3. Amistad y Lujuria
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—¿Qué te pasó, hermano? —Me pregunta mi mejor amigo quien está recogiendo las cosas de la barra
Son las dos y media de la mañana. Los comensales se fueron hace unos cuatro minutos y nosotros los empleados debemos recoger su desastre para la siguiente noche. Estoy exhausto pero ese momento que tuve con la invitada especial fue algo que me dejó aturdido al punto de estar ahora mismo con una copa de cristal en la mano el cual he estado limpiando desde hace media hora.
Mi vista está perdida en ningún punto en específico y mi mente se encuentra en esos gemidos que la mujer soltaba sin pudor. Fue... excitante.
—Steecwood llamando a Fredrick Thorsell —La mano de Gus se mueve de un lado a otro frente a mis ojos haciendo que salga de mis pensamientos lascivos —¿Acaso tomaste cinco copas de Snaps a escondidas sin mi?
—¿Eh?
Me señala mis manos que sostienen un pedazo de tela en la mano izquierda y una copa de cristal en la derecha. Parece que llevo más de quince minutos limpiando la copa una y otra vez. La mirada de Gus es de curiosidad por saber qué es lo que tengo en la mente en estos momentos.
—¿Estás traicionando a la enfermera en cuerpo y mente, pequeño amigo? —Hago una mueca por esa estupidez que acaba de decir
Aunque ahora que lo pienso... No estoy traicionando a Elsa, ella y yo solo somos amigos que han tenido salidas muy divertidas y para nada románticas. De hecho, la última vez que salimos juntos estábamos en el parque y no sucedió nada. Parecíamos hermanos.
—No tengo nada con Elsa, Gus —Lo contradigo
—¿Entonces por qué se la pasan juntos todo el tiempo?
—Somos amigos, nada mas —Dejo la copa de cristal en su lugar para seguir limpiando
—No sabes mentir, Thorsell —Se acerca a mi y me mira a los ojos —. Te gusta, no lo niegues.
Es cierto. Elsa es linda, adorable, se preocupa por todos, mi madre le agarrado cariño e incluso yo lo he hecho, pero... No siento amor, solo cariño y atracción. Esa atracción carnal que ella me hace sentir cuando estoy cerca de su cuerpo es muy atrapante, pero no quisiera que piense que solo la quiero utilizar. Es mi amiga, y asi son las cosas.
—Nunca he dicho lo contrario —Sonríe satisfecho —, pero no pienso dejar que esa atracción que siento por ella la termine lastimando. Elsa merece más que eso.
—Pero—
—¿Interrumpo su conversación? —La voz del gerente hace detener en seco a Gus.
—No, señor —Decimos al unísono
—Thorsell —Me llama por mi apellido captando mi atención —. Ve a sacar la basura.
—Si, señor.
Digo sin más para luego tomar la bolsa negra de la basura y llevarla a la parte de atrás del club en donde esta el contenedor de basura. Me detuve por un momento al escuchar aquella voz que fría y demandante de esa mujer con melena oscura.
Su cuerpo parado frente a la puerta de la oficina del gerente, quien salio de alli nervioso, supongo que por la presencia de la chica. No escuche muy bien lo que hablaban asi que decidí ocultarme detrás de una pared en donde no me verían.
—¿Alguna novedad? —Le pregunta la chica a mi jefe
—Las ventas han incrementado un treinta por ciento, hemos recibido más clientela que en noches pasadas —Le informa este —, aunque...
—¿Qué?
Un silencio reina en la conversación haciendo que mi corazón palpite más fuerte por querer saber que dirá.
—Hay rumores de que podrían haber espías noruegos infiltrados para lograr su cometido —¿Eso sería posible?
—Me encargare de eso —La chica suspira frustrada —¿Algo más que deba saber?
—Nada que ya no sepa, siguen esos rumores en la ciudad, los mismos de siempre —¿De cuáles rumores estará hablando? —. Y al venir vestida de esta manera jamás descubrirán quién es usted, señorita.
—Lo se, Isak —Dice la chica con fastidio —. Mañana quiero que todos esos rumores mueran, haz algo para distraer a la gente yo que se.
—Lo intentare. —Unos pasos empiezan a alejarse pero son detenidos por la voz de mi jefe —¿Disfruto su noche?
—No te pago para ser un imprudente, Isak —Y con eso, la chica se va perdiéndose en la oscuridad de aquel callejón
Mi jefe vuelve a la oficina y yo salgo de mi escondite totalmente confundido. ¿Quién carajos es esa chica? ¿Cómo se llama? ¿Por qué le paga a mi jefe?
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La mañana siguiente estaba en la escuela entrenando para un partido de voleibol que tendremos muy pronto en un torneo que se lleva a cabo cada año en Steecwood. Tenía mi cuerpo reaccionando por inercia y a mi cabeza en el recuerdo de anoche.
No solo recordé esa noche de pasión que tuve con la chica misteriosa sino que recordé esa extraña conversación que mi jefe tuvo con ella.
El balón impactó contra mi rostro haciéndome caer al suelo de espaldas. Me lleve la mano al lado afectado y solté una que otra maldición por el dolor. Adios a mi intento de mantener mi rostro sin ningun moreton.
Las carcajadas del idiota de mi mejor amigo me hicieron gruñir. Lo mire con ojos asesinos y empezó a echar una carrera que, por supuesto, perderia por que soy más veloz que el. Lo persigo por todo el campus hasta que logro tomarlo del cuello y este empieza a suplicar.
—¡Soy muy guapo para morir! ¡Ten piedad, Fred!
—¿Que carajos sucede aquí? —La voz de la hermana de Gus aparece junto a la figura atrayente de... ¿Elsa?
Gus y yo miramos a las dos chicas, en específico a Elsa. Sus ojos brillan con intensidad como si el mismísimo cielo brillara en estos. Me sonríe con nerviosismo y me saluda articulando un hola casi en un susurro.
—Te saludaria preciosa, pero primero debo quitarle las ganas a Fred, me ataco por que tiene ganas reprimidas.
—¡Eso no es cierto! —Grito tratando de contradecirlo pero la pequeña Begerman ya se encontraba riendo en mi cara mientras que Elsa me miraba con los ojos bien abiertos —. No le creas, el siempre miente.
—Descuida —Ríe levemente al ver mi reacción —. ¿Eres del equipo de Voleibol?
—Si jeje
Parezco un retrasado...
—¿Ahora estudias aquí? —Pregunte intrigado
—Oh, no, solicite un trabajo de medio tiempo aquí —Empieza —. Necesito dinero y no podía rechazar esta oportunidad, seguiré cuidando a la Señora Thorsell en las mañanas y tu podrás encargarte de ella en las tardes.
—Me parece estupendo, Elsa —Sonrio alegre por saber que Elsa tiene la oportunidad de darse a conocer como la enfermera nata que es —. ¿Quieres que te de un recorrido?
—Me encantaria
Sonríe y nos vamos hacia el interior del edificio que consta de grandes pilares y cuadros llenos de historia y arte. Durante el recorrido volvimos a platicar un poco sobre las guerras constantes que suceden aquí en Steecwood. Es impresionante saber que no eres el único que piensa de esa manera y que encuentres a una persona que comparte tu manera de pensar.
Llegamos a la sala de enfermería que tiene todos los suministros necesarios. Parece mas un hospital dentro de una institución que una enfermeria. Elsa lo recorre fascinada por la nueva tecnología de herramientas médicas que hay en el lugar dándole un vistazo a cada una de estas.
—Parezco novata, lo se —Menciona apenada por que me le quede mirando mas de cinco minutos
—Eres excelente, sin ti mi madre no daría buenas señales de que sigue estando viva —Bromeo un poco para sacarle una leve sonrisa que la hace sonrojar
Nos miramos por unos cuantos segundos. La miro de arriba abajo y no me había percatado de que se veía sexy con ese uniforme de enfermera. Ella muerde su labio inferior avivando la llama de la lujuria que se encendió a nuestro alrededor.
—Fred...
Esa lentitud con la que dijo mi nombre fue suficiente para que yo cerrara la puerta de un golpe y empezara a devorar sus labios de manera desenfrenada. Caminamos a ciegas hasta que la estrelle contra una pared. La tomé de los muslos con fuerza y ella entrelazo sus piernas por mi torso.
No estaba pensando, simplemente estaba disfrutando de la lujuria que emanan nuestros cuerpos. Sus gemidos ahogados me prendieron y empecé a dejar besos húmedos en su cuello para después ir bajando hacia sus pechos grandes que me tienen loco. Ella jadea y gime para mi. Mi mano va bajando hasta su intimidad poco a poco y...
No. No puedo hacer esto. Ella no merece esto. Ella necesita a alguien mejor. Solo somos amigos.
Detengo en seco mi acción para bajarla de mi torso con cuidado. Su mirada llena de desconcierto me hace sentir mal por un lado, pero es lo mejor, no puedo hacer le daño. No quiero. Ella es mi amiga y merece lo mejor.
—No podemos hacer esto
—¿Hice algo mal? —Agacha la cabeza con vergüenza. Odio verla asi
—No, es solo que... no quiero hacerte daño, Elsa —Le digo con sinceridad —. Seguiremos siendo amigos. Esos que se quieren y se apoyan mutuamente
—De acuerdo, tienes razón —Me mira a los ojos y sonríe genuinamente. Sabía que lo entendería
La campana resuena por todo el edificio indicando que ya han acabado las clases por hoy asi que le regalo una pequeña sonrisa a Elsa y nos vamos juntos a mi hogar acompañados de Gus y su hermana.
Autora:
Quiero dedicar este capitulo con todo el cariño a una amiga que conocí en el mundo del Roleplay en Amino.
Emma diosa 🤍🛐 feliz cumpleaños 🤍🤍🤍
Espero te guste este capítulo y que hayas pasado un hermoso día de ayer 🥺
Love youuu <3
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