Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

11✿

A medianoche cuando ya todos estaban durmiendo, corrió por los pasillos escabuyendose de la vista invisible.

Había preparado algo especial y bonito para el, pero primero debía llegar hasta allá y sacarlo sin que nadie se de cuenta.

Hyunjin miró a los dos lados del pasillo, se aseguro de que nadie haya y entró a la habitación de huéspedes. La puerta de madera se deslizó suavemente al ser abierta y el príncipe ingreso con la certeza de que todo salió bien.

La oscuridad de la noche no le permitía ver más allá de su nariz así que siendo un poco imprudente prendió la pequeña lámpara de la mesa del escritorio.

La luz tenuemente amarilla le dejó ver más allá de sus pasos encontrando al joven chico recostado en la cama durmiendo.

Sus pasos eran amortiguados siendo silenciosos y largos hasta llegar a Seungmin, en dónde al estar a su costado se arrodilló y empezó a susurrar su nombre con la esperanza de que despierte.

- Mi pequeño retoño, Seungmin - susurró con delicadeza, estirando su mano y tocando la punta de su nariz y luego su mejilla - querido despierta.

Un pequeño gruñidito se escuchó del del castaño quién frotó suavemente sus ojos cansado por el día que había tenido negó suavemente con su cabeza y giró en su cama dándole la espalda al príncipe.

Hyunjin soltó una risita al ver lo tierno que se veía haciendo esos soniditos al negarse a despertar.

- Perdón por ser impertinente Minnie - Hyunjin acaricio su cabello sonriendo - descansa, mañana volveré - susurró y se acercó a dejar un beso en sus frente.

La calma que tenía al dormir era como de un dulce angel, tan pacífico y bonito.

De pronto esos hermosos ojos castaños lo miraron, pequeñitos y dormilones con ese brillo mañanero.

Una sonrisa se creo en el rostro del príncipe cuando Seungmin se fijó en él.

- Jinnie? ...q-que haces aquí es tarde - su voz que usualmente es muy delicada y fina ahora era ronca por haberlo despertado recién.

- Perdóname angel pero quería mostrarte algo, tal parece que estás muy cansado así que volveré mañana, descansa Seungmin - Hyunjin se alejó del menor quien confundido sujeto su mano.

- ¿Qué sucedió, es algo malo? - sus ojos avellana se tornaron preocupados y su voz cambió a una más aguda demostrando su angustia.

Hyunjin sonrío mientras negaba con su cabeza y se volvía a acercar a la cama del menor donde tomó asiento y sujetó su mano entre las suyas.

- No es nada de eso al contrario, quería mostrarte algo bonito pero creo que ya es muy tarde preferiría hacerlo en la mañana así lo ves con los primeros rayos del sol.

Su rostro cambió a uno aliviado sonriendo por sus palabras, sería una de esas sorpresas hermosas que Hyunjin siempre tenía para él.

- si es así podré dormir tranquilo y esperaré a tu llamado en la mañana...- Hyunjin asintió y se acercó para darle un beso en la mejilla.

- Entonces te veré mañana.

Seungmin dudó un segundo en lo siguiente que iba a decir pero se animó a hacerlo al sentir las manos del príncipe soltar la suya.

- Hyunjin quieres quedarte a dormir esta noche conmigo.

Hyunjin abrazaba su cintura mientras su rostro estaba rozando el cabello castaño.

Seungmin dejaba que su cabeza descanse en los brazos de Hyunjin, mientras sus brazos los ponía en su pecho, su rostro oculto en su cuello.

Hyunjin era mágico en todos los sentidos que incluso su cuerpo tenía la escencia de la flores impregnada en su cuerpo siendo un somnífero perfecto.

Una noche tranquila donde solo el silbido de los árboles revoloteaba, el pasto se movía lento y largo y las flores se cerraban esperando que el sol salga y las renueve.

Una madrugada cálida que dejó a los dos chicos renovados, las respiraciones suaves y el aliento calmado.

Con el corazón sincronizado al estar tan cerca. Un beso en medio de la noche que fue el último antes de tener que despertar por el sol.

Sus brazos se movieron pesados, su cuerpo era ligeramente cubierto una manta con un perfume particularmente agradable para su nariz recientemente.

Soltó un suspiro y el alma le cambio a mejor, al abrir los ojos y ver a Seungmin descansar en sus brazos fue la primera imagen más hermosa que podría tener ese día.

Recordó la noche anterior donde el menor le pidió que se quede a dormir y él había aceptado ya que también quería pasar su primera noche cuidando del menor y que lo primero que ellos vean sean el otro.

Se acercó y dejó un beso en sus labios, un roce suave que hizo que un suspiro salga de los labios de su amado.

- Buenos días mi príncipe ....

Su relación había ido a mejor cada día, eran unos jóvenes enamorados que no se ocultaban en demostrar lo que sentía por el otro en cualquier parte del reino, sin tener miedo de su futuro ya que sabían que ellos lo controlan.

Por eso es que un hermoso jardín lleno de lirios del valle con rocío de la mañana les daba el buenos días.

Hyunjin los había cultivado hace unas semanas pero con su magia había hecho que florezca en poco tiempo, también les había dado ese hermoso color rosa que tenían y con el brillo del sol y aquellas gotas de agua era una imagen perfecta, digna de los ojos de Seungmin.

La suave brisa que había hacía que pequeñas gotitas resbalen por sus hojas y sus flores, cayendo en un tintineo al suelo.

- Son hermosas! vendré todas las mañanas a verlas~ estoy seguro de que incluso son de la buena suerte, todo aquel que lo vea se llevará una gran emoción.

Seungmin movió una de ellas haciendo que todo el rocía de sus flores caiga en una pequeña cascada de gotas.

- Estaré encantado de poder acompañarte siempre a qué las veas.

Hyunjin era una caja de sorpresas que siempre hacía que el castaño suspire encantado por el príncipe.

Era un cuento de hadas real.

Por otro lado aquella bella mujer de cabellos rojizos los miraba desde la cúspide del Castillo donde su bello ventanal en forma de corazón daba justo al jardín que había cultivado Hyunjin, lo había visto salir de la habitación del forastero a primera hora y ahora esto.

- No eres digno del amor del príncipe forastero.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro