le respondí— Enseguida vuelvo, te traeré algo de comer ¿Sí?. —el niño asintió, se limpiaba las lágrimas con la mirada al suelo. Sorbió de su nariz de una manera que se me hizo tierna.
—Veo que ya conociste a nuestro nuevo miembro de la familia. —la voz de papá sono alta, lo miré extrañado, ¿Nuevo miembro de la familia?.— Debes conocer a tu nuevo compañero de estudios.
—No, no lo conozco. —comente, mi padre se mordió los labios evitando verse más nervioso.
—YoonGi, el es JiMin, príncipe de Afindenlian. Vivirá con nosotros de ahora en adelante. —nos presentó, no sabía que decirle al niño, yo solo estaba aturdido sin comprender nada.
—Pero, ¿Si es el príncipe heredero de Afindenlian no se debería quedar en el castillo?. —mi papá trago saliva esquivando mi mirada.
—Su padre me ha encargado que cuide de él joven príncipe, así que vivirá con nosotros de ahora en adelante.
—¿Por cuánto tiempo?.
—¿A caso te molesta la precencia del príncipe JiMin?. —negue, no era mi intención sonar grosero.
—No papá, solo era curiosidad. —el suspiro a la vez que se peino los cabellos.
—Se quedará todo el tiempo que sea necesario... —lo dijo, el lo había dicho de una manera extraña que me dio mala espina. Mire por sobre mi hombro como JiMin, bueno así se llamaba, levanto la mirada hacia mi padre, por como lo vio y por como mi padre se tenzo, por como JiMin empezó a llorar sin alguna razón, me hizo sospechar que algo estaba ocurriendo.
—Ten mi niño, espero sea de tu gusto. —Suran le sonrió un poco.— Te prepararé la tina para que te bañes.
—Gr-Gracias Noona. —respondio, sus mejillas se tiñeron de rojo. Su voz era tan dulce.
—No hay de que mi pequeño. —respondio ella amablemente— Por favor, come tranquilo en lo que yo voy y preparo todo. —Ella me miro y me sonrió un poco, solo observé en silencio como mi nana y mi padre empezaron a alejarse, visualice como mi papá le decía algo a ella, la expresión de sorpresa y molestia que mostró mi nana fue lo último que vi antes de que desaparecieran ambos de mi campo de vista.
Me quedé callado, tomado mi leche y comiendo mis galletas en silencio, miraba de vez en cuando como el niño de nombre JiMin comía, con ferocidad los alimentos que tenia frente a él, era como si no hubiese probado bocado en días, me permiti analizarlo lo mejor posible. Era más bajito que yo, por lo que sabía tenía trece años, o algo así, sus ojos eran grises dando un tono azulado, sus cabellos eran algo rizados de color rubio grisáceo, tenía el aspecto de un niño, porque era un niño. El levanto la mirada cuando terminó de comer, tenía una que otra mancha de comida en sus mejillas y labios, y no pude evitar pensar que se miraba tierno y bonito.
—¿Te parezco bonito?. —¿Qué? Pensé, cuando el me preguntó eso, ¿Cómo era posible qué supiera que yo pensé eso?. No le respondí, JiMin tenía las mejillas sonrojadas esperando a que dijera algo.
—Eres un príncipe, es obvio que seas bonito. —respondi cortante, JiMin sonrió un poco, solo un poco mientras negaba.
—Ya no soy un príncipe, así que ya no soy bonito. —comento entristecido.
—Sigues siendo bonito si eres o no eres un príncipe. —esa conversación era muy extraña, pero por alguna razón me sentía cómodo en ella.— ¿Entonces ya no eres un príncipe?. —JiMin negó, un poco más animado, parecía haber olvidado lo que lo tenía triste, porque de la nada me sonrió con tanta dulzura y ternura que me vi a mi mismo sonriendo en cuestión de segundos.
—Papá ya no quería que fuera príncipe, por eso me envió aquí, dice que no soy apto para serlo. Qué le avergüenza tener un hijo como yo. —respondio, sus palabras salieron rasposas, con ese tono de resentimiento en ellas.
—¿Y por eso te mando aquí, para ya no ser príncipe?. —volvio a asentir, uno de sus mechones cayó sobre su ojo izquierdo, instintivamente me levante brusco, puse mis manos sobre la mesa, su rostro quedó a centímetros del mío, él solo me miro, esperando paciente mi movimiento, yo solo le sople por sobre su ojo para que el mechón se alejara.— Tus ojos son bonitos, no los escondas detrás de tu cabellos. —JiMin abrió un poco su boca, dispuesta a dicirme algo, pero una tercera voz nos interrumpió.
—¡¿Qué creen que hacen?! —grito mi nana toda colérica, yo no me aparte de JiMin, solo moví mis ojos hacia donde estaba ella, mi papá solo miraba todo en silencio, mientras Suran entraba en un estado de enojó— ¡Min YoonGi, niño travieso, ¿Qué ibas a hacerle al príncipe?! —solo frunci el ceño.
—Ya no es un príncipe, no le digas así. —conteste serio, JiMin asintió dándome la razón, mi papá solo suspiro y se fue de ahí.— No hagas una escena por favor Noona, solo platicábamos.
—Pero, pero, YoonGi, ¿A dónde vas?.
—A dormir, descansen todos. —me aleje del niño, quien hizo de nuevo un puchero al verme ir, me despedí de él con un movimiento de manos.
—Tu papá quiere hablar contigo mañana a primera hora. —dijo mi nana, y ya no supe que sucedió después. Porque el sueño me ganaba y era más importante dormir.
[•••]
A la mañana siguiente, tal y como me había hecho saber mi Noona, estaba parado esperando fuera del estudio de mi padre, bosteze un poco mirando por la ventana, apenas y el sol estaba saliendo, escuché pasos acercarse, pensé que era algún sirviente, pero no fue así, la vocesita risueña de JiMin me llamo— Buenos días YoonGi. —dijo con educación, vestía con ropas normales, como las que usaba yo todos los días para ir a clases al castillo, de seguro iría también, era normal.
—Buenos días JiMin. —respondi aún somnoliento, mire cómo se me acercó más hasta quedar pegadito cerca de mi hombro, me miraba de vez en cuando, con sus mejillas rojas como siempre.
La puerta de la oficina se abrió, mi papá apareció detrás de ella y al vernos sólo sonrió un poco— Veo que están aquí tan puntuales, andén pasen. —lo hicimos, pero por raro que suene, JiMin y yo llevábamos el mismo paso al andar, incluso nos detuvimos al mismo tiempo, provocando que mi papá nos mirara algo sorprendido pero a la vez atemorizado, supongo que fue porque JiMin y yo no demostrabamos nada a través de nuestra mirada.— Sientense chicos. —y volvimos a actuar como si fuésemos una sola persona. JiMin rió bajito al darse cuenta, yo también lo hice.
—¿Para que querías verme padre, o mejor dicho, para que querías vernos? —pregunte cuando estuvo el sentado en su silla. Papá miro a JiMin, y JiMin me miro a mi, casi apenado.
—YoonGi, hijo mío hay algo muy importante de lo que tenemos que hablar. —empezo diciendo con cierta pena— Como sabes, o mejor dicho como ya te han dicho, JiMin se quedará a vivir aquí con nosotros.
—Ajá. —fue lo único que dije.
—Dejáme decirte el por qué. —asenti, solo esperaba no se tardará tanto, las clases estaban por empezar.— El padre de JiMin, el rey Park nos dejó a JiMin a nuestro cuidado por una simple razón. El rey no quiere que el siguiente rey de Afindenlian sea JiMin. —eso me causo curiosidad. ¿Qué padre no quiere que su hijo sea el rey de su reino?. Pensé molesto.
—El mío. —respondio, mire a JiMin, el retrocedió cuando mi habilidad de posesión, empezó a hacer efecto en su cuerpo.
—¿Cómo es que respondes a lo que pienso?. —gruñi, aunque él no se quedó atrás, me miro mordaz a la vez que su cuerpo de volvió una bruma negra y mi habilidad perdió efecto en su cuerpo. Esa era un habilidad peculiar como las mías, eso era sublimación, hacer que tu cuerpo se vuelva en gas o nieblas negras.
—Tengo el poder de la telepatía. —me contesto serio— Puedo leer tu mente. —y todo cobro sentido. Ya no le pregunte nada, mientas que mi padre solo nos observaba en silenció— Puede continuar Lord Min.
—Como decía... la razón por la que el rey Park no quiere que JiMin sea el rey, es porque, JiMin nació con la marca lobuna en el vientre, eso quiere decir que es un doncel. —no fue necesario que siguiera explicándome, todo cobro sentido para mí, el rey Park no quería que su hijo, el mismo que estaba bendecido por el Dios demonio con la habilidad de quedar en cinta fuera el rey, porque tendría que casarse con alguien que no fuera de su propia familia, y el poder terminaria en alguien que ni siquiera llevaba el apellido Park. Qué estupidez, creí que eso de las ramas sociales habían quedado en el pasado, pero veo que no.— JiMin será tu nuevo compañero de estudios y de entrenamiento, ya te diste cuenta que poseen habilidades no comunes y por como se ve, pueden ayudarse entre sí para controlarlos. —mi respuesta tardó un poco, aún procesaba el echo de que JiMin me leyera la mente.
—Como tú digas, supongo que NamJoon tendrá que aceptar que no seré más su compañero. —Yo inocentemente pensé que solo era eso, así que me levante de mi asiento dispuesto a ir a clases— YoonGi, aún no he terminado de hablar —dijo mi padre.
—Lo lamento, pensé que ya lo habías hecho, discúlpame. —nego, al mismo tiempo que sacó un pergamino.
—Se que esto te tomara por sorpresa, pero créeme hijo que apele por qué no lo hicieran, pero era eso o tener que declararle la guerra a Afindenlian.
—No estoy entendiendo. —JiMin cerro sus ojos cuando mi papá empezó a leernos lo que decía aquel pergamino, mire una que otra lágrima resbalar por el rostro de aquel niño y en lo único que pensaba era en abrazarlo y protegerlo de todo el mundo.
—El rey Park quería deshacerse de JiMin, pero por ser su padre y rey no estaba en sus manos hacer eso. Por eso mismo, en vez de ensuciarse el mismo las manos, acudió al rey SeHun con la idea de juntar los reinos mediante un casamiento.
—¿Estas intentando decirme que...?.
—El rey Park pidió que el príncipe heredero de Belion desposara a su hijo mayor, así podía quitarle el título de sucesión. —mire a JiMin, el lloraba en silencio sin decir nada, volví a ver a mi padre, esperando a que terminará a contarme— Pero el rey SeHun se negó, porque como sabes, el príncipe NamJoon ya tiene prometido, aunque aún no sabemos quién es, no se pueden romper las reglas y menos si es una regla puesta por la mismísima reina. Por eso mismo, el rey Park no insistió.
—¿Entiendo?. —respondi confundido.
Mi padre solo bajo un poco la vista, respiro pesado a la espera que dijo:— El rey SeHun se apiadó de JiMin, porque sabía que su padre iría a todos los reinos en busca de uno que aceptara tener a JiMin consigo, a base de un matrimonio arreglado donde lo único que importaba era el nivel social. Por eso mismo, antes de que el rey Park se fuera, nuestro rey le hizo una propuesta.
—¿Y cuál fue esa propuesta?.
—Que dejara que JiMin se quedará en el castillo, con ellos y que el mismo se encargaría de cuidarlo como uno de sus propios hijos, pero... El rey Park se negó, diciendo que posiblemente lo hacía porque quería subir de poder a Belion haciendo eso, aunque ya conoces al rey SeHun y no acepta un no por respuesta. Por eso mismo le hizo la última propuesta al rey de Afindenlian, que el hijo de su comandante desposaria al príncipe y así, ya no tendría que seguir viajando en busca de un esposo para el hijo. —mi cuerpo se heló, ahora entendía todo— Yo soy el comandante regente de Belion, y tú eres mi hijo y por eso mismo...
—Yo desposare al príncipe. —para salvarlo de una vida denigrante que el padre había decidido darle.— Yo, necesito salir un momento. —no hice caso a lo que dijo después mi papá, lo único que quería era estar solo y entender bien todo lo que pasó. Y aunque quice evitarlo no pude, porque mire como JiMin lloraba, sintiéndose rechazado de cada lugar al que iba.
[•••]
Cuando regrese a casa, ya era de noche, tal vez me tomé muy mal la noticia, pero no pude evitar huir. Suran Noona decía que yo era un niño, y ahora, realmente creo que tenía razón, en unos días cumpliré los quince. Suspire pesado mientras moví la manija de la puerta, la casa estaba en silencio, de seguro ya todos estaban durmiendo, casi era de madrugada cuando regrese a casa. Hice el menor ruido posible cuando me escabulli a mi recámara, miraba a todos lados intentando pasar desapercibido, y por estar viendo a los lados y no al frente me topé con algo que me hizo caer y jalarme conmigo un jarrón. El ruido se escucho por toda la casa, escuché la voz de mi nana cerca, entre en pánico y más cuando mire que JiMin aparecio de la nada frente a mi.— ¿Qué mierda?. —el me tapo la boca con su pequeña mano, me jaló hacia el, no entendí que quería, pero intenté alejarme cuando la nana apareció en el pasillo, me petrifique porque de seguro recibiría un castigo. Aunque, ella paso de largo sin notar nuestra precencia, ni siquiera vio el jarrón roto, la ví perderse en el pasillo, parpadee sin entender nada.
—Invisibilidad. —susurro JiMin cerca de mi oído, por la poca luz que había podía saber que estaba pegado a mi— No nos miró por eso.
—¿Puedes hacerte invisible?.
—Sí. —respondio con timidez.— Lamento haberte hecho caer. —así que fue con el con quién me topé— Iba a la cocina por un vaso de agua, pero no quería que me vieran y yo, accidentalmente hice que nos tropesaramos. —explico.
—No, descuida, gracias por ayudarme. Noona se hubiese enojado mucho.
—Ella estaba preocupada, tu papá también. No aparecías y bueno.
—Queria mi espacio, la noticia de la mañana fue mucho para mí. —comente.
—Lo siento, lamento haberte arrastrado conmigo a esto. —su voz salio dolida, yo solo negué.
—No te disculpes, no fue tu culpa, es culpa de los adultos.
—Aún así, yo lo sabía pero no te lo dije, tenía miedo de tu reacción.
—¿Me tenías miedo?. —le pregunté, ignorando que estábamos sentados en medio del pasillo a altas horas de la noche.
—Un poquito, pero ya no lo tengo, me siento cómodo contigo. —dijo jugando con sus manos.
—Yo también me siento cómodo contigo. —confese, escuche una suave risa departe de él, eso me hizo suspirar, me sentía demasiado cómodo y tranquilo estando con el, incluso podía controlar mejor mis poderes estando cerca de él.— ¿Y ahora que vamos a hacer?. —pregunte después de un largo silencio.
—No lo sé. —me contesto— Pero si quieres, puedo decirle a tu papá que no es necesario que tú y yo... ya sabes —bajo la mirada— no quiero que sufras por mi culpa.
—Pero si mi padre acepta lo que tú le pides, entonces te casarás con otra persona.
—Yo, podré soportarlo. —yo solo reí, de alguna manera sabía que mentía y la sola idea de que estuviera con otra persona me molestaba.
—¿Y si te obligan a casarte con un viejo gordo y todo grasoso que tiene los dientes podridos, podrías soportarlo?. —JiMin chillo horrorizado cuando use mi habilidad Positrónica, creando en su mente la imagen de un tipo horrendo. JiMin se puso a llorar en bajito negando asustado— Verdad que no se ve bonito, pero eso quieres tú. —sollozo cuando volví a mostrarle la imagen en su mente.
—Ya no me tortures. —suplico.
—Entonces no vuelvas a decir una tontería como esa, eres un niño, no puedes cargar con tanta responsabilidad a tan corta edad. —reclame— Aunque ahora que lo pienso, nos vamos a casar siendo casi niños. —pose una mano en mi quijada, analizando la situación, JiMin se quedó quietecito mientras se acostado en mi hombro, ambos suspiramos al mismo tiempo.— Estamos jodidos.
—Lo se. —me respondió en un bostezo.— Escuché que dijeron que la boda será el día de mi cumpleaños. —comento, a la vez que enrolló sus brazos a mi hombro.
—¿Cuando es tu cumpleaños?. —JiMin bostezo de nuevo cuando dijo:
—Octubre trece.
—Mgh, el mío también es ese día. —asi que éramos compatibles, por eso su cercanía no me molestaba.— Nos casaremos el día que cumplamos años. Super.
—No le veo lo super. —se quejo, ahora una de sus piernas estaba entrelazada con las mías— Tengo frío. —murmuro, pase mi brazo por sobre su cuello atrayéndolo completamente a mi.
—Supongo que, nos vamos a casar.
—Solo si tú estás de acuerdo.
—Tengo que, no quiero que te cases con un viejo gordo, todo grasoso que tenga los dientes podridos.
—¡No me lo recuerdes!. —solo reí, la verdad, la idea de casarme no sonaba para nada mal. Me acurruque al cuerpo de JiMin, dándole calor, escuché su respiración calmada.— ¿Tu crees que...
—Sabremos cómo llevar esto? —termine a decir, JiMin asintió— El tiempo lo dirá, por ahora, somos compañeros, muy buenos compañeros que estarán unidos eternamente.
—¿El tiempo dirá si hay algo más que amistad?. —su pregunta tímida me hizo reír de nuevo, ahora un poco nervioso.
—JiMin, tú sabes bien, que cuando estemos unidos habrá más que amistad en nuestra relación.
—¿Habrá amor? ¿Tu, tú me amarás?. —pregunto, entendí su pregunta, el necesitaba amor, necesitaba ser amado.
—¿Tú me amarás a mi JiMin, aprenderás a hacerlo?.
—¡Ug, sí!. —respondio rápidamente. De seguro sus mejillas estaban rojas.
—Pues entonces yo también, yo te amaré JiMin. Serás mi todo, así como yo seré tu todo. —porque ambos lo sabíamos, que nuestras almas estaban unidas como una sola.
Presente.
—N-No... YoonGi, van a escucharnos.
—No me interesa. —respondi, mi voz salio ronca, me gustaba escucharlo gemir bajo mis caricias. JiMin arqueo la espalda cuando toque su punto sensible, ese mismo que lo hacía ver estrellas.
—¡Ah! Más, más rápido mi amor. —pidio, y lo hice, me moví lo más rápido que pude, la cama se movía a nuestro ritmo, pero me importaba poco despertar a todos en la casa, yo le estaba haciendo el amor a mi esposo y eso era lo único que me importaba.— ¡Cielo, más!. —aprete sus caderas, admirando como su piel nívea brillaba por el sudor de nuestros cuerpos, sus hermosos ojos, esos que tanto amaba, me miraban solo a mi, mientras una dulce sonrisa se apoderaba de sus labios.— T-Te amo. —sus uñas arañaron mi espalda y brazos, cuando llego a su clímax. Estuve a punto de salir de el, al sentir que pronto llegaría, pero JiMin me detuvo.
—¿Qué sucede?. —mi respiración era agitada, bese sus labios cuando formaron un puchero, cuanto amaba a mi chico.— JiMinie, bebé déjame salir o terminare dentro y...
—Hazlo. —susurro, mi corazón se detuvo— Quiero, yo quiero que me des...
—Un bebé. —JiMin volvió a gemir, esta vez tan alto y agudo, cerré mis ojos disfrutando como su entrada me apretaba, impidiendo que saliera alguna gota de mi semilla.— Mi amor. —lo abrace con todo el amor que tenía hacia el— No llores mi amor, seguiremos intentando hasta tener un bebé, lo prometo.
.—YoonGi. —su mirada afligida me dolió, llevábamos más de un año intentándolo, pero simplemente no podíamos.— ¿Y si hay algo mal en mi?. —me destrozó el corazón verlo así de débil, no me gustaba mirarle así, era mi esposo, el amor de mi vida.
—JiMin, Min JiMin, sabes que no es posible que haya algo mal en ti. Es por los entrenamientos regurosos y las horas extensas que pasamos trabajando, por qué nos sobre exigimos cuando tenemos que proteger el reino, el uso excesivo de nuestras habilidades deja sin energía nuestros cuerpos, más el tuyo. Eso hace que tu cuerpo no pueda quedar encinta.
—Pero yo... —de nuevo sus ojos se llenaron de lágrimas.
—Nada de peros, esta vez sí lo lograremos. Cuidarás mejor de ti, yo cuídare mejor de ti. Y cuando menos te des cuenta, habrá un pedacito de ambos corriendo por los pasillos de esta casa. No quiero que te pongas triste mi amor.
—Esta bien. —acaricie sus mejillas con delicadeza— ¿Repetimos?.
—Y tú eras el que decía que no quería tener sexo hoy.
—Callate. —me golpeó el hombro—Haz tu trabajo Lord YoonGi.
—Como usted ordené Lord JiMin. —reimos encantados de tenernos el uno al otro.
—¡Por favor chicos, duermanse ya, van a romper la pared con sus gemidos!.
—¡Suran Noona deja de arruinar el momento!.
/
/
/
/
/
/
/
/
/
/
/
/
/
/
/
/
/
...................(1)....
No sé ustedes pero me encanta escribir esta historia.
En el siguiente capítulo regresaremos a la pareja principal.
En unos capítulos más será el turno de Hobi y TaeTae.
👾¡Voten porfis!.
One fuera.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro