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18

—¿Yoongi te dijo eso? —preguntó Jimin para luego poner los ojos en blanco—. Santo Dios, Taehyung, sabes que él no es de confianza. Cualquier cosa que te haya dicho, te mintió.

En otro momento lo hubiese creído también, pero había un detalle.

—Sé que no es de confianza pero esta vez estoy seguro que no mintió, está preocupado por su hermano también.

—¿Qué tiene que ver su hermano? Seokjin no le haría nada porque se supone que Yoongi y él son amigos. Aún me pregunto porqué el Cielo sigue considerando ángel a Yoongi cuando todos saben que sigue relacionándose con Seokjin.

—¿Crees que de verdad que me sigo relacionando con Seokjin?

Jimin se paralizó por completo y miró por donde la voz vino. A Yoongi de pie en el marco de la puerta al pasillo.

—Al fin llegas —soltó Taehyung, volviendo a tomar agua, sin que un pelo se le moviera por la repentina aparición de Yoongi. Que no era para nada repentina en realidad.

Taehyung había estado esperándolo como habían arreglado ese mismo día, no habían terminado de hablar.

—¿Qué crees que haces aquí? —escupió Jimin las palabras, era de las pocas veces que lo veía así de molesto, Taehyung entendía por completo la razón aunque dudaba que fuera bueno que un ángel guardara rencor.

—Quedamos en vernos desde que me dijo lo de Seokjin.

—¿Qué...? ¡No puedo creer que te estés hablando con este! —Explotó Jimin finalmente—. ¡A él no le importa nadie más que su hermano humano!

—Cállate, Jimin, no estoy aquí para pelear —dijo Yoongi comenzando a perder la paciencia. Pero Jimin lo ignoró por completo levantándose de la silla y golpeando la mesa en dirección a Taehyung para que lo mirara a los ojos.

—¡Taehyung, dile que se vaya! ¡Él nos mataría si de eso dependiera la vida de su hermano! ¡Es peligroso! ¡No podemos creerle!

Yoongi soltó una risa amarga: —¿Y tú crees que Taehyung dudaría en matarte si la vida de Hoseok dependiera de eso?

—Yoongi —advirtió Taehyung ante su estúpida suposición que hizo palidecer al ángel rubio.

—Él también lo haría, Taehyung te mataría por Hoseok. Nos mataría a todos solo por salvarlo a él, incluido a sí mismo —remarcó mirando con firmeza a un Jimin que parecía encogerse en su lugar dándose cuenta de una verdad que nunca había pensado—. No lo entiendes porque no amas a nadie, pero cuando lo hagas te darás cuenta. Todos haríamos lo que sea por quien más amamos.

Aún cuando Jimin seguía mirando a Yoongi, podía decir que nunca lo había visto tan vulnerable y solo. Sus hombros caídos y como bajó la mirada hizo que Taehyung que molestara, se molestara con Yoongi.

—¿Qué intentas hacer? —gruñó Taehyung muy enojado, levantándose de la silla y yendo directamente a empujar a Yoongi violentamente. Creyó que Yoongi caería al suelo con la fuerza que usó pero no pasó nada de eso, para sorpresa suya ni siquiera lo movió.

Taehyung miró sus manos, con ojos muy amplios y asustado.

—Te debilitas a cada segundo, y cuanto más tiempo estés materializado más débil de volverás —explicó Yoongi, aún mirando a Jimin con superioridad—. Más humano serás.

—¿Me volveré un humano? No digas tonterías.

—No te volverás un humano en sí, solo tendrás sus cualidades y perderás todas las que te hacen demonio, no podrás ser ninguno de los dos. Pero seguirás siendo un ser inmortal, uno atrapado en un cuerpo humano. No te sientas únicos, esto ha pasado otras veces, solo que... nadie vive para contarlo —continuo diciendo con facilidad, recordándole las palabras de Namjoon acerca de que Yoongi era el que más conocimientos tenía al igual que Seokjin—. En resumen, siempre son asesinados, se vuelven carnadas fáciles para los demás demonios y también para los ángeles. Similares a los ángeles caídos, serías algo como un ¿"demonio caído"?

Taehyung apretó los dientes y puños.

—Como sea. —Taehyung ignoró el miedo que sintió al escuchar eso—. No me importa porque no estaré mucho tiempo así, ya sabemos cómo solucionarlo. —Dejó en claro, sin titubear.

—Si sigues como hoy... no creo que te desmaterialices en poco tiempo. —Yoongi rió bajo como si supiera exactamente su solución, pro seguramente lo sabía. Alejarse de Hoseok había sido imposible hoy.

—No vuelvas a hablarle así a Jimin, ¿escuchaste? Si quieres hacernos pelear, vete por otro lado —habló con dureza y mirándolo con firmeza a los ojos. Yoongi le sostuvo la mirada sin inmutarse, demostrándole que no le tenía miedo. Taehyung hasta podía ver eso en sus ojos, era el ángel que más tiempo lo miraba sin bajar la cabeza. O tal vez, podía ser que estaba perdiendo su poder de hacer que todos bajaran la mirada, estando materializado.

—¿Dije alguna mentira acaso? —preguntó Yoongi tranquilamente—. ¿No nos matarías si la vida de Hoseok dependiera de eso?

—Siempre hay otras opciones.

—Pff, nadie del Cielo te está escuchando ahora, ellos están preocupados en algo importante de verdad. Así que puedes decir la verdad, no desaprobarás tu examen de admisión al Cielo como la mayoría lo hace —dijo con tono sarcástico.

—Siempre hay otras opciones —repitió Jimin detrás suyo, Yoongi se giró a él—. Eso es lo que nos enseñan en el Cielo, ¿ya lo olvidaste? ¿O nunca lo aprendiste? Aunque, más que aprenderlo, hay que sentirlo. Como Taehyung que lo siente y por eso lo dice. Él volverá al Cielo, te lo aseguro. Los ángeles superiores y príncipes del cielo deben estar realmente ocupados para no notar que Taehyung ya debería ser aceptado y otros echados.

—Realmente me quieres fuera de el Cielo, ¿cierto, Jimin?

—No confío en ti y dudo alguna vez volver a hacerlo —respondió Jimin con valentía, eso pareció afectarlo de forma negativa al otro ángel aunque fingió estar normal— Hiciste cosas muy malas, Yoongi. Pero yo... yo, lo único que quiero es que estés lejos, porque tengo miedo que quieras dañar a quienes amo.

—Jimin, yo no quiero dañar a nadie-

—Tú mismo hace unos minutos dejaste en claro que harías lo que sea por quien amas y todos sabemos que te refieres a Jungkook —interrumpió—. Tal vez no esté enamorado de nadie como Taehyung o no tenga un hermano como tú, pero tengo amigos a quienes amo. Y tengo miedo que tú dañes a cualquiera de ellos.

Yoongi hizo un silencio largo, su rostro era ilegible aunque Taehyung notaba que se veía sumamente afectado. Tal vez se debía a que Jimin había dejado en claro que temía de Yoongi y que no lo consideraba amigo como alguna vez lo hizo. Podía casi percibir que estaba dolido, pero Taehyung no podía comprenderlo, Jimin tenía razón, él había dejado en claro que haría lo que fuese por su hermano y solo por él, había dejado en claro que no le importaba nadie más que su hermano... ¿o tal vez no era así?

—Jungkook no es al único que amo, Jimin. También amo a mis amigos. —Yoongi respondió a su pregunta no formulada, ahora comprendía mejor y confirmaba que las palabras de Jimin le habían dolido, no formar más parte de quienes Jimin amaba, le dolió. Pero Taehyung no podía decir nada, también entendía las razones por las que Jimin lo trataba así.

—¿Qué tan cerca está Seokjin? —Decidió preguntar, interrumpiendo el pesado ambiente que habían formado ambos ángeles. Yoongi tragó y dejó de mirar a Jimin, cambiando su expresión dolida a una seria, pareció como si le costó los primeros segundos.

—No estoy seguro. —No era la respuesta que esperaba ni quería escuchar—. Pero sabe mucho de Hoseok, su edad y todo eso.

—Lo encontró —jadeó sintiendo que su cuerpo humano quedaba sin aire, comenzando a sentir frío del miedo.

—No... no estoy seguro. De todas formas, ahora no puede hacerle nada y menos si lo tiene de frente, Hoseok no podrá verlo ni sentirlo por más cerca que esté, a menos que se materialice. El verdadero problema es ese, quiere materializarse para poder acercarse a Hoseok. Solo sé eso, no sé qué tiene planeado hacer en ese momento o cuando podrá materializarse.

—¿No puede materializarse? —Jimin preguntó confundido.

—Solo los seres inmortales muy poderosos o los alma pura pueden materializarse. Seokjin fue expulsado así que no es nada de eso, su única opción es llegar a un acuerdo con algún ser inmortal muy poderoso.

—Con el único que podría llegar a un acuerdo es con algún demonio poderoso, pero ellos no llegan a acuerdos fácilmente —dedujo Taehyung de la razón por la que Seokjin todavía no habría logrado materializarse—. En sus acuerdos los únicos beneficiados siempre son ellos, saben jugar con sus palabras, engañar y estafar.

—Si, por eso estoy seguro que aún no logro materializarse. Pero también estoy seguro que buscará la forma de atormentar a Hoseok y a Jungkook, tenemos que encontrarlo y asesinarlo, no hay otra opción.

—¿A Jungkook? —preguntó Jimin mientras Taehyung buscaba alguna forma de encontrar a Seokjin.

—Fingí ser su amigo, pero descubrió que lo quería matar y ahora está buscando vengarse de mi.

—Espera, ¿fingiste ser su amigo para asesinarlo? ¿Por qué querías asesinarlo? Él a ti no te hizo nada —dijo Jimin, la misma pregunta que Taehyung se había hecho a sí mismo en ese momento.

Yoongi tragó como si lo que fuera a decir le costara, y lo miró a los ojos antes de responder.

—El castigo que me dio el Cielo de no poder cuidar a Jungkook durante años no fue pensado al azar o solo porque yo amo a mi hermano, fue porque sabían lo que le pasaría a Jungkook. En todas sus reencarnaciones su infancia será pesadilla que lo deja marcado de por vida. El Cielo lo sabe y me castigó, castigándolo a él, queriendo que Jungkook pasara toda esa pesadilla solo. Pero... Taehyung lo salvó, y lo único que le podía dar a cambio es investigar sobre Seokjin y matarlo para proteger a Hoseok.

—Arriesgaste a tu hermano, ¡era obvio que te descubriría! —Jimin era una mezcla de sorpresa e indignación.

—Jungkook estará bien hasta que cumpla los veintitrés.

—¿Qué sígnica eso? —preguntó Taehyung ahora confundido.

—Él muere a esa edad, está marcado en su destino, pero el destino no es definitivo y se puede cambiar si se mete un ser inmortal en medio. Yo lo cambiaré. Por eso tenemos que actuar ahora, si nos deshacemos de Seokjin cuanto antes será mejor.

¿Destino? Ahora Taehyung tenía muchas preguntas, tal vez tantas que no supo que cuál hacer y prefirió quedarse callado. Tendría tiempo, de todas formas, ahora que sabía que Yoongi era más aliado que cualquier cosa.

—Lo encontraremos —afirmó Taehyung—. Pero primero necesito salir de este cuerpo y para eso... Hoseok debe olvidarse de mi... pasarán unos días.

—¿Y qué pasa si él no logra olvidarte? —preguntó Yoongi, haciéndolo sentirse triste por la verdad.

—Él lo hará, me olvidará —murmuró mirando un cuadro de la casa abandonada—. No significo nada para él.

Hoseok miraba el techo de su sala de estar, acostado boca arriba en su sillón, sus manos cruzadas sobre su estómago subiendo y bajando en cada respiración profunda o suspiro.

—¿Por qué no puedo dejar de pensar en él? —preguntó en voz baja finalmente, tocando sus labios mientras seguía pensando en los labios ajenos de sus recuerdos. Esos labios adornados por un lunar, rosados y tan perfectos.

Dios. ¿Cómo podía ser tan sexy? ¿Desde cuando le parecía sexy alguien aparte de Jungkook?

Hizo una mueca mirando su celular, habían pasados cuatro días desde la última vez que lo vio. Cuatro días sin verlo ni saber absolutamente nada de ese castaño alto. Era como si la tierra se lo hubiese tragado, o como si -en sus pensamientos más divertidos- hubiese sido un ser de otro universo que había vuelto a su mundo. Y es que, ese hombre era tan atractivo que podría dudar que fuese humano.

Se preguntaba cuándo volvería a verlo todos los días. Sus amigos decían que la mayoría de las veces se quedaba mirando la nada y parecía drogado, su familia no había hecho muchos comentarios aparte de que lo veían sonreír más seguido. Había querido contarle a Dareum, su hermano con el que más confianza tenía, pero era alarma roja directa cada vez que se imaginaba a Dareum conociéndolo y enterándose que era mayor a ambos. Si ni siquiera aceptaba a Jungkook que tenía veintiún años, peor sería al hombre castaño que lucía de unos veintiséis.

Estaba perdido.

De lo único que estaba seguro es que no encontraría al hombre castaño estando ahí encerrado en su casa, fue solo por eso que se puso de pie guardando su celular en el bolsillo y salió a dar una vuelta "casualmente" como venía haciendo hace días.

El castaño oscuro debía ser de su barrio, dudaba que fuera de otro lado. Lucia como alguien de clase social alta, y el único barrio de clase social alta en su ciudad era el suyo. Debía ser de por ahí si o si. Hoseok lo encontraría.

Caminó y caminó, como siempre por otras calles por las que no fue los días anteriores. Pero todo aquel que veía no se asemejaban ni de cerca al estilo del castaño. Ni siquiera se acercaban. Y ni hablar de su belleza, nadie le llegaba ni a los talones.

Debió pedirle su número, o su dirección mejor... aunque ni siquiera le había querido decir su nombre. Peor aún, le había dicho que sería la última vez que se verían. ¿Y si lo había dicho de verdad?

Por un momento había creído que estaba exagerando, pero ahora... ahora comenzaba a pensar que lo había dicho en serio. Y eso, lo hacía sentirse algo decaído.

Hoseok casi gritó cuando alguien lo jaló de pronto. Estaba por llegar a una esquina cuando unas manos lo agarraron del brazo y jalaron a un espacio vacío entre unas paredes de una casa. Se paralizó, pero luego se tensó y luego entró en crisis cuando se dio cuenta de quien era. El castaño.

Era una mezcla de todo tipo de sentimientos y emociones, sus ojos estaban muy amplios mirando al perfil tallado del castaño vestido todo de negro como siempre. El castaño miraba hacia un lado como si estuviera cuidándolo de alguna amenaza, pero Hoseok poco le importaba que miraba, él solo miraba al hombre sexy frente suyo. Dios, no recordaba que fuese tan sexy, ¿era posible que se pusiera más buena por cada día que pasara? Él creía que si.

No sabía que decir, pero cuando estuvo a punto de decir algo, el castaño se movió y lo rodeó con sus brazos. Hoseok se tensó pero no de mala forma, mil sensaciones le recorrieron y ninguna se sentía mala. Nada se sintió mal mientras era abrazado por ese hombre, nada se sintió extraño y menos incómodo.

Por más desconocido que fuese, Hoseok sentía como si lo estuviese abrazando alguien conocido. Sus brazos, su fuerza y calidez le hacían sentir una especie de nostalgia y felicidad al mismo tiempo.

–Dualitymask.


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