8
Hoseok no sabe porque últimamente todo lo que haga siempre le sale mal. Bueno, todo lo que refiera a ganarse la atención y el amor de Jungkook. Pareciera como si solo fuera bueno para quedar en ridículo frente a él desde aquella vez que tropezó, hacía casi dos semanas.
—Hoseok —mencionó su hermano mayor—, ¿se puede saber que le pusiste a la comida? Sabía horrible.
Escuchar eso solo lo hizo sentir peor, seguramente Jungkook ya no querría volver a comer algo preparado por él. Esa era una de las cosas que le salían mal, era ya la quinta vez que cocinaba algo por su presencia y le salía muy mal. Demasiado salado, demasiado picante, demasiado quemado o con un sabor extraño como si alguien le hubiera tirado alguna especia de más.
Suspiró frustrado por dentro luego de que su hermano volviera al comedor con el postre que había comprado previamente, dejándole los platos restantes casi sin terminar a un lado de el resto de las cosas sucias.
No iba a volver a cocinar nada cuando Jungkook fuera de visita a su casa, estaba decidido.
Su fiesta de cumpleaños había sido muy tranquila y casi formal. Habían estado todos sus familiares y amigos cercanos, pero tal vez lo mejor fue que había ido Jungkook y que se había acercado a saludarlo a solas.
No es que le había dicho algo especial o conmovedor, le había dicho feliz cumpleaños como todos, pero para Hoseok cualquier cosa que viniera de Jungkook era importante y emocionante, por lo que aquel detalle lo había dejado alegre en todo el día. Por otro lado, ese día pareció como si la mala suerte que lo perseguía se había ido. Había sido un gran día. El primer cumpleaños que había sido diferente en el buen sentido.
Su primer cumpleaños estando enamorado.
—Si quieres que te vea como un hombre tienes que actuar como tal —aconsejó uno de sus amigos desde el otro lado de la mesa mientras el resto seguía comiendo, atentos a los consejos—. Tienes que ser más directo. Lánzate a él. Bésalo.
Hoseok hizo una mueca de disgusto: —Claro que no haré algo así, Dho, seria un suicidio.
—¿Por qué? Eres su menor por casi cinco años, si algo sale mal puedes fingir que no sabías lo que hacías. Has dicho que te trata como a un bebé, no te odiará por un besito.
Estaba horrorizado con lo que escuchaba, ese era el peor consejo del mundo.
—Tiene razón, Dho, si no das el primer paso, él nunca lo hará. Tú amado Jungkook es demasiado correcto para eso, después de todo eres menor de edad y el hermanito menor de su mejor amigo.
—Pero —comenzó a decir Hoseok, sintiéndose avergonzado—... nunca besé, no se como hacerlo. Quedaré en ridículo.
—¿Nunca besaste a nadie? ¡Pero ya tienes dieciséis! —exclamó Ryu.
—No te preocupes por eso, Hoseok, lo volverás loco cuando se entere. A los tipos grandes les gusta los chicos puros y castos como tú. Casto... no puedo creer que no hayas tenido tu primera vez aún.
—Oh, déjalo en paz, Dho. No todos tienen porque tener su primera vez a los trece como tú —dijo Chanho divertido.
—Bien, al menos el primer beso. Todos ya tuvimos el nuestro... Diablos, olvidé que tienes a Dareum de hermano, seguro que si fuera por él te mantendría como un monje. Mi más sentido pésame.
Sus amigos rieron pero Hoseok no, se sintió algo molesto.
—No me importa no haber besado a nadie todavía porque quiero que sea especial.
—Ugh, olvídalo entonces. El primer beso es horrible porque no sabes hacerlo...
—Lo sé, por eso dije que quedaré en ridículo si lo beso primero —resopló.
—Mhm... tal vez deberías venir a las fiestas que vamos, podrías conseguirte alguno que otro para practicar.
Hoseok frunció el ceño hacia su amigo: —Tus consejos son... Quiero que Jungkook sea mi primera vez en todo.
—¿Tanto te gusta? Lo conoces hace menos de medio año.
Lo sabía pero desde que lo había visto sentía ese extraño sentimiento, tan fuerte, tan lindo y tan único cada vez más incrementándose. Sentía estar en una nube cada vez que lo veía, una nube donde solo ellos dos existían. Ni él se entendía. Solo sabía que era el indicado.
—Nunca me gustó alguien como él me gusta. Me gusta demasiado.
Cuándo volvió a su casa reconoció la risa de quien se robaba sus pensamientos apenas entró. Su hermano mayor solía invitar a sus amigos todos los viernes a la noche, jugaban a las cartas y hablaban hasta que fuera lo suficientemente tarde para volver a sus casas directo a dormir.
La casa de Hoseok era el lugar elegido para juntarse porque sus padres salían los viernes a la noche también, siempre iba a cenar juntos a solas. Sus padres eran lo más cercano a un matrimonio perfecto, se amaban y amaban pasar tiempo juntos como si fueran novios. Hoseok quería una relación así, y ya había encontrado a la persona con la que quería tener esa relación.
—Jungkook —nombró con entusiasmo cuando se lo cruzó en el pasillo de su casa, hacia una semana no lo veía, no lo vio después de su cumpleaños así que hizo lo posible para encontrar la forma de chocar con él "casualmente". Había esperado a que saliera del baño para cruzárselo, fingió sorpresa.
—Oh, Hoseok —dijo quien agitaba su corazón apenas sonreía, como ahora—. ¿Cómo estás?
Demasiado correcto, demasiado formal, ¿qué podía hacer para romper con esa maldita pared?
—Estoy bien, gracias por preguntar —respondió dándole una sonrisa suave, maquinando con rapidez un tema de conversación—. ¿Cómo estás tú? No nos vemos desde mi cumpleaños... gracias por venir.
Jungkook sonrió ampliamente, muy hermosamente: —Ya te lo he dicho, no debes de agradecer. Gracias a ti por invitarme, pasé un buen momento.
—¿En serio? ¡Qué bueno! Yo hice los postres... salieron bien, ¿cierto?
—Sang me dijo que los hiciste tú —asintió enternecido—. Fue de las mejores cosas que comí en mi vida, eres un buen cocinero.
—Oh... Gracias, aunque —suspiró—... no lo creo. Las comidas que probaste de mi siempre han tenido algún error —murmuró cabizbajo, avergonzado.
—Bueno —dijo Jungkook con un tono suave que le hizo levantar la mirada—. No siempre se puede ser perfecto. Tampoco he probado muchas comidas tuyas pero no solo tu hermano dice que eres bueno cocinando, nuestros amigos también elogian tus comidas. Así que, felicidades.
Lo miró un tanto sorprendido, no se espera escuchar aquello y menos recibir la sonrisa hermosa que le dio..
—Gracias, Jungkook.
El mayor asintió con una sonrisa y mirándolo a los ojos. Hoseok se quedó mirándolo a los ojos también y de pronto se dio cuenta que llevaban más tiempo del acostumbrado de esa forma. En algún momento, se habían quedado mirándose en silencio. En algún momento la mirada de Jungkook cambió y no sentía que lo mirara como el hermanito pequeño de su mejor amigo.
O eso creyó.
Jungkook tosió, no podía decir si falsamente o no ya que se sintió muy avergonzado cuando fue aquel quien rompió el contacto visual -como si se hubiera dado cuenta de lo que hacía- y bajó la mirada.
—Debo... debo de volver. Cuídate. —Huyó, o algo le dijo a Hoseok quedé así. Frunció el ceño sintiéndose desconcertado por cómo Jungkook se alejó rápido sin volver a verlo.
¿Qué fue eso? Casi parecía avergonzado pero, ¿por qué lo estaría? Jungkook nunca había actuado avergonzado a solas frente a él, tampoco se lo había quedado mirando de más o algo por el estilo. Se sintió extraño todo aquello.
Tal vez no debería pero el autoestima y ego de Hoseok era demasiado alto así que estaba comenzando a venirle ideas a la mente... ¿Y qué tal si estaba comenzando a gustarle a Jungkook?
Sonrió y mordió sus labios, saltado por dentro. ¡Al fin! Hoseok siempre supo que terminaría gustándole, no era un presumido pero bien sabía que era demasiado atractivo y encantador para cualquiera, ¿quién podría resistirse ante él? Exacto, nadie. Podría tener a quien quisiera pero él solo quería a una persona, su corazón ya tenía dueño y ese era Jungkook. No tenía dudas de que el mayor comenzara a verlo como un hombre y ya no como un bebé, ya era grande sobre todo ahora que tenía dieciséis años pero aún debía hacer algo para estar seguro de que era así.
Y Hoseok sabía una forma de descubrir más fácilmente si Jungkook tenía sentimientos por él...
Los ojos de Jungkook se ampliaron al verlo.
—¿Hoseok? —Habían pasado un par de días desde que lo vio por última vez en su casa, cuando se quedaron mirándose en silencio por mucho tiempo.
—Hola... ¿Profesor? —saludó fingiendo sorpresa, poniendo sus manos detrás de su espalda intentando mostrarse educado como un buen alumno.
—Vaya —dijo Jungkook y río bajo—. Yo... no esperaba verte aquí.
Hoseok sonrió ampliamente, él si esperaba verlo ahí. Desde que se había enterado que Jungkook era profesor de danza en una academia cercana a la suya lo único que había estado planeando era como inscribirse a alguna de sus clases. Y, lo había logrado porque para suerte suya habían vuelto a abrir las inscripciones.
Amaba bailar desde muy joven y ya asistía a clases de danza para alumnos avanzados en otra academia, pero Jungkook como profesor tres días a la semana era lo más tentador que existía, no podía rechazar la oportunidad. Ante todo no podía rechazar la oportunidad de mostrarle como bailaba porque según sus compañeros y profesores, él era el mejor.
—Tampoco yo...
Una vez más se quedaron mirándose, y una vez más Jungkook sacó su mirada como si nada hubiera pasado pero luciendo nervioso.
—Bienvenido, entonces. —Sonreía pero comenzando a alejarse—. Saldré un momento en lo que llegan todos —anunció y volvió a huir. O para Hoseok era así. Lo sintió como un logro.
Hoseok podía cocinar mal y quedar en ridículo en presencia de Jungkook pero bailando... bailando era el mejor y ningún paso le salía mal.
Jungkook se veía más que maravillado desde la primera clase con él. Era, como creyó y como siempre, el que más llamaba la atención a la hora de bailar. Hoseok notó como con cada clase se robaba más y más miradas de Jungkook. Y, como seguía siendo amigo de su hermano mayor, siguió yendo a su casa. Recién habían pasado tres semanas pero en ese tiempo había avanzado demasiado con él, sus conversaciones eran fluidas y habían más temas de los que hablar. Por otro lado, Jungkook había dejado de tratarlo como a un niño y más de una vez lo había encontrado mirándolo en silencio. Pero aún había un problema. Un gran problema, en realidad.
Dareum.
Sangwoo ya sabía que Jungkook era su profesor y no le importó realmente pero Dareum... se molestó. Ya no sentía que estaba cuidándolo sino que era algo más. Comenzaba a creer que su hermano tenía sentimientos por Jungkook. Aún cuando Dareum se mostrará frío y distante, aún cuando en realidad no era su amigo -al menos no como Sangwoo- últimamente los había encontrado hablando como si tuviera toda la confianza del mundo. No lo entendía, ¿desde cuando eran cercanos?
—Así que... a el hermano de Hoseok le gusta Jungkook.
Taehyung que estaba de brazos cruzados mirando a Hoseok llegar a esa fiesta, giró los ojos. Se preguntaba qué carajos le veían él y sus hermanos al mocoso que había rescatado hacía años.
—Mi hermano tiene a todos a sus pies —dijo Yoongi, orgulloso—. Pero, solo tiene los ojos en una persona.
—¿Se puede saber que haces aquí? Lárgate —soltó Taehyung, malhumorado como últimamente estaba. Todo estaba empeorando con respecto a Hoseok y no era solo por sus sentimientos hacia Jungkook, era también porque su vida seguía corriendo peligro mientras no encontraran a Seokjin, al cual parecía que se lo había tragado un agujero negro.
Yoongi rió bajo.
—Creo que olvidas un detalle. Yo voy a donde sea que Jungkook vaya, soy su ángel guardián —respondió indicando hacia un lugar de la fiesta. Taehyung giró hacia allí y al ver a Jungkook, hablando con un desconocido, comprendió la conversación que Hoseok había tenido por teléfono en la mañana.
Hoseok había venido a la fiesta para encontrarse con Jungkook y dar el siguiente paso. Y sabía bien cual era el "siguiente paso".
Se tensó pero de inmediato se movió hacia adelante, solo que Namjoon lo agarró del brazo, deteniéndolo.
—¿Qué piensas que haces? Eres invisible para ellos, Taehyung.
El mencionado se soltó del agarre con fuerza, más molesto y nervioso que nunca. Irritándose más cuando Yoongi rió bajo, el bastardo seguía disfrutando verlo de esa forma. Disfrutaba como Taehyung era totalmente impotente ante la situación, como simplemente miraba a la persona que tanto amaba estar enamorándose de otro.
—Sucederá hoy —dijo Yoongi—. Puedo sentirlo y sé que tú también lo sientes, Taehyung.
—¿El qué? —pregunto Namjoon, confundido. Demasiado confundido—. ¿Taehyung? —Seguramente notó lo rígido que se puso, había olvidado decirle que...
—Puedo sentir lo que siente Hoseok.
—... ¿Qué?
Si, había descubierto hacía unos días que podía sentir algunos sentimientos y emociones que sentía Hoseok cuando estos eran fuertes. Lo sentía si se concentraba, aunque Hoseok estuviera lejos suyo. No podía leer su mente pero si podía hacer eso. Y esto lo había descubierto de la peor manera.
Fue cuando Hoseok miraba a Jungkook bailar, fue culpa de Yoongi en realidad. Aquel le había dicho "si lo que sientes por Hoseok es tan fuerte como dices enfócate en él, sentirás lo que siente ahora" con un tono desafiante y burlón. Taehyung lo hizo, fue como leer su mente pero "leyó" lo que sentía a cambio, lo sintió, sintió su deseo. Fue tan doloroso como una daga atravesándolo cuando sintió el deseo que sentía la persona que más amaba en su vida por otro hombre.
—Creí que eran mejores amigos que se contaban todo —dijo Yoongi de forma divertida—. Taehyung puede sentir lo que siente Hoseok si se concentra... ¿cierto, Taehyung?
No respondió, sabía que intentaba provocarlo para que cometa un error y no vuelva al cielo. Prefirió fijar su mirada en Hoseok y se tensó cuando lo encontró mirando a Jungkook, a pesar de la oscuridad y música fuerte. Lo había encontrado, sabía que estaba buscando la forma de acercársele.
—Estoy seguro de que siente lo mismo que Jungkook. Deseo.
—Lárgate —espetó Taehyung, sin soportarlo más.
—¿No lo sientes? Ah... no quieres sentirlo. Tienes miedo de que sea lo que Jungkook siente, ¿cierto?
—Yoongi —nombró Namjoon, dándose cuenta que estaba a punto de perder el control. Taehyung se negaba a sentir lo que Hoseok sentía, se negó a verlo también.
Tenía un muy mal presentimiento.
—¿Será que hoy es el día en que Jungkook finalmente se le confiese? —preguntó Yoongi con una mueca divertida y aquello era lo que más temía Taehyung. Porque si Jungkook le confesaba a Hoseok que había comenzado a sentir cosas por él estaba seguro que Hoseok no le importaría nada más.
Pasaría algo entre ellos.
—Yoongi —soltó Namjoon de nuevo.
—Sabes bien que es así, a Jungkook le gusta Hoseok. Le gusta demasiado pero lo respeta por ser menor y por ser el hermano de su mejor amigo. —Siguió hablando—. Siempre se guarda sus sentimientos, se contiene y calla todo el tiempo, necesita mucha fuerza de mental para eso... ¿qué crees que podría pasar ahora que no está sobrio?
Taehyung sabía que podía pasar. Sentía que iba a pasar.
—Hace mucho Jungkook no sale con nadie —continuó—. Hace mucho no besa a nadie... Y, oh, casualmente es lo que más quiere Hoseok, ¿cierto?
—Bueno, no sé si eso es lo que más quiere Hoseok —dijo Namjoon de pronto, mirando hacia una esquina de la fiesta bailable—... pero definitivamente si era lo que más quería Jungkook.
Taehyung y Yoongi miraron hacia donde veía Namjoon con mucha atención. Y ambos se paralizaron con la escena frente a ellos.
–Dualitymask
¿Predicciones futuras?🌷
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro