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Capítulo 15: Milk

—Hola, tierra a Milk -dijo Pan teniendo que chasquear los dedos delante de la cara de su amiga-. Finalmente Milk volvió la cabeza hacia Pan, viéndose completamente ausente y fuera de sí y dijo: —Estoy en problemas.

—¿Qué se supone que eso significa? -le preguntó Bulma mientras se sentaba en el piso pintando las uñas de sus pies, al parecer había encontrado el esmalte de uñas de Milk y como siempre, se sirvió-.

—Yo estaba hablando con Goku y su voz se volvió toda sensual en mí y fue como...
Milk no sabía cómo terminar así que Bulma se ofreció: —Sexo por teléfono, sexo virtual mental, yo diría que sexo en un palo pero poner eso en realidad sólo se aplica a las barras de helado para picar.

—Bulma, pinta las uñas de tus pies -ordenó Pan-.

Bulma le sacó la lengua, pero obedeció.

—Yo podría caer duro por este buenísimo rumano -les dijo Milk-.

—No hay nada malo con eso, sólo asegúrate de que no des un rebote de toda la cosa con Trent -le dijo Pan con sinceridad-.

—Oigo lo que dices tonta -le dijo Milk con una sonrisa-.

—Entonces, ¿cuál es el plan para todo el asunto de la cita? -preguntó Bulma-.

Milk pensó acerca de la linda descripción de Goku del mini golf. Ella realmente estaba deseando que llegara, no había ido en mucho tiempo.

—Me recogerá a las 5:30 y llevándome al mini golf. Creo que será interesante ver a un lindo rumano jugar algo de lo que él ni siquiera sabía el nombre -les dijo Milk-.

—No sabía que se llamaba mini golf, -se rió Bulma- eso es impresionante.

—Esas son las pequeñas cosas Bulma, las pequeñas cosas -le dijo Pan-.

Milk pasó el día discutiendo diferentes escenarios para la noche con Goku. Naturalmente, todos lo de Bulma incluían escenas de besos y de alguna manera siempre terminaban con sus ropas quitadas. Bulma en verdad era una pieza de trabajo. No puedes dejar de amarla. A las 3:30 de la tarde, Pan y Bulma sentaron a Milk en el borde de su cama y comenzaron a barajar diversas opciones de ropa para usar. Ella decidió de inmediato que un vestido ligero o una falda estaban fuera debido a la motocicleta. Finalmente, estaba indecisa entre un par de jeans con agujeros en varios lugares y sus pantalones cortos "Daisy Duke" que parecían desgastados, sólo que no lo estaban porque fue así como ella los había comprado. Ella ya se había decidido por una cazadora de color verde, una camiseta con tirantes delgados con diversos diseños brillantes.

—Sólo ve con los pantalones vaqueros, -dijo Bulma- son sexy de una forma salvaje y te ayudarán a mantener tu piel intacta si estás en un accidente de motocicleta.

Pan miró a Bulma: —¿Qué? Sólo lo estoy diciendo -se defendió Bulma-.

—Sí, creo que voy a ir con los pantalones vaqueros. Ellos dejan algo para la imaginación y si hay el más mínimo retazo de frío mientras conduce esa motocicleta después de que oscurezca serán mucho más cómodos que los pantalones cortos -decidió Milk-.

—Bueno, ¿el pelo recogido o suelto? -preguntó Pan-.

—Estoy pensando en suelto para el paseo en moto por el casco y luego tomaré una banda de pelo para recogerlo una vez que lleguemos allí, es el mini golf de Sal, no necesito una trenza francesa -le dijo Milk-.

—Sólo voy a usar mis sandalias verdes -les dijo-. Milk odiaba usar zapatos y si no se los exigían, ella los evitaba, solo otro de sus extraños caprichos. Tomó una ducha mientras que sus dos mejores amigas elegían la sombra de ojos para que ella usara. Cuando volvió a su habitación tenían el teléfono de Bulma conectado a los altavoces de su ordenador y estaban improvisando a "Lynyrd Skynyrd". Milk se limitó a sacudir la cabeza hacia ellas. Se vistió y entonces Pan la empujó hacia su silla de escritorio y se puso a trabajar en su pelo ahora rebelde, mientras Bulma comenzó en los ojos. —Hombre, tengo buenas amigas, -pensó Milk para sí misma- no por primera vez y definitivamente no por última.

Para el momento en que estaban terminando con ella eran las 5:00 pm. Pan y Bulma la miraron, le dieron vuelta en círculo para ver su producto terminado y luego se miraron la una a la otra, se golpeó los puños y dijeron juntas: —Maldita sea, somos buenas.

—Yo tendría que estar de acuerdo damas, ustedes son fantásticas. Muchas gracias a las dos -les dijo Milk-.

—Oh, demonios no, no te pongas toda sentimental con nosotras, si dañas el trabajo que hice en tus ojos no voy a dudar en patear tu trasero entre tus hombros -dijo Bulma con severidad-.

—Yo también te quiero Bulma -dijo Milk con sarcasmo-.

—¿Estás nerviosa? -le preguntó Pan-.

—Si yo dijera eso, no estaría mintiendo. Pero también estaría mintiendo si no dijera que estoy absolutamente más que emocionada -les dijo Milk-.

—¿Por qué dices eso? -le preguntó Bulma en un raro momento de seriedad-.

—Me gustaría poder contarles esto chicas sin que pensaran que estoy totalmente loca, pero no importa cómo lo ponga, todavía va a parecer una locura -admitió Milk-.

—Ah Milk, odio señalar esto, pero hace dos días nos dijiste que estabas oyendo una voz en tu cabeza -le dijo Pan-.

Milk se quedó pensativa por un momento. —Buen punto -estuvo ella de acuerdo-.

—Está bien, bueno no sé muy bien cómo explicarlo, pero siento que le pertenezco, que siempre le he pertenecido. Ahora que he estado cerca de él es como si una parte de mi alma estaba desaparecida y ahora, con él aquí conmigo, la tengo de regreso -explicó Milk-.

—Eso es tan romántico -dijo Pan soñadoramente-.

—Bueno, sólo hay una manera de averiguarlo, -dijo Bulma- pasa tiempo con él, conócelo y ve si él siente lo mismo.

Milk y Pan se miraron la una a la otra conmocionadas. —Bulma, ¿acabas de sugerir algo que no implica besarse salvajemente, sacarse la ropa y es comparable a la escena del coche en Titanic? -preguntó incrédula Pan-.

—No me dejaste terminar. Luego, después de llegar a conocerse el uno al otro, cierra el trato con un ardiente beso sobre la moto, como en "Top Gun". Ahhh, ves que siempre hay un tiempo y un lugar para el bloqueo de labios, la mano moviéndose y una buena limpieza a la antigua, o si tienes suerte, no tan divertidamente limpia -dijo Bulma con un guiño-.

—Como siempre Bulma, no me defraudaste -le dijo Milk-.

—Mi objetivo es complacer, mi querida -respondió Bulma completamente impávida-.

Milk miró su reloj y se dio cuenta que eran las 5:20. —Bueno, -se dijo- diviértete, no te preocupes por todas las otras tonterías que están pasando.
Echó un vistazo más en el espejo y alcanzó a ver su cuello y hombros.

—¡Oh mierda, las marcas se están viendo! -exclamó Milk-.

—Lo sabemos -dijo Pan-.

—¿Por qué no me lo recordaron? -preguntó Milk-.

—Porque se ven geniales como el infierno, ese es el por qué -introdujo Bulma-.

—Esa declaración no tiene sentido Bulma, el infierno no es genial, caray...

—Oh, mi error, ellas se ven calientes como el infierno, por eso -interrumpió Bulma-. Milk continuó impertérrita: —¿Y qué debo decirle a mi mamá?, "oye mamá, voy a mi cita, oh y no te preocupes por estas marcas súper, tú sabes cómo es con las misteriosas marcas al azar y como no, sólo aparecen cuando menos te lo esperas" -dijo ella con pesado sarcasmo-.

—No, vamos a decirle que eran calcomanías y que Bulma insistió en que las usaras -dijo Pan-.

—Tendrás que saber, que la idea de que yo sea la única culpable fue totalmente involuntaria -frunció el ceño Bulma-.

—En vista de lo grueso que es, dudo que se lo trague, pero él va a estar aquí… -antes de que Milk pudiera terminar sonó el timbre-.

—Así que no tengo tiempo de cambiarme -terminó Milk-.

—Mira, vas a estar bien. Sólo sé tú misma -le dijo Pan con voz maternal-.

—Por el amor de Dios, si tú concluyes que no te gusta, bésalo de todos modos por nosotras, ¿de acuerdo? Tiranos un hueso Milk -le dijo Bulma-.

—Y si me gusta pero no estoy lista para darle un beso, ¿entonces que mi pequeña ninfa? -le preguntó Milk-.

—Si te gusta esa hermosa pieza de carne de ahí fuera y no lo besas, yo personalmente tomaré cada sostén que posees y los colgaré en todas las antenas de los coches en tu calle. Ah y escribiré tu nombre en ellos con marcador mágico negro, ¡ah y colgaré dos en la moto del hermoso! ¿Cómo te gustarían las manzanas? -le dijo Bulma-.

—¿De dónde diablos te vienen estas ideas? ¿Hay como un sitio web llamado ideas-para-trato? -le preguntó Pan con sarcasmo-.

—No, todas se me ocurren a mí misma -respondió Bulma-.

Las chicas se voltearon cuando escucharon un suave golpe en la puerta del dormitorio de Milk.

—Entre -dijeron las tres-. Milk miró a las otras dos, como si dijera hola, mi habitación, pero ellas solo se encogieron de hombros.

La madre de Milk entró en la habitación mirando a las chicas como si fueran culpables de algo y en verdad lo eran por lo general.

—Goku está aquí, ha traído un casco. ¿Se te olvidó mencionar que serías paseada en una motocicleta? -le preguntó Lily-.

—No, solo asumí que tú sabías -dijo Milk-.

—Bueno, yo lo vi en una, pero supuse que pediría prestado uno de los automóviles de Los Henry -le dijo su mamá-.

—Bueno, ya sabes lo que dicen sobre el supuesto... -chicasgó Bulma-.

Ambas, Lily y Milk volvieron sus cabezas para mirar a Bulma, quien simplemente se encogió de hombros y dijo: —Estoy...

—Simplemente diciendo, si sabemos -terminó Pan por ella-.

Milk decidió ir adelante y dejar a su madre ver las marcas así no se asustaría frente a Goku.

—Mamá, ¿qué piensas acerca de estos tatuajes falsos que Bulma me puso? -preguntó Milk dándose la vuelta, así su mamá podía echar un vistazo a sus hombros y cuello-. Milk oyó a su madre tomar una respiración brusca, ella se volvió para mirarla y vio que su mamá tenía la mano sobre su boca y había miedo, miedo enorme en sus ojos. Una vez más, supo que su madre sabía algo que ella no estaba compartiendo.

—¿Estás bien Lily? -preguntó Pan a la madre de Milk-.

Le tomó un minuto a Lily conseguir la calma de nuevo, pero tan pronto como lo hizo su cara regresó a la normalidad.

—Por supuesto que estoy bien, fue sólo un ligero choque, parecen tan reales -les dijo su madre-. Milk se volvió para mirar a sus dos mejores amigas. —¿Cuáles son sus planes, quedarse aquí o ir a casa? -les peguntó ella-.

—Vamos a regresar a donde Bulma a pasar el rato, si quieres puedes venir después de tu cita y si Lily está de acuerdo con eso, ¿está bien? -respondió Pan-.

—Está bien para mí, si quieres -le dijo Lily a Milk-.

Milk no podía decidir lo que quería, parte de ella quería estar con sus amigas, la otra parte quería estar sola para poder hablar con Goku. Ella vería cómo avanzaba la noche y luego decidiría.

—Las llamaré chicas y les dejaré saber si voy, no sé a qué hora vamos a estar en casa así que no quisiera venir si fuera muy tarde y ustedes ya estuvieran en la cama -les dijo Milk-.

Pan y Bulma le dieron una mirada de "sí por un montón de basura de tamaño súper con papas fritas". Milk intentó parecer tan ajena cómo fue posible a su escrutinio.

Milk miró a su mamá esperando a que dijera algo acerca de un toque de quedarse, pero nunca lo hizo, ella solo se volvió para bajar. —Estaré en planta baja con Goku contándole historias embarazosas de tu niñez, por lo que podrías querer apurar tus preparaciones finales -dijo Lily a su hija-.

Milk se volvió hacia sus amigas. —Miren, yo no voy a mentir, una parte de mí quiere quedarse en casa esta noche para poder hablar con Goku, pero la otra parte quiere estar con mis chicas -les dijo Milk-.

—Estamos totalmente de acuerdo con que te quedes en casa para conocerlo más. Sólo hay una condición en esto y es tener todos los detalles al completo. Sin resumir, ni parafrasear, nada inconcluso y cero resúmenes. ¡Todos los detalles! -le dijo Bulma rotundamente-. Milk se rió con sus dos amigas y las abrazó. —Gracias chicas, ustedes dos son las mejores -les dijo-.

—Está bien, estoy lista. Las veré más tarde -les dijo-.

—¡Que se diviertan! -dijeron Pan y Bulma juntas-. —Oh mira Pan, nuestra niña está creciendo, ¿a dónde se ha ido el tiempo? De enseñarle a cortar el cabello de su muñeca Barbie, luego a cortar su propio cabello y ahora enviándola con un pedazo de carne caliente rumana, me estoy atragantando -bromeó Bulma mientras fingía las lágrimas-.

Pan miró a Bulma y sacudió la cabeza. —¿Estás lista? -le preguntó a ella-.

—Sí, estoy lista. ¿Por qué siempre tienes que fregar mi estilo? -preguntó Bulma en su mejor voz de jerga-.

—Porque así es como ruedo -respondió Pan-.

—¿Están seguras ustedes dos de que pueden quedar sin vigilancia y a su propia suerte? -les preguntó Milk sonriendo-.

—Vete ya -dijo Bulma-.

Milk abrió la puerta del dormitorio y se dirigió a la parte superior de las escaleras; respiró hondo y soltó el aire por la boca.

—Luna, he estado esperando para verte todo el día. ¿Está reconsiderando salir conmigo?, porque eso está bien, solo regresaré a la casa de Los Henry y te dejaré estar con tus amigas -le dijo Goku a través de sus pensamientos-.

—¡NO! -respondió Milk, al darse cuenta demasiado tarde de que se había incriminado al dejarle saber cuánto quería verlo también-.

—Estoy bajando ahora, deja de ser tan impaciente, esto no cambiará -le dijo Milk-. Ella sintió su confusión cuando él preguntó:

—¿Cambiará a qué?

Milk no pudo evitar la risa que salió de ella, pero recuperó su compostura para el momento que estuvo en el último escalón de las escaleras.

—No importa -respondió ella mientras se acercaba a la esquina de la sala-. Su madre estaba sentada en el sofá y Goku estaba sentado al otro lado en el antiguo sillón de respaldo alto con orejeras que su madre había heredado de algún pariente lejano. Era de un terrible tono de melocotón, pero a Lily le gustaba tanto el feo bulto que lo mantenía en su sala de estar y de alguna manera con Goku sentado en este, él se las arregló para hacerlo verse bien. —Hombre, ella lo tenía difícil -pensó para sí misma-. Goku debe haber atrapado ese último pensamiento porque él le sonrió a sabiendas, pero no habló a través de sus pensamientos.

Goku se puso de pie cuando ella entró en la habitación y sin vergüenza la miró de arriba y abajo desde sus dedos de los pies a la cabeza y de regreso. Milk estaba un poco sorprendida de que él hiciera esto delante de su madre y ella supuso que debido a sus nervios debería ser excusada por tener un momento con Bulma. —¿Lo conseguiste completo o te gustaría que diera la vuelta para ti también? -preguntó sarcásticamente Milk-.

—¿Milk, es esa la forma de hablarle a tu cita? -le preguntó Lily pero evidentemente no le sorprendió que Milk hubiera actuado con tal actitud-.

—En realidad, -comenzó Goku- me encantaría que te des la vuelta para que yo pueda admirar la nueva adición a tú ya hermosa piel.

Milk no pudo evitar sonrojarse, por dos razones: número uno, había llamado a su piel hermosa, quiero decir, vamos quien no se ruborizaría ante eso, ¿verdad? Y número dos, la forma en que él comentó acerca de las marcas parecía muy posesivo, como si ellas la ataran a él de alguna manera y por alguna extraña e incomprensible razón, a Milk le gustaba eso. "Sí," -pensó ella- "ellos tienen una celda acolchada en el manicomio solo esperando por ti bebe."

Milk tampoco se perdió la forma en que su madre respondió, Goku al darse cuenta de las marcas; ella estaba lanzándole miradas punzantes, como si lo desafiara a hacer más comentarios al respecto. Milk conocía esa mirada y era una de las miradas en el repertorio de su madre que quería decir que si querías mantener tu trasero entonces mejor que lo cubrieras ahora.

Por lo tanto, Milk dio una vuelta rápida alrededor y Goku la agarró de la mano, oh, tenía las manos grandes.

"Quiero decir, en serio" -pensó ella- "¿tiene que tener todo grande?"
Casi se echó a reír, porque sólo podía imaginar la respuesta que Bulma tendría para esa pregunta.

—Muy bien, nos estamos yendo mamá. Te quiero, no me esperes levantada, que yo te despertaré cuando llegue a casa, sí, voy a usar el casco, no, no voy a tener frío, no, no es necesario ningún dinero, sí, tengo mi llave de la casa y bla bla bla -contestó Milk antes de que su madre incluso pudiera preguntar-. Ellos salieron por la puerta principal antes de que Lily pudiera decir una palabra, lo cual había sido por lo que Milk salió.

—¿Era eso realmente necesario? -le preguntó Goku-.

—¿No viste la mirada que mi madre?, te estaba dando cuando preguntaste acerca de estas marcas en mi piel, de las que sé que tú sabes algo al respecto y ¿estarás feliz de divulgar dicha información esta noche? -le dijo Milk-.

Goku actuó como si él simplemente no la hubiera escuchado y dado que no había soltado su mano una vez que habían salido, simplemente la llevó junto a su motocicleta. Le entregó un casco negro y rosa oscuro, el cual examinándolo de cerca, tenía diferentes diseños en él, era en realidad bastante impresionante. Se lo puso en la cabeza tratando de no sentirse demasiado ridícula y esperó por sus instrucciones.

Goku se volteó, la miró y sonrió con una sonrisa impresionante, hoyuelos y todo. —¿Estás lista Luna? -le preguntó y sintió que no sólo estaba preguntándole sobre el paseo en moto, Milk lo sintió como si él le estuviera dando una opción, una para la que ella no tenía ningún resultado plausible-.

—Probablemente no, pero qué diablos. Qué es la vida sin un poco de emoción, o de locura, ya sabes como tú quieras -respondió Milk-.

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