13
Chilló del dolor tocándose la cabeza mientras se sentaba en su cama. Los rayos brillantes del sol que se colaban por los bordes sin cortina de su ventana no ayudaban para nada más que hacerle doler más la cabeza. Al menos las cortinas cubrían casi toda la ventana y no dejaba entrar más que rayos, pensaba con una mueca adolorida.
Joder, ¿tanto había tomado?
Cerró los ojos por un momento y comenzó a dejar caer sus pies en los bordes de su cama, mirando de a poco hacia la vacía pared blanca para acostumbrarse a la claridad de su habitación.
Había un pacifico silencio, todo tranquilo y calmado, hasta que la alarma con escandaloso sonido comenzó a sonar rompiendo con ese ambiente sereno.
Con dolor de cabeza y todo, saltó directo al reloj digital de su mesita de luz para apagarlo, haciendo una mueca de disgusto al recordar que era viernes de clases.
¿Quien era el que iba a fiestas en plenos días de clases? Si, él. Él, sus amigos y todos los jóvenes de su edad que conocían lo que era realmente la diversión. O al menos, eso era lo que siempre se decían entre ellos. Solo ellos sabían que era divertirse de verdad.
Hoseok sonrió recordando lo divertido que había sido la noche anterior hasta que tuvieron que cambiar de club nocturno por culpa de un apagón, como era de esperarse, y habían ido otro cerca donde... donde... Hoseok frunció el ceño sin poder recordar que había hecho en ese lugar aparte de llegar y tomarse otro vaso de lo que sea que había sido lo que tomó.
Se puso de pie y caminó a su baño sintiéndose cada vez más confundido, y pronto asustado cuando se preguntó cómo había llegado a su casa. O siquiera a su cama.
Se quedó paralizado mirándose en el espejo de su lavamanos.
¿Sus amigos le habían traído?
Sacudió la cabeza y comenzó a cepillarse los dientes mientras intentaba recordar. Pero era obvio que sus amigos tuvieron que haberle traído, ¿quién más lo haría? Aparte, dudaba que él solo podría haber tomado un taxi para llegar. Dudaba hasta que pudiera haber subido las escaleras de su casa solo.
Se rió de sí mismo por asustarse. Sus amigos jamás lo dejarían, cuando llegara al colegio les preguntaría quien lo trajo para agradecerle aunque suponía que debía ser Chanho, su mejor amigo.
Hoseok bajó a desayunar luego de bañarse y vestirse para el colegio, su rutina normal de siempre. Sonrió oliendo el delicioso desayuno de su madre mientras se acercaba al comedor.
—Buenos días —saludó feliz como siempre, recibiendo el saludo de vuelta de cada integrante de su familia los cuales comenzaban a acomodarse para desayunar. Llegaba a tiempo como siempre.
Se sentó junto a su madre y frente a sus dos hermanos mayores mientras que su padre estaba en la cabecera como siempre.
—Hijo, este fin de semana te quedarás con tus hermanos. Tenemos un viaje de negocios pero volveremos el lunes a primera hora, ¿si?
Hoseok hizo un mohín y su madre le sonrió dulcemente acariciando su cabello.
—Últimamente trabajan mucho —se quejó Hoseok como niño pequeño jugando con el desayuno de su plato.
—Lo sabemos, cariño, pero ya sabes cómo son las cosas antes de que entremos de vacaciones —decía su madre peinándolo con sus dedos dulcemente.
—Así es, Hobi. En unas semanas nos tendrás día y noche aquí —agregó su padre contento. Hoseok sonrió feliz por la noticia, era cierto, pronto se acercaba sus vacaciones y estaría en casa todo el tiempo.
Hoseok miró a sus hermanos, Dareum solo sonreía mirándolos interactuar mientras que su hermano mayor miraba a un lugar vacío del comedor sin dejar de comer.
Cuando terminaron de desayunar sus padres se despidieron, saliendo antes como siempre. Hoseok siempre iba al colegio solo, ya era mayor y no quedaba tan lejos donde estudiaba. Así que eso hizo, fue a buscar su mochila y de nuevo al comedor a despedirse de sus hermanos mayores que entraban más tarde a la universidad, y les tocaba turnarse para limpiar antes de salir.
—Oh, ¿hoy le toca lavar los platos a Dareum? —Hoseok preguntó divertido cuando al entrar al comedor solo vio a su hermano mayor sentado con su celular en mano y el ruido de los platos siendo lavados saliendo de la cocina.
—Si.
Hoseok rió bajo y comentó divertido acerca de la torpeza del mayor: —Qué bueno que tendremos la misma cantidad de platos, entonces.
Sangwoo siempre se reía de sus bromas tontas, él era el hermano más alegre de los tres. Sin embargo, esta vez no hizo ni una sola expresión feliz, ni molesta. Simplemente lo miró serio.
Hoseok se tensó, su mirada le dio miedo. Su hermano mayor casi nunca estaba serio y menos lo miraba de esas forma.
—¿No tienes que ir al colegio?
La pregunta salió casi brusca, no sirvió para que su miedo se fuera, al contrario empeoró.
—Uh, si —respondió, algo nervioso—. Ya me iba...
—Bien. —Su hermano volvió a su celular en mano, ignorándolo, ¿tal vez estaba peleando con alguien por mensajes?
—¿Está todo bien, Sasa?
—Vete al colegio, Hoseok, ¿quieres? —soltó y esta vez su voz salió llena de molestia al igual que la mirada que le dio.
Por otro lado, casi nunca lo llamaba. Solo Dareum lo llamaba así.
—Dile a Dada que dije adiós. Nos vemos más tarde —murmuró Hoseok, totalmente desconcertado, ¿acaso alguien estaba molestando a su hermano y por eso tenía ese humor? ¿Debía preguntar?
No lo sabía, pero no preguntó y la razón fue porque su hermano mayor no respondió a su despedida. Lo ignoró completamente mirando algo en su celular.
Ciertamente Hoseok se fue algo dolido por esa razón. No era la primera vez que su hermano mayor estaba actuando raro en esos último tiempos con él pero si era la primera vez que le hablaba de esa forma y luego lo ignoraba como si no existiera. No entendía que le pasaba a Sangwoo, tal vez era hora de preguntarle.
La parte más desconcertante es que la forma en la que actuaba Sangwoo últimamente era algo que se podía esperar de Dareum pero Dareum últimamente estaba contento y lo trataba muy bien, por otro lado ya no estaba preguntándole a dónde salía a cada rato como hacía tiempo atrás. De hecho, había dejado de hacerlo la vez que le dijo que jamás sería o actuaría como sus amigos... Hoseok hizo una mueca dándose cuenta que de alguna forma le estaba mintiendo ya que cada vez más actuaba como ellos con eso de ir a fiestas y tomar de más.
¿Qué pensaría Dareum si se enterara? Tal vez lo decepcionaría. El sentimiento no le gustó para nada, su mayor miedo era ver que lo mirara con decepción, descartó el pensamiento de inmediato y siguió yendo al colegio para ver a sus amigos.
Al llegar se encontró con los tres en el patio, al parecer habían llegado temprano y sonrió acercándose a ellos para bromear sobre esa puntualidad. Pero entonces, apenas los tres miraron hacia él, se pusieron de pie y corrieron hacia él.
—¡Hoseok! ¡Joder! ¡Estás bien! —Chanho dijo primero y lo abrazó fuertemente, sus otros amigos le tocaban la espalda como si no pudieran creer que fuera él.
—Les dije que estaría bien —dijo el mayor de los cuatro mientras los otros maldecían y agradecían al cielo que estuviera vivo.
—¿Qué les pasa?
—¿Cómo que nos pasa? ¡Anoche desapareciste!
—¡Si! ¡De pronto nos dimos vuelta y ya no estabas!
—¿Ah, si? —preguntó confundido ya que no recordaba nada.
—¡Creímos que te habían secuestrando! Sobre todo porque decías que había un tipo que no te dejaba de ver —soltó Chanho—. No vuelva a desaparecer así-
—¿Yo dije eso? —Frunció el ceño sin recordar en lo absoluto que alguien estuviera mirándolo.
—¿No te acuerdas? ¿No recuerdas nada? ¿Dónde estabas? ¿Cómo fuiste a tu casa?
—Uhm, eso era lo que yo quería preguntarles-
Se cortó preocupándose por la gravedad del asunto, ¿ninguno de ellos lo había llevado a su casa? ¿Había desaparecido de la fiesta? ¿Significaba que había ido solo a su casa?
—Fui solo —dijo para no preocuparlos como él comenzaba a preocuparse—. Tomé un taxi.
—Ven, les dije. —Siguió diciendo uno de ellos, el mayor que siempre le restaba importancia a todo—. Vamos a formar fila, ya están por venir los profesores.
Asintió caminando junto a ellos a formar fila aunque Chanho lo miraba igual de preocupado, le dijo que estaba bien para calmarlo pero no estaba seguro si le había creído. Hoseok no dejó de pensar en lo que había pasado mientras estaba en clases, ¿cómo había ido solo a su casa estando tan ebrio?
Cuando estaba en mitad de clases copiando el pizarrón, se tensó por completo mirando hacia la hoja de papel en la que escribía. Un recuerdo muy borroso llegó a él, un recuerdo muy extraño. Era él encerrado en un baño junto a un hombre alto, un hombre mayor que él. No podía recordar bien su rostro pero recordaba lo que pensaba cuando estaba con él.
Era alguien extremadamente atractivo.
Tragó saliva totalmente desconcertado, ¿era real eso? ¿Había estado en un baño encerrado con un hombre desconocido? ¿Qué había pasado? ¿Qué habían hecho?
Hoseok intentó convencerse que era un sueño, debía serlo. El recuerdo era muy borroso como un sueño, no podía ser real.
Apenas llegar a su casa, dejó sus cosas en su habitación como siempre y luego volvió a bajar a tomar algo fresco. Aún pensaba en ese recuerdo, pero ahora estaba casi seguro que había sido un sueño. O al menos eso intentaba convencerse.
Si, siempre decía que quería besarse con cualquiera pero no precisamente dentro de un cubículo y menos con un adulto, se suponía que debía de ser de su edad.
—Hoseok.
Casi se atraganta con el agua cuando escuchó la voz de su hermano mayor detrás suyo. ¿En que momento había llegado? Hoseok nunca lo había escuchado llegar.
Entonces recordó como lo trató en la mañana, Hoseok se giró a él pensando en qué tal vez quería disculparse pero al mirarlo a la cara se dio cuenta que una disculpa era lo que menos iba a recibir.
La cara de su hermano mayor era enojo puro: —¿Se puede saber quien es el tipo que dejaste entrar a casa anoche?
Hoseok apenas escuchar eso frunció él ceño, ¿a qué se refería su hermano?
La puerta principal se escuchó y con eso el saludo de Dareum, anunciando que recién llegaba a casa en voz alta y sus pasos subiendo las escaleras. Eso lo confundió más aún, sus hermanos iban juntos a la universidad, ¿por qué Dareum llegaba recién? Tal vez la respuesta estaba en cómo se vestía su hermano mayor, con ropa casual de casa, como si no hubiera ido a la universidad.
—¡Te hice una jodida pregunta!
Hoseok se asustó dando un paso hacia atrás y casi tapándose los oídos al escuchar a su hermano gritar. Jamás lo había escuchado gritar.
—N-no sé de que hablas.
Sangwoo no estuvo nada feliz con esa respuesta: —¿No sabes de que hablo? ¿Crees que soy idiota y me voy a creer eso?
—Sasa-
—¡No! —Volvió a alzarle la voz y entonces Hoseok notó que tenía su celular en una mano—. Dime ahora mismo quien era ese tipo porque sé bien que no es ninguno de los idiotas de tus amiguitos.
—No sé de que hablas —repitió pero con miedo, no sabía como hacer para que le crea y le asustaba como de seguro estaba que metió un desconocido a su casa. Jamás haría eso—. Yo no... no lo sé.
Mala elección de palabras. Lo supo en su rostro.
—¿Qué significa eso? ¿Metiste a un desconocido a casa? —soltó más que horrorizado—. Hoseok, te estoy hablando. ¿Dejaste entrar a un desconocido a la maldita casa y a tu habitación?
—¿A mi habitación?
Su hermano lo miró más horrorizado que antes, tomó su teléfono y marcó algo. Luego, lo extendió hacia él, le estaba mostrando un video, una filmación. Más precisamente la filmación de las cámaras de seguridad de su casa.
Los labios de Hoseok se separaron en una expresión de sorpresa y desconcierto cuando vio las imágenes de él, en brazos de un hombre que tenía la cabeza baja impidiendo que se vea su cara. El hombre subió las escaleras con él en sus brazos como si no pesara nada y luego caminó por los pasillos hasta su habitación como si la conociera de memoria.
—¿Quién mierda es? Y no me digas que no sabes.
—Yo no, lo digo en serio, no sé-
—¡Deja de mentirme en la cara! ¡Estabas en sus brazos! ¡Conoce tu jodida habitación! ¡¿Cuántas veces lo dejaste entrar?!
—Lo juro, no recuerdo nada-
—¿Así de borracho estabas?
Su hermano mayor bajó su mano con su teléfono y le dio una mirada cargada de enojo. Hoseok se sintió pequeño, pero más que eso sentía al borde de las lágrimas porque no entendía nada, porque no había quien era el hombre de la filmación, porque no sabía como hacer para que su hermano le crea y porque le dolía como le gritaba.
—¡Dareum!
Hoseok se tensó cuando su hermano mayor gritó el nombre de Dareum.
—No. No, no, por favor, Sangwoo —comenzó a suplicar agarrándolo del brazo cuando el mayor se giró para irlo a buscar. Deteniéndolo al borde las lágrimas porque sabía que si si Dareum se enteraba de todo eso, se sentiría más que decepcionado de él—. Por favor, no le digas nada a él. Por favor.
—Debiste haberlo pensado antes. Suéltame.
—Sangwoo, no lo volveré a hacer. Lo juro-
—¡Deja de jurar en vano! —Volvió a alzarle la voz y a soltarse con fuerza de su agarre, un par de lágrimas abandonaron sus ojos cuando escuchó pasos rápidos bajando las escaleras.
—Sang, no le digas. Haré lo que tú quieras —suplicó agarrando de nuevo del brazo a su hermano mayor.
Pero aquel ni siquiera lo miró: —Tarde.
—¿Se puede saber por qué estás gritando, Sangwoo? —Dareum comenzó a decir mientras entraba a la cocina donde estaban y su hermano mayor volvió a soltarse del agarre de Hoseok—. ¿Qué les pasa?
Hoseok vio frente suyo como su hermano mayor se acercó a Dareum con su teléfono en mano.
—¿Dijiste que confiabas en Hoseok? ¿Qué era maduro e incapaz de hacer cosas estúpidas? ¿Incapaz de desobedecer? —preguntó con sarcasmo hacia Dareum quien frunció el ceño hacia el mayor y recibió el celular que le extendía. Hoseok miró todo con ojos borrosos en lágrimas, sin saber que hacer—. Aquí está tu hermanito maduro y obediente. Ni siquiera recuerda el nombre del tipo éste que lo trajo en brazos.
Sucedió lo que más miedo tenía, lo que era obvio que sucedería luego de tantas veces que había ido en contra de sus palabras. Dareum dejó de mirar el video en el celular, devolviéndoselo a Sangwoo y miró hacia Hoseok. Con clara decepción.
—¿Hoseok? —Bajó su mirada, no podía mirarlo a los ojos y ver la decepción de su hermano, no quería ver a la única persona que había confiado en él sentirse traicionado—. ¿De cuándo es?
—Anoche —respondió Sangwoo—. Pero ya te lo he dicho, viene haciendo esto hace mucho. Tú no me creíste.
—Sang...
—No, Dareum, no lo defiendas. Él nos está engañando a ambos, también a papá y mamá, dice que va a la casa de algún amigo pero se va a fiestas de adultos. ¿Olvidas que mencioné que me encontré con los padres de uno de ellos y dijo que no veía a Hoseok hace tiempo?
Hoseok comenzó a sollozar y pudo ver a Dareum tensarse.
—Lo recuerdo.
—Te das cuenta de lo grave que es esto, ¿cierto? ¿Dónde estabas que ni siquiera lo notaste?
—Yo no-
—Era tu único deber, soy el mayor de ambos, no puedo hacerme cargo de los dos, de las casas, de la academia y de la universidad mismo tiempo. Se supone que tú lo cuidas de él. Es lo único que tenías que hacer y ni siquiera notaste en que andaba, Dareum.
—No es su culpa-
—Tú te callas —soltó el mayor callándolo bruscamente—. No quiero escucharte.
—¿Cómo lo descubriste? —Volvió a hablar Dareum, Hoseok seguía sin poder mirarlo.
—Lo escuché llegar tarde anoche —soltó—. Joder, hizo entrar a un desconocido a la casa. Te das cuenta de eso, ¿no? ¿Qué tal si era un psicópata?
—Esperemos que no-
—Y no solo eso, no es la primera vez qué pasa. El tipo entró a su habitación como si la conociera de memoria, ¿cuántas veces más habrá entrado? Tal vez cuando nosotros no estamos él simplemente se escapa del colegio y viene con algún tipo para invitarlo a su habitación y-
—¡Claro que no!
—¡Dije que te calles!
—¡Nunca escape del colegio! ¡Nunca traje a nadie a casa!
—Eres un maldito mocoso mentiroso-
—Sangwoo, es suficiente.
—Dareum, nunca dejé entrar a ningún desconocido a mi habitación.
—Estoy seguro que no —soltó Sangwoo—. Tú sabes bien a quienes metes a tu habitación y estoy seguro que sabes bien quien es el tipo que te trajo anoche. ¿Cuantos noviecitos vas teniendo, maldito promiscuo? ¿Siquiera usas protección?
—¡Sangwoo, cállate! —espetó Dareum, mientras Hoseok veía con ojos llorosos a su hermano mayor por escucharlo hablar tan feo de él—. Solo dime qué piensas hacer, estaré de acuerdo con lo que sea.
—Por supuesto que estarás de acuerdo. Le diré todo a mamá y papá, también les mostraré la filmación, no me importa si ellos están preocupados en otras cosas. Yo no voy a hacerme cargo nunca más de este... desobediente.
—Está bien, hazlo. Es lo correcto.
El mayor asintió y salió de la cocina dejándolo solo con su hermano del medio.
—Dareum-
—Piensa bien lo que hiciste y estás haciendo, Hoseok —lo interrumpió mirándolo con seriedad pero a la vez su clara decepción dibujada en su rostro—. Papá y mamá vienen en la noche.
Cuando Dareum se fue sin darle una última mirada y ni siquiera dejarlo hablar, Hoseok comenzó a llorar todo lo que había guardado. Se abrazó a sí mismo y luego de varios minutos sollozando no pudo soportarlo más, así que salió rápidamente de su casa. Caminando rápido lejos de ahí y sus hermanos.
Se sentía mal, se sentía horrible. Ellos tenían razón, haber llevado a un extraño a casa era lo más estúpido y peligroso que pude haber hecho, estaba avergonzado. Más avergonzado que jamás lo había estado en su vida.
Quería desaparecer. Quería esconderse en algún lugar donde jamás fuese encontrado por un largo tiempo hasta que su vergüenza se fuera o la imagen del rostro de su hermano decepcionado desapareciera.
Caminó hasta detenerse bruscamente cuando sintió a alguien ponerse frente suyo. Caminaba mirando al suelo y decidió ignorar la sujeto que bloqueaba su camino moviéndose a un lado, pero para su sorpresa, el sujeto también se movió de lado como él.
Hoseok frunció el ceño por esa razón y levantó la mirada al molesto espécimen que bloqueaba su camino y al mismo tiempo estaba molestándolo. Lo miró con la mirada más llena de odio que tenía.
Pero le duró poco su valentía. Porque en cuanto levanto la mirada al rostro del hombre frente suyo, se paralizó de pies a cabeza en su lugar.
Era un hombre alto de cabello castaño oscuro abundante, su porte y forma de vestir era del tipo de un adulto de más de ventipico, su rostro era simétrico, perfecto, pero su mirada... su mirada era impresionante, tan intensa, penetrante y oscura. Tan paralizante que se quedó sin respiración. Era atractivo, extremadamente atractivo. Jamás había visto a una persona tan atractiva pero, había algo más. Todo él emanaba una energía extraña, una energía muy oscura. Envolvente. Electrizante.
No podía describirlo en palabras, solo sentía que le faltaba el aire mirándolo. No sabía si el hombre frente suyo le parecía increíblemente fascinante o aterrador.
Sentía que si lo tocaba, iría de frente al infierno. Pero al mismo tiempo, sentía que si lo tocaba, tocaría el cielo.
—¿Puedes verme?
Hoseok no escuchó la pregunta, se perdió en el movimiento de sus labios rosados. Se perdió en la neblina oscura que salía de todo su cuerpo como si fuera una especie de Dios del inframundo.
¿Estaba soñando? El hombre frente a él no podía ser real. ¿Cómo podía existir alguien que luzca así de atractivo y al mismo tiempo aterrador? ¿Por qué verlo le causaba tanto... miedo? ¿Por qué sentía que ya lo había visto antes?
—¿Hoseok?
Se tensó al escuchar su nombre saliendo de su voz grave y conocida. Y entonces, lo recordó.
Era el hombre que lo había estado mirando la noche anterior, que no lo había dejado de mirar en toda la noche y lo había seguido a donde sea que fuera. Era quien lo había llevado a su casa, a su habitación.
Pero, ¿quién era exactamente? ¿Cómo se llamaba? ¿Por qué se sentía tan atraído hacia él y al mismo tiempo le causaba tanto terror?
–Dualitymask
Capítulo súper largo🌷🤭
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