La familia de Reyes Min desde generaciones reinaba con sabiduría e igualdad, sus abundantes tierras fértiles, un reino próspero y surtido en colores.

En el centro de la ciudad permanecía el imponente Castillo, levantado roca por roca, aldeanos y los mismos hijos de los reyes que luego de años reinaron en él y seguiría el reinado de sus sucesores por mucho tiempo.

El rey Min X (décimo) tuvo la dicha de ser bendecido con dos hijos varones, su hijo mayor Min Dae-hyun fue la adoración del reino por lo que el día que nació se festejó por 3 días, su último hijo Min Yoon-gi eran totalmente sus retratos, más blancos, igual que él, incluso sus ojos eran tan pequeños y finos como él, el color de ojos de uno de los menores siendo miel y el otro, azules, su celebración de nacimiento fue tan larga como la de su hermano mayor, ambos solo tenían 4 años de diferencia.

Los hijos del rey tenían un defecto...
Su madre era una sangre pura.
Por unos años ella había pasado como parte de los normales, pero el día de nacimiento del menor de sus hijos pasó lo impensable.

Min Yoongi había nacido con la marca, las sirvientas que atendieron a la mujer y su hijo salieron despavoridos.

Los reinos se enteraron de aquel suceso, empezaron a entrar en pánico por el nacimiento de un sangre pura en la realeza y que la reina era una de ellos.

Por lo que cuatro reyes de los cinco reinos se reunieron en una corte general con los Fuscos, los tres representantes de los Fuscos se presentaron ante los reyes, quienes terminaron con la decisión de matar a los sangre pura, al igual que se venía haciendo desde hace años.

—no pueden quitarme a mi esposa y mi hijo.

El rey Min cubría a su pequeña familia luego de que varios guardias los apuntarán, habían llegado una semana después del que el menor naciera y el citatorio era obligatorio.

—Min, ellos son pura sangre y tú sabías de esa blasfemia, deja que se encarguen de ellos y olvidaremos todo.

—Si no se alejan de mi familia, usaré la fuerza bruta. — Min había sacado su espada, iba realmente en serio la amenaza, pronto sus acciones se relajaron por las suaves palabras de su esposa. — cariño.

—Está bien, ellos tienen razón, te engañé por un tiempo, solo quiero que cuides a nuestros hijos.

—Lucci, no.

Ese día llegaron al acuerdo de que la reina sería ejecutada por engaño a su pueblo y corona.

Mientras los niños, al menor fue puesto bajo un conjuro que lo condenaba a pasar su vida entera dentro de una esfera de cristal que ataría su alma y cuerpo a esta.

Uno de los Fuscos, un Solnechnyy, entregó a sus aprendices, una vieja mujer y un niño de no más de un año de edad, para que sea la crianza del menor.

25/06/2022