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Capítulo cinco

CAPÍTULO CINCO
YOONGI

—Eso sería todo hasta el momento, creo que no tendremos que reunirnos para discutir el tema si no hasta que decidan la fecha de lanzamiento y...— mi teléfono está sonando, usualmente lo ignoro si estoy en medio de algo respecto al trabajo— denme un momento, lo siento.

Pero es Sasha, ella no me llama a interrumpir a no ser que sea urgente.

—Adelante— asiente, riendo— esto nunca pasa.

Contesto. Poniéndome de pie y abandonando el estudio un instante.

—¿Hola?

—Hola, lo siento. Es que no sé si estás en casa o en el trabajo...

—¿Por qué susurras? Estoy en el trabajo, dime si ocurre algo.

—Estoy sola en mi casa, todos han salido porque tienen cosas que hacer, Blue está en el trabajo, Kerstin también y Rox igual, así que no puedo llamar a ninguna por eso, me quedé en mi cuarto con los perros pero estoy un poco asustada.

—¿Por qué asustada?

—Escuché que colocaban muchas veces el código de acceso de la puerta principal, obviamente no es ninguno de los chicos o alguna de las hermanas de Namjoon, así que llamé a Jun y envió a mi guardaespaldas, él vino, dijo que no había nadie pero que se quedaría vigilando la puerta.

—Ah, mierda.

—Mi habitación es el ático y tiene dos entradas, nadie sabe eso, la segunda entrada la bloqueé, obviamente y hace un minuto ocurrió lo mismo, estaban intentando entrar. L-Los chicos están ocupados, Nam con los niños en el médico, Jungkook no tiene señal en lo de sus padres y Taehyung siempre apaga el celular cuando está con los padres de su novia por cosas de ellos. No me quedó otra opción más que molestarte a tí.

Observo el pasillo, es domingo, casi no hay gente, solo estamos los que tenemos trabajo pendiente con los artistas.

—No me molestas, está bien. Avísale al guardaespaldas lo de esa puerta extra y dile que voy para allá en unos minutos.

—Sí... lo siento. T-Te espero.

—Vale, voy corriendo.

Cuelgo, regreso adentro y ambos ídols me observan expectantes.

—¿Todo en orden?

—En realidad no— soy sincero— debo irme, una emergencia en casa, lo siento por abandonar la reunión así.

—Oh... no, está bien. Espero que se solucione y ya hemos terminado aquí, de todas maneras— sonrió el mayor.

Él me cae mal solo porque es uno de los tantos admiradores de Sasha, de esos que están enamorados de ella y le coquetean cada vez que la ven.

Y me alteran el lado celoso que tengo.

Sin embargo, existe esa mierda de ser profesional y que el trabajo no se mezcla con la vida personal y bla, bla, bla. Pero los odio a todos en mi interior.

—Si, gracias, Hong.

Puto Hong.

••••

Cuando llegué, todavía estaban los de seguridad y policía en el estacionamiento, solo hace pocas horas pudieron enviar mi auto a reparación. Me saludaron y regañaron por andar solo luego de lo ocurrido y no sé cómo decirles que a mí no me ocurrirá nada porque no soy tan famoso.

Es decir, si lo soy, pero mi cara es casi anónima. Casi.

Me encuentro con el guardaespaldas de Sasha y este me deja entrar luego de asegurarse de que si soy ese Min Yoongi y cuando entro, está Caramelo, me ladra y comienza a caminar, se gira a verme de nuevo y ladra otra vez.

Supongo que tengo que seguirlo, vale, eso hago. Le doy un vistazo al gigantesco hogar muy por encima y esto grita rockstars por todas partes, es agradable.

Parece que llegamos a nuestro destino cuando el perro se detiene y rasguña la puerta con una de sus patas, de manera suave. Entonces Sasha abre la puerta y se asoma, Caramelo entra y luego yo.

Que jodido perro tan listo. Veo a Happy durmiendo a los pies de la cama, Caramelo se une a él.

—¿En qué llegaste?

—En auto, el Mercedes fue enviado a reparación, así que usé el otro.

—¿Cuál otro?

—El Audi.

Se cruza de brazos.

—Te gustan mucho los autos.

—Sí, tengo cinco— me acerco, beso su mejilla— hola, lo siento si tardé.

Sonríe un poco.

—No tardaste, está bien.

Sasha no es exactamente baja de estatura pero aún así debo bajar la cabeza un poco para mirarla y ella se coloca de pie en puntillas, alcanza a darme un beso, un toque de sus labios a los míos nada escandaloso.

Pero que logra rebobinarme el sistema completo.

—¿Deberíamos sacarte de aquí?— le pregunto en voz bajita—De nuevo, hay que dejar a la seguridad de la unidad revisar todo, cámaras, los códigos de seguridad tienen que ser cambiados y eso tomará tiempo, tienes que avisarle al Kim mayor y a tu representante de lo que está pasando y ellos colocarán restricciones más estrictas sobre quiénes entran y salen, por lo que solo podrán entrar al piso quiénes vivan aquí.

—¿Bloquearan el acceso a este piso?

—Probablemente, colocarían un código en el ascensor para que solo ustedes puedan digitarlo y usarlo— la pongo al tanto— lo mismo sucederá con el acceso mediante escaleras, van a bloquear las de este piso y conociendo a tu representante, habrá seguridad por todo el pasillo.

—¿Y cómo es que sabes sobre todo este proceso?

Levanto los hombros.

—A mi casa no pueden entrar ni los fantasmas, solo yo... y la señora que hace la  limpieza.

Hubo un tiempo en el que yo pensaba que tanta seguridad era innecesaria, pero, cuando tienes dinero y ese dinero solo aumenta, además de un apellido lleno de envidia por parte de externos, definitivamente tomar todas las precauciones de seguridad es indispensable, además, no soy entrometido, pero estos miembros son muy tranquilos respecto a eso, no sé cómo es que vivían tranquilos en una casa de barrio donde la única seguridad era el celador y ellos si son más famosos que yo.

A mí solo me faltan dos guardaespaldas intimidantes y no me llega a tocar absolutamente nadie.

La veo hacerme caso y llamar a Jun, le avisa que se irá conmigo porque no se siente segura en el lugar mientras busca las correas de los perros, las abrocha y de nuevo, Caramelo me sorprende acercándose a mi para ofrecerme que tome su correa.

Me voy a derretir, necesito fotografiar este instante y lo hago rapidito. Happy, por su parte, parece que no toma confianza tan fácilmente como su hermano porque se levanta de su comodidad para seguir a Sasha por toda la habitación con la correa en la boca esperando a que la tome.

—Podemos irnos— cuelga— ¿Está bien si llevo a los perros? Han aprendido a comportarse, lo prometo.

—Ya tengo a Caramelo ganándose mi amor, así que no tengo problema.

Tenemos que irnos ahora y su guardaespaldas dice que nos acompañará hasta mi auto, entonces Jun ya le ha avisado, que eficiencia. Ese hombre me asusta un poco.

A todos, de hecho.

—Happy muerde si yo le digo— me da el dato— pero he estado intentando que no sea tan agresivo, creo que tendré que pedirle a su entrenador que no venga por un tiempo.

Tomo su mano libre con la mía igual libre, Caramelo camina a mi paso, lo que es bueno, la entrelazo y coloco en el bolsillo de mi abrigo. Creo que quiere aparentar que no está tan asustada cuando claramente se ve aterrada, sus pasos son cuidadosos y muy lentos.

—No pasará nada, te lo prometo.

—Es que no es la primera vez, ya sabes...

—Tranquila, lo entiendo.

De nuevo en el estacionamiento, los perros suben atrás, ella de copiloto, le doy mi contacto al guardaespaldas y le pido que se lo facilite a Jun igualmente. Él me comenta que ya debe estar en camino con la policía y la seguridad del edificio para realizar el proceso adecuado.

—Yoongi...

—Ya nos vamos, bonita, ya nos vamos.

Sé que empezará a llorar en cualquier instante.

••••

—Hola.

—Hola, hyung. Lo siento por directamente preguntar pero, me dijeron que Sasha está contigo.

—Lo está, le dije que fuera a tomar una ducha caliente si quería, está muy nerviosa.

Hay un ajetreo en la llamada y dejo de hablar con Taehyung para escuchar a Jungkook. Niego, estos dos.

—Por favor dile que no preocupe y que no se mueva de ahí, no la dejes salir.

—Lo haré ¿Ustedes dónde están?

De nuevo, Taehyung.

—Nos encontramos en el camino, iremos a recoger a Namjoon que está con los niños, Blue termina en una hora, así que pasaré por ella. Jungkook irá a la universidad por las hermanas de Namjoon y a esperar por indicaciones.

Los perros están tranquilos, así que están por volver a dormirse esperando a Sasha, rasco mi cabeza.

—Pueden avisarme y bajaré por ustedes. Estoy seguro de que Sasha estará más tranquila con todos cerca.

—Ah, hyung, no queremos molestarte-

—Gracias, yo te llamo, hyung, haremos eso.

Cuelgo cuando Taehyung empieza a regañar a Jungkook por pasado de confianza y este le alega que no es una situación para rechazar la ayuda.

Esos dos son un caso.

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