04
Muchos años habían pasado desde que un bebé hebreo fuese adoptado por la familia real de Egipto y las cosas en el país parecían haber llegado a un punto de abundancia que sus habitantes reciben con gusto. Incluso los esclavos parecían regocijarse de ello, a su manera.
Tanta 'paz' probablemente podría haberse vuelto en aburrida monotonía si no fuese por los dos príncipes, Ramses y Moisés.
Egipto observaba con diversión y nervios a ambos jóvenes tener una carrera de carrozas a través de la ciudad, realmente se encontraba más divertido que nada, no recuerda la última vez que tuvo personas tan relajadas y felices como futuros líderes, y fuera de los sustos que le estaban dando a la gente y algunas cosas rotas no parecían estar haciendo gran daño.
Sus nervios empezaron cuando ambos se dirigieron a un templo en construcción, y en pocas palabras, fue un caos, de alguna manera que Egipto no alcanzo a ver ambos provocaron el desprendimiento de la nariz del templo, la cual empezó a destruir los andamios en los que ambos se encontraban. Salieron de ello sin mayor problema en realidad, pero tanto movimiento provocó que la estructura que mantenía contenida una gran cantidad de arena se rompiera y una avalancha de arena cayera sobre Hotep, Huy y sus demás sacerdotes.
Moises y Ramses se alejaron en dirección a palacio creyendo que no se meterían en problemas por ello. (Gran mentira, definitivamente estaban en problemas)
A lo lejos vio a Israel intentando sofocar sus risas.
Por los dioses, si no fuera un country estos niños y esa etnia ya le habrían dado hace mucho un ataque al corazón.
Y así era como actualmente se encontraban en la situación actual, su Faraón, ambos príncipes, su reina y Hotep junto a Huy (e Israel) se encontraban discutiendo sobre la destrucción de aquel templo.
Mientras la mayoría de los ocupantes no parecían muy felices con la situación, Egipto, por su parte realmente estaba impresionado del hecho que nadie (salvo un esclavo cualquiera) hubiera terminado herido o algo peor durante todo el evento.
A su Faraón parecía que no podría importarle menos si alguien fue herido realmente o no durante el daño al templo.
—¿Porqué los dioses me atormentan con hijos tan insensatos, destructivos y blasfemos?— Su Faraón preguntó claramente molesto por la situación, aunque en realidad no parecía sorprendido por lo que ambos jóvenes hicieron, Ramses, por supuesto, intentó explicarse, pero fue callado por un.—¡Silencio! Faraón habla.— Al tiempo en se Seti se daba la vuelta para mirar de frente a sus hijos por primera vez desde que el tema del templo se trajo a la conversación.
—Mi sueño es formar un imperio y el único interés que ustedes tienen es pasar su tiempo destruyendolo— Aunque entendiendo lo que su Faraón quería dar a entender, a Egipto le dio algo de gracia que él creyera que dos personas (sin importar lo políticamente poderosas que fueran) pudieran destruir Egipto por si solos.—¿No les he enseñado nada?— Ante aquella pregunta Hotep y Huy no tardaron en intentar 'tranquilizar' a Seti.
—No se preocupe por lo que han hecho su Majestad, usted es un gran tutor— Hotep dijó mientras se inclinaba como una señal para retirarse, empujando a ambos jóvenes a un lado en el proceso.
—No es su culpa que sus hijos no aprendan ¡nada!— Huy siguió rápidamente a su compañero pasando entre ambos príncipes, Egipto empezaba a encontrar la situación hilarante, y por la leve risa que escuchaba al otro lado del cuarto, Israel también lo hacía.
—Aprendieron a blasfemar— Fue la rápida respuesta de Hotep, y Egipto dejó salir una breve risa ante ello, sus sacerdotes le dieron un leve asentimiento con la cabeza al retirarse.
Por supuesto, una vez que ellos salieron de la habitación, Moisés intentó sacar a su hermano del problema en que estaban metidos.
—Padre, es mi culpa, yo incite a Ramses, así que yo soy el responsable de esto— Moisés dio un paso adelante, intentando que la furia y decepción de su padre se concentrase en él, lo cual habría funcionado, si no fuese porque Ramses era el heredero aquí y su Faraón no estaba del mejor humor para esto.
—Umm responsable, ¿sabes lo que esa palabra significa Ramses?—Su voz adquirió un tono inquisitivo cuando se acercó a Ramses.
—Si lo sé, padre—Ramsés no apartó la vista de su padre en ningún momento, aunque se notaba que ya quería que todo esto terminara.
Lástima que su Faraón no se la iba a dejar tan fácil.
—¿Y entiendes la responsabilidad a la que te a asignado tu nacimiento? ¿De nuestras antiguas tradiciones? Cuando yo pase al otro mundo, tú te convertirás en la Estrella de la Mañana y de la Noche— Seti parecía bastante cansado cuando dijo eso y Egipto sólo sabía que lo siguiente que saliera de la boca de Ramsés haría que se le acabara la paciencia o se tranquilizara, un poco.
—El daño a un templo no acabará con siglos de tradición—Eso fue lo incorrecto de decir y Ramsés lo averiguo un segundo después.
—¡Pero un eslabón débil puede acabar con la cadena, de una poderosa dinastía!—Las palabras fueron dichas con una fuerte convicción e irá, Ramsés retrocedió mientras su madre tranquilizo al viejo Faraón, este con la cabeza un poco más fría miró a sus hijos —Ah, ya pueden retirarse—Hizo un gesto de despido y les dio la espalda.
Ramsés intentó en vano continuar la conversación, su madre le calló, él salió de ahí completamente frustrado y Egipto tan solo lo siguió dejando en la habitación a sus gobernantes, a Moisés y a Israel.
Israel.
Mientras seguía a Ramsés a través de los pasillos del palacio Egipto no pudo evitar pensar en su compañero, era extraño tenerlo tan presente en el palacio, o tan presente para el caso, ni siquiera cuando los hebreos aún eran libres habían pasado tanto tiempo juntos.
Todo por Moisés.
Ambos habían llegado a una especie de 'acuerdo silencioso' en lo que respectaba al joven príncipe, si bien había sido criado por egipcios, aún tenía sangre hebrea por sus venas, así que él se terminó convirtiendo en una especie de 'punto neutral' para ambos, simplemente les era difícil pelear cuando se encontraban cerca él, era un poco más fácil hablar entre ellos sin terminar peleando cuando Moisés se encontraba cerca.
Lo que le recordaba, la etnia había estado bastante callada las últimas semanas...
Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando Ramsés finalmente se detuvo y empezó a a una de las estatuas situadas en una habitación cuyo nombre Egipto no se sentía de humor para recordar, simplemente voló hasta el brazo de esta y se sentó para intentar relajarse mientras Ramsés refunfuñaba entre los brazos de la estatua.
Se quedaron poco después en un tenso silencio, Egipto deseo que el príncipe pudiera verlo para poder decir algo para hacerlo sentir mejor, él pensaba que su Faraón no entendía el peso de lo que le dijo a Ramsés, quería decirle a Ramsés que creía que sería un gran gobernante, que no era un eslabón débil en absoluto.
Pero aunque las gritara, sus palabras nunca serían escuchadas por Ramsés, así que solo se sentó en silencio y esperó.
Un tiempo después Moisés anunció su llegada silbando algo, Egipto se dio la vuelta para mirar que tanto el joven príncipe como la etnia se habían acercado al lugar donde Ramsés y él se encontraban, Moisés se recargo tranquilamente contra la estatua.
Israel ni siquiera alzó la vista para verlo.
—Vete de aquí—Fue la respuesta de Ramsés ante lo que sea que su hermano hubiera dicho lo que sacó a Egipto de sus pensamientos.
—Pudo ser peor—Moisés parecía absolutamente despreocupado por todo lo que había ocurrido allí atrás.
—El eslabón débil, así es como me llamo— El tono claramente molesto de Ramsés callo por unos segundos a Moisés.
—...Bueno, patético eres— Dijo Moisés mientras, noto Egipto tejía un pedazo de tela, probablemente para una broma.
—Irresponsable, ignorante de las tradiciones, ¡Por poco y me acusa de querer derribar la dinastía!— Finalmente Ramsés se apoyó en el brazo de la estatua mientras gritaba aquello último, sacando una buena parte de su frustración.
—Si ya lo creo, ¡adiós a las pirámides!—Como era su costumbre, Moisés no tenía problemas para encontrar la forma de convertir todo en una broma para aliviar la creciente furia de su hermano.
Ramsés bajo de un salto de la estatua.—¡Tú puedes burlarte!—Aunque lo intentó disimular, se notaba que estaba más calmado que hace unos momentos.
Egipto también bajó y se colocó junto a Israel, el cual no hizo ninguna intención de acercarse a la ventana a donde los príncipes de dirigian.
—Las estatuas se caerán a pedazos, el Nilo se secará—Mientras decía aquello sumergió la ahora bolsa de tela en un recipiente lleno de bebida.—Sin la ayuda de nadie, llevarás al gran reino de la tierra a su destrucción— Parecía muy divertido luego de decir aquello y Egipto no le podía culpar.
Era risible e inconcebible aquella idea, incluso cuando Egipto sabía que no viviría para siempre, la idea de que su 'muerte' sería causada por una sola persona era absurda.
—Haber Moisés explicame, ¿porque siempre que tú inicias algo, soy yo el que termina en problemas?—Lo que pasó a continuación fue la respuesta de Ramsés, su hermano dejó caer la bolsa llena de líquido sobre lo que parecían ser Hotep y Huy, mientras Moisés se escondió de ellos, Ramsés se asomo a ver y ellos obviamente le empezaron a gritar.
—¿Qué más da?—Dijo Moisés sonriendo mientras le tendía el recipiente lleno a Ramsés.
Después de pensárselo un segundo Ramsés tomó el recipiente y hecho todo lo que quedaba a ambos sacerdotes, Egipto esperaba que no le dijeran a su Faraón de esto, al menos por hoy. Se separó por fin de la estatua cuando ambos hermanos empezaron a marcharse del lugar, Israel le siguió no mucho después.
—¡Ah! Ahora lo entiendo.—Moisés sonaba como si hubiera descubierto el secreto de la vida.—¿Sabes cúal es tu problema Ramsés?—
—¿Cuál?—La voz y la postura de Ramsés estaban relajadas ahora.
—Te preocupas demasiado—Fue la contestación de su hermano.
—Y tu problema es que tú no te preocupas por nada—Ramsés hizo girar la peluca que Moisés antes de seguir hacia, bueno, realmente no recordaba si los príncipes deberían de estar en algún lugar en este momento.
—En ese caso supongo que te preocupara saber que llegaremos tarde para banquete por el templo—Ah, así que era ahí donde debían dirigirse. La sonrisa de Ramsés cayó rápidamente y ambos salieron corriendo lo más rápido que podían.
Él e Israel se quedaron solos.
—Hay, ¿algo que me quieras decir?—Egipto realmente no entendía por qué la etnia había estado tan tranquila durante todo el asunto, fuera de algunas risas secas, normalmente en una situación así habría aprovechado para burlarse de la desgracia de ambos sacerdotes.—...¿Hice algo?—No o creía, usualmente si hacía algo que le molestaba, Israel no dudaría en 'regañarlo' por ello, no era normal que se lo callará.
Israel pareció pensárselo, se veía conflictivo con respecto a algo, antes de negar con la cabeza. —No pasa nada, es solo que no me siento de humor para...esto— Hizo un gesto con el cual Egipto no logró entender si se refería a estar en el palacio, a estar con él o toda la discusión que ocurrió hace un rato.
—...¿Sabes que no tienes que estar 'cuidando' a Moisés todo el día, verdad?—Por que, siendo sinceros, él era tan incapaz de ayudar a Moisés, como Egipto lo era para Ramsés, ambos estaban igual de restringidos. —Puedes ir con tu pueblo un tiempo y volver aquí, Moisés no irá a ningún lado ¿sabes?—
Su compañero hizo un ruido extraño ante lo último, que Egipto simplemente decidió tomar como una afirmación, Egipto la pausa para mirar realmente a Israel, se veía más cansado, ¿había dormido últimamente? él no sabía cuánto se supone que dormía realmente una etnia, no creía que necesitará dormir lo mismo que un country...
La voz de Israel interrumpió sin saber su creciente 'preocupación'.
—¿Sabes qué? Tienes razón, hace un tiempo que no paso más de un día en el pueblo, tal vez debería volver por un tiempo—Israel de repente se animó y se acerco un poco demasiado a su espacio personal—¿Me dirás si me perdí de algo en mi ausencia?—Egipto solo pudo asentir con la cabeza ante aquello antes de que Israel se alejara de él igual de rápido.—Entonces supongo que te veré otro día—
Israel salió por un pasillo que este momento Egipto ni siquier podía recordar si llevaba a la salida de palacio o no, se sentía demasiado abrumado por todo.
Egipto se quedo de pie en medio de una habitación vacía y no pudo evitar preguntarse..
—¿Qué acaba de pasar?—
...
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Hola ¿cuanto tiempo? Lamento no haber actualizado en tanto tiempo, la universidad no me dejaba.
Así que, con respecto a esa parte con Israel y Egipto, la tuve que modificar por que olvide que esto se supone que no es un ship aquí. En la versión original Israel besaba a Egipto para que este terminara así al final :'')
En serio, estoy fallando miserablemente en no hacer esto un Israel/Egipto, porque para los que han la película saben que esta relación es re tóxica, sin ser pareja son malos el uno para el otro.
Bueno, mis divagaciones sobre estos dos aparte, nuevamente lamento haber tardado tanto (y encima darles un dibujo todo mal hecho), espero que el siguiente tarde menos y su respectivo dibujo tenga una mejor calidad.
Cualquier incongruencia en la historia, faltas de ortografía y demás, favor de señalarlas.
Hasta la próxima.
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