El Reino de la naturaleza se comenzaba a ver sombrío, los habitantes estaban preocupados, los emperadores estaban irradiando ira, y la princesa estaba muy triste.

El príncipe había sido secuestrado por el rey del reino demoniaco.

Rápidamente llegó a oídos de los demás reinos, volviéndose todo un descontrol, pues supuestamente el reino de Yiling Wei había sido derrocado y exterminado hace años, y ahora resulta que nuevamente los desastres comenzaban.

–¡Sigan buscando!–

Ordenó el emperador FengMian a sus guardias.

Llevaban un año buscando y no daban con nada.

–Madre, padre, ¿Es posible que ese lugar esté oculto bajo talismanes de camuflaje y repelentes de energía?–

Preguntó la princesa quien ayudaba a la búsqueda a su manera.

Intentaba descubrir todas las posibilidades que se llevaran a cabo para ocultar todo rastro de construcciones y energía resentida.

No cuadraba que no hubiese pista alguna del paradero del menor de los Jiang en todo un año de búsqueda.

–Podría ser posible–

Murmuró su madre, quien tenía su ceño fruncido.

Desde que su hijo desapareció la emperatriz ZiYuan podría con sus propias manos destrozar a una docena de cadáveres feroces sola y sin ayuda de Zidian quien era su arma.

–Pero estarían modificados con la sangre del rey, utilizamos tu técnica junto a los Nie y Lan, era muy buena, pero no ha funcionado–

La princesa asintió, dando una reverencia para irse de ahí devastada.

Salió del castillo seguida por las guardias personales de su madre, caminando con dirección al bosque, exactamente en el último lugar donde estuvo su hermanito.

Y como cada día, se incó frente a una bella flor lila, sonriendo débilmente, colocando sus manos para darle vitalidad.

–A-Cheng, dónde estás–

Miró los árboles del alrededor, dónde sus hojas se comenzaban a secar, en el lago casi no habían ya peces, y los lotos que se asomaban se encontraban marchitos.

Desde que Jiang Cheng había sido secuestrado y lo buscaban exaustivamente, toda la naturaleza que los monarcas Jiang mantenían bella y celosamente presumiendo orgullosos por ella, comenzaba a decaer.

Las tierras fértiles ya no eran tan efectivas al cultivar, las cosechas ya no eran tan abundantes, y la felicidad era nula en el reino de la naturaleza.

Deseaba de todo corazón que su hermanito estuviera bien y pudieran encontrarlo sano y salvo, abrazarlo y no dejarlo solo nunca más.

Le gustaría que su hermanito estuviera en su boda, pues ella ya tenía 17, faltaba poco para cumplir los 18 y casarse con su prometido Jin ZiXuan.

Su hermanito ya abría cumplido sus 14, alejado de ella y sus padres, y de las personas que hacían un gran festejo por él cada cumpleaños al igual que con ella.

Después de una hora, se levantó sacudiendo la tierra de sus ropas, mirando a las guardias de su madre, quien una traía consigo una maceta.

YanLi sonrió, agradeciéndole a la mujer, tomando la maceta en manos y volviendo a incarse.

Sabía que su hermanito estaba planeando hacerle una flor única para su boda, lo había descubierto los primeros días cuando no quería que le siguiera a sus prácticas.

Así que con cuidado transplantó la bella flor a la maceta, para llevarla con ella y seguirla manteniendo en su habitación, pues tenía muchas cosas que hacer y no podría ir más al bosque.

Ésta vez con ayuda de las guardias se puso de pie, caminando de regreso al castillo, abrazando con cariño la maceta de barro donde ahora estaba la flor que había transplantado.

______________________________

Buenaaaas!

Cómo ha sido un capítulo corto y más como una narración, habrá doble actualización!

En breves se sube el siguiente capítulo<3

—🌻