Cuando Goku empezó a conducir por la ciudad en su motocicleta con su compañera detrás de él, con los brazos bien envueltos alrededor de su cintura, pensó en cómo debería auto-controlar cada parte de él. Era bastante malo que Lily habló con ella sobre esas marcas, pero su lobo simplemente no aflojó hasta que le preguntó a Milk. Gracias a Dios no había hecho el ridículo, como si las tocara o gruñera de la alegría, pero la noche aún era joven y aún tenía tiempo suficiente para hacerse ver como un tonto.

Antes de llegar a la motocicleta Goku le preguntó si estaba lista, y aunque se refería a la cita, él también estaba suplicándole a sus ojos que necesitaba que entendiera que tendría que estar lista para algo más. Él sabía que ella era fuerte mental y físicamente, la Luna no le daría una compañera débil, era Alfa. Pero Goku no era tan ingenuo como para creer que no sería una sorpresa para nadie saber que los hombres-lobo eran reales, y muy posiblemente también lo fueran otras cosas que se relacionan con la noche.

—¿Cómo estas Milk? ¿Tienes frío? -le preguntó-.

—¡Estoy muy bien! ¡Esto es increíble, nunca he montado en una motocicleta antes! ¡Honestamente puedo ver por qué no te gusta conducir un automóvil después de uno de estos! Ah, y no, yo no tengo frío -respondió Milk sonando emocionada-.

A Goku le agradó saber que era capaz de hacer algo para hacerla feliz. Podía sentir su alegría vertiendo fuera de ella en olas y eso era muy tranquilizante para su lobo. Su compañera estaba feliz, lo que era muy importante para él.

Llegaron al restaurante que Goku había decidido. Brian le había hablado de él cuando él mencionó que estaba teniendo algo con Milk. Era el restaurante más popular de todos.

—¿Estás bien? -Goku le preguntó-.

—Sí, esto es genial -respondió Milk-.

Goku la miró por un momento, él no podía evitarlo, cuando sus ojos se detuvieron en las marcas de sus hombros y el cuello. Esas marcas le dijo a todos los Canis Lupus que era suya, su fuente de felicidad, que debía proteger a su amada... y para su sorpresa se dio cuenta de que ella si era su amada. A pesar de que no la conocía muy bien, sin embargo, sabía sin duda que la amaría.

—¿Goku está todo bien? -le preguntó ella-.

—Sí Luna, todo está bien, mejor que bien en realidad -Goku le dijo con una sonrisa-. Para satisfacción de Goku, la cena era agradable, fácil, no hubo ningún momento en que sintió que la conversación se viera forzada o difícil de manejar. Sonrió por el hecho de que ella no se negó postres como la mayoría de las chicas haría en una primera cita, y ella no tenía absolutamente ningún reparo en tomar la comida de su plato sin siquiera preguntar.

Después de comer Goku llevó a Milk a un parque cercano. No tenía ningún plan de decirle nada. Él había dicho a su Alfa que iba a guardar silencio hasta que su madre hablara con ella y que planeaba mantener su palabra. Pero él sabía que iba a hacer preguntas y que era mejor aquí, en un parque donde la conversación no sería fácil de oír.

—Sé que sólo has estado aquí unos días, pero, ¿te gusta Coldspring? -Milk le preguntó-.

—Hasta el momento, parece un lugar agradable para vivir, no tan formal como la vida que yo estoy acostumbrado, no hace tanto frío -dijo Goku a ella con un guiño-.

—No te ofendas, pero, a base de lo que llevas, tu vida no parece tan formal -le dijo Milk-.

Goku no había pensado en cómo podría ser su aspecto, ella probablemente pensó que vivía en una choza pequeña de una casa con basura en el frente. Ella se sorprendería al descubrir que su casa tenía en realidad 7.000 metros cuadrados, era tan grande en parte porque su padre invitaba a menudo a miembros de la manada a quedarse con ellos.

—Creo que la ropa que uso te llevara a una conclusión diferente -respondió Goku-. De repente, Goku tenía este intenso deseo de conocerla. —¿Cuál es tu color favorito? ¿Cuál es tu canción favorita, libro y película? ¿Qué te gusta de ser hija única, y lo peor? -disparó Goku una pregunta tras otra, en realidad, no le daba la oportunidad de responder-. Él estaba tan ansioso por aprender todo acerca de su compañera, de su Luna.

—Da un paso atrás, toma una respiración profunda porque en algún momento te desmayarás por falta de oxígeno -le dijo-.

—Bueno, ya que como estoy tan tímido que esto será difícil para mí compartir, así que tenga paciencia conmigo -Milk se burlaba de él-.

Goku puso los ojos en respuesta hacia su sarcasmo. Milk no tenía nada de tímido.

—Mi color favorito depende del día y mi estado de ánimo, como el de hoy, que es verde -explicó-.

—¿Es por eso que estás vestida de verde? -preguntó Goku-.

—Sí, tengo que admitir que me visto muy de acuerdo con mi estado de ánimo y los colores que elija reflejan eso. Lo sé, soy un enigma, me gusta mantener las cosas interesantes. Canción favorita: cambio con frecuenta, así que, ahora yo tendría que decir "Acompáñame" de "Bob Seger", pero pregúntame la semana que viene y será diferente. Libro favorito: probablemente te vas a reír de mí, pero es uno que siempre me ha gustado, se llama "Al borde del peligro" por "Shell Silverstein". Es un libro para niños de poesía extravagante. ¿Has oído hablar de él? -le preguntó ella-.

—No, en realidad no lo he hecho. Tal vez tendrías que compartirlo conmigo alguna vez -le dijo Goku-.

—Yo no tengo una copia, lo he perdido hace tiempo, aunque creo que Bulma lo tomó y simplemente nunca confesó -explicó-.

Goku tomó nota de esto en la cabeza, eso era algo que podía conseguir, algo que mostrarle que le importaba lo que le gustaba.

—Bien, ¿dónde estábamos? ¡Oh, mi película favorita!, bueno, no es sólo una, es una serie, las películas de Harry Potter. Has oído hablar de ellas ¿verdad? -preguntó-.

—Sí, en realidad las he visto, si son buenas -le dijo-.

—Por lo de ser hija única, no sé, simplemente no pensé en lo que sería tener un hermano o hermana. Siempre he estado tan cerca de Bulma y Pan, que es como si tuviera hermanas -explicó Milk-.

—¿Y tú, las mismas preguntas? -le preguntó ella.

Sin repetir las preguntas, Goku simplemente les respondió en el orden que les había pedido.

—Cualquier tonalidad de color negro o gris, "El Señor de los Anillos", la película "300", y no me gusta la responsabilidad que con lleva ser el único heredero de mi familia.

Se dio cuenta de que no iba a entender la referencia de heredero del todo, pero se esforzaría por ser tan honesto como sea posible.

—Así que, bueno, me preguntaba, ¿sabes si...? -tropezó Milk con sus palabras, era obvio que ella se sentía incómoda con lo que quería saber-.
Él capturó la idea de su mente, ella quería saber si él tenía una novia en Rumania. Él estaba en realidad un poco sorprendido de que ella pensara en que él la persiguiera, sí, él tenía una novia, pero él tenía que recordar que ella no lo sabía todavía.

—No hay Luna, no tengo una novia, ni acabo de salir de una relación.
Goku sabía que el pinchazo de su ex no era necesario, pero no podía evitarlo, le gustaba verla sacada de quicio, y por supuesto si ella tuviera los pelos de punta llamaría su atención.

—¿Por qué te molesta tanto que yo tenía un novio? Quiero decir, no es que yo supiera que existías hace una semana, por no hablar de Trent y de nosotros juntos -ella le dijo con firmeza-.

—Yo lo sé, Milk, lo siento. Pues bien, tengo que admitirte que eso no es lo que me preocupaba. Tengo que admitir que no me gusta la idea de otro hombre tocándote, pero sé que no volverá a pasar, creo que Trent es seguro -Goku le dijo con sinceridad-.

—¿Así que estás diciendo que si saliera con otro chico, no estaría a salvo? -le preguntó con incredulidad-.

—¿Quieres salir con otro hombre? -respondió Goku-.

Goku sentía la pared en su mente y sabía que la respuesta era no, ella no quería salir con nadie más, y él sonrió, que no era lo más inteligente que podía hacer en ese momento. Milk se adelantó y se llevó un dedo contra su pecho empujándolo con cada palabra.

—No esquives las preguntas con una pregunta tuya, eres prepotente, mandón, ¡podrías volver a Rumania!

Ella estaba furiosa, Goku imaginaba si fuera posible que saliera humo de su cabeza, pero ella todavía no había terminado tampoco.

—Me invitas a una cita y puede que yo quiera, cuando quiero. No hay nada que puedas hacer o decir para cambiar eso, así que si quieres seguir con esto... esto... entre nosotros, -dijo lanzando su mano hacia atrás y adelante para indicar a los dos- no te vayas al infierno, hombre.
En el momento en que había terminado, ella jadeaba un poco.

—Yo no he dicho que no podías salir con otra persona, te pregunté si querías -le dijo Goku-. —¿Es eso tan difícil de responder?

Milk lo fulminó con la mirada, obviamente, quería pegarle con algo, decidió bajar la tensión un poco. Siguió mirando hacia ella con sus profundos ojos negros, a la espera de ver si admitía lo que él ya sabía.

Milk miró hacia abajo, como si algo podría ser de interés para ella en el suelo y con una voz tan suave, si no tuviera oído de lobo, lo habría echado de menos, la oyó decir:

—No, no quiero a nadie más.

Cuando ella lo miró había lágrimas en sus ojos, y le rompió el corazón.

—*Meu Inimă* (Mi corazón), ¿por qué las lágrimas?, no quise hacerte daño. Por favor, dime qué puedo hacer, se me rompe el corazón -Goku le dijo con angustia en su voz-.

Goku envolvió con sus brazos alrededor de ella y la atrajo hacia sí, le acarició el cabello suavemente y le susurró palabras de consuelo y tranquilidad en su idioma. Finalmente, después de unos instantes comenzó a hablar, ella no se apartó de él, que estaba bien porque él no estaba dispuesto a dejarla ir. Él la había lastimado, y su lobo no estaba feliz y necesitaba el roce de su compañera.

—Lo siento, no soy una idiota, por lo general, que llora, pero es que estoy tan confundida. Mis emociones para ti son tan raramente intensas y en solo tres días. Quiero decir que esto no es una película en la que se conocen y todo se pone loco en tres días, ¡esta es mi vida!

—Lo sé, lo siento, no lo había considerado. Por favor, amor, perdóname. No voy a mezclar mis celos o el orgullo en el camino hasta que analices tus sentimientos -Goku le dijo con toda sinceridad-.

Antes de que pudiera alejarse, Goku la besó suavemente en la frente y luego tomó una respiración profunda, disfrutando de la aroma que salía en ella.

Ella lo miró con extrañeza y dijo: —Yo ni siquiera voy a preguntar por qué sólo me oliste.

—Debido a que hueles maravilloso -le dijo Goku completamente desvergonzado sabiendo que lo había capturado-.

Se quedaron en silencio por unos momentos y luego vinieron las preguntas que había estado esperando que ella le preguntase por último.

—¿Así que se me vas a decir que podemos compartir pensamientos o por qué de repente tengo marcas en mi piel que se ajustan a las tuyas como un rompecabezas? -Milk le preguntó-.

—¿Así que te has dado cuenta que las marcas corresponden? -preguntó Goku sorprendido-. Tenía que decírselo a su lobo para relajarse, porque desesperadamente quería acicalarse frente a ella, orgulloso de que ella se había dado cuenta de sus marcas. —"Buen trabajo", -pensó Goku para sí mismo- "esto es ridículo, tengo ganas de hacer trucos delante de ella y demostrarle que soy digno de ella", -continuó diciéndose a sí mismo- "me va a ejecutar diciéndome que estoy loco".

—Son marcas inusuales, así que naturalmente te diste cuenta -intentó parecer indiferente al respecto-. —Mira Milk, quiero decir, no tienes idea de como necesito que sepas todo. Tu mamá tiene que hablar primero contigo, ella tiene que decirte lo que sabe y luego, cuando te expliquen cómo encajo yo en ello, entonces tendrá más sentido para ti -explicó Goku, suplicándole que aceptara esto-. Goku sabía sin embargo, que ella nunca lo dejaría ir tan fácilmente.

—¿Mi mamá que tiene que ver con todo esto? -ella le preguntó con incredulidad-.
Cuando Goku estaba a punto de responder, un auto se detuvo al lado de su motocicleta, que estaba a bastante distancia de donde ellos estaban. Goku dejó que su lobo utilizara sus ojos y vio, para su descontento, que se trataba de los lobos que habían pasado por delante de la casa de Milk la noche anterior.

Uno de los Grey comenzó a caminar hacia ellos y Goku estaba tratando de averiguar cuál sería la mejor estrategia. Él y su lobo estaban de acuerdo que no le gustaba poner a su compañera en peligro, pero, ¿qué podía hacer? Si trataba de luchar contra ellos, se quedaría sin protección. Si trataba de correr, el Grey los alcanzaría fácilmente porque ella no podía correr más rápido que el Grey. Él podía llevarla, pero Goku tenía la sensación de que no le caería muy bien a su Luna.

Él sólo tendría que esperar y ver lo que ellos querían.

—¿Quiénes son estos tipos? ¿Los conoces? -Goku escuchó sus pensamientos nublados por la preocupación-.

—Sé muy poco acerca de ellos, esta es otra cosa que tenemos que hablar, pero tenemos que hablar con tu madre en primer lugar -respondió Goku-.

Goku no quitaba los ojos de los lobos que venían hacia él y su compañera, pero por el rabillo del ojo vio a Milk disgustada, obviamente, no estaba satisfecho con su respuesta.

Cuando los lobos se acercaron, Goku no pudo contener el gruñido de advertencia que escapó. Si él hubiera esta de su garganta, no sabía cómo podía contener a su lobo, con la cola hacia abajo, las piernas separadas y bajas listo para cualquier movimiento brusco que podría intentar.

El lobo de la concesionaria, Goku recordaba su nombre, era Dodoria, fue el primero en hablar: —Mi Alfa quiere saber por qué estás todavía aquí.

Goku dio un paso adelante y los lobos retrocedieron un paso y todos ellos no podían dejar de agachar la cabeza un poco, porque era Goku más dominante.

—Odio tener que decírtelo Beta, pero su Alfa no tiene autoridad para ordenar que me fuera de una ciudad que no ha dado a conocer que es su territorio. No hay registro de que este paquete existiese -Goku le dijo-.

El Grey se veía un poco confundido por esto, lo que significa que su Alfa no lo sabía, o su Alfa no había compartido esta información con ellos.

—"Independientemente. ¿Qué es lo que realmente piensa que puede hacer frente a esas posibilidades?" -se preguntó Goku-.

Goku miró amenazadoramente en los cuatro Grey. —Le dices a tu Alfa que dé marcha atrás. Que haga caso omiso a este paquete -miró Goku a cada lobo a los ojos y les cayó al instante, y luego con la misma voz que su padre solía hacer sus lobos obedecer, Goku les dijo: —Déjalo, ahora.

Cuando una serie de cuestiones dominantes de un comando como el solo podían obedecer, quieran o no.

Dodoria luchó contra el orden cuando él comenzó a alejarse, y antes de que él se subiera a su coche se dirigió a Goku y dijo: —Para que lo sepas, las crías ya han sido reclamadas, y, si no te quedas lejos, tu compañera te va a dejar, y te aseguro que te desgarrará.

En esto Goku gruñó con furia, sus ojos comenzaron a brillar y sintió sus colmillos alargados. El Grey se quejó y se apresuró a su coche. Los neumáticos gritaron cuando dobló. Goku cerró los ojos y tomó respiraciones profundas y lentas. —"Cálmate", -pensó Goku- "nadie te la va a quitar". Se lo repitió una y otra vez hasta que él y su lobo estaban un poco controlados. Goku se volvió hacia Milk y vio la confusión en su cara, pero para su alivio no había miedo.

—Ok, trata de olvidarte de salirte con la tuya y de no explicar este episodio. Yo no soy una idiota, la manera en que tu piel se tensó o el hecho de que el "ella", era yo -Milk dijo con los brazos cruzados, y su ceño fruncido en la determinación-. Goku se acercó a ella, después de verlo actuar como el animal que era, no retrocedió.

—Tú eres mi Luna, es el momento de hablar, pero tu mamá va a empezar. Vámonos -respondió Goku-. Tomó su motocicleta y se fueron juntos a la casa de Milk.