
XXVII
Lo que pensó nuestra chica en ese momento:
«¡RAYOS! UN ACOSADOR ¿QUÉ HAGO?»
Miró hacia a tras y allí estaba con una gran sonrisa el chico.
Ella se quedó helada y extrañamente nerviosa ya que la mano cálida de él tomó la mano de ella.
- Te gané ahora canta esa canción
Dijo el chico con una pequeña mueca; haciendo que ella desvíe la mirada.
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