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Capítulo 9


Celeste charló con su madre como si no supiera que su vida pendía de un hilo. Eso lo hablarían mejor después, ahora mismo tenía poco tiempo y quería aprovecharlo al máximo. Cuando terminaron las presentaciones y los recibimientos todos se adentraron en la casa. Rocío prepararó unos aperitivos para su hermana y su compañero, la verdad es que ella amaba la cocina, solo que no podía dedicarle el tiempo que quería porque también debía cuidar de su madre y su hermano.

Ahora, todos sentados alrededor de la mesa, mantenían una amena conversación sobre las aventuras de la pelirrosa en el castillo. A Rocío y a Leticia le encantaba que Celeste les contara de Meliodas y Jaqueline, eran fanáticas del romanticismo y nunca habían conocido una historia tan hermosa como aquella, el hijo mayor del Rey Demonio se enamoró de una simple humana; les fascinaba saber de ellos, era como la historia de amor que siempre quisieron. Joaquín en cambio, prefería mantenerse al margen diciendo que eso era cursi y que él prefería ir a pelear por los suyos, su madre siempre le regañaba por esto, diciendo que la vida era lo más importante y que solo debías blandir una espada cuando tu familia o alguien que ames lo necesitara de verdad, el pequeño solo bufaba alejándose.

—Entonces, ¿cómo fue la boda? —inquirió Rocío, colocando ambos codos sobre la mesa y sonriendo como niña feliz.

Aquella pregunta hizo que Celeste casi se atragantara con el pan que se estaba empeñando en devorar. Recordó como Elizabeth apareció por allí a causar estragos y ella la enfrentó, además de quién fue quien la detuvo. Inevitablemente miró a Zeldris por el rabillo del ojo, seguramente debía estar incómodo, recordemos que hasta poco más de un mes era la mujer que amaba, o bueno, seguía siendo.

El pelinegro se mantenía erguido, con una mirada seria y un semblante relajado, no parecía ponerlo furioso que se haya tocado el tema de Jaqueline.

—Fenomenal —resumió, sonriendo exagerada y forzosamente.

—¿No apareció la rata de alas blancas?  —indagó la pequeña, empleando un tono de desagrado para referirse a Elizabeth, algo que hizo reír a su hermana.

Ese nombre se lo había puesto la de orbes dorados en uno de sus enfados recordando como esa albina se empeñaba en interponerse en la relación de su mejor amiga. Ver a Rocío llamarla de ese modo la hacía recordar aquello.

—Si, pero afortunadamente entendió que Meliodas ya no la amaba —respondió, sincera, elevando las comisuras de sus labios ligeramente, dándole vueltas a la taza de porcelana entre sus manos.

Zeldris la miró sin vergüenza, sonó melancólica y felíz, las dos cosas a la misma vez, y no comprendía. No entendía ninguna de las actitudes de esa loca mujer.

—Meliodas no permanecería enamorado de ella por siempre, lo mejor del amor es que puede cambiar de forma, está en constante movimiento, y por lo que hoy nos parece que vivimos, mañana puede ser un mero recuerdo que nos convirtió en quienes somos. La persona indicada nos puede hacer sentir de nuevo maravillas, aunque creíamos que eso ya era imposible —relató paciente, con todas las miradas sobre ella, mas sus ojos solo tenían un objetivo, el agua clara que estaba dentro de su vaso —. Alguien nos destruye, alguien nos reconstruye, el amor nos quita algo pero nos entrega otra cosa, nunca es el fin.

Ahí, y eso en ese instante, Celeste corrió sus pupilas buscando las del demonio a su lado. El dorado en sus orbes encontró un verde esperanza precioso. Fue solo un momento, pero esas miradas cruzadas provocaron ligeras sonrisas cómplices, conscientes de que tales palabras iban dirigida a alguien, y ellos sabían a quien.

Zeldris sabía que ese razonamiento era para hacerlo sentir mejor, y lo increíble es que lo había logrado; a medida que las palabras salían de los labios de la pelirrosa iba recordando todos sus momentos con Jaqueline, pero justo al final, por alguna extraña razón recordó la risa de Celeste el día de la boda.

—¡Yo quiero saber más! —exclamó Rocío, en un reproche, obligando a los protagonistas a apartar sus miradas —. ¿Cocinamos mientras me cuentas?

—Claro —dijo obvia.

—Y cuando terminen, ¿puede mi hija pasar tiempo con su madre? —La siguiente en proponer fue Leticia.

—Por supuesto mamá —contestó Celeste, poniéndose en pie para hacer una pose triunfante —. No se preocupen, hay Cele para todos.

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Jaqueline se encontraba huyendo de Lucy y su horrible vestido rosa chillón. Correteaba por toda la habitación con la pelirroja detrás, pisándole los talones.  Ese definitivamente no se lo pondría para el almuerzo.

Al entrar en su cuarto, Meliodas divisó todo el lío que habían formado esas dos mujeres; la cama destendida con las sábanas arrugadas, en más de una ocasión se esposa se había trepado sobre ella para escapar; la alfombra mal colocada, Lucy y Jaqueline habían tropezado con la misma mil veces, por lo que ahora estaba un metro más arriba de donde se suponía; había ropa tirada por todos lados y a pesar de esta ahí de pie, observando con el ceño fruncido, la castaña seguía corriendo y quejándose de lo feo que era ese vestido.

Tras presenciar tal escena, no le quedó más remedio que echar a reír. Amaba tanto a esa chica, de verdad que lo hacía, con cada fibra de su ser.

—No te quedes ahí —exigió Jaqueline, ocultándose en su espalda y sacando la cabeza por en cima de su hombro —. Ayúdame.

—Señorita, el rey está aquí para acompañarla en el almuerzo, debería ponerse hermosa para él —refutó Lucy, después de un largo suspiro. Agradecía que la maratón haya terminado.

—Él me quiere así de fea y mal vestida —rebatió, mirando al rubio —¿Verdad, amor?

—Eres la mujer más hermosa del mundo, con vestido o sin él. A mis ojos tú eres perfecta como sea.

Justo a la misma vez, él y su esposa soltaron un estornudo rápido, como si alguien estuviera hablando de ellos en alguna parte

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Palabras del autor:

A todos les conmueve la historia de Jaqueline y Meliodas :'3

Les dije que había regresado, así que aquí estoy de nuevo, con mi capítulo diario. Espero que les haya gustado, se me hace muy difícil hacerlos tan cortos y quiero exederme deas palabras que yo misma acordé tendrían :')

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Lean comiendo palomitas ( ̄ω ̄)🍿

~Sora.

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