
Capítulo uno
CAPÍTULO UNO
—Entonces— comienza a concluir— técnicamente quieres un estilo cómic. Tengo algunos videos musicales que se pueden ajustar a lo que quieres, te daré una lista, los miras y me comentas.
—Si. Bien, igual... Namjoon también me enseñó un poco de lo que él conoce, también puedo enviarte eso.
—Perfecto.
Esto parece incómodo, pero realmente no lo es, Yoongi está muy concentrado en entender el concepto que quiero emplear para mi pequeño debut en solitario y yo lo elegí a él para que me ayude en ello, él es un buen director y productor, es un todo en uno, podrá lograr que sea asombroso.
—O-Oye.
—¿Mm?— me señala con su lápiz— ¿Ya elegiste las canciones que irán? Me gustaría darles una leída.
—Sí, son cuatro, incluido el single principal.
—Las espero en el e-mail y... ahora sí, qué ibas a decirme.
—Oh, nada, era eso.
Llevo dos semanas preparándome para invitarlo a ir al maldito cine y en cada oportunidad que he tenido, me he acobardado. Porque eso soy, una cobarde.
Además, voy a invitar al cine a alguien que estudió cine, seguro termino eligiendo la peor película en cartelera y sólo pasaré vergüenza por dármelas de muy sabia.
—Yoongi...
—¿Sí?
Remojo mis labios con mi propia saliva.
—¿Cuál es tú película favorita?
Dios mío, qué estúpida. De la nada pregunto eso. Se cruza de brazos, deja la hoja a un lado y su mirada se pierde en un punto en el suelo durante los próximos dos minutos.
—No lo sé, creo que no tengo una, solo hay películas que disfruto ver, pero al punto de nombrar a una favorita... me temo que no.
—Ah.
—¿Por qué preguntas?
Porque eso me facilitaría la elección de una cuando por fin lograse invitarte a salir, pero me has dejado en la misma posición.
—Simple curiosidad.
—¿Tú tienes alguna favorita?
Piensa bien tú respuesta, Sasha, piénsalo bien.
—Me gustan las de Shrek. Y la sirenita.
Cagándola siempre. Ese es mi pasatiempo, dijeron burla y mi nombre después.
Abre la boca y luego la cierra otra vez, al menos lo he dejado sin palabras, se levanta, coloca el seguro en la puerta y vuelve a sentarse, acercándose un poco a mí, se inclina, ambos codos sobre sus rodillas.
—¿Sucede algo, Sasha?
Lo que sucede es que se me da más fácil hablar con él vía mensajes, en persona me vuelvo algo boba y tonta debido a los nervios, pero, otro problema es que acordamos que en la empresa no tendríamos ese tipo de contacto tan personal porque es lugar de trabajo. Yo estuve perfectamente bien con eso.
Pero quiero salir con él en algo que no involucre trabajo.
—Es que, yo quiero preguntarte algo.
—Te escucho.
Me aclaro la garganta al menos dos veces, Yoongi me mira expectante y con tanta paciencia, me impresiona que a este punto no quiera lanzarme por la ventana del edificio, debo ser desesperante.
—E-Es algo personal, así que mejor te pregunto por chat— tomo mi teléfono— no tiene nada que ver con trabajo, así que-
—No, no. Está bien, pregúntame.
Me quita el teléfono junto a mis esperanzas de hacer una invitación decente.
—Okay— suspiro— pues es que... yo quería saber... si tú tienes... planes este viernes— vale, lo dije.
—Yo-
—Porque yo no tengo ninguno, así qué pensé en que podíamos, ya sabes, ir al cine, por ejemplo. Si no quieres el cine puede ser otro lugar como un restaurante.
—Sasha.
—Si, perdón. Ya puedes responder.
Dice que sí con la cabeza.
—Me gusta el cine si me dejas elegir la película, ya que parece que quieres que sea de mi gusto— si, así es— también me gusta la idea de cenar, así que, cena y luego película. Paso por tí a las siete.
••••
—¡Nam!
—Sasha.
Tomo aire.
—El viernes iré a cenar y luego al cine, con Yoongi— gira la cabeza lentamente, sus ojos se amplían— ya sé que dijimos que iríamos a comer a otro sitio luego de salir del trabajo, pero, Nam.
—¿Quieres cancelar nuestra noche?
—Es Yoongi y es mi culpa, no sé porqué le dije que el viernes, iba a decir sábado, pero me puse nerviosa porque estaba muy cerquita y me miraba atento— se cruza de brazos— y déjame cancelar esta vez, es mi primera cita con él. Por favor.
Niega, tiene a Sungjae siguiéndolo por toda la cocina intentando ayudarlo a poner la mesa para sentarnos a comer.
—No lo sé, Sasha, llevamos planeando esa salida todos juntos durante un buen tiempo.
—Lo sé y lo lamento, pero podemos salir el sábado— propongo— es incluso mejor que salir el viernes, los niños no tienen escuela, Happy y Caramelo llegan de sus clases con el entrenador— lo estoy siguiendo por toda la mesa como una tonta— nadie tiene que trabajar.
—Jungkook tiene que trabajar y creo que Kerstin también.
—¡Solo hasta las cinco! Y Kerstin sale mucho más temprano en esta época del año.
Deja el último plato, Sungjae sube a su silla viendo risueño a sus palillos para niños color violeta mientras Namjoon me mira harto.
—Hablaré con los demás.
—¡Te amo!
—Pero no quiero que esto se repita, Sasha, no podemos estar moviendo fechas, sabes que no tenemos ese lujo— asiento varias veces— bien, ahora ve por Joonie y hazme el favor de despertar a Moon— hace una mueca— no me gusta interrumpir su sueño, menos ahora que está con ese maldito resfriado, pero tiene que comer o se pondrá peor.
—Está bien, yo me encargo. Te amo, Nam.
—Cuando te conviene.
—¡Yo te amo todo el tiempo!
Ahora, no solo debo despertar a Moon, tengo que levantar a todos los habitantes de esta casa, menos a Joonie que apenas me ve, extiende los brazos porque sabe que lo hago partícipe de mi trabajo como despertador.
Empezamos por su madre y tía, seguimos con Taehyung y Blue dejando de último al peor. Jungkook.
Coloco a Joonie en su pecho y este se encarga de saltar en el lugar y hacer ruido para lograr nuestro cometido, él toma al niño y lo envuelve con las cobijas, haciéndolo reírse y quejarse porque lo aplasta.
—Arribaaaaaa.
—Dile a tu tía Sasha que me deje dormir otro poco, Joonie.
—No, comer, tenemos que comer tío Koo.
—Dia- recórcholis.
A Joonie le da mucha risa esa palabra, así que se carcajea un rato, niego y le digo que cuando baje, lleve a Joonie, él accede y continúa haciendo reír al niño como si no existiese un mañana, me hace muy feliz tener a los niños aquí.
Y sabemos que a Namjoon si que lo hace el doble de feliz, ellos se han acostumbrado a nosotros y nosotros a ellos.
—Sashaaaaaaa— esa es Blue, se pega a mi en un abrazo cariñoso, aún con los ojos a medio cerrar y su cabello despeinado— no te veía desde ayer.
—Qué tragedia. Todo lo que haces es dormir, por supuesto que no vas a verme muy seguido así.
—Extraño tu continuo sarcasmo, eres mi favorita pero no le digas a Taehyung.
—Taehyung ya escuchó.
Ahí viene arrastrando los pies, los dejo para que tengan su discusión de pareja matutina y regreso al comedor, las gemelas ya están allí, Moon ayudando a Namjoon y Sun durmiendose en la mesa mientras Sungjae se burla de ella.
Ah, que hermosa familia.
—Sasha, a cambiarte.
—Oh, sí.
Estoy con la ropa llena de pintura que le robé a Taehyung para pintar unas estrellas en mi habitación. Justo llaman a la puerta y ya sé que se trata del entrenador de mis hijos trayendolos de regreso a mí.
Abro la puerta.
—Terminamos por hoy.
—Gracias, Ken.
—Un gusto— sonrió— linda camiseta.
Happy y Caramelo entrar cuando les suelto.
—Lindos tenis. Ten un buen día, gracias por traerlos.
—Siempre a la orden.
Cierro la puerta y ya puedo dejar de sonreír. Al menos no quiso conversar de más esta vez.
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