Decir que esto era paz, era poco para expresar lo bien que me sentía en esta acogedora casa, el ruido de niños jugando por la calle, las madres preparando la comida, los animales caminado por ahí, el basto paisaje de hermosos girasoles, ¿Ya les conté que Belion está lleno de esas flores?, Al ser un imperio muy antiguo y sobre todo respetable.— ¿Me cuentas una historia antes de dormir?. —pidio JungKook, el niño había estado algo sentido desde que el hijo de HoSeok no le prestó atención, yo solo pude arrullarlo con cariño.

—Claro mi niño, ¿Algo en especial?. —JungKook asintió, haciendo que sus cabellos castaños calleran un poco sobre sus ojos, inevitablemente los aleje de los mismos, los ojos de JungKook tenían un destello amarillento, algo inusual, sin duda, este pequeño sería alguien muy poderoso y valiente cuando fuece un adulto.

—La historia de la creación. —pidio amable, yo sonreí.— Papá solía contarmela cuando iba a dormir, pero ahora que ha estado un poco enfermo no lo ha hecho. —susurro bajo, ya era de noche, solo una pequeña luz en la esquina de la habitación alumbraba.

—De acuerdo mi bebé, con gusto la contare. —el menor se acomodó mejor, posando uno de sus brazos sobre mi. Reí enternecido y empecé a narrar la forma peculiar sobre nuestro mundo.— “La leyenda cuenta, que hace bastantes años atrás, este mundo era conocido como planeta Tierra, habitada por solo simples humanos, que con el pasar de los años, décadas, siglos y milenios, se apoderaron de la Tierra, la usaron a su gusto, con sus armas, tecnología y explotaban de sobre manera las riquezas que el planeta les daba —me detuve un momento, acariciando la cabecita del menor.—, no está muy claro como sucedió, pero dicen los historiadores que el Dios que les dio la vida a esos seres decidió abandonarlos, los castigo y destruyó todo lo que los humanos habían creado, los pocos que sobrevivieron quedaron abandonados, en un planeta que ya estaba por morir, ese Dios se había ido. Poco tiempo después dice la leyenda que de las profundidades de la Tierra, el rey de los demonios salió, reluciente y bello, fue, el único ser celestial que decidió quedarse y salvar lo poco que quedaba de este mundo, uniendo a demonios y humanos como una sola especie, así, fue como nacieron los elementales, seres que podían controlar elementos y demás. Los siglos volvieron a pasar y la Tierra ya no volvió a ser llamada así, sino Eternal, un lugar que viviría aún cuando el supuesto creador los abandono y un simple demonio salvo de su muerte, por eso, en este mundo existen los girasoles por doquier, representa el espíritu del ángel caído que fue, nuestro salvador. —dije, viendo que JungKook aún seguía despierto, esperando a que siguiera el relato.— Eternal no volvió a ser el mismo, antes existían cinco grandes extensiones de tierra, donde podía habitarse, ahora solo existen dos, ya que el tercio del planeta fue destruido. El planeta ya no es redondo, solo un pedacito de el queda. Fue por eso que se creó un sistema para mantener a flote nuestra existencia, siete reinos se crearon, todos justos, representantes de un pecado, antes los pecados capitales representaban la maldad, aunque la maldad en el mundo aún existe, los antiguos seres decidieron nombrar así a cada pueblo, ahora, son el emblema de cada reino, a Belion le tocó representar la lujuria, y así sucesivamente. Por la misma razón, hombres como mujeres podían concebir y crear vida, eso, para que el planeta volviera a ser poblado más rápido, pero, en caso de los hombres, solo aquellos que nacieran con una marca roja en forma de lobo  en la zona donde está el vientre, serán los que tendrán el honor de llevar una vida dentro de él. También, hay que recordar que antes solo existían cuatro elementos, agua, tierra, aire y fuego, y de esos surgieron los demas, por eso es muy respetable he inusual que nazca alguien con esos elementos. Ya que vienen de la rama principal demoníaca, aunque claro solo es una leyenda.” —Termine a decir, tapando mejor el cuerpecito dormido al lado mío.— Descansa JungKookie. —le susurre, a la vez que acaricie mi vientre— También, descansa mi bebé.

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Desperté por el ruido de niños, de seguro jugaban.— ¿Qué hora es?. —murmure somnoliento, la puerta se abrió y TaeHyung entro con una bandeja de comida.

—Buenos días SeokJin. —eso me agradaba de él, que siempre me trataba como un igual.— Te he traído el desayuno yo, HoSeok sigue durmiendo y me dio cosita despertarlo.

—Esta bien, no te preocupes, es su día libre. —mi boca empezó a babear, de verdad que este chico cocinaba de maravilla.— ¿Y JungKook?. —pense que seguía durmiendo, pero no estaba conmigo.

—El príncipe está jugando en el patio, no te preocupes ya desayuno, ya se baño y está bien vestido con ropas cómodas. —decia en lo que abría la ventana.

—¿Eso es nieve?. —pregunte curioso, viendo como caía nieve. TaeHyung río, viendo hacia el patio.

—Ayer tuve una conversación muy seria con mi pequeño revoltoso, ya le he dicho que no tiene porqué tratar mal a JungKook o hacerlo de menos, así que hoy de castigo le dije que tenía que jugar con JungKook. —no me esperaba eso. TaeHyung parecía tranquilo hablando de eso, por otra parte a HoSeok no le gustaba para nada sacar el tema.— Antes de que la Reina muriera, me dijo que yo tendría un bebé hermoso que en un futuro uniría su vida con el hijo que ella esperaba, así que le creí, porque la reina tenía la habilidad de ver fragmentos del futuro. Solo espero que no sea muy díficil de llevar entre ellos. —me mantuve en silencio, escuchando lo que TaeHyung decía, sin duda alguna la reina era virtuosa.— ¡Oh sí! Y la nieve la trajo JungKook, así que él debe sacarla. —hice un puchero, se me olvidaba en algunas ocasiones que ese niño teletransportaba cualquier cosa.

—No te preocupes, le diré que lo haga. —el castaño asintió, mientras caminaba a la salida.

—Si necesitas algo no dudes en pedírmelo, ¿De acuerdo?.

—De acuerdo. —le dije animado, TaeHyung asintió en lo que yo me quedaba solo a desayunar, viendo por la ventana como JungKook y el pequeño Tae jugaban alegremente entre la nieve que mi revoltoso niño hizo aparecer.— Estos niños. —sonrei con gracia, el desayuno estuvo delicioso, quería seguir durmiendo pero también quería conocer el campo de girasoles, fue por eso que hice un esfuerzo sobre mi cuerpo de levantarme de la cama he ir a ver esas flores tan bonitas.— No es necesario que vengas conmigo HoSeok. —refunfuñe de mala gana.

—Lo siento mi señor, pero no puedo dejarlo ir solo.

—¡Pero está aquí enfrente de tu casa el campo de girasoles! —señale con obviedad.

—Es un rotundo no mi señor.

—HoSeok, con todo respeto, pero quiero estar solo. —el chico sólo bajo la mirada, ¿Ya les dije que HoSeok tiene el cabello de un rojizo intenso?, Bueno, si no les había dicho ya lo saben.— Estaré bien.

—¿Hagamos algo?. —pidio.— Caminaré alejado de usted, lo cuídare de lejos, así tendrá su propio espacio, pero no puedo hacer lo que me pide. Es mi trabajo cuidar de usted.

Iba a reclamar, pero TaeHyung apareció dejando un beso en la mejilla de su esposo.— Escucha lo que está diciendo mi lindo esposo, está entrenado para asesinar a cualquiera que intente tocarle un pelo a alguien de la familia real, ¿Cierto cariño?.

—Sí, es cierto. —respondio serio, me sentí incómodo, esos dos si eran un matrimonio. HoSeok salió esperando a que yo hiciera lo mismo, TaeHyung me tomo de la mano.

—¿Qué sucede?.

—Escucha a HoSeok por favor, no te habíamos querido decir, pero hay rumores de que un grupo de rebeldes quiere hacer un golpe de estado, por eso NamJoon te trajo a ti y a JungKook aquí. —me quedé helado, ¿Por qué yo no sabía eso?.— HoSeok también era uno de los soldados que estaban con NamJoon, pero el rey le pidió que cuidara de ti desde que llegaste al castillo, estás en buenas manos, solo por favor ten cuidado.

—Esta bien. —dije aún atónito, no sabía que HoSeok formaba parte del escuadrón de NamJoon, pero ahora entiendo ese porte de caballero y cara de pocos amigos que tiene, JiMin y YoonGi tiene la misma expresión. Sin duda estaban entrenados para asesinar. Salí de la casa de TaeHyung, dejando a JungKook, para que jugará un rato con su pequeño amigo, HoSeok me esperaba para que la caminata empezara, note que los guardias se quedaron en casa, era suficiente con HoSeok.

—¿Quiere empezar mi señor?. —asenti menos animado que antes, no pensé que el reino estuviera en crisis, o entrando en alguna futura crisis, me preocupe por NamJoon, aún cuando tuviéramos problemas era mi esposo y padre de mi bebé. Camine discreto, tocando levemente los girasoles, sentí agradable el aire en mi rostro, me recordaba a mis tiempos en Efernal, mi pequeño hogar, no lo extrañaba, solo me causaba nostalgia, en ese distrito abundaba a montones los girasoles, donde quiera que caminabas habían girasoles, era un distrito pobre, pero por una razón simple el reino no hacía nada para cambiarlo, Efernal era habitado por gente horrible, asesinos, mafiosos, proxenetas, mujeres y hombres que gustaban de la vida alegre, no había nada que hacer, por eso Efernal era la peste de Belion, no sé cómo le hice para vivir tanto tiempo ahí, sin dudas aprendí lo peor de la vida a base de experiencias. Me detuve un momento, viendo las grandes montañas a la lejanía, poco después note que había una gran pared que protegía el reino.

—Sin dudas, sigo dentro del castillo. —susurre más tranquilo, podía ver a los guardias a un kilómetro alejado de nosotros. Toque levemente mi vientre, tenía cuatro meses y medio.— ¿HoSeok?. —llame.

—Aqui estoy señor. —dijo acercándose.— ¿Necesita algo?. —me mordí los labios con vergüenza.— ¿Príncipe?.

—Tengo que hacer pipí. —mi cara ardía de la vergüenza y no ayudaba nada que HoSeok se burlara.— No le veo la gracia.

—Lo siento mi señor, lleva caminado más de una hora y aquí hace mucho frío, es normal que tenga ganas de ir al baño. —ni loco iba a hacer en la intemperie, no soy un animalito.

—Solo, vámonos ya. —pedi amable, HoSeok se puso de cuclillas haciendo señas de que subiera a su espalda.— No es necesario.

—Claro que lo es, no puede caminar mucho o le hará daño al niño. —aún con la pena que sentí lo hice, HoSeok se reía con gracia, y yo solo quería llegar lo más rápido posible.

— Eres un tonto. —bromee, HoSeok era más mi amigo que cualquier otra cosa.— Cuando nazca mi bebé serás el padrino, tú y TaeHyung. —estaba decidido.

—Será un honor ser el padrino del futuro rey. —no había pensado en eso, sentí un escalofrío, nunca pensé en eso, pero mi bebé era hijo del siguiente Rey y primogénito y él sin dudas también lo sería.

—Solo quiero que nazca sano. —HoSeok asintió de igual manera, aún tenía miedo de saber que iba a suceder, si mi bebé nacería sano o no.

—Llegamos. —le agradecí de corazón que me haya cargado, necesitaba correr al baño.

[•••]

Me sentí más relajado después de hacer mis necesidades, pero esa relajación se fue al escuchar un griterio afuera, asomé la cara por la ventana del segundo piso, notando que:— ¿Es en serio? —reclame, la gente se junto al rededor de los caballos que habían llegado, y mucho más, parecían felices de ver al príncipe NamJoon y sus caballeros llegar.— Siempre haciendo un escándalo. —baje lentamente las escaleras, mi ceño fruncido, pero yo me reía, porque no comprendía, ¿Qué estaba haciendo el ahí?. Me crucé de brazos, mi pie se movía lijeramente, TaeHyung y HoSeok notaron ya lo molesto que estaba, se supone que era mi descanso y NamJoon aparece, carajo. Espere paciente a que tocará la puerta o la abriera, lo cual no tuve que esperar mucho, porque el tonto rubio la abrió y al verme su expresión se volvió nerviosa.

—SeokJin. —escuche a JiMin y a YoonGi burlarse de NamJoon porque la voz le tembló.— H-Hola, qué gusto.

—No opinó lo mismo. —seguia enojado con el, y actuaba como si nada. Era cuando de verdad quisiera usar mis poderes y darle un lección.

—No empieces, vengo en son de paz. —En son de paz, en son de paz, ¡Sí claro, ese cuento a otro!.— ¿Me dejas pasar?. —ni siquiera ha preguntado cómo estoy, ni siquiera ha preguntado por su hijo, ni por su hermano.

—¡Vete al Diablo Kim, pero bienvenido!. —le grite en la cara... también le tiré la puerta en la cara, HoSeok me veía serio, TaeHyung se carcajeaba y afuera podia escuchar a YoonGi y JiMin también reirse.— El me provoco. —insinue a mi querido HoSeok, que solo suspiro ya acostumbrado a mis berrinches.

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AHORA SI, YA VAMOS BIEN.
Espero les esté gustando la historia, ahorita ya tendría al menos dos mil vistas pero ni modo, nos vamos a recuperar poco a poco.
Capítulo dedicado a mis amigas del WhatsApp :V.
También a Brisa por la bonita portada. Gracias a todos por el apoyo.