CAPÍTULO SIETE

—¿Mariscos?

—No son mis favoritos, en casa no consumimos demasiado de ellos porque a Namjoon no le gustan y es lo último en la lista de las compras.

Mi cabeza descansa en su estómago y continuamos respondiendo las preguntas del otro en esta posición, cómo es obvio, el insomnio está presente y esto resulta más entretenido que solo forzarnos a dormir.

—¿Cómo es que no tienes una novia?

—Soy un sujeto difícil de digerir, no suelo gustarle a muchas mujeres— confiesa— soy romántico en un rango leve, bastante básico, además de ser demasiado honesto, mi carácter tampoco parece ser un punto a favor, también soy perezoso... creo que la lista es larga y no quiero continuarla, luego te darás cuenta de que soy un mal partido y eso me pone en riesgo— bromea, sonrío blanqueando los ojos— y también estoy falto de confianza, las mujeres que me han... intentado pretender, supongo que se le puede llamar así, lo han hecho más que nada por la posición de mi familia y el dinero que poseo, tanto el que me he ganado legítimamente como el que me corresponde por ser un Min. Así que, gracias pero, no gracias.

—Espero que sepas que yo no quiero estar contigo por todo eso que mencionas.

—Lo sé, Sasha. Tú tienes tu propio imperio y nada que envidiarle o querer del mío, además, hasta hace poco te enteraste de que tengo una familia millonaria, por lo que confío en tí y tus intenciones netamente románticas.

—Me gusta mucho la manera en la que te expresas. Suenas tan elegante cuando no estás insultando con sarcasmo al resto del mundo.

Su estómago se sacude por la risa y mi cabeza por ende, también.

—Sólo soy así cuando lo veo prudente— su mano derecha aprieta mi rodilla, entonces se queda viendo mis tatuajes otro rato— realmente son preciosos, pero, seguro tan dolorosos.

—No duele, es solo la sensación fastidiosa, te diré dónde duele como el infierno— señalo la zona de las costillas— aquí duele, duele mucho, Taehyung tiene tatuado el nombre de Blue y su fecha de nacimiento, vio al diablo, pero tiene otros tantos porque ya se acostumbró al dolor. Los de Jungkook también son dolorosos, pero él es muy bueno tolerando eso— le enseño mi mano— aquí también duele.

—Ese es lindo... no sé cómo lo haces. Yo no puedo siquiera pensar en la aguja perforándome la piel. No, no puedo.

Eso me hace pensar en el tatuaje de Blue con el nombre de Taehyung que está en esa zona tan dolorosa y a Jungkook todo bobo amando ver su nombre en el trasero de Kerstin, él también planea tatuarse el nombre de su amada novia pero según dice la parte de su cuerpo que a ella más le gusta, lo mataría del dolor y... si, se refirió a su pene.

Kerstin ya le dijo que no tiene que ser ahí, así que ya veremos qué hace ese loco.

—¿Dolerá mucho un tatuaje en las bolas?

Se me escapa una risa ante el recuerdo. Amo a Jungkook, es un imbécil.

—¿Y ahora que te pasó?— dejo de reír— Te quedaste viendo a la nada un momento.

—Es que recordé algo chistoso— admito— sabes que pensé por un momento que no te gustarían mis tatuajes, lo juro, a nadie le gusta ver a una chica llena de ellos porque es feo, según dicen.

—Oh, por favor— renegó, toma mis muñecas y me mueve hasta la almohada junto a la suya— es tu cuerpo, no creo que alguien más pueda tener algún poder de decisión sobre el, además... te hacen ver sensual.

Cierra los ojos luego de decir aquello, cubriéndose con las cobijas y yo evitó reírme aún cuando quiero hacerlo, solo porque me ha dado algo de vergüenza, pero en un buen sentido.

—Ya, me subes el ego y luego te haces el dormido.

—Es hora de dormir, haz lo mismo.

Arrugo la nariz, hundiendo la cabeza en la almohada e igualmente arropandome entera.

Tiene mucho espacio en su almohada, lo tomo y está conteniendo la risa.

—Yoongi-yah...

—¿Mm?

—¿Soy muy pegajosa?

—En absoluto, si lo que quieres preguntar es si me molesta que estés tan cerca, la respuesta es no.

—¿Entonces por qué no me abrazas? ¿No te gusta dormir abrazados?

—Estoy respetando tu espacio, nada más.

Acaricio el puente de su nariz, parece gustarle.

—De nuevo, no tienes que respetarme tanto. Tú no.

Suspira de manera calmada, estira su mano, la pone en la curva de mi cintura y aprieta con suavidad antes de recorrer hasta mi espalda, me atrae a su pecho de un solo jalón, siento que me sacó el aire en un segundo y continúa sorprendiendome cuando la mano baja desde mi espalda, pasa por mi cadera hasta mi pierna, la agarra y la acomoda de manera que rodea su cintura. Trago grueso.

—Entonces podemos dormir así— murmura aún con los ojos cerrados, me mantiene cerca.

Mi corazón parece a punto de salirse de su sitio, pero me siento muy bien así, dejo su nariz para rascar su ceja con mi uña y eso le encanta, me quedo haciendo lo mismo hasta que está profundamente dormido. Solo cuando eso ocurre, yo cierro los ojos.

••••

—Intentémoslo una última vez— asiento— no me gusta mucho que el cabello esté recogido, que la estilista se encargue rápidamente de eso.

Estamos filmando escenas del vídeo musical para Be Brave. Todo es como lo imaginé, el concepto y Taehyung sin su camiseta dispuesto a ayudarme aquí porque no confío en un modelo para poner mi cara en sus abdominales.

Hong está presente y comienza a acercarse, solo está aquí por dos minutos para recibir la aprobación de Yoongi en un proyecto que tienen y mientras la estilista me suelta el cabello y lo hace lucir bien, Taehyung se tumba en la cama, no se verá su rostro, solo seré yo tocándole el torso y acostándome en el y a Blue no le dan celos, solo se emociona allí atrás. Eso sí que es confíanza.

—Debiste decirme que necesitabas modelo, me prestaba con muchísimo gusto.

Me río sin ganas, claro, vamos a pretender que fue un comentario gracioso.

—Tal vez lo tenga en cuenta para otra ocasión.

—Aunque para eso debes contestar primero tus mensajes. Me estás olvidando, Sasha Kim, eso duele.

Estoy por responderle alguna tontería que se me ocurra en el momento, pero no tengo tiempo para ello pues Yoongi se encarga.

—Hong.

Él voltea.

—¿Sunbae?

—Ya puedes irte, deja a mi artista en paz.

Se ríe y asiente.

—Entendido.— me observa—Espero verte luego, Sasha, te echo de menos, no lo olvides.

—Claro, adiós, Hong.

Se va y de nuevo a posiciones, voy hasta Taehyung y este palmea su torso.

—Ya lo preparé para tí. Está calentito.

—Agh, como te odio.

••••

—Hola Ken— saludo rápidamente, entregándole las correas de los perros— lamento que no puedas subir, cosas de seguridad.

—No hay problema— señala detrás de mí— puedo darme cuenta de que se han puesto más serios, eh.

—No tienes idea— es mi respuesta— Happy está bastante rebelde estos días, nos gruñe a todos y pensé que tal vez algo lo molestaba porque siempre pasa cuando estamos limpiando sus patas y casi no sale a jugar con Caramelo.

—¿De verdad?— lo mira— Voy a revisarlo y si encuentro algo, te lo haré saber cuándo los traiga de vuelta— asiento, eso me gustaría— tu cabello está ondulado, se ve bien.

Llevo mi mano a mi cabeza, sonrío agradecida, halaga también las puntas verdes y pregunta cómo estoy, trato de no hacer la conversación muy larga porque tengo que regresar con a casa, Kerstin está de visita y le prometí a Moon que ambas cuidaremos a Sungjae y Joonie en lo que ella se prepara para sus exámenes en casa de una compañera, así que debo volver con ellos.

—Un gusto verte, Ken, te confío a mis nenes.

—Claro que sí, nos vemos en la tarde, cuídate.

Diablos, ya debe ir la película muy avanzada y me la he perdido.