Capítulo 10: Goku
Goku y Brian estaban entrando al auto de Brian cuando sintió que Milk le gritaba: —Goku, ¡¿Qué demonios tengo en mi espalda?!
Por un breve instante le llegó un destello de la imagen de su espalda, pero enseguida la silenció, ya que no quería entrometerse en su intimidad. Decidió no responderle incluso cuando le rompía el corazón dejarla en ese estado de confusión y miedo, pero pensaba que era mejor decir ciertas cosas personalmente. Especialmente si vas a decirle a alguien que tiene marcas de Canis Lupus en su cuerpo porque encontró a su compañero hombre-lobo que no sabía que existía. Ya sabes, el típico "hey, vamos a conocernos un poco".
Él se estremeció un poco cuando ella gritó, Brian lo notó y le preguntó si estaba bien.
—Sí, estoy bien, es que tuve un zumbido en mi oído por un segundo -mintió Goku-.
—Así que, ¿sabes a dónde quieres ir? -le preguntó Brian-.
—Sólo detente en el primer concesionario de motocicletas que veas. No soy exigente y soy bastante bueno trabajando en ellas, así que no importa si necesita algún arreglo -dijo Goku-. Cuando pasaron por delante de la casa de Milk, se encontró mirando hacia allí, luchando con las ganas de meterse dentro de su mente y ver cómo estaba. Se sintió raro cuando ella lo llamó; fue la primera vez que ella lo había hecho sin que él lo haya iniciado. A su lobo interno le agradó que haya acudido a él por ayuda, después de todo era su protector. La parte sarcástica de él le recordó que en realidad, ella no tenía a nadie a quién acudir. Eso hizo que un gruñido saliera de él, que tuvo que disfrazar con tos.
Brian, conforme a lo solicitado, se detuvo en el primer concesionario donde vio motocicletas. Cuando Goku salió del auto, sus ojos se posaron instantáneamente en una Honda Shadow negra, con tubos cromados y ruedas anchas. Era usada, pero aun así estaba en buen estado. A Goku le gustaba que sus motos fueran simples. Nada lujoso u ostentoso, sólo quería montarlas, no mostrarlas.
Un vendedor se acercó a ellos y se dirigió a primero a Brian, después de todo él era el adulto, pero él hizo señas hacia donde estaba Goku.
—¿Puedo ayudarlos? -preguntó el vendedor al mismo tiempo que tomaba una bocanada de aire-. Goku estaba seguro de haber escuchado un leve gruñido cuando el vendedor retrocedió unos pasos girando su cabeza y haciendo que su cuello quede expuesto a Goku.
Goku lo miró confundido por un instante y luego lo entendió y lo que vio casi lo hizo caer al suelo: Canis Lupus.
Afortunadamente, Brian había empezado a dar un vistazo por el lote de autos sin prestarles atención, así que Goku dio un paso hacia el vendedor, Dodoria era el nombre que decía su tarjeta y lo olfateó. Efectivamente, era un Grey.
Instintivamente, Goku gruñó mientras su lobo se animaba por la presencia de otro Grey en el área que había considerado como su territorio. Después de todo él no estaba al tanto de que hubiese otros Grey en Coldspring. Después de un momento, el Grey llamado Dodoria preguntó: —¿Quién eres y por qué estás en el territorio de un Alfa?
—Alfa, -pensó Goku- ¿de qué Alfa estaba hablando?
Goku no quería darle demasiadas explicaciones a este Grey, por si acaso él y su Alfa fueran una amenaza.
—No estaba al tanto de que hubiese algún Grey en este sitio -respondió vagamente-.
—¿Quién crees que eres que mereces saber cuántos Grey hay por aquí? Sólo eres un cachorro, con un ser humano dentro -le espetó a Goku-.
El lobo de Goku presionaba por salir y Goku lo dejó solo un poco, su poder fluyó sobre él, el Grey lo sintió al instante y se inclinó casi involuntariamente cuando su lobo notó que él no era más poderoso que el que había llamado cachorro.
—No tengo que honrarte con una respuesta, pero sólo para que sepas lo que has provocado lo haré. Soy el príncipe de los Canis Lupus rumanos. Y soy el próximo en la línea para convertirme en Alfa, por eso no me someto a nadie más que el Alfa de todos los hombre-lobo de Rumania.
Poniendo mucho cuidado con sus palabras para no dejar que su poder se saliera de control, preguntó: —¿Quién es tu Alfa y hace cuánto que hay Greys en Coldspring?
El Grey, Dodoria, gimoteó un poco, pero respondió: —He oído de tu padre, dicen que hace que todos los Alfa hagan una reverencia ante su presencia.
—Responde lo que te pregunté Dodoria, ahora -dijo Goku muy serio-.
—Mi Alfa es Freezer Gold. He sido miembro del grupo por 3 años. No sé cuánto está activo. ¿Por qué estás aquí? Eres un adolescente de otro país, ¿qué puedes querer en Coldspring, Texas? -preguntó Dodoria, desconcertado-.
—Mis asuntos no son de tu incumbencia. Dejando de lado este interesante giro de los acontecimientos por un momento, me gustaría comprar esa Honda Shadow, ¿cuánto está? -preguntó Goku-.
—¿No quieres probarla? -respondió Dodoria-.
—No. ¿Cuánto? -preguntó nuevamente Goku-.
—$2.500 y no tiene ninguna garantía. Tiene cinco mil millas de uso, los neumáticos son nuevos y nunca estuvo en un accidente -dijo Dodoria como si fuera una grabación-.
Goku sacó su tarjeta de crédito y se la acercó. Mientras Dodoria caminaba con la tarjeta de su padre, Goku se dio cuenta de que acaba de cometer un gran error. Ahora Dodoria tendría el nombre completo de su padre. Imaginó que este podría ser uno de esos momentos donde su pequeño fuego, Luna, diría algo como: —Ir directo a la cárcel, pierdes tu turno y no cobras tus $200.
Sí, ella definitivamente diría algo así.
Brian había regresado adonde estaba Goku, pero él no lo notó hasta que Brian habló: —¿Encontraste algo para comprar?
—Sí, de hecho, voy a comprar esa Honda Shadow negra. Se ve en bastante buen estado. ¿Crees que puedes llevarme adonde tengo que tramitar mi licencia y hacer lo que necesito para finalizar la venta? -preguntó Goku-.
—Eso no es un problema. Hazme saber cuando estés listo -respondió Brian-.
—Está bien, *mulţumesc* (gracias) Brian, realmente aprecio tu ayuda -le dijo Goku-.
—De nada -dijo Brian sonriéndole-.
Goku se volvió para ver a Dodoria cruzando el lote hasta ellos. Tenía algunos papeles en una mano y la tarjeta de crédito de Goku en la otra. Le extendió la tarjeta apenas estuvo lo suficientemente cerca.
—¿Podrías acompañarme dentro un momento para firmar estos papeles? -le preguntó Dodoria-. Goku solamente asintió y comenzó a seguirlo en dirección al edificio. Entraron y a unos pocos pasos a la derecha había una mesa. Dodoria se sentó, Goku no. Sólo se inclinó y firmó en los sitios que Dodoria había marcado. Una vez que terminó, Dodoria se apartó y le entregó las llaves a Goku. Antes de que se diera vuelta para irse, Dodoria le dijo: —Tengo un mensaje de mi Alfa.
Se volvió y miró a Dodoria a los ojos, el Grey menos dominante bajó la mirada al instante pero continuó: —Dice que no deshagas las maletas. Dicho eso, Dodoria dio media vuelta y se fue. Goku abrió la puerta y caminó hacia donde se encontraba Brian.
—Bueno Brian, estoy listo si tú lo estás -dijo Goku tratando con todas sus fuerzas de contener su enojo-. Su lobo no estaba para nada feliz. Había otros lobos en el territorio que él había proclamado como suyo basado en la información que decía que no había otros Greys allí. Para colmo su compañera estaba en el mismo territorio indeterminado. Podría decir que las cosas no podían ponerse peor, pero eso sería un gran error a la hora de hablar de los Canis Lupus.
Cuando Goku estacionó sobre el camino que conducía a la casa de Brian, estaba contento de que lo bien anduvo la motocicleta. Brian había insistido en ir directamente a una tienda de artículos para motos para comprar un casco ya que no había en el concesionario. Escogió uno que cubría todo su rostro con visor oscuro y compró un visor claro para cuando la condujese de noche. Se sentía tan bien volver a montar una moto, se dijo a sí mismo. Frenó detrás del coche de Brian y trabó su casco con el que le había comprado impulsivamente a Milk en el costado del rodado.
Mientras caminaba hacia la puerta principal, vio a Lily en su entrada al otro lado de la calle. No había notado que se había ido.
Cuando salió de su Volkswagen convertible, se giró, miró donde estaba Goku y lo saludó.
—Goku, hola, quería invitarte a cenar esta noche, -gritó a través del césped- las chicas traerán pizza. Estás invitado a venir, si no tenían planeado salir con un grupo de adolescentes -dijo guiñándole un ojo-.
Goku se sorprendió con la invitación pero él no estaba dispuesto a perder la oportunidad de pasar algún tiempo con Milk.
—Sería un honor. *Mulţumesc* (Gracias) -respondió Goku-.
—Genial, ordenaremos la pizza alrededor de las 5:00, ah y dile a Brian y a Sara que también están invitados, pasaremos toda la noche y jugaremos algunos juegos -dijo Lily muy entusiasmada-. Goku no estaba seguro, pero Lily parecía un poco nerviosa. Quizás él lo estaba imaginando todo, pero había algo raro con ella. Se despidió y entró en su casa, mientras él hacía lo mismo.
Sara estaba sentada en el sofá leyendo un libro cuando él entró y le dijo que habían sido invitados por Lily y Milk para comer pizza y jugar juegos.
—Oh, eso suena genial -dijo Sara con entusiasmo-. —Prepararé algunos brownies para llevar. ¿Te gustan los brownies Goku?
—Sí, me gustan. Voy a excusarme y llamaré a mis padres para saludarlos, si eso está bien -le dijo Goku-.
—Por supuesto que está bien, no tienes que preguntarnos, eres prácticamente un hombre adulto Goku, mientras no vendas drogas, te vayas todas las noches de reventones y orgías haz lo que quieras. Nosotros confiamos en ti, hasta que nos des una razón para no hacerlo -dijo Sara muy calmada-.
—*Mulţumesc* (Gracias) -fue todo lo que dijo en respuesta y se volvió para subir las escaleras y llamar a su padre para contarle lo que había descubierto ese día-. También tendría que explicarle que perdió la paciencia y reveló su título y, le había dado a un Grey su tarjeta de crédito con su nombre de Alfa en ella. Honestamente, había pasado sólo un día en Coldspring y había conocido a su compañera, a otro Grey, descubrió una manada que se suponía que no existía y había sido amenazado para que no se quedara. No había sido para nada aburrido la estadía desde que llegó.
Marcó el número de su padre por segunda vez en el día. Su padre contestó al primer sonido.
—*Colega ta este in pericol* (Tu compañera está en peligro) -fueron las primeras palabras que Goku escuchó de su padre-.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro