Capítulo 5: Milk
Desde el momento en que había entrado en la casa de Los Henry los nervios de Milk habían estado agitados, sin mencionar que en cuanto se trabó la mirada con Goku sintió un cosquilleo extraño en la parte superior de los hombros y la nuca. Se había estirado y puesto su mano sobre su cuello, inclinándolo un poco como si estuviera rígido. Había pensado que eso era raro. Mientras la puerta se abría había visto al misterioso chico parado en la parte inferior de las escaleras. Él estaba usando una camiseta gris oscuro de manga corta, pantalones vaqueros, botas de motociclista y la billetera en el bolsillo de atrás estaba unida a él por una cadena metálica. El chico podía hacer que una bolsa de papel se viera sexy. La expresión de su rostro era de curiosidad y también lo que ella creyó que podría ser nerviosismo. Eso la sorprendió porque a primera vista no parecía ser del tipo nervioso. La Sra. Henry les dijo a todas que llevaran la comida a la cocina y entonces todo el mundo tuvo que ir a la sala de estar para ser presentadas a su huésped.
Una vez sentados en la sala de Los Henry todas escucharon a Goku, finalmente algo para llamarlo de otra forma en vez de chico misterioso y súper sexy, compartir un poco acerca de sí mismo. Bulma le preguntó por qué había elegido a nuestra pequeña ciudad, y cuando él no entendió la pregunta la primera vez ella le preguntó de nuevo y le habló como si fuese un niño, lo que le valió a Bulma un codazo en las costillas, por cortesía de Milk, para mostrar su irritación con la pregunta. Después de todo, ¿era realmente de algún modo asunto suyo el por qué él vino? Pero Bulma sólo le restó importancia y esperó que Goku respondiera. Él parecía confuso y ladeó la cabeza de un modo extraño, de un modo parecido a como ella había visto hacer a los perros cuando se les está hablando. Oh, eso es tan amable de mi parte, comparar al rumano con un perro. Milk sólo deseaba que alguien la sacara de su miseria.
Goku explicó que no estaba realmente seguro de el por qué eligió Coldspring pero que se había sentido correcto. Entonces Pan mencionó que su español era muy bueno y él explicó que le habían enseñado español junto con el rumano toda la vida.
Por último Lily intervino y sugirió a cada chica que se presentaran de modo que se pudieran ir y dejar que Goku y Los Henry se establecieran.
La madre de Milk fue la primera en hablar, ella no se puso de pie sino que se quedó sentada y le dijo a Goku su nombre, ocupación y le ordenó que la llamara Lily. —Él va a pensar que estamos absolutamente locas -pensó Milk-.
Cuando Bulma dio un paso al frente para presentarse tendió la mano para estrechar la de Goku, pero para sorpresa de todos, en vez de sacudirla se la llevó a los labios y la besó suavemente. Milk estaba completamente estupefacta cuando se sintió teniendo una extremada y totalmente irracional ola de celos. En ese momento quería arrancar la mano de Bulma de Goku y gruñirle a Bulma. —¡Gruñir! ¿Estás jodidamente bromeando? -pensó Milk-. Notó que Pan tuvo que empujar a Bulma hasta el sofá porque estaba un poco aturdida por el encuentro, lo que no hizo nada para calmar las furiosas emociones de Milk. Ella tuvo que prepararse cuando una vez más Goku elevó la mano de Pan hasta sus labios y la besó. No podía entender el por qué se estaba sintiendo así. Es totalmente obvio que su saludo era completamente no-romántico, que, dicho sea de paso, de ninguna manera debería importarle y sin embargo ella no quería que tocara a otra mujer. —Bueno, -pensó Milk- ya es oficial, he buceado de cabeza al profundo final.
Salido de la nada sintió un agudo dolor en su brazo derecho y gritó volviéndose para mirar a Bulma que acababa de pellizcarla. Se dio cuenta entonces de que Goku la miraba expectante y ella había estado allí sentada como una idiota en su pequeña burbuja. Milk se puso de pie, pero no hizo ningún movimiento para darle la mano. Se presentó sonando tan elocuente cuando no podía escupir lo que estaba tratando de decir. Estaba a punto de sentarse cuando Goku se estiró y le tomó la mano. Estaba un poco sorprendida, pero eso se desvaneció rápidamente en algo completamente distinto cuando se inclinó sobre su mano y apretó los labios con firmeza contra ésta. Milk podría jurar que lo oyó inhalar profundamente por la nariz y le pareció oír un suave gruñido en su garganta. —Eso fue realmente raro -pensó-. Pero una vez más, para ella las cosas no podían ser simplemente extrañas, tenían que rayar directamente en la locura. Mientras Goku le decía exactamente lo mismo que le había dicho a Bulma y a Pan, a su vez Milk escuchó la voz en su mente.
Éste decía, "Estoy tan honrado de conocerte finalmente mi Luna. Tenemos mucho que aprender el uno del otro". Milk parpadeó un par de veces tratando de aclarar sus pensamientos. —¿Qué diablos podría significar "finalmente" conocerme?, -pensó- ¿esta voz sabía que estaba esperándome? Bueno ya era hora de irse a casa -decidió Milk-. Tenía que hablar con Pan y con Bulma sobre Goku. Tenía que decidir si confiar o no en su madre y necesitaba tener un purificador contra los ataques de pánico. No necesariamente en ese orden.
Milk sacó su mano del agarre de Goku y él no trató de impedírselo. Ella volvió a mirar a su madre, levantó las cejas y preguntó: —¿Estás lista? Yo estoy lista para irme; Pan, Bulma, ¿están listas para irse?
Bulma y Pan asintieron a la vez, captando rápidamente el estado de ánimo de Milk. Lily miró sospechosamente a su hija, pero simplemente asintió y se dirigió a la Sra. Henry: —Sara gracias por recibirnos, fue realmente agradable verte. Goku fue un placer conocerte. No te sientas como un extraño para nosotras, eres bienvenido a venir a nuestra casa en cualquier momento.
Goku se inclinó ligeramente, colocando su mano sobre su corazón: —Como decimos en mi país cuando nos despedimos, pînă la următor timp mai moon lumină al tău patetic, lo que significa que hasta la próxima vez que la luna pueda iluminar su camino.
Bulma miró a Goku y fiel a su estilo en su manera de hablar abiertamente preguntó: —¿Eso es algo como un proverbio irlandés, sólo que, ya sabes, más bien como un proverbio rumano en vez de eso?
Pan soltó una risilla tonta, Milk parecía mortificada y Goku simplemente sonrió y dijo: —Sí, algo así.
Milk empujó a Bulma y a Pan hacia la puerta tratando con todas sus fuerzas de no mirar y ver si Goku la estaba mirando, aunque de alguna manera sabiendo que él lo hacía. —Entonces, ¡qué demonios! quizá también pueda devolverle la mirada -se dijo-. Tentativamente miró sobre su hombro y efectivamente, Goku la estaba mirando. Había una leve sonrisa en su rostro y sus ojos estaban entrecerrados a pesar de eso dándole la ligera impresión de que él sabía algo que ella no. Ese pensamiento la hizo estremecer y empujar a Bulma y a Pan con más fuerza por la puerta.
—Estamos saliendo Milk, ¡demonios! -oyó a Bulma gruñir-.
—Bueno, ¡vamos un poco más rápido por favor! -susurró Milk a través de sus labios apretados-. Las chicas caminaron rápidamente por el sendero y cruzaron la calle, sin siquiera molestarse en ver si la mamá de Milk estaba detrás de ellas. Todo lo que Milk podía pensar era que tenía que poner un poco de espacio entre ella y ese súper sexy. Bueno, así que todavía no podía dejar de llamarlo súper sexy. —Bueno, mierda, era verdad así que ya salta en un lago -se dijo-.
Una vez dentro de la casa las tres chicas se apresuraron el doble para subir las escaleras y entrar al dormitorio de la pelinegra. Pan cerró la puerta firmemente y se volvió para clavar a Milk con su mejor mirada de "mejor lo escupes ahora". Bulma había levantado un tapete y estaba mirándola con la misma severidad.
Milk tomó algunas respiraciones lentas y profundas, parecía estar haciendo mucho de eso últimamente y al final dijo:
—¿Primeras impresiones? -preguntó Milk-.
—Oh, no sé, tal vez algo así como: ¡OH MI, tartamudeo, babeo, JODIDO, jadeo, inhalación profunda, DIOS! -escupió Bulma-.
Pan asintió con fervor: —Sí, lo que dijo, pero más jadeos y respiración profunda por mi parte.
—¿Y tú? -preguntó Bulma-. No pareces tan fascinada como nosotras. ¿Por qué?
—Oh, no sé, puede ser porque yo estaba, ya sabes, un poco distraída por ¡La voz en mi cabeza! -Milk se dio cuenta de que estaba gritando-. —Lo siento, no debo sacar mi estrés en ustedes. Estoy, sólo no lo sé, volviéndome loca, supongo.
—¿Has intentado responderle a la voz, ya sabes, como contestarle a través de tus pensamientos? -preguntó Pan tentativamente-.
Milk negó con la cabeza: —Siento como que si lo hago entonces sólo estoy consolidando el hecho de que lo estoy perdiendo.
—NO lo estás perdiendo. Definitivamente, algo pasa con este tipo Goku. Nadie y quiero decir, nadie puede lucir tan bien y hacerte querer acurrucarte y ronronear cuando te habla. Algo es sospecho y no es el pollo frito de tu mamá -le dijo Bulma-. Milk se dirigió a la ventana y abrió las persianas. Miró al otro lado de la calle a la casa de Los Henry y se preguntó qué hacer con Goku, cualquiera que fuese su apellido. Oyó a sus dos mejores amigas caminando junto a ella, ambas mirando por la ventana, le pusieron los brazos alrededor.
—Sé que lo e dicho antes y voy a seguir diciéndolo hasta que penetre en esa indomable cabeza lisa tuya. Todo estará bien. No estás sola en esto ¿de acuerdo? -dijo Pan con amor en su voz-.
—Sí Milk, nos tienes, no importa qué -coincidió Bulma-. —Además, somos demasiado entrometidas como para no quedarnos y ver qué pasa.
Pan tiró de un mechón de pelo de Bulma en regaño. —¡Ay! ¡Mierda, sólo estoy diciendo! -Bulma frunció el ceño-. Milk se apartó de la ventana y luego se enjuagó las lágrimas que ni siquiera había notado que estaban allí y abrazó a sus amigas.
—Está bien, sé que ustedes necesitan irse a casa y asegurarle a sus padres que todavía están vivas y no han sido secuestradas o algo. Pero, ¿creen que pueden volver más tarde?
Ambas chicas asintieron.
—Voy a tener que lavar la ropa y ordenar mi cuarto para tranquilizar a mi madre, ya sabes cómo es, pero luego puedo volver y pasar la noche aquí otra vez si tu madre está de acuerdo con eso -explicó Bulma-.
Pan habló también: —Sí, puedo estar de regreso alrededor de las 7:00 de esta noche. Sólo tengo que ocuparme de algunas tareas también.
—Bueno, eso suena bien. Voy hacer saber a mi mamá que estarán de regreso. Sé que a ella no le importará.
Milk bajó las escaleras hasta la puerta y vio como cada una de ellas se dirigieron a sus autos. Se quedó en el camino de la puerta para verlas alejarse manejando hasta que ya no pudo ver sus autos. Dio la vuelta lentamente para regresar a la casa cerrando la puerta detrás de ella y se detuvo en la puerta de entrada sólo mirando la nada. Su mente estaba corriendo como loca de nuevo y Milk estaba tratando de descifrar los pensamientos, pero era inútil, estaba cansada, emotiva y comenzó a darse cuenta que desde que había salido de la casa de Los Henry y lejos de Goku le estaba costando todo lo que tenía de no dar la vuelta y correr, no caminar, sino correr como un gato con un petardo atado a la cola, de regreso a él. ¿Qué demonios pasaba con eso?
La cabeza de Milk volteó rápidamente cuando oyó a su madre gritando desde arriba: —¿Milk? Tengo que ir a la tienda por un rato, tengo un nuevo inventario del que necesito encargarme, ya que pude contratar más personal finalmente puedo ponerme al día -su madre llegó a la parte de arriba de las escaleras y la miró. Inclinando la cabeza le preguntó-. —¿Estás bien cariño? Ya se te empiezan a notar los años.
—No, estoy bien, sólo un poco cansada. No dormí muy bien anoche -mintió Milk-. Entonces pensó en cómo había estado sintiendo tan fuertemente las emociones de su madre y decidió decir algo: —¿Y qué hay de ti mamá? ¿Estás bien?
—Estoy bien, sólo que ahora tengo mucho en mente, eso es todo, pero nada de qué preocuparse. ¿Por qué no descansas un poco? ¿Estarás bien mientras no estoy? ¿Necesitas que te traiga algo mientras estoy fuera? -preguntó su mamá-.
—No, estaré bien mamá, aunque gracias. Oh sí, quería comprobar y ver si éstas de acuerdo con que Pan y Bulma pasen la noche aquí otra vez hoy.
—No, no tengo ningún problema con eso, con tal de que sus padres estén de acuerdo. Pueden pedir una pizza si no estoy en casa para la cena -respondió ella-.
Milk abrazó a su mamá y le dijo adiós antes de dirigirse a su habitación. Cerró la puerta, apagó las luces y puso su CD de Evanescence en su reproductor de CD, era extrañamente calmante para ella. Luego se acostó en su cama y cerró los ojos.
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